Desde lo mas alto del edificio Del Valle, Liam estaba distraído mientras observaba la ciudad a través del ventanal de su oficina.

Tenía las manos en los bolsillos y el ceño ligeramente fruncido. lo que hacia que emanara de el un aura de elegancia y sofisticacion realzando su belleza natural.

El sol que ya se había rendido ante las nubes, tiñendo el cielo de un gris metálico que combinaba a la perfección con su estado de ánimo.

En su cabeza solo resonaba un nombre, común pero difícil de olvidar

Valeria Andrade.

El nombre resonaba en su mente desde que ella había cerrado la puerta con la cabeza en alto y el ego intacto. No era lo que esperaba. De hecho, no era lo que solía encontrar en ese mundo de tiburones y máscaras.

Ella tenía fuego, Una intensidad peligrosa.

Y no solo eso… lo había desafiado sin miedo.

¿Quién demonios hacía eso? ¿Quién se atrevía a desafiarlo a él un hombre acostumbrado a tener el control de todo lo que lo rodeaba.

—¿Esta todo bien, jefe? —preguntó su asistente, Mateo, entrando sin previo aviso.

Liam se giró despacio, con la expresión imperturbable que todos conocían.

—¿Por qué no habría de estarlo?

contestó Liam

Mateo alzó una ceja.

—Porque llevas diez minutos mirando por la ventana sin pestañear. Y eso solo pasa cuando algo te molesta… o te interesa demasiado.

Quizás por los años trabajando con el Mateo conocía muy bien a Liam y sabia cuando algo no iba bien y esta no era la excepción.

Liam ignoró el comentario y se sentó tras su escritorio de mármol oscuro. Abrió la carpeta que Valeria había dejado. Las cifras eran sólidas. La estrategia, arriesgada pero creativa. Pero lo que más lo intrigaba no estaba en el papel.

Era ella.

El no saber nada de ella era lo que lo preocupaba, más que preocuparle le intrigaba.

Su voz firme. Su mirada desafiante. Ese aire de no necesitar a nadie.

—Investiga todo lo que puedas sobre Andrade Solutions —ordenó de repente—. Quién es, de dónde salió, con quién ha trabajado… toda la información que puedas conseguir.

—¿Vas a darle una oportunidad?

Liam cerró la carpeta con calma.

—Aún no lo sé. Pero quiero saber a quién tengo delante antes de decidir.

Mateo se encogió de hombros y salió, dejando a Liam solo otra vez.

Era la primera vez que veía a Liam preocupado por una total desconocida, acaso su jefe se había enamorado de la actitud desafiante de Valeria o era solo curiosidad por saber quien se había atrevido a desafiarlo.

tuvieron que pasar varios minutos antes de que el magnate volviera a mirar la ciudad. Algo le decía que Valeria Andrade no era una jugadora más, no era alguien común, tenía un no se que que ante los ojos de Liam la volvía especial.

Y eso se podía convertir en un problema.

Porque en su mundo, nada quedaba fuera de su control.

Y ella… ya había comenzado a romper las reglas

a pesar de haber estado poco tiempo frente a el ,ella le habia dejado una impresión imposible de ignorar

pensamientos:

Quizás tras esa máscara de hombre insensible se escondía un hombre de buenos sentimientos que solo buscaba a su alma gemela alguien que quisiera idolatrarlo y hacerlo sentir especial por ser quien era, será un amor a primera vista o solo interes por saber quien era esa mujer que se había atrevido a retarlo y romper sus reglas, el no estaba dispuesto a dejarlo pasar, haría que Mateo investigara todo sobre la vida de Valeria, tenía que conocer sus puntos débiles, para saber como controlarla.