Capítulo 1 ¡No te cases con él!
Samantha Carter, se miraba al espejo con el corazón rebosante de alegría. El espejo reflejaba la expresión de su rostro, y su amplia sonrisa, todo evidenciaba su felicidad. Hoy para ella indudablemente era un día tremendamente dichoso, al fin tendría su propio hogar y una familia. Su felicidad era absoluta.
Para sus padres y hermana siempre había sido un patito feo. La belleza y la dulzura de su hermana Melissa eclipsaban a todos los que la rodeaban.
No obstante, en este momento, Samantha se sentía como una princesa de cuentos de hadas y pronto estaría con su atractivo príncipe. Desde que lo conoció hace dos años, en la boda de su hermana Melissa, nació en ella una inmediata atracción, para su sorpresa él quiso seguir manteniendo contacto con ella, hasta llegar a proponerle matrimonio.
Su vestido de bodas, fue confeccionado con seda de la más fina calidad, se ajustaba a su cuerpo como una segunda piel, resaltando su cuerpo y su esbelta figura. Había recogido su largo cabello negro, en un moño elegante, y unos mechones caían con gracia a cada lado, enmarcando su rostro radiante. Aunque llevaba poco maquillaje, no lo necesitaba, no era su estilo.
Mientras esperaba que la organizadora de boda anunciara su entrada, se sentó en el sofá preparado para ella, tratando de no arruinar su vestido. Estaba completamente sola, tanto el estilista como el diseñador se habían retirado y su único familiar presente era su hermana Melissa, la que en la actualidad estaba en el salón de bodas esperando su entrada, su mamá seguía convaleciente con una enfermedad y se encontraba en la casa donde habitaban.
En ese momento, un suave golpe en la puerta que daba hacia la salida trasera del salón la sacó de su ensimismamiento. Con el paso ligero, pensando que se trataba de Melissa o uno de los familiares de su novio, se dirigió hacia la entrada y la abrió, revelando a una mujer joven de una belleza exquisita. Su cabello castaño caía en ondas suaves sobre sus hombros, enmarcando unos ojos color miel que brillaban con una intensidad desconocida.
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Un rato más tarde, mientras escuchaba a la mujer que se encontraba frente a ella, Samantha se preguntaba ¿Qué clase de broma macabra le estaba jugando su destino?, las palabras de esa mujer provoco que su cara se transfigurara, reflejando el más puro dolor.
— ¿De qué hablas? — pregunto Samantha, preocupada por lo que había escuchado, si esta era una broma, le parecía de mal gusto.
— ¡Estoy embarazada de Francesco!— le indico desafiante— ¡Estas son las pruebas! ¡Míralas!— ella extendió sus brazos con unos documentos.
Samantha tomó los papeles de las temblorosas manos de la mujer y comenzó a observar detenidamente lo que le mostraba. Las pruebas que mencionaba eran una ecografía y una prueba de embarazo de un laboratorio reconocido en la ciudad. Su corazón se congeló en el pecho y las lágrimas brotaron de sus ojos sin control; sin embargo, pregunto con la voz entrecortada por el dolor:
Samantha no podía creer lo que estaba escuchando. Ella amaba a Francesco y creía que él también la amaba a ella. — ¿Si todo esto es cierto, por qué esperaste hasta hoy para aparecer?—le pregunto con voz trémula que evidenciaba su dolor y sus sueños destruidos
—Me acabo de enterar. Hoy hicimos el amor y se lo conté, pero su respuesta fue que debía abortar, porque él tenía que casarse contigo. Ha sido presionado por su hermano para que siente cabeza, no le han dado otra opción, sé que él me ama, este ¡es mi hijo! ¡No puedo perderlo!
Hizo una pausa y continuo diciéndole —Yo… lo he dudado mucho… ¡Creo que debías saberlo! ¡Por favor! ¡No te cases con él! ¡Yo lo amo! ¡Me entregué a él! ¡Quizás si no te casas con él, de esa manera aun mi hijo y yo tendríamos una oportunidad! ¡Él desea mantenerme como su amante mientras se casa contigo, pero solo si aborto a mi hijo, ¡no puedo abortar a este niño! ¿Quieres más pruebas?, ¡escucha esta grabación, yo… he grabado lo que me dijo!
La mujer colocó la grabación, en ella se escuchaban las duras palabras que pronunciaba Francesco. Samantha no podía creerlo, pero esa voz pertenecía al hombre que había aprendido a amar en el poco tiempo que pasaron juntos, desde que se conocieron en la boda de su hermana.
Aturdida, reconoció la voz de su futuro esposo, aunque nunca le había escuchado ese tono tan duro, fue horrible descubrir esa otra personalidad del hombre amable, amoroso y sonriente que creyó conocer.
— ¡Me expongo mucho al decirte todo esto! ¡Francesco, no me perdonará que haya malogrado sus planes! —confesó de forma inesperada.
