Capítulo 6 ¡Ella la necesita!
—Escuche, mi pequeña, ella… llora con desesperación cuando le colocan las inyecciones, o le hacen los exámenes… a veces esos exámenes no son tan fáciles. He tratado de estar a su lado la mayor parte del tiempo, pero solo soy una anciana, necesita a su familia. Mi niña no entiende qué le pasa, por qué vive en ese hospital la mayor parte del tiempo… para ella no es fácil… —yo… no sé qué decir… —Ella… necesita el consuelo de su mamá. Matteo, él hace lo que puede, no se puede negar que ama a su hija. Si usted pudiera explicarle la situación a la señora Melissa, para que vuelva y acompañe a Carina … ella se recuperaría mucho más rápido. ¡Por favor, haga que la madre de Carina, venga a verla! Samantha no sabía qué decir, las palabras de esta mujer la llenaron de tristeza y sus ojos se llenaron de lágrimas. —Déjeme su número de teléfono donde pueda localizarla, yo puedo llamarla para que hable con la niña, que ella sienta el apoyo de un familiar de su mamá. También podemos intercambiar el número para que cuando usted esté con la señora, me puede llamar y yo le explicaré lo que está sufriendo mi niña, quizás yo la convenza, le dijo la mujer. — ¡Está bien!, acepto Samantha y enseguida registro su número en el teléfono de la mujer, luego ella hizo lo mismo. — ¡Debo irme! ¡Le enviaré un taxi! ¡Por favor! ¡Si la madre no viene apóyela usted! ¡Mi niña está desconsolada! ¡Necesita a su madre! … Samantha pasó la noche en un hotel. Insistió en llamar a Melissa, pero no pudo comunicarse. Al día siguiente, muy temprano por la mañana, se fue al aeropuerto para tomar un vuelo, para regresar a su casa nuevamente. Buscaría a Melissa. Le gustaría tener las agallas para enfrentarse a ese hombre arrogante y exigirle ver a su sobrina. Realizo las gestiones del vuelo mientras hablaba consigo misma e insultaba a Melissa. — ¡Maldición! ¡Melissa, porque me hiciste esto! ¡Eres una inconsciente! ¡Lo peor es que volví a caer en tus juegos!— iba exclamando El sonido de su teléfono, la saco de sus reflexiones y respiro profundo antes de responder, pensó en un primer momento que era Melissa, ya que ni siquiera vio el identificador de llamadas. — ¡Melissa, no te perdonaré lo que has hecho!, le dijo en voz alta antes de escuchar su voz— ¡Señorita Carter! —escucho una voz desesperada al otro lado de la línea, asociándolo con la mujer con la que habló el día anterior — ¿Qué sucede?, pregunto nerviosa — Señorita Carter, la niña, ha tenido una crisis, estamos desesperados, dijo con voz temblorosa. ¡Por favor localice a la señora Melissa, ella debe venir a darle consuelo a mi niña! ¡Carina la necesita! Quizás usted la convenza de venir, le dijo con un tono esperanzado. Las manos le temblaron, apenas podía sostener el teléfono móvil y el corazón se le aceleró, sintió como el miedo llenaba cada parte de su ser — ¡Dios mío! ¡Una crisis! ¿Qué clase de crisis? ¡Deme el nombre del hospital! ¡Apresúrese! … Un tiempo más tarde, Samantha iba corriendo por los pasillos del hospital privado donde le indico la niñera que estaba Carina. Busco el número de la habitación de la niña. Esta vez lucharía por ver a la pequeña niña. Tenía que decirle que la amaba, tenía que saber que su tía la quería, se lo tenía que decir, acompañarla como no había querido Melissa. ¿Cómo podía irse a casa tan tranquila mientras alguien de su misma sangre sufría? Samantha sentía su cuerpo pesado, quería saber qué estaba pasando, sabía que no sería fácil, pero Carina era su sobrina por el amor de Dios, tenía derecho de verla, era su familiar más cercano por el lado materno. Se acercó, allí estaban Matteo y la niñera. Pudo ver en la expresión de Matteo lo que pensaba, pero ya no le importaba, ella tenía sus derechos y a si se los dirige, él se acercó — ¿Qué haces tú aquí?, la miro inquisitivo, se acercó en su silla de ruedas, y exclamo con severidad, golpeando su silla de ruedas con el puño. — ¡No te dije que te largaras! Pensó que esta vez dejaría sus miedos y sus arrepentimientos. La arrogancia de este hombre la llevo al límite mostrando su dolor e impotencia. Lo entendía perfectamente, sus palabras estaban llenas del resentimiento hacia la negligencia de su hermana Melissa y hacia ella misma. — ¿Vine para ver a Carina, mi sobrina? ¡No me iré sin verla! Hice un viaje largo hasta este país, no he descansado absolutamente nada, y me has maltratado desde que llegue, estoy molesta, muy molesta y esta vez no me iré sin ver a mi sobrina, vine dispuesta a formar un escándalo si eso es lo que quieres, llamaré a la prensa, reclamaré mis derechos como familia. —Te aclaro, ya no me interesa lo que tú órdenes ¡No soy tu empleada! ¡Me quedaré aquí