Ardían en las arañas de cristal muchas docenas de bujías de esperma;allá, al extremo del salón, sobre una plataforma improvisada, larespetable orquesta de los músicos sedentarios, de los profesoresindígenas, inauguraba la fiesta con una sinfonía de su vetustorepertorio: allí estaba el trompa, refractario al italiano y a laafinación; allí el espiritual violinista Secades, que había soñado conser un segundo Paganini, que había pasado noches y noches, días y días,buscando en las cuerdas, acariciadas por el arco, ora lamentos de amorsublime, ora imitaciones exactas de los ruidos naturales; v. gr.: losrebuznos de un jumento. ¡Sarcasmo de la suerte! El rebuzno lo habíadominado; su arco había llegado a hablar como la burra de Balaam; perola inefable cantinela del amor, los ayes de la pasión sublime, losreservaban aquellas cuerdas para otro arco amante, no para el deSecades. El cual, ya maduro y desengañado, iba prefiriendo su otrooficio de zurupeto, y más atendía ya a la banca
Terminó el concierto a la una de la madrugada, y como era costumbre enel pueblo, en vez de disolverse la reunión, se pusieron a bailar losjóvenes con el mayor ahínco, muy a placer de las señoritas, que sólotoleraban dos o tres horas de música con la esperanza de estar bailandootras dos o tres horas. Emma no pensó en retirarse mientras quedase allíalma viviente. En cuanto a Marta Körner, estaba demasiado ocupada parapensar en el tiempo. ¡Íbale tanto en perseguir las fieras, es decir, enla caza mayor a que se había entregado en cuerpo y alma, que ya ni veíani oía lo que estaba delante; para ella no había en el mundo más que suJuan Nepomuceno, con sus grandes patillas! Desde antes de terminar elconcierto habían hecho rancho aparte, en un rincón de la sala; y allíestaba la alemana enseñándole el alma, y un poco, bastante, de lablanquísima pechuga, al acaramelado mayordomo, futuro administrador dela fábrica de productos químicos. Körner, aunque muy metido enconversación con M
Aquella separación había sido unaamenaza continua, la gota amarga de la felicidad en los días y meses deciega pasión; después un dolor necesario, y hasta merecido y saludable,según pensaba el amante, lleno de remordimientos y de planes morales.Pero al llegar el momento, Bonis sintió que se trataba de toda unaseñora operación practicada en carne viva. Con toda franqueza, yexplicándolo todo satisfactoriamente por medio de una intrincada madejade sofismas, Reyes reconoció que los afectos naturales, puramente_humanos_, eran los más fuertes, los verdaderos, y que él era un místicode pega, y un romántico y un _apasionado_ de verdad. ¡Ay!, separarse deSerafina, a pesar de aquella tibieza con que su espíritu la trataba dealgún tiempo a aquella parte, era un dolor verdadero, de aquellos que aél le horrorizaban, de los que le _daban la pereza_ de _padecer_. ¡Era tanmolesto tener el ánimo en tensión, necesitar sacar fuerzas de flaquezapara aguantar los dolores, los reales! Y no hab
Muchos han escuchado la famosa frase de "Ponerse en los zapatos del otro en los del amor", y piensan que las mujeres son problemáticas en todos los sentidos. Que se viven quejando de todo y por todo. Eso es cierto...Sin embargo, estos dolores de cabeza como a veces le llamamos, se pueden solucionar.¿Que como? ¡Eso es imposible Theo!Pues no lo es. La solución es muy sencilla.¿Que Cual es?Colocarse en sus zapatos por lo menos una vez al mes.No será fácil. Pero tampoco es imposible.Puede que te vuelvas loco. Y más si tienes una novia como la mía. De esas chiquitas pelo largo, que te dan pelea por todo.Uff solo recordarla, me dan ganas de salir corriendo, pero luego me pasa como la Rana Rene:Recuerdo que no puedo vivir sin ella y se me pasa.
Mi novia Keyla es un Robot con memoria ultra infinita para las fechas. Sobre todo, para aquellas que por alguna u otra razón —Porque son innecesarias —, suelo olvidar. Ejemplo: “La primera vez que me tomaste de la mano” ¿Cómo piensa que me voy a acordar de eso? —Bueno si, ustedes dirán que eso nunca se olvida si fue con sinceridad Bla bla bla —. En fin, el punto es que las chicas tienen memorizadas miles de fechas “Especiales” que suponen que el hombre debe recordar. Y cuando esto no sucede, se arma la de Troya. Creen que exagero. Bueno ahí les va una prueba:—Hola mi amor ¿Cómo estás? —, le envió un mensaje por Whatsapp.Está en Línea… 2 segundos de haberlo enviado. Escribiendo…—Hola mi osito bonito. Muy bien. ¿Cómo has estado bebe?Me respondió con dos adulaciones, eso significa que no le ha agradado mi forma de saludarla. Por lo general, todas esperan un “Buenos Días princesa ¿Cómo ha estado la Chica más bella del Universo” Y no digan que no.—Bien princesa —. Le escribo y al punt
Un día como hoy hace 12 meses, 365 días, 48 semanas, 8760 horas, 525600 minutos y 31536000 segundos para ser exactos, la chica más hermosa de la Universidad, Mi Keyla por supuesto. Acepto ser mi novia, después de casi 10 meses de intentos fallidos. Sí, no me da pena decirlo. Estuve todo ese tiempo tratando de conquistarla. ¿Y qué? Como lo pueden notar he pasado de la frienzone —Sacudo las esquinas de mis hombros por el montón de envidiosos que me dirán perro faldero—. Y ahora tengo una preciosa miniatura de novia a la cual presumir.Como han de suponer, tengo que hacerme un lavado de cerebro para poder meterme el chip del novio perfecto por esta noche y hacerla sentir especial.Que, ¿Qué planeo?Ya lo verán…Nah, ni yo me lo creo, estoy despierto a las 4:00 am tratando de pensar cómo hacer feliz a mi novia sin morir en el intento. No se burlen de mí que la estoy pasando mal chicas… Solo los machos pecho peludos como yo lo entenderán.Bueno, creo que le enviare un mensaje. No es mi int
No sé si se preguntan, por qué trato de entender a mi novia. El hecho es que les comentare un poco del asunto. <
Dobles intenciones¿Los chicos sentirán las mismas mariposas cuando se enamoran?—Por supuesto que ¡Yes!¿Cerramos los ojos cuando besamos?—Algunas veces…¿Pensamos en ellas todo el tiempo?—Las 24/7¿Nos preocupamos por nuestra manera de vestir?—Yo si ¿Qué creían?¿Nos gusta que nos mimen?—La pregunta es ¿a quién no le gusta que lo mimen?¿Lloramos por cursilerías?—No Obvio. Bueno a veces. Está bien un poco. ¡Agh ya! Yo sí.¿Estoy diciendo mentiras?—Nou, ni una, bueno una. ¡Bien dos!—¿Amor que haces? —. Salte del sofá rápidamente escondiendo la libreta debajo de la mesa.—Nada pequeña ¿Y tú?Alzo una ceja. Lo que significa que ha activado el radar de mentiras.—Te aseguro que nada ven aquí—. La siento a mi lado mientras beso sus tiernos labios.—Supongamos que te creo—. Me dijo sonriendo. Ósea que no me creyó. Solo que trato de disimular lo que de seguro averiguaría después para echármelo en cara lo que me quedara de vida.—Y bien ¿Qué haremos hoy?—Esta semana hay una fiesta q