— No te preocupes — le dijo Samantha con la voz entrecortada por una profunda melancolía—, ¡si todo lo que dices es verdad! ¡Te debo agradecer el habérmelo dicho! Quizás me has salvado del peor error que pude haber cometido… Quédate tranquila, no me casaré con esa basura.
La mujer la observó aparentemente apesadumbrada, demostrando su temor, y solo pudo exclamar mirándola fijamente.—¡Lo lamento!
—Ante la duda, me detendré, no cometeré un error así… ¡No me rebajaré al grado de estar junto a un hombre que es capaz de engañarme de ese modo! ¡Me valoro más que eso! — sollozó, con una tristeza profunda en su voz.
Capítulo 2 ¡Ella me dejó plantado!El novio ya había llegado y esperaba en el altar, al lado de él se encontraba su hermano mayor, Matteo. Ambos hermanos se llevaban una diferencia de edad de 2 años. Matteo era hijo del primer matrimonio de su padre con su primera mujer y Francesco, el más joven, era hijo de su padre, pero con su amante, ahora su segunda esposa.Tanto ellos dos, como los invitados, habían pasado bastante tiempo esperando a la novia, hasta que al fin ambos observaron como la organizadora de la boda entro nerviosa al recinto, y le hizo señas a Francesco.Este fue hacia ella, y enseguida se despertaron los comentarios de los presentes. Cuando Francesco escuchó lo que le tenía que decir la mujer. Su atractivo rostro mostró una furia desconocida para los que estaban acostumbrados a ver su espontaneidad y su sonrisa. Con frecuencia, la imagen que Francesco mostraba era la de un hombre sin ningún tipo de problemas que solo sabía divertirse. Un momento después, sin decir nad
Capítulo 3 ¿Me ayudarás?Tres años después…—No lo haré —le dijo Samantha decidida— ¿Por qué? ¡Me lo debes! ¡Mi vida ha cambiado desde el accidente de Matteo! ¡Fue por tu culpa que Matteo quedo inválido! ¡Ahora es un verdadero amargado y me hace la vida imposible! — comento Melissa con evidente sufrimiento.Samantha suspiró con pesadez.— ¡Melissa, no tuve nada que ver con lo sucedido! ¿Cómo puede ser mi culpa?— ¡Claro que lo fue! Huiste de la boda, y el imbécil de Francesco se le ocurrió emborracharse, luego él muy estúpido de Matteo salió a buscarlo, así fue que tuvo el accidente y quedo inservible, ahora es medio hombre. ¡Desde ese momento comenzó mi pesadilla! —Melissa puso los ojos en blanco con fastidio.— ¿Qué querías que hiciera? ¿Compartir a Francesco con la otra mujer? ¡Fui una estúpida que el manejo a su antojo! ¡Ni siquiera entiendo por qué se quería casar conmigo! ¡Él me traicionó! ¿Recuerdas que soy tu hermana o solo lo recuerdas cuando necesitas que haga tu trabajo su
Capítulo 4 ¡Ella te envió, para ocupar su lugar!Días después, Samantha caminaba por el aeropuerto de Roma. Se maldecía a sí misma por su debilidad ante su hermana.Sin duda continuaba siendo la misma tonta manejable que en el pasado; siempre arreglando los desastres de su hermana. Sabía que esto que estaba haciendo no estaba bien, por esa razón, antes de tomar el avión, varias veces estuvo a punto de regresarseDetuvo sus reflexiones cuando encontró a un hombre que sostenía un cartel con el nombre de Melissa Carter. Suponía que era el que la llevara al hotel donde se quedaría durante su estadía allí.— ¡Disculpe! — se dirigió al hombre del cartel, llamando su atención.—Lo siento, señorita, vengo a recoger a una señora—, se disculpó el hombre con amabilidad— ¡Soy yo! ¡La persona que está esperando soy yo! ——, le aclaro hablando en italiano, el cual aprendió durante su noviazgo con Francesco, ya que en ese momento pensó que tendría que vivir en ItaliaÉl frunció el ceño, mirándola de
Capítulo 5 ¡No vendrá a la cirugía!— ¡Ella me envió a mí para ayudar! ¡Está… ocupada en algo… vendrá en cuanto pueda! —comentó avergonzada— ¿Melissa no vendrá a la cirugía de su hija? — pregunto incrédulo mientras en su mente la maldecía una y mil vecesSamantha sintió que se sofocaba y contuvo la respiración.— ¿Cirugía? ¡Le harán una cirugía! ¿Tan pequeña?—sintió que su corazón se rompió en mil pedazos— ¿No te lo dijo ella? —le dijo enfurecido—. Mi hija tiene una deficiencia cardiaca y la operarán pronto. La recuperación será difícil, y ahora necesita a su madre. —Su tono era rabioso mientras ella lo observaba con aprensión—. ¿No se cansan de hacerle daño a mi familia? ¡Carina no te necesita a ti, necesita a su irresponsable madre! —gritó con odio.Matteo la observó, esta mujer, ya se burló de su hermano una vez, le fue infiel y fue la culpable indirecta de que estuviera confinado a esa silla de ruedas. — ¡Quizás no lo sabía porque nunca has querido saber de tu sobrina! —dijo si