hasta que sepa como salió de la cirugía! ¡Además, este es un hospital, puedo estar aquí, si me da la gana! Si no me dejan verla haré un verdadero escándalo, si me mandas a sacar con tus guardaespaldas montaré él escándalo allá afuera, le diré a todos como me tratas y como me niegan que vea a mi sobrina ¡Tú decides! — ni siquiera respiro mientras dijo todo lo que llevaba por dentro. — ¿A qué juego estás jugando?, le pregunto él con una voz profunda —Carina es mi sobrina y tengo derecho a verla, solo eso, hablar con ella, que sienta mi presencia, y que sepa que vine a apoyarla. —Cari, tiene años enferma, quieres que piense que fue ahora que te diste cuenta de cuanto la quieres, le dijo con sarcasmo —No sabía nada de su enfermedad, y estuve cuidando, a mi madre, que también se encontraba enferma, hasta hace poco. ¡Por favor, déjame verla! — ¿Te marcharás después de verla? — ¿Quiero estar a su lado hasta su cirugía? ¡Es mi propia sangre y está sufriendo!— le pidió conteniendo las lágrimas— ¡No puedo irme así, dejándola sin saber cómo está, o sin poder apoyarla hasta que se mejore! ¡No puedes pensar solo en ti y en tus resentimientos! ¡Piensa en ella! ¡Yo puedo ayudar! ¡Solo quiero ayudar!—le dijo desesperada. — ¡Samantha!—la voz que escucho a su espalda la sobresalto y en su interior maldijo una y mil veces. —No, ahora, esto es lo que me faltaba.— exclamo ella reconociendo la voz.Capítulo 7¿Por qué me traicionaste? Samantha sintió ganas de vomitar al escuchar esa voz, el asco y la repulsión invadieron sus sentidos al identificar la voz de Francesco, ese traidor que la había decepcionado profundamente. Pensó que había superado su decepción por este infiel. Su corazón latía con fuerza en su pecho y un escalofrío recorrió su columna vertebral. No quería verlo, pero sabía que no tenía otra opción en este momento.Se dio la vuelta bruscamente, encontrándose en presencia de Francesco D'Ángelo después de tres años. — ¿Qué haces aquí?, exclamó Francesco. El muy descarado tenía la desfachatez de hablar con un tono áspero y severo como si fuera ella quien fallo en su relación. Samantha tragó saliva, luchando por encontrar las palabras. Deseaba enfrentarlo con valentía, incluso ignorarlo, pero su voz le salió temblorosa. — ¿Cómo dices? En primer lugar, no tengo por qué darte ninguna explicación. Aunque te responderé lo que es más que obvio, vine a ver a mi sobrina,
Capítulo 8 ¿Dónde está mi mamá?La expresión de él se suavizó un poco. — Podríamos reunirnos, nos debemos una conversación,— ¡Yo estoy bien! ¡No vine precisamente a verte Francesco!—De verdad piensas que no necesitamos a hablar, al parecer ha habido malos entendidos ¿Caminarías conmigo un rato?—No quiero hablar contigo, ahora mismo tengo que regresar con Carina, a eso vine, ya no me interesa habla contigo, entiéndelo, no me interesa nada de ti— ¿Eso te parece? —-sus ojos la miraban con enfado— Pero a mí si me interesa tener una conversación contigo, ¿Crees que puedes decirme que tengo una amante e irte así tranquilamente?, le insistió— ¡No quiero hablar contigo, mantente lejos de mí!—Si deseas permanecer aquí, tendrás que hablar conmigo, tarde o temprano, aclarar lo sucedido el día de nuestra boda.Samantha lo miro molesta—Ya no hay para qué. Además, no es el momento ni el lugar, estás actuando egoístamente sin pensar en la salud de Carina, ya te lo dije, en este momento no me
Capítulo 9 Otra persona llena de hostilidad— ¿Tía, y mi mamá? ¿Dónde está mi mamá? —se volvió a escuchar la voz tenue y llena de inocencia de la niña. En sus bellos ojos se podía ver la incertidumbre por no saber cuándo volvería a ver a su mamá y miedo de saberse abandonada por su madre. Esa pregunta había estado rondando su mente por mucho tiempo. Miraba fijamente a su tía, buscando una respuesta que calmara su inquietud.Samantha se sintió impotente e incapaz de calmar la angustia de Carina, la miro confusa, no sabía qué responderle. Sintió una punzada de dolor y un gran sentimiento de culpa al no tener una respuesta adecuada para la niña enferma. Su mayor temor era que cualquiera dé sus respuestas desencadenara otra crisis en Carina.Ella buscaba en su mente desesperadamente una respuesta que darle a Carina y no empeorara su estado. Sabía que no podía mentirle, pero tampoco deseaba herirla con la verdad.—Tía, ¿Mi mamá vendrá a verme?, repitió la niña ansiosa al no recibir respues
