Capítulo 15 A mí no me engañas El médico observó al padre de su pequeña paciente con compasión, entendiendo su estado de ánimo. Evidentemente, tanto el cómo su esposa estaban agotados. La ventaja del señor D'Angelo era que ahora podía compartir su pena con su esposa a su lado. Extrañamente, siempre lo había visto solo o con la anciana niñera, nunca con ella. Esta joven mujer, con un aspecto desaliñado y cansado, se había instalado aquí hace unos días y no se había despegado de la niña, incluso calmando los nervios de Carina. No quiso ser indiscreto constatando si era la madre de la niña. Por cómo se portaba, asumió que así era. Los vio muy ansiosos, así que decidió calmar los ánimos de ambos. —No hay de qué preocuparse, la cirugía salió bien, hubo que colocarle una transfusión, pero ya lo teníamos previsto. Conmovido por las palabras del médico y visiblemente cansado, Matteo solo pudo balbucear: —Está ella… bien… ha quedado sana, se atrevió a preguntarle. Matteo sintió que el mu
Capítulo 16 Sensaciones confusasAlexia continuó enfrentando a Samantha mirándola fijamente a los ojos—¡Eres una descarada como tu hermana! ¿Crees que vas a ocupar su lugar?, pregunto Alexia con rabiaSin prestar atención ante el arrebato de Alexia, Samantha le respondió con calma:— En este momento, lo único que pienso es en que tengo muchísimo sueño y me estás molestando, le dijo sin prestarle más atención a esta estúpida mujer.Al ver que la ignoraba, Alexia, llena de ira, la agarro con fuerza del brazo y la abofeteo con la otra mano.Samantha se sorprendió por la audacia de esta mujer. Nunca hubiera imaginado que alguien se atreviera a hacerle algo así. Se sacudió con fuerza y le devolvió la bofetada.— ¿Qué te pasa? ¿Estás celosa? Solo eres una asistente, ¿no es así? ¿Qué estás planeando?, pregunto Samantha, verdaderamente hastiada.Alexia, con la voz temblorosa por la ira, le dijo gruñendo:— ¡Te lo advierto, aléjate! ¡Ni tú ni tu asquerosa hermana tienen cabida en esta familia!
Capítulo 17¿Me estabas admirando?Esta escena con Samantha le pareció familiar a Matteo.Al no tener una respuesta adecuada a su pregunta, solo pudo decirle—Tenemos que irnos, date prisa, la urgió él— ¿Me estabas admirando?, le dijo Samantha con un tono sarcástico,—Admirándote, ¿estás loca? ¡Date prisa, ya nos vamos! ¡Recoge tus cosas!— ¡No iré a tu casa! ¿Quién me dice que o me echaras como la última vez y me dejaras venirme caminando de nuevo?, suspiro ellaSamantha había sido testigo de sus arrebatos de ira en el pasado y temía que volviera a actuar de esa manera.—Sé bien que esa vez no caminaste, y en esa ocasión, pues estaba sorprendido y furioso, esperaba a la inconsciente de Melissa, no a ti,— ¿Cómo sé que no volverás a agarrar una de tus rabietas y me sacarás de tu casa con tus esbirros de nuevo?— ¡No soy un niño! Eso no pasará, mi hija te quiere y no hace nada para ir en contra de los que ella quiere, por lo menos mientras se recupera.— ¡No sé si puedo confiar en ti!,
Capítulo 18 ¿Qué haces en mi habitación?— ¡Te lo dije! ¡No me gusta nada esta situación! Esas mujeres se han confabulado contra nuestra familia y ella … me refiero a Samantha Carter, ya lo tiene controlado a él.—Ya deja eso, Andrea, mi hijo es un hombre maduro, no es ningún tonto—Sebastiano, lo que en verdad quería era descansar y desde que habían acudido a su habitación, Andrea no dejaba de caminar de un lado a otro, y hablar de lo mismo. —El viaje fue largo, de verdad necesito descansar, —le rogó.—Es un hombre con una discapacidad, Sebastiano, es vulnerable ante ese tipo de mujeres. Y si ellas lo planean, pueden dejarnos sin nada. No es prudente que un hombre así, con su condición y la de la niña, esté manejando todos esos negocios, continúo diciendo Andrea. ¿Debes hacer algo?— ¿Tú crees en verdad eso? Dime qué te interesa más: proteger el dinero y el prestigio del que gozas o la situación de mi hijo y mi nieta.—Por supuesto que estoy preocupada por él, es tu hijo. Mi amor y de
