La soledad de su departamento de pronto le parecía abrumadora... tenía muchos días sin poner un pie en ese lugar, queriendo olvidar, deseando mitigar el dolor de su ausencia.
Y ahora de pronto se veía obligado a regresar a ese lugar, dónde los recuerdos cargados de inocencia llegaban a su mente; esas noches de risas, de charlas amenas, de compañía. Nunca imagino que la ausencia de alguien pudiera afectarle de tal manera, ¿acaso en eso consistía el amor?, ¿en sufrir por la persona causante de sus desvelos?.
De pronto ya los lujos ya no parecían ser importantes, ¿de que valía tener un departamento tan grande si al final del día solo lo esperaba la amarga soledad?, se había acostumbrado a su presencia, a sus risas, a sus ocurrencias, tanto que ahora estar sin ella le dejaba un sin sabores.
Quitó la chaqueta de su traje dejando sobre el perchero del
Se revolvió en la cama aún dormida, esa noche había dormido mucho mejor que las noches anteriores y realmente no deseaba despegarse de las sabanas de lo cómoda que estaba hasta que de pronto recordó que esa mañana debía salir de viaje y si no se despertaba de inmediato llegaría tarde al aeropuerto, eso no sería para nada bueno ya que haría esperar a Dominick y la paciencia no era una de sus más marcadas virtudes.¡Dominick!... se sentó de golpe en la cama al recordar a ese endemoniado hombre, miro a su alrededor dándose cuenta que esa no era su habitación, ni siquiera recordaba en que momento se había quedado dormida y mucho menos como rayos había llegado a la habitación; ¡ha la habitación de Dominick Carbajal!.— Rayos, debí quedarme dormida mientras él atendía la llamada de Luis Alberto— dijo coloca
Admiracion...Era una de las cosas que Dominick Carbajal podía decir con seguridad que sentía por Mónic Malvorich. Le pareció increíble que después de largas horas de viaje hacia Alemania, ella estuviera allí, junto a Rachel McGreen dando señales a los modelos que serían protagonistas del comercial más importante que llevaba la compañía Carbajal hasta ese momento.Tenían poco más de media hora de haber llegado al hermoso país de Alemania, deleitandose con la sorprendente vista que regalaba el viñedo de los McGreen en esa época otoñal, el perfecto matiz se colores que se formaba en el cielo en esas horas de la tarde; el viento frío que se colaba por las edificaciones y la hermosa vista de la mujer que más amaba en el mundo, riendo y disfrutando de su trabajo.A finales de noviembre en clima alemán ya comenzaba a tornarse frío, acercándose el fin del otoño para dar paso al frío invierno, las calles gozaban de suaves lluvias y en algunas zonas ya se comenzaba a ver caer pequeños copos de
Las horas pasaron sin premura, hasta que finalmente la noche se apoderó del firmamento; confinando los a la intimidad de la gran casa que coronaba el enorme viñedo del matrimonio McGreen, haciendo que ahora Dominick y Mónic se enfrenten a un gran dilema.¿Que podría ser tan importante como para que ellos lo tomarán como un dilema digno de quitarles el sueño?, pues muy simple: Ethan McGreen les había asignado una habitación, ¡una habitación para ambos!...Justo en ese momento ambos se encontraron de pie, uno junto al otro; frente a la gran cama que adornaba la enorme habitación, Dominick la observaba con expresión divertida mientras Mónic parecía realmente disgustado por el simple hecho de tener que compartir habitación con Dominick.¡Por Dios!, ¡eso debería ser una muy mala broma!, ¿cómo se supone que iba a compartir habitación durante toda una semana con ese hombre?, ¿cómo iba a soportar tenerlo tan cerca sin que su voluntad flaqueara?, ¿cómo carajos se supone que iba a mantener dist
Podía asegurar que Domincik Carbajal era el hombre más apuesto y seductor que había conocido en toda su vida y vaya que había conocido muchos hombros, al haber sido una bailarina erótica en el bar de su madre se había enfrentado a un sin número de clientes que la deseaban y nunca habían podido tenerla. Pero Domincik Carbajal se salía de todos los estándares que ella conocía, era simplemente una maravilla de hombre, la tentación cobraba vida con solo escuchar su respiración, con solo ver cómo hacía acciones tan simples como secar su cabello con una pequeña toalla eran suficientes para despertar el deseo en ella. En el momento en que Domincik se había metido al cuarto de baño ella se había recostado en la cama a leer un libro cómodamente, aunque en realidad estaba más perdida en sus pensamientos que sumergida en la lectura pero en el momento en que ese hombre regreso a la habitación sintió que se quedó sin aliento. Estaba solo cubierto con una toalla amarrada en su cintura, las gotas
