Mi novio

 Mi novio.

Luego recordó la cantidad de trabajo que tenía acumulado y de inmediato se puso a hacer lo que ella sabía realizar muy bien, trabajar como una burra sin quejarse, así se le pasaría pronto la frustración que sentía por aquel viaje de negocios inesperado que arruinó su celebración de aniversario de noviazgo. Este fin de semana, en vez de celebración, lo pasó viendo televisión y trabajando hasta altas horas de la noche.

En toda esa semana, no vio a Peter, lo extrañó bastante, a pesar de que solo se veían dos veces a la semana sintió que esta vez, había algo más serio que él estaba ocultando, se  dijo que la próxima vez que hablara con él se iba a asegurar de que todo estuviera en orden.

Ese lunes su semana había sido hermosamente refrescada, pues su jefa a mediodía,  le comunicó que estaría de viaje toda esa semana; así que trabajo relajada llevándose cierto material para su casa para adelantar trabajo, pero sin la presión de tener a esa señora encima. 

Afortunadamente era la asistente, la jefa descargaba, bastante responsabilidades en los hombros de ella cuando estaba afuera, pensó que si no hubiese sido porque Peter decidió también viajar esa semana hubiese sido la semana más feliz de su vida, pero ese lunes siguiente todo cambió; la jefa vino con ideas nuevas, el carácter más ácido que nunca, al parecer el viaje había arruinado bastante su tolerancia, ese día estuvo gritando todo el tiempo, cada vez que le pedía hacer cualquier cosa ella, gritaba, se resignó a vivir nuevamente entre los gritos de su jefa, la paz había terminado.

Dos días después de esa semana, es decir el miércoles, se encontró con que Peter estaba en el apartamento cuando ella llegó del trabajo,  casi doce días de viaje y allí estaba, con un gran ramo de flores y una gran botella de champán, dispuesto a celebrar con ella aquel aniversario fallido, que había perdido hacía unos días atrás. Catalina sonrío con timidez al verlo, sintió alegría, pues había estado sola toda esos días, porque aparte  su amiga Lotty, también había tenido viajes por su trabajo; al parecer todo el mundo había decidido dejarla sola.

 Por eso, cuando vio a su novio de nuevo, allí en el apartamento, sintió que le volvía el alma al cuerpo; se echó en sus brazos y olvidó cualquier frustración vivida anteriormente,  él emocionado por aquel recibimiento, le dijo:

— ¡Caramba mi amor! Voy a tener que viajar más seguido,  para que me recibas de esta manera tan entusiasta, ¡Me encanta!

 Ella tímidamente respondió:

— Es que te amo,   te extrañé mucho, me dijiste que solo te ibas por unos días y estuviste fuera por semana y media.

Él se sintió incómodo por aquella observación y respondió:

—Es que los asuntos fueron más serios de lo que me imaginaba, pero ya estoy aquí, soy todo tuyo por lo menos por este día.

—Sí, tienes razón lo importante es que ya estás aquí,  estoy feliz de que estés conmigo, pero como dices tú; solo por este día, no tienes idea, de cómo me gustaría, que te quedaras siempre conmigo Peter, ya tenemos un año; cuándo vamos a enseriar nuestra relación? Me gustaría que pudiéramos casarnos, tener por lo menos un bebé— dijo Catalina pegas al cuerpo de su novio.

Él la apartó bruscamente de sí y respondió:

—¡No te pongas intensa, cariño! Habrá tiempo para bebés, por el momento, solo disfrutemos de nosotros, nos tenemos el uno al otro, aún somos jóvenes para pensar en un matrimonio, me encanta estar contigo así, ¿por qué tienes que arruinarlo pensando en casamiento e hijos.

Ella lo miró unos instantes y respondió:

— Porque estoy próxima a cumplir 27 años, no quiero tener hijos cuando seamos abuelos, quiero conocer a tus padres, siempre me hablas de ellos, pero nunca tienes tiempo de llevarme a tu casa materna y pasar un rato con ellos, compartir.

