Un grito desgarrador sale de mi garganta, siento como nace en mi pecho y se abre paso dolorosamente, abriendo mis entrañas hasta poder salir, cierro mis ojos con fuerza y busco imaginarme que todo esto es un error, un sueño, que no está pasando, el edificio colapsó junto con el hombre al que amo, lo perdí y esta vez no es que pueda buscarlo, regresar a él y tratar de ganarme su cariño de nuevo, acaba de perder la vida, ha desaparecido entre la bruma y los escombros y no hay forma de recuperarlo, no es que pueda volver a tenerlo a mi lado, esta vez lo he perdido para siempre y el dolor quema en el pecho, arde, duele, siento que mi corazón no solo ha dejado de latir si no que está en llamas, retorciéndose de dolor.
Unas manos se posan en mis hombros, es Edward quien parece tener empatía por mi dolor, se hinca a mi lado y me abraza con fuerza lo que provoca que m
Me salto los semáforos ignorándolos por completo, acelero a fondo y paso volando los topes y los baches sin importarme la integridad del auto, se puede ir al infierno con su dueño si quiere mientras me lleve rápido a mis padres. Veo por el retrovisor a Jake quien aún parece consternado, no podía dejarlo en esa casa solo con el cadáver de Irene, es mejor que venga con nosotros. Mientras más nos acercamos noto como Óscar prepara su arma para la acción después de guardar su celular en uno de sus bolsillos.Dejo el carro mal estacionado frente a la casa, es pequeña y acogedora, con una reja blanca que separa la calle del jardín, pero esta vez al igual que la casa de Kurt, parece muerta, las luces están apagadas y la puerta abierta, le pido a Jake que se mantenga escondido en el auto mientras me acerco lentamente hacia el lugar. Atravieso el ja
Pese a todo el agotamiento abro mis ojos, la noche fue muy larga y mi cuerpo está totalmente adolorido, pero me siento fuerte, feliz, completa. Desvió mi mirada hacía la ventana, aunque las cortinas la cubren casi por completo son tan claras que la luz se potencializa y me sirve como hipnótico para recordar el pasado llegando hasta ese día, trágico y jubiloso al mismo tiempo, ese día cuando todo termino o podría decir que empezó.No puedo negar que la muerte de mis padres adoptivos me terminó de quebrar, toda la noche lloré por ellos, su funeral fue algo triste y jamás dejaré de sentirme agradecida por todo lo que hicieron por mí, hasta la fecha si cierro mis ojos y los evocó no puedo evitar llorar recordando las caricias de mi mamá, las sonrisas llenas de calidez de mi papá, su apoyo, sus consejos, como hicieron lo me
Un nuevo día de responsabilidades, donde tengo que levantarme temprano para ir a la universidad; después de una noche llena de videojuegos y frituras me siento apaleada, no soy una chica de fiestas, no es que tenga una vida social muy sustanciosa, desde hace mucho tiempo he preferido mi soledad, creo que es algo que no muchos aprenden a valorar, pero cuando por fin lo haces la amas, soy toda una ermitaña. Tomo un baño caliente, me pongo mi ropa blanca: pantalón de mezclilla blanco, playera blanca, tenis blancos, todo blanco; al estudiar la carrera de medicina es el uniforme oficial, es la forma de demostrar pulcritud, pero es muy molesto cuando viajas en transporte público y te ensucias con todo. Guardo mi bata con cuidado de que no se arrugue dentro de mi mochila y me dispongo a bajar las escaleras directo hacia la cocina. Ahí mi madre está preparando el desayuno, el aroma a pan tostado y huevos con tocino me llena la boca de saliva. Mis p
—Ni que lo digas— volteo haciendo puchero. Comprende mi mal estar y me abraza de forma maternal.—Awww ya, ya… ya sé, ese maldito Ildefonso no tiene corazón— acaricia mi cabello con ternura y me da unas palmadas en la espalda.—¿Cómo lo supiste?—Cariño, eres la más ñoña de la universidad, fue noticia tu conflicto con ese cabrón ¿Cómo te sientes?—¡Mal! Todo se irá a la mierda por culpa de ese imbécil.—jajajajaja ¡Ay Sam!, no es el fin del mundo.—¿No lo es? para ti no es gran cosa porque dinero suficiente para seguir aquí, yo no, yo necesito esa maldita beca, sin ella no podré terminar la carrera y no pienso ir con mis papás y exigirles que me paguen todo, ellos no tienen la posibilidad— me siento cada vez más desesperada y de nuevo tengo
—Nikolai, ella es Samantha, la amiga de Catherine— nos presenta Óscar. —Mucho gusto Samantha— Nikolai tiene una voz profunda y rasposa que enchina mi piel. —El gusto es mío, señor— claro, tenía que ser, le dije señor, y es que es un señor, mis padres siempre me obligaron a hablarle de usted a los mayores y se nota que me lleva más de 15 años. Me sonrojo y sonríe de medio lado. La cena continúa de forma normal, pedimos cosas que solo el mesero entiende, tengo que asesorarme con Cat para no pedir algo desagradable y mientras platicamos de la escuela ellos hablan de negocios, dinero y proyectos. Cada vez que volteo a verlos noto que Nikolai me ve fijamente con atención y tengo que desviar la mirada. —Creo que le agradaste— me dice Cat en voz baja, como si fuera un logro. —Cat, por favor. De repente Nikolai hace una señal con la mano y uno de los meseros se acerca, se inclina para recibir las indicaciones del CEO, en cuanto se va, la mirad
—Ya estoy acostumbrada— levanto los hombros y busco mi celular en mi bolsillo, en cuanto el auto empieza a moverse recuerdo que esto puede ser demasiado peligroso, le mando un mensaje a Cat diciéndole con quién estoy y que si no sabe nada de mi mañana llame a la policía. —No me has preguntado en donde vivo— le digo algo nerviosa, él se mantiene con la mirada fija en el camino y sus manos en el volante. —Jajajaja discúlpame, no quise ser grosero, pero ya que estás algo mojada e indispuesta creí buena idea invitarte a mi departamento por un café no sin antes conseguirte algo que te puedas poner—. Lo dice como si fuera cualquier cosa, me siento raptada, pero algo dentro de mí me dice que acepte, siento una sensación que nunca había sentido antes, peligro y emoción. —No es necesario, lo agradezco, pero creo que es demasiado— se estaciona fuera de una tienda bastante grande y cara de ropa para mujer. —Por favor, insisto, no me gustaría que te resfríes— voltea haci
La lluvia se ha ido, pero el cielo sigue gris y la temperatura sigue descendiendo; gracias al abrigo me siento protegida del frío además el interior del carro es bastante cálido. Durante el trayecto la conversación es muy superficial, quisiera pedirle que me deje bajar y poder irme corriendo a mi casa, pero a la vez tengo ganas de continuar con él, en verdad es un hombre atractivo y sobre todo varonil.Llegamos a un edificio bastante alto y elegante. Nikolai baja de su auto y le da las llaves al ballet mientras abre mi puerta y me ayuda a bajar. Me ofrece su brazo y juntos entramos al recibidor donde pregunta si tiene correspondencia a un hombre trajeado de aspecto serio; recibe unas cartas y caminamos hacia el elevador, todo es una combinación de dorado y rojo de lujo y ostentosidad, la gente que nos rodea viste y calza de manera elegante. En cuanto las puertas del elevador se abren caminamos solo u
—¿Ayudarme? ¿Qué clase de ayuda es emparentarme con un viejo adinerado?— la desesperación se apodera de mí.—Pues no suena a qué sea malo, además ese “viejo” es un hombre maduro bastante sexy y bien ejercitado, no le veo problema.—No pienso discutir contigo, necesito mis cosas y lo mínimo que puedes hacer es ayudarme a recuperarlas.—¿Por qué no simplemente se las pides y ya?—Por que no quiero volver a saber nada de él— recuerdo el beso que nos dimos y no puedo evitar sonrojarme.—¿Te hizo algo?— dudo en si responderle.—Me besó— el silencio en la línea se vuelve largo.—¿Es en serio? ¿Por eso no lo quieres volver a ver? ¿No te gustó?—¡Cat! ¡Es mucho mayor que yo!—Jajajaja pero &iq