No importa cuando se intenté de negar la verdad, tarde o temprano está sale a la luz, porque hay cosas innegables; como es la profundidad de los sentimientos y aunque Mónic quisiera negarlo seguía amando locamente a Domincik Carbajal y eso era algo que, aunque sus labios callarán; su cuerpo lo gritaba con cada poro, con cada célula. Muchas veces nuestro propio ser nos traiciona y ese era el caso al que se enfrentaba ahora Mónic, porque aunque la noche anterior Dominick y ella habían puestos sus límites a la hora de dormir y acordado permanecer cada uno en su lado de la cama, eso había cambiado. Recordaba que ambos se habían ido a dormir dándose la espalda, por decisión de ella, que había impuesto sus límites y parámetros, en un esfuerzo por mantener sus propios sentimientos a ralla. Pero su cuerpo traicionero, ahora se encontraba enredado con el de Domincik mientras esté estaba profundamente dormido. Dominick la rodeaba con sus fuertes brazos de forma protectora, atrayendo la hacía
Mónic no podía creer lo que estaba pasando, ¿enserio la naturaleza estaba conspirando contra ella?, estaban en medio de la nada, en un lugar donde no se veía pasar ni un alma y justo tenía que descomponerse el auto en ese momento, en ese lugar solitario dónde pasarían horas antes de que pudieran auxiliarles y ¡justo en compañía de Domincik Carbajal!, ¿la situación podía ser más incómoda?, o si, claro que sí, siempre si te preguntas si las cosas pueden empeorar lo harán.A veces pensaba que era algún miembro perdido de la familia Murphy y que cargaba con esa maldición de la "ley de Murphy": si algo puede salir mal, saldrá mal. Y eso la hacía sentir frustrada, ella solo quería ir, adquirir lo necesario para el comercial y regresar al viñedo para ponerse manos a la obra; mientras más rápido terminaran el dichoso comercial más rápido regresarían a su país y podría poner distancia entre Dominick y ella y así lograr resistirse a la terrible tentación que representaba ese hombre, pero no, el
Ver llora a Mónic de esa forma era simplemente desgarrador, ver cómo por un momento dejaba de ser esa chica fuerte, valiente y decidida, mostrando ser solo una niña sufriendo con el corazón roto hacía que Dominick sintiera que su alma era desgarrada en pedacitos, se reprochaba mentalmente por no haberse dado cuenta que con su cercanía solo le hacía más daño, jamás se perdonaría el estar haciendo sufrir a Mónic de esa manera cuando él había jurado protegerla, había jurado hacerla feliz y ahora era él el causante de su desdicha y dolía, de una forma que no podría describir jamás.Corrió tras de ella, intentando alcanzarla y que ella lo escuchará pero sus intentos eran en vano, apenas llegó hasta ella observo como era abrazada por Rachel McGreen mientras ella se arrojaba a sus brazos como una niña asustada. ¡Maldición! se le había acabado el tiempo, esa hora que Ethan le había dado para estar a solas con Mónic se había esfumado.Detuvo su andar, observando como la señora McGreen arrullab
Las horas transcurrían sin prisa, el sol lentamente comenzaba a abandonar el horizonte para darle paso a su contraparte, la brillante y enigmática luna. Mientras Dominick y Ethan ahogaban sus penas en alcohol, en algún bar alemán, Mónic y Rachel aprovechaban el día adelantando lo más que podría el comercial que debía ser lanzado en muy pocos días, ya que la menor d ellas dos deseaba terminarlo lo más pronto posible , mientras más rápido ultimaran detalles más rápido regresaría a su vida, lejos de Dominick Carbajal o al menos lo más que pudiera, sintió que, una vez más; necesita poner distancia entre los dos aunque eso no fuera suficiente para remediar su corazón roto.Después de la pequeña discusión con Dominick el día había sido bastante provechoso y sobre todo ocupado, dando muy poco tiempo a Mónic para pensar en ese dolor que se rehusaba a abandonarla, no importaba cuánto se esforzara y cuánto quisiera aparentar, 3 meses no había sido suficiente para sanar su corazón y esa herida a