Capítulo 19 ¿Cuál es el papel de una madre?Samantha escuchó gemir a Matteo. Enseguida pensó que seguramente lo había lastimado con su torpeza.Levantó la cabeza, sosteniéndose de sus brazos para colocar las piernas en el suelo. En ese momento lo vio como si estuviera haciendo mucha fuerza y gemía, parecía que sufría de un dolor muy fuerte.— ¡Dios bendito! ¿Te lastimé? No sé qué me pasó. ¡Por qué fui tan torpe! Créeme, por lo general, no soy tan torpe. Disculpa si te he lastimado —murmuró azorada.Matteo sentía que estaba a punto de perder el control. Esta torpe mujer no dejaba de tocarlo por todos lados, y hacía muchísimo tiempo que ninguna mujer lo hacía. Además, con esa poca ropa de tela tan delgada, se marcaban sus senos y el triángulo entre sus piernas. ¡No podía dejar de mirar y sentir!Hizo todo lo posible por ayudarla a incorporarse, pero sus movimientos constantes tratando de incorporarse ella misma, lo hacían muy difícil.—Quédate quieta, te digo —le ordenó, ya que se sentí
Capítulo 20 ¡Quédate! ¡Nos haces falta!Después de lo que le dijo a Andrea, Samantha se dirigió a la salida siguiendo a Matteo. Camino a su lado mientras salían de la casa. Afuera les esperaba el vehículo en el cual habían viajado durante su regreso en la mañana,Ella observó como él fue ayudado por el chofer y un guardaespaldas para entrar en el vehículo. Después de abrirle la puerta del vehículo, el guardaespaldas la ayudo a sentarse y ella tuvo a Matteo a su lado. En la intimidad dentro del automóvil, él notaba su enfado; y entendía que ante el acoso de Andrea, su arranque de ira era justificado, así que solo se quedó callado y pensativo.****— ¡Míralas con esos pocos cables y aparatos! ¡Parece tan pequeñita! ¿Por qué tiene que pasar esto?, le comento entristecida Samantha colocó las manos en el vidrio a través del cual se podía ver a Carina en una cama acostada bajo la atención médica. Sus ojos estaban impregnados de lágrimas, un nudo en la garganta amenazaba con asfixiarla.To
Capítulo 21¿Cómo pudo ella hacerme esto? — ¡Debes estar equivocada, Eva!, Samantha tenía que aferrarse a eso, Eva debía estar equivocada.—Lo lamento, amiga, lo verifiqué. Llegué ayer en la mañana de mi viaje y en la tarde fui a visitarte y estaban los abogados allí. Sé que tú no venderías la casa de tus padres, así que pregunté diciéndoles que allí vivía una amiga mía, el abogado me dijo que la casa se había vendido hace poco y estaban allí llevando a cabo las últimas gestiones administrativas.—Pero… tengo solo unos días aquí… ¿Cómo pudo ser?—Porque no me dijiste que te ibas a Italia. Pensé que lo habíamos hablado y me harías caso. Lo que creo es que Melissa lo planeó todo, buscó una manera de sacarte de la casa y poder hacer su fechoría.—No entiendo, la casa es de las dos. ¿Cómo pudo venderla?—Algo ilegal habrá inventado la aprovechada esa, ella sabe de sobra que tú no irás en su contra.—Pero… eso significa que me dejó en la calle, ya no tengo un hogar al cual llegar… —murmur
Capítulo 22 Una casa de locos— ¿Tú qué haces aquí?, preguntó Samantha con voz de desagrado.Samantha ignoró la mano que Francesco le tendió para ayudarla a levantarse, como pudo se sostuvo de la mesa cercana y se levantó aún adolorida.Francesco no se inmutó por su tono frío y se mostró cálido como en otros tiempos.— Sam, mi amor,Francesco pronunció el diminutivo de su nombre con calma, sabia que a ella le gustaba que la llamara así. —Sé que las cosas no han sido fáciles entre nosotros. Cometí errores, lo sé, y tú también. Pero no crees que por el amor que nos unió debemos tratar de aclarar los malos entendidos y limar asperezas. Nunca me diste la oportunidad de defenderme. Yo fui a tu casa muchas veces, te llamé por teléfono y no respondías.—Tú no querías aclarar nada, querías reclamarme, recuerdas lo que dijiste en un mensaje por teléfono, yo sí lo recuerdo, me dijiste: ¡Te mataré desgraciada! En ese momento mi madre había tenido una recaída y estaba con ella en el hospital.—