—¿Así que saldrás con el bar tender? — me pregunta Iván en medio del silencio que deja una breve pausa musical en el auto.
Volteo a verlo y sonrió levemente —¿Hay algo de malo con eso? — le pregunto con mucha curiosidad. —Supongo que no… no veo porque no salir al cine con él, después de todo no conozco a mucha gente aquí todavía. — continuo.
No entiendo mucho su reacción... ¿Y si Miguel tiene razón? ¿Y si Iván siente algo por mí? «No, es imposible, él me dijo que no volvería a enamorarse y yo no me quiero hacer falsas esperanzas... tampoco lo soportaría.»
«¡Espera! ¡¿ilusiones?! No… no te enamores…» me reclamo.
—No, no tiene nada de malo, es solo que creí que una mujer como tú tenía otras aspiraciones en cuanto a su vida amorosa. — exprea y no entiendo bien de qué habla.
—No entiendo...— digo mirándolo fijamente.
—Creí que no te iban las relaciones casuales. — sentencia y lo miro totalmente sorprendida.
—¿Crees que me voy a acostar con él en la primera cita?— pregunto intentando no reírme.
Él se sonríe ampliamente y me mira por un instante para luego volver su vista nuevamente a la carretera —¿Crees que solo te llevara al cine? Estás equivocada. — rebate.
—¿Acaso lo conoces? —
«Realmente estoy sorprendida por su advertencia.»
—Conozco su reputación. — confiesa sin mirarme.
—¿Y es igual o peor que la tuya? — me atrevo a preguntarle un poco más seria esta vez.
«Veamos que tienes que decir de eso…»
—Bastante parecida, solo que él no te cuidara. — me advierte y no puedo dejar de mirarlo intentando entender que sucede aquí.
—¿Acaso todos los hombres de Madrid son así? — cuestiono sarcásticamente y no puedo evitar reírme de a donde me llevo mi imaginación.
—Si quieres una relación seria, ese bar no es el lugar para encontrarla. — advierte.
—¿Y si no quiero algo serio? ¿Y si yo tampoco quiero que me vuelvan a romper el corazón? ¿Y si yo te digo que solo tengo un contrato de un año para trabajar en Madrid y luego regresare a New York? — indago sin tregua entre pregunta y pregunta.
Iván no nada, solo estaciona el auto frente a nuestro edificio y baja del auto para luego dar la vuelta, abre la puerta de mi lado y extiende su mano para ayudarme a bajar. Inmediatamente cierra la puerta y luego apoya su mano sobre el auto acorralándome entre su cuerpo y el vehículo.
«¿Qué está haciendo?»
—Si no quieres nada serio... si no tu corazón no se romperá llevando una relación así... y si solo te quedaras en Madrid un año, te propongo que sea yo con quien tengas algo en vez de el imbécil de Miguel. — me dice sin preámbulos y siento que mi corazón palpita a mil por hora...
—¿Qué? — pregunto con un hilo de voz.
—Seamos amigos que la pasan muy bien...— propone acercándose más a mí.
—¿Solo sexo? — pregunto casi sin poder respirar.
—Exactamente. De todas maneras, te vas en un año, ¿no? —
—11 meses exactamente. — aclaro.
—No hay riesgos aquí. — añade y con sus dedos acomoda mi cabello.
—¿De qué hablas? — cuestiono confundida.
«Respira Jimena…»
—Tú no te enamoraras y yo tampoco...— explica.
—¿Y tú catálogo de mujeres? — averiguo.
—Lo dejo en pausa por este paréntesis contigo. — responde sin duda alguna.
—Por once meses...— repito.
—Exacto, ¿Qué dices? — pregunta sin dejar de mirarme.
—Once meses de sexo solo cuando ambos queramos… Sin reclamos, sin celos, sin nada que se parezca a una relación de pareja. — respondo y le ofrezco mi mano para estrecharla con la suya.
—Sin reclamos, sin celos, sin que se parezca a una relación. — afirma y me da la mano con una media y sonrisa dibujada en su rostro. —¿tu piso o el mío esta noche? — pregunta sonriente.
«¿De verdad estoy haciendo esto? ¿Me volví loca o qué?»
—Mejor el mío...— pronuncio e intento darme la vuelta para cruzar la calle e ir al edificio, pero él me detiene sujetándome por la cintura.
—Déjame probar que tan bien besas. — me dