Muchos han escuchado la famosa frase de "Ponerse en los zapatos del otro en los del amor", y piensan que las mujeres son problemáticas en todos los sentidos. Que se viven quejando de todo y por todo. Eso es cierto...Sin embargo, estos dolores de cabeza como a veces le llamamos, se pueden solucionar.¿Que como? ¡Eso es imposible Theo!Pues no lo es. La solución es muy sencilla.¿Que Cual es?Colocarse en sus zapatos por lo menos una vez al mes.No será fácil. Pero tampoco es imposible.Puede que te vuelvas loco. Y más si tienes una novia como la mía. De esas chiquitas pelo largo, que te dan pelea por todo.Uff solo recordarla, me dan ganas de salir corriendo, pero luego me pasa como la Rana Rene:Recuerdo que no puedo vivir sin ella y se me pasa.
Mi novia Keyla es un Robot con memoria ultra infinita para las fechas. Sobre todo, para aquellas que por alguna u otra razón —Porque son innecesarias —, suelo olvidar. Ejemplo: “La primera vez que me tomaste de la mano” ¿Cómo piensa que me voy a acordar de eso? —Bueno si, ustedes dirán que eso nunca se olvida si fue con sinceridad Bla bla bla —. En fin, el punto es que las chicas tienen memorizadas miles de fechas “Especiales” que suponen que el hombre debe recordar. Y cuando esto no sucede, se arma la de Troya. Creen que exagero. Bueno ahí les va una prueba:—Hola mi amor ¿Cómo estás? —, le envió un mensaje por Whatsapp.Está en Línea… 2 segundos de haberlo enviado. Escribiendo…—Hola mi osito bonito. Muy bien. ¿Cómo has estado bebe?Me respondió con dos adulaciones, eso significa que no le ha agradado mi forma de saludarla. Por lo general, todas esperan un “Buenos Días princesa ¿Cómo ha estado la Chica más bella del Universo” Y no digan que no.—Bien princesa —. Le escribo y al punt
Un día como hoy hace 12 meses, 365 días, 48 semanas, 8760 horas, 525600 minutos y 31536000 segundos para ser exactos, la chica más hermosa de la Universidad, Mi Keyla por supuesto. Acepto ser mi novia, después de casi 10 meses de intentos fallidos. Sí, no me da pena decirlo. Estuve todo ese tiempo tratando de conquistarla. ¿Y qué? Como lo pueden notar he pasado de la frienzone —Sacudo las esquinas de mis hombros por el montón de envidiosos que me dirán perro faldero—. Y ahora tengo una preciosa miniatura de novia a la cual presumir.Como han de suponer, tengo que hacerme un lavado de cerebro para poder meterme el chip del novio perfecto por esta noche y hacerla sentir especial.Que, ¿Qué planeo?Ya lo verán…Nah, ni yo me lo creo, estoy despierto a las 4:00 am tratando de pensar cómo hacer feliz a mi novia sin morir en el intento. No se burlen de mí que la estoy pasando mal chicas… Solo los machos pecho peludos como yo lo entenderán.Bueno, creo que le enviare un mensaje. No es mi int
No sé si se preguntan, por qué trato de entender a mi novia. El hecho es que les comentare un poco del asunto. <
Dobles intenciones¿Los chicos sentirán las mismas mariposas cuando se enamoran?—Por supuesto que ¡Yes!¿Cerramos los ojos cuando besamos?—Algunas veces…¿Pensamos en ellas todo el tiempo?—Las 24/7¿Nos preocupamos por nuestra manera de vestir?—Yo si ¿Qué creían?¿Nos gusta que nos mimen?—La pregunta es ¿a quién no le gusta que lo mimen?¿Lloramos por cursilerías?—No Obvio. Bueno a veces. Está bien un poco. ¡Agh ya! Yo sí.¿Estoy diciendo mentiras?—Nou, ni una, bueno una. ¡Bien dos!—¿Amor que haces? —. Salte del sofá rápidamente escondiendo la libreta debajo de la mesa.—Nada pequeña ¿Y tú?Alzo una ceja. Lo que significa que ha activado el radar de mentiras.—Te aseguro que nada ven aquí—. La siento a mi lado mientras beso sus tiernos labios.—Supongamos que te creo—. Me dijo sonriendo. Ósea que no me creyó. Solo que trato de disimular lo que de seguro averiguaría después para echármelo en cara lo que me quedara de vida.—Y bien ¿Qué haremos hoy?—Esta semana hay una fiesta q
