Capítulo 38

Por más que había pasado una media hora después de que Oliver le dio toda esa horrible información, Ana no podía moverse por lo rígido que se encontraba su cuerpo. Su cabeza explotaría en cualquier momento. Todo hacia un remolino dentro de ella mientras pensaba cualquier cosa, cualquiera que pudiera hacerla mover o reaccionar.

Nunca sintió un dolor parecido, sentía como si estuviesen desgarrándola por dentro y solo imaginar cómo se podía sentir Xavier con todo esto, le hacía parecer más enferma de lo en realidad estaba.

«¿Por qué?, ¿por qué debían suceder estas cosas? ¿Por qué? ¿En qué parte del mundo se debía nacer, o cuál era la clave para que a un ser humano que no tenía un ápice de culpa, le pasaran estas cosas?»

Ana estaba muy aturdida.

Entonce

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