Tiffany ♥66♥

Carlos era admirador del arte en todas sus manifestaciones,

según él se decía; y aunque la música era la manifestación predilecta,

porque le llegaba más al alma, con una vaguedad que le encantaba y que

no le exigía a él previo estudio de multitud de ideas concretas que

debían de andar por los libros de facultad mayor; y aunque la susodicha

música era el arte que él mejor poseía, merced a sus estudios de solfeo

y de flauta, no había dejado de ejercitarse en una u otra época de su

vida, sin pretensiones, por supuesto, en cuanto mero aficionado, en

otros medios humanos de expresar lo bello. La poesía le parecía muy

respetable, y sabía de memoria muchos versos; pero las dificultades del

consonante siempre le habían retraído del cultivo de las musas;

despreciaba, porque su sinceridad de hombre de sentimiento y de

convicciones no le permitían otra cosa, despreciaba los ripios y hasta

los consonantes fáciles; y así, las pocas veces que había ensayado la

gaya ciencia, se había ido derecho al
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