Capítulo 11 ¡No pasa nada cariño! ¡Aquí estoy!Matteo sintió una extraña sensación en su cuerpo cuando esta mujer lo toco, pensó que era la agitación por todos lo ocurrido en los últimos días. La enfermedad de Carina lo tenía al borde de la desesperación, de verdad sentía que ya no podía más. Los días sin dormir le estaban pasando factura.—Solo trataba de ayudarte, tu cabeza estaba colgando—No quiero ni tu ayuda ni tu lástima, ¡Apártate de mí!—Que te ha pasado Matteo, si bien no nos conocemos tanto, antes no eras así, sonreías un poco más, eras más optimista—Te parece que puedo ser optimista en mi situación—Carina se va a poner bien, tenlo por seguro, es una linda nena, todo saldrá bien, sintió la necesidad de reconfortarlo—No intentes comprarme con esas palabras—Por Dios, Podrías relajarte un poco, debe ser cansado estar siempre a la defensiva.Agarro el sándwich y el café y se lo acerco —Tómate el café mientras está tibio, si te quita el sueño, no te lo tomes, yo haré la prim
Capítulo 12 ¿Qué tan complicada es la cirugía?Alexia, quien se encontraba acostada en el sofá de su apartamento de lujo con un sexy negligé negro, movió de un lado a otro su trago saboreándolo mientras miraba sus uñas y le contaba a la que ella por iniciativa propia llamaba su tía Andrea, la madrastra de Matteo, lo que había sucedido hoy en el hospital.— ¿Qué dices? ¿Samantha, la hermana de Melissa? ¿Está allí esa despreciable mujer?—Ella misma, tía. Eso fue lo que le pude sacar a Matteo cuando estuve allí. Sabes cómo es él. En pocas palabras me dijo que la sinvergüenza de Melissa había enviado una sustituta, porque ella no podía venir.— ¡Son unas descaradas! Por un lado, está bien que Melissa no se aparezca, no soporto la falta de respeto y los escándalos de esa mujer. me pregunto ¿Por qué no se terminan de desaparecer las dos de una buena vez? ¡Hasta cuándo tendremos que soportar a esas dos mujeres! ¿Pudiste hablar con ella?—Un poco, no se parece en nada físicamente a Melissa,
Capítulo 13 ¡No te quiero aquí!Las miradas de Matteo y Samantha se cruzaron solo un instante, el primero en desviar la mirada fue Matteo y continuo hablando con el médico, sintiendo una punzada de incomodidad.Alguien ajeno a la situación de los dos, incluso los médicos que estaban allí, pensaría que en sus rostros y su expresión, al mirarse, se podía vislumbrar algo muy común en muchos padres ante una situación similar. Esto era, sin lugar a dudas, un reconocimiento mutuo del dolor y la fragilidad que ambos sentían en ese momento.En la mirada de Samantha, Matteo vio reflejado el mismo dolor y la misma preocupación que él sentía por Carina. Un sentimiento que le resultaba confuso, ya que ella siempre había mantenido una distancia con su hija. Las dudas lo invadieron: ¿Realmente estaba allí por Carina o tenía otras intenciones?Según los médicos, todo estaba preparado para la cirugía y eso aumentaba su preocupación.Las palabras del médico sobre la inminente cirugía de Carina solo in
Capítulo 14 ¿Cómo está, Carina? La cirugía comenzó en la hora pautada y Matteo y Samantha estaban en la sala de espera. Samantha sintió su cuerpo en tensión, tenía muchas ganas de ponerse a llorar; no sabía de dónde saco fuerzas para mantenerse aparentemente tranquila. Recién había conocido a Carina, pero ya la amaba, sentía que era parte de ella misma, de su propia carne, en realidad era su única familia. Esa mañana trato de llamar a Melissa insistentemente, pero no le respondió.Samantha se llevó las manos al corazón. En menos de 5 años, había perdido a su papá y luego a su mamá, no estaba preparada para una nueva pérdida. Es más, no quería pensar más en eso.Alejo el pesimismo, tenía que ser fuerte para mandarle vibraciones positivas a Carina. Miro a Matteo, él debía sentirse peor que ella. Era su hija a la que se había llevado en esa camilla hace unas horas.Fue a sentarse, en estos momentos debía mantenerse animosa, no ganaba nada pensando cosas negativas.Saco un estuche de te