Él se puso de pie de un salto y dijo

— ¡Catalina, vengo par que celebremos nuestro aniversario de novios y te pones intensa con estas cosas, definitivamente que tú si que sabes cómo quitarle las ganas a uno de tener sexo, mejor me voy, ya me arruinaste las ganas de pasarla contigo.

— No entiendo porqué te enojaste, somos pareja y es normal que quiera saber de tí , de tu familia, soy una mujer de hogar, hasta ahora me siento solo como una amante, Peter— dijo ella llena de confusión.

— Eres mi novia desde hace un año, porque te sientes como una amante Catalina, siempre te he tratado bien, me gustas, pero aún no estoy listo para el matrimonio.

— ¿Viéndonos dos veces por semana? La verdad no creo que un par de novios tengan que verse de esa manera y nunca salimos, siempre acá en el departamento, además últimamente estás muy frío conmigo, a veces callado, otras veces te salen viajes inesperados, necesito saber si soy la única en ti vida Peter Wilcox.

Esto fue el colmo para este hombre, se sacudió lejos de ella diciendo:

—¿ De donde sacas esas estupideces mujer? De seguro es tu amiguita Lotty que te está llenando la cabeza de ideas absurdas; ¡Claro que eres la única en mi vida! Solo a ti te amo, deja de escuchar consejos de esa loca, de verdad que voy a ponerme estricto contigo y voy a tener que prohibirte seguir con esa amistad desigual.

Ella también a ése punto estaba enojada y replicó diciendo:

—¡Con mi amiga no te metas! ¡Es la única familia que tengo! Y no, no es ella quien me está diciendo nada, soy lo suficientemente pensante e inteligente para darme cuenta que últimamente estás actuando muy extraño.

Ya Peter no soportó más y se encaminó a la puerta diciendo:

— Ya no quiero escuchar más reclamos, me voy, te llamo después,cuando estés en tu sano juicio, espero tengas un feliz descanso.

La dejó allí sin celebrar nada, vio la botella y las flores y sintió tristeza y terminó llorando a moco tendido, después de calmarse se dijo que quizás Peter tenía razón, ahora estarían haciendo el amor rico, pero ella con su majadería había arruinado aquella hermosa oportunidad de estar con su novio, el único hombre que hasta ahora le había demostrado que ella era importante.

Lo llamaría al día siguiente pidiendo disculpas, lo conocía muy bien, el en las noches nunca contestaba las llamadas , pues decia que apagaba el teléfono

Durmió inquieta esa noche, soñó una y otra vez con su madre y su novio, quizás su mamá la estaba reprendiendo por ser tan tonta con este hombre que la había visto, cuando ella era una invisible para todos los demás hombres.

En la mañana lo llamó, él de inmediato respondió diciendo:

— ¡Hola tesorito mío! ¿Dormiste bien?.

Ella con voz compungida respondió:

— No mucho, soñé contigo, quería…

Pero él no la dejó terminar, al decirle:

— Eso me halaga, pero a la vez me preocupa, ¿tan malos eran los sueños?

Ella tontamente dijo:

— No amor, es porque ayer te fuiste enojado, fui tan dura contigo, cuando tú solo estabas pendiente de agradarme.

Él muy comprensivo le dijo:

— No te preocupes tesorito, tienes razón en todo lo que reclamaste, la próxima vez que nos veamos, planificamos para ir a conocer a mis padres, además de que vamos a fijar nuestra fecha de bodas.

Catalina no podía creer lo que escuchaban, ¿acaso de verdad Peter y ella por fin formarían una familia como siempre había soñado?

—¿Estás hablando en serio amor?—preguntó emocionada— puedes venir ésta noche?

— Muy en serio, tesorito, no podré ir en varios días, tengo otro viaje, de hecho estoy en el aeropuerto, ya te iba a llamar cuando me entró tu llamada, prometo que nos vemos en dos días, sin falta— dijo él, de escuchaba apenado con ella.

— Está bien Peter, ve tranquilo, en dos días nos vemos — se despidió.

Suspiró y se preparó para ir a su trabajo, no quería llegar tarde y enfrentarse a la amargada de su jefa, además que no había adelantado el trabajo que llevó por estar rumiando su tristeza y encima su laptop se había averiado, sabía lo que le esperaba al llegar.

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