Capítulo 6 ¡Ella la necesita! —Escuche, mi pequeña, ella… llora con desesperación cuando le colocan las inyecciones, o le hacen los exámenes… a veces esos exámenes no son tan fáciles. He tratado de estar a su lado la mayor parte del tiempo, pero solo soy una anciana, necesita a su familia. Mi niña no entiende qué le pasa, por qué vive en ese hospital la mayor parte del tiempo… para ella no es fácil… —yo… no sé qué decir… —Ella… necesita el consuelo de su mamá. Matteo, él hace lo que puede, no se puede negar que ama a su hija. Si usted pudiera explicarle la situación a la señora Melissa, para que vuelva y acompañe a Carina … ella se recuperaría mucho más rápido. ¡Por favor, haga que la madre de Carina, venga a verla! Samantha no sabía qué decir, las palabras de esta mujer la llenaron de tristeza y sus ojos se llenaron de lágrimas. —Déjeme su número de teléfono donde pueda localizarla, yo puedo llamarla para que hable con la niña, que ella sienta el apoyo de un familiar de su mamá.
Capítulo 7¿Por qué me traicionaste? Samantha sintió ganas de vomitar al escuchar esa voz, el asco y la repulsión invadieron sus sentidos al identificar la voz de Francesco, ese traidor que la había decepcionado profundamente. Pensó que había superado su decepción por este infiel. Su corazón latía con fuerza en su pecho y un escalofrío recorrió su columna vertebral. No quería verlo, pero sabía que no tenía otra opción en este momento.Se dio la vuelta bruscamente, encontrándose en presencia de Francesco D'Ángelo después de tres años. — ¿Qué haces aquí?, exclamó Francesco. El muy descarado tenía la desfachatez de hablar con un tono áspero y severo como si fuera ella quien fallo en su relación. Samantha tragó saliva, luchando por encontrar las palabras. Deseaba enfrentarlo con valentía, incluso ignorarlo, pero su voz le salió temblorosa. — ¿Cómo dices? En primer lugar, no tengo por qué darte ninguna explicación. Aunque te responderé lo que es más que obvio, vine a ver a mi sobrina,
Capítulo 8 ¿Dónde está mi mamá?La expresión de él se suavizó un poco. — Podríamos reunirnos, nos debemos una conversación,— ¡Yo estoy bien! ¡No vine precisamente a verte Francesco!—De verdad piensas que no necesitamos a hablar, al parecer ha habido malos entendidos ¿Caminarías conmigo un rato?—No quiero hablar contigo, ahora mismo tengo que regresar con Carina, a eso vine, ya no me interesa habla contigo, entiéndelo, no me interesa nada de ti— ¿Eso te parece? —-sus ojos la miraban con enfado— Pero a mí si me interesa tener una conversación contigo, ¿Crees que puedes decirme que tengo una amante e irte así tranquilamente?, le insistió— ¡No quiero hablar contigo, mantente lejos de mí!—Si deseas permanecer aquí, tendrás que hablar conmigo, tarde o temprano, aclarar lo sucedido el día de nuestra boda.Samantha lo miro molesta—Ya no hay para qué. Además, no es el momento ni el lugar, estás actuando egoístamente sin pensar en la salud de Carina, ya te lo dije, en este momento no me
Capítulo 9 Otra persona llena de hostilidad— ¿Tía, y mi mamá? ¿Dónde está mi mamá? —se volvió a escuchar la voz tenue y llena de inocencia de la niña. En sus bellos ojos se podía ver la incertidumbre por no saber cuándo volvería a ver a su mamá y miedo de saberse abandonada por su madre. Esa pregunta había estado rondando su mente por mucho tiempo. Miraba fijamente a su tía, buscando una respuesta que calmara su inquietud.Samantha se sintió impotente e incapaz de calmar la angustia de Carina, la miro confusa, no sabía qué responderle. Sintió una punzada de dolor y un gran sentimiento de culpa al no tener una respuesta adecuada para la niña enferma. Su mayor temor era que cualquiera dé sus respuestas desencadenara otra crisis en Carina.Ella buscaba en su mente desesperadamente una respuesta que darle a Carina y no empeorara su estado. Sabía que no podía mentirle, pero tampoco deseaba herirla con la verdad.—Tía, ¿Mi mamá vendrá a verme?, repitió la niña ansiosa al no recibir respues