Capítulo 15 A mí no me engañas El médico observó al padre de su pequeña paciente con compasión, entendiendo su estado de ánimo. Evidentemente, tanto el cómo su esposa estaban agotados. La ventaja del señor D'Angelo era que ahora podía compartir su pena con su esposa a su lado. Extrañamente, siempre lo había visto solo o con la anciana niñera, nunca con ella. Esta joven mujer, con un aspecto desaliñado y cansado, se había instalado aquí hace unos días y no se había despegado de la niña, incluso calmando los nervios de Carina. No quiso ser indiscreto constatando si era la madre de la niña. Por cómo se portaba, asumió que así era. Los vio muy ansiosos, así que decidió calmar los ánimos de ambos. —No hay de qué preocuparse, la cirugía salió bien, hubo que colocarle una transfusión, pero ya lo teníamos previsto. Conmovido por las palabras del médico y visiblemente cansado, Matteo solo pudo balbucear: —Está ella… bien… ha quedado sana, se atrevió a preguntarle. Matteo sintió que el mu
Capítulo 16 Sensaciones confusasAlexia continuó enfrentando a Samantha mirándola fijamente a los ojos—¡Eres una descarada como tu hermana! ¿Crees que vas a ocupar su lugar?, pregunto Alexia con rabiaSin prestar atención ante el arrebato de Alexia, Samantha le respondió con calma:— En este momento, lo único que pienso es en que tengo muchísimo sueño y me estás molestando, le dijo sin prestarle más atención a esta estúpida mujer.Al ver que la ignoraba, Alexia, llena de ira, la agarro con fuerza del brazo y la abofeteo con la otra mano.Samantha se sorprendió por la audacia de esta mujer. Nunca hubiera imaginado que alguien se atreviera a hacerle algo así. Se sacudió con fuerza y le devolvió la bofetada.— ¿Qué te pasa? ¿Estás celosa? Solo eres una asistente, ¿no es así? ¿Qué estás planeando?, pregunto Samantha, verdaderamente hastiada.Alexia, con la voz temblorosa por la ira, le dijo gruñendo:— ¡Te lo advierto, aléjate! ¡Ni tú ni tu asquerosa hermana tienen cabida en esta familia!
Capítulo 17¿Me estabas admirando?Esta escena con Samantha le pareció familiar a Matteo.Al no tener una respuesta adecuada a su pregunta, solo pudo decirle—Tenemos que irnos, date prisa, la urgió él— ¿Me estabas admirando?, le dijo Samantha con un tono sarcástico,—Admirándote, ¿estás loca? ¡Date prisa, ya nos vamos! ¡Recoge tus cosas!— ¡No iré a tu casa! ¿Quién me dice que o me echaras como la última vez y me dejaras venirme caminando de nuevo?, suspiro ellaSamantha había sido testigo de sus arrebatos de ira en el pasado y temía que volviera a actuar de esa manera.—Sé bien que esa vez no caminaste, y en esa ocasión, pues estaba sorprendido y furioso, esperaba a la inconsciente de Melissa, no a ti,— ¿Cómo sé que no volverás a agarrar una de tus rabietas y me sacarás de tu casa con tus esbirros de nuevo?— ¡No soy un niño! Eso no pasará, mi hija te quiere y no hace nada para ir en contra de los que ella quiere, por lo menos mientras se recupera.— ¡No sé si puedo confiar en ti!,
Capítulo 18 ¿Qué haces en mi habitación?— ¡Te lo dije! ¡No me gusta nada esta situación! Esas mujeres se han confabulado contra nuestra familia y ella … me refiero a Samantha Carter, ya lo tiene controlado a él.—Ya deja eso, Andrea, mi hijo es un hombre maduro, no es ningún tonto—Sebastiano, lo que en verdad quería era descansar y desde que habían acudido a su habitación, Andrea no dejaba de caminar de un lado a otro, y hablar de lo mismo. —El viaje fue largo, de verdad necesito descansar, —le rogó.—Es un hombre con una discapacidad, Sebastiano, es vulnerable ante ese tipo de mujeres. Y si ellas lo planean, pueden dejarnos sin nada. No es prudente que un hombre así, con su condición y la de la niña, esté manejando todos esos negocios, continúo diciendo Andrea. ¿Debes hacer algo?— ¿Tú crees en verdad eso? Dime qué te interesa más: proteger el dinero y el prestigio del que gozas o la situación de mi hijo y mi nieta.—Por supuesto que estoy preocupada por él, es tu hijo. Mi amor y de