Dobles intenciones¿Los chicos sentirán las mismas mariposas cuando se enamoran?—Por supuesto que ¡Yes!¿Cerramos los ojos cuando besamos?—Algunas veces…¿Pensamos en ellas todo el tiempo?—Las 24/7¿Nos preocupamos por nuestra manera de vestir?—Yo si ¿Qué creían?¿Nos gusta que nos mimen?—La pregunta es ¿a quién no le gusta que lo mimen?¿Lloramos por cursilerías?—No Obvio. Bueno a veces. Está bien un poco. ¡Agh ya! Yo sí.¿Estoy diciendo mentiras?—Nou, ni una, bueno una. ¡Bien dos!—¿Amor que haces? —. Salte del sofá rápidamente escondiendo la libreta debajo de la mesa.—Nada pequeña ¿Y tú?Alzo una ceja. Lo que significa que ha activado el radar de mentiras.—Te aseguro que nada ven aquí—. La siento a mi lado mientras beso sus tiernos labios.—Supongamos que te creo—. Me dijo sonriendo. Ósea que no me creyó. Solo que trato de disimular lo que de seguro averiguaría después para echármelo en cara lo que me quedara de vida.—Y bien ¿Qué haremos hoy?—Esta semana hay una fiesta q
RupturaHace dos meses, Keyla tuvo uno de sus repentinos ataques de celos y rompió conmigo. No es lo que piensan, yo no metí la pata. Bueno, no mucho. La cuestión es que, desde entonces, me he sentido fatal al no estar con ella. Y a pesar de que le he pedido disculpas unas cien veces ella se niega a aceptarlas.Sé que piensan que algo tuve que haber hecho para que me dejara. Pero no fue así. Les resumiré la historia: En clase de Calculo, mi compañera de trabajos me ofreció ayuda en cuanto a unas clases privadas, porque me iba de lo peor. Y yo, por supuesto que acepte. —Las clases eran gratis—, así que obviamente que no deje pasar la oportunidad. Entonces mi querida novia; corrijo, ex novia —por ahora—, se enteró y comenzó a hacer cálculos y a sacar conclusiones que no eran para nada acertadas. Así que me obligo a que le dejara de hablar a mi compañera. Cosa que no iba a hacer, porque primero, no estaba haciendo nada malo, segundo, jamás la engañaría de alguna forma que la pueda lastim
Un día antesMi novia y yo habíamos terminado hacia dos meses y habíamos acordado en mantenernos lo más alejados posible uno del otro, hasta aquel día en el que la encontré sentada en mi cama con mi diario en sus manos. Estaba vestida informalmente con unos pantalones de mezclilla y una blusa de tirantes color rosa pálido, su largo cabello estaba recogido en una alta coleta que dejaba al descubierto sus finos y delicados rasgos faciales. Sus labios estaban más rosados que nunca y sus ojos estaban tan perfectamente delineados que su verde esmeralda me traspasaba el alma.—¿Qué estás haciendo? —. Le pregunte caminando hacia a ella, para quitarle mi diario.—¿Cuánto tiempo llevas estudiándome?—¿Estudiándote?—Si. Estudiándome. No te hagas el idiota—. Levanto el diario y lo señalo.—Mira, no tenías por qué leer mis cosas y además…—Así que crees que nuestra vida es muy difícil.>—Oye, Key, de verdad no sé si me siento cómodo