Capítulo 10 Él seguía siendo hermoso Samantha no recibió respuesta, no conocía quién era esta mujer. Tampoco entendió su actitud hostil hacia ella. —Voy a salir un momento a comer algo, con permiso. —murmuro al aire, porque ninguno de los dos le prestó atención a lo que dijo. Mateo revisaba unos documentos y la hermosa mujer, una vez que supo quién era ella, la ignoro por completo. Poco le interesaban ellos, aunque no podía mentirse a sí misma, le extraño esta conducta, sobre todo de la chica. Siempre les había caído bien a las personas, nunca había recibido ese trato tan frío de un desconocido, se encogió de hombros y salió. Estaba decidida a hablar con Melissa, necesitaba convencerla de que regresara. Al salir de la habitación saco su teléfono y comenzó a repicar al número que le había proporcionado Melissa sin importarle la diferencia horaria. Un rato después la llamada se conectó —Que pasa Samantha, todavía estoy durmiendo, la amonesto — ¡No me interesa! ¡Escucha Carina
Capítulo 11 ¡No pasa nada cariño! ¡Aquí estoy!Matteo sintió una extraña sensación en su cuerpo cuando esta mujer lo toco, pensó que era la agitación por todos lo ocurrido en los últimos días. La enfermedad de Carina lo tenía al borde de la desesperación, de verdad sentía que ya no podía más. Los días sin dormir le estaban pasando factura.—Solo trataba de ayudarte, tu cabeza estaba colgando—No quiero ni tu ayuda ni tu lástima, ¡Apártate de mí!—Que te ha pasado Matteo, si bien no nos conocemos tanto, antes no eras así, sonreías un poco más, eras más optimista—Te parece que puedo ser optimista en mi situación—Carina se va a poner bien, tenlo por seguro, es una linda nena, todo saldrá bien, sintió la necesidad de reconfortarlo—No intentes comprarme con esas palabras—Por Dios, Podrías relajarte un poco, debe ser cansado estar siempre a la defensiva.Agarro el sándwich y el café y se lo acerco —Tómate el café mientras está tibio, si te quita el sueño, no te lo tomes, yo haré la prim
Capítulo 12 ¿Qué tan complicada es la cirugía?Alexia, quien se encontraba acostada en el sofá de su apartamento de lujo con un sexy negligé negro, movió de un lado a otro su trago saboreándolo mientras miraba sus uñas y le contaba a la que ella por iniciativa propia llamaba su tía Andrea, la madrastra de Matteo, lo que había sucedido hoy en el hospital.— ¿Qué dices? ¿Samantha, la hermana de Melissa? ¿Está allí esa despreciable mujer?—Ella misma, tía. Eso fue lo que le pude sacar a Matteo cuando estuve allí. Sabes cómo es él. En pocas palabras me dijo que la sinvergüenza de Melissa había enviado una sustituta, porque ella no podía venir.— ¡Son unas descaradas! Por un lado, está bien que Melissa no se aparezca, no soporto la falta de respeto y los escándalos de esa mujer. me pregunto ¿Por qué no se terminan de desaparecer las dos de una buena vez? ¡Hasta cuándo tendremos que soportar a esas dos mujeres! ¿Pudiste hablar con ella?—Un poco, no se parece en nada físicamente a Melissa,
Capítulo 13 ¡No te quiero aquí!Las miradas de Matteo y Samantha se cruzaron solo un instante, el primero en desviar la mirada fue Matteo y continuo hablando con el médico, sintiendo una punzada de incomodidad.Alguien ajeno a la situación de los dos, incluso los médicos que estaban allí, pensaría que en sus rostros y su expresión, al mirarse, se podía vislumbrar algo muy común en muchos padres ante una situación similar. Esto era, sin lugar a dudas, un reconocimiento mutuo del dolor y la fragilidad que ambos sentían en ese momento.En la mirada de Samantha, Matteo vio reflejado el mismo dolor y la misma preocupación que él sentía por Carina. Un sentimiento que le resultaba confuso, ya que ella siempre había mantenido una distancia con su hija. Las dudas lo invadieron: ¿Realmente estaba allí por Carina o tenía otras intenciones?Según los médicos, todo estaba preparado para la cirugía y eso aumentaba su preocupación.Las palabras del médico sobre la inminente cirugía de Carina solo in
Capítulo 14 ¿Cómo está, Carina? La cirugía comenzó en la hora pautada y Matteo y Samantha estaban en la sala de espera. Samantha sintió su cuerpo en tensión, tenía muchas ganas de ponerse a llorar; no sabía de dónde saco fuerzas para mantenerse aparentemente tranquila. Recién había conocido a Carina, pero ya la amaba, sentía que era parte de ella misma, de su propia carne, en realidad era su única familia. Esa mañana trato de llamar a Melissa insistentemente, pero no le respondió.Samantha se llevó las manos al corazón. En menos de 5 años, había perdido a su papá y luego a su mamá, no estaba preparada para una nueva pérdida. Es más, no quería pensar más en eso.Alejo el pesimismo, tenía que ser fuerte para mandarle vibraciones positivas a Carina. Miro a Matteo, él debía sentirse peor que ella. Era su hija a la que se había llevado en esa camilla hace unas horas.Fue a sentarse, en estos momentos debía mantenerse animosa, no ganaba nada pensando cosas negativas.Saco un estuche de te