—Lo siento… lo siento— no quita esa sonrisa arrogante de sus labios. —La verdad es que sí, lo secuestré, lo torturé hasta que me cansé y lo maté, mis hombres se encargaron de dejar el cuerpo donde ellos consideraron prudente, aunque sabía a lo que me arriesgaba ya que ese doctor era el motivo por el cual te tenía, simplemente no quería que te siguiera molestando y la forma más contundente de lograrlo era matarlo— levanta los hombros como si hablara de cualquier cosa.
—¿Mina? ¿Ella que te hizo?— me cruzo de brazos mientras espero su explicación, no puedo negar que me siento algo horrorizada por la facilidad con la que habla de sus asesinatos.
—Ah… Mina… ¿Qué hizo? Te intentó alejar de mí, ella me advirtió que de saber su muerte te alejarías y me dejarías… no es que sea m
Por un momento se queda descansando en mi pecho, siento su respiración agitada, lo abrazo con ternura mientras acaricio su cabello suavemente, si esta va a ser nuestra última noche juntos o una más de las que nos quedan por el resto de nuestras vidas no me importa, solo sé que quiero estar con él en cada segundo, disfrutarla al máximo hasta que mi cuerpo ya no pueda más. Levanta su rostro hacia mí y lo beso tiernamente dispuesta a entregarme una y otra vez a él, las veces que el desee hasta quedar dormidos.Hemos decidido llegar temprano al teatro donde está Dusha, ahí veremos a Óscar quien nos dirá los por menores de su investigación del día de ayer, después de eso tenemos que ir a la casa de Kurt a organizarlos, la idea es llegar hoy en la noche a ese lugar y acabar con todo, tal vez con suerte hasta con el mismísimo
—Yo también iré— dice Kurt y mi corazón da un vuelco, voltea a ver a su madre quien asiente con la cabeza como si le estuviera dando su autorización.—Bien, entonces Kurt, Óscar y yo pondremos las cargas, ustedes encárguense del incendio— dice Ed suspirando como si todo ya estuviera dicho.—Los que portarán las cargas esperen hasta que les demos la señal para activarlas, después de eso solo tendremos diez minutos para salir de ahí, no puede haber fallas, esto es de vida o muerte— dice Nikolai, claramente esta temeroso porque no somos sus hombres de confianza, un error puede ser catastrófico.—Pues démonos prisa, el tiempo apremia— dice Óscar mientras le ofrece uno de los uniformes a Nikolai.Me meto a la habitación de Rose y mientras me desvisto veo que la pared donde colgaban sus fotos ya no están, se ve
—Salgan de aquí, nos vemos afuera, con o sin Kurt— dice Nikolai seriamente mientras avanzamos hacia el elevador, ya ha sacado la pistola y está listo para lo que se avecina.En cuanto las puertas del elevador se abren algo golpea la mano de Nikolai haciéndolo perder la pistola, yo me pego a la pared sorprendida por lo ocurrido, cuando volteo hacia el elevador veo a uno de los guardias, pero viene solo lo cual se me hace raro, se quita el pasamontañas lentamente y sale del elevador permitiendo que las puertas se cierren, me doy cuenta de quien en verdad es y no puedo evitar sentirme traicionada.—¿Kurt?— pronuncio su nombre con acidez en la boca, él levanta su arma hacia nosotros y Nikolai solo levanta las manos conteniendo casi su respiración. —¿Qué se supone que estas haciendo? — le pregunto mientras veo como el elevador se va, levanto las manos junto con Nikolai y retro
Un grito desgarrador sale de mi garganta, siento como nace en mi pecho y se abre paso dolorosamente, abriendo mis entrañas hasta poder salir, cierro mis ojos con fuerza y busco imaginarme que todo esto es un error, un sueño, que no está pasando, el edificio colapsó junto con el hombre al que amo, lo perdí y esta vez no es que pueda buscarlo, regresar a él y tratar de ganarme su cariño de nuevo, acaba de perder la vida, ha desaparecido entre la bruma y los escombros y no hay forma de recuperarlo, no es que pueda volver a tenerlo a mi lado, esta vez lo he perdido para siempre y el dolor quema en el pecho, arde, duele, siento que mi corazón no solo ha dejado de latir si no que está en llamas, retorciéndose de dolor.Unas manos se posan en mis hombros, es Edward quien parece tener empatía por mi dolor, se hinca a mi lado y me abraza con fuerza lo que provoca que m
Me salto los semáforos ignorándolos por completo, acelero a fondo y paso volando los topes y los baches sin importarme la integridad del auto, se puede ir al infierno con su dueño si quiere mientras me lleve rápido a mis padres. Veo por el retrovisor a Jake quien aún parece consternado, no podía dejarlo en esa casa solo con el cadáver de Irene, es mejor que venga con nosotros. Mientras más nos acercamos noto como Óscar prepara su arma para la acción después de guardar su celular en uno de sus bolsillos.Dejo el carro mal estacionado frente a la casa, es pequeña y acogedora, con una reja blanca que separa la calle del jardín, pero esta vez al igual que la casa de Kurt, parece muerta, las luces están apagadas y la puerta abierta, le pido a Jake que se mantenga escondido en el auto mientras me acerco lentamente hacia el lugar. Atravieso el ja
Pese a todo el agotamiento abro mis ojos, la noche fue muy larga y mi cuerpo está totalmente adolorido, pero me siento fuerte, feliz, completa. Desvió mi mirada hacía la ventana, aunque las cortinas la cubren casi por completo son tan claras que la luz se potencializa y me sirve como hipnótico para recordar el pasado llegando hasta ese día, trágico y jubiloso al mismo tiempo, ese día cuando todo termino o podría decir que empezó.No puedo negar que la muerte de mis padres adoptivos me terminó de quebrar, toda la noche lloré por ellos, su funeral fue algo triste y jamás dejaré de sentirme agradecida por todo lo que hicieron por mí, hasta la fecha si cierro mis ojos y los evocó no puedo evitar llorar recordando las caricias de mi mamá, las sonrisas llenas de calidez de mi papá, su apoyo, sus consejos, como hicieron lo me
Un nuevo día de responsabilidades, donde tengo que levantarme temprano para ir a la universidad; después de una noche llena de videojuegos y frituras me siento apaleada, no soy una chica de fiestas, no es que tenga una vida social muy sustanciosa, desde hace mucho tiempo he preferido mi soledad, creo que es algo que no muchos aprenden a valorar, pero cuando por fin lo haces la amas, soy toda una ermitaña. Tomo un baño caliente, me pongo mi ropa blanca: pantalón de mezclilla blanco, playera blanca, tenis blancos, todo blanco; al estudiar la carrera de medicina es el uniforme oficial, es la forma de demostrar pulcritud, pero es muy molesto cuando viajas en transporte público y te ensucias con todo. Guardo mi bata con cuidado de que no se arrugue dentro de mi mochila y me dispongo a bajar las escaleras directo hacia la cocina. Ahí mi madre está preparando el desayuno, el aroma a pan tostado y huevos con tocino me llena la boca de saliva. Mis p
—Ni que lo digas— volteo haciendo puchero. Comprende mi mal estar y me abraza de forma maternal.—Awww ya, ya… ya sé, ese maldito Ildefonso no tiene corazón— acaricia mi cabello con ternura y me da unas palmadas en la espalda.—¿Cómo lo supiste?—Cariño, eres la más ñoña de la universidad, fue noticia tu conflicto con ese cabrón ¿Cómo te sientes?—¡Mal! Todo se irá a la mierda por culpa de ese imbécil.—jajajajaja ¡Ay Sam!, no es el fin del mundo.—¿No lo es? para ti no es gran cosa porque dinero suficiente para seguir aquí, yo no, yo necesito esa maldita beca, sin ella no podré terminar la carrera y no pienso ir con mis papás y exigirles que me paguen todo, ellos no tienen la posibilidad— me siento cada vez más desesperada y de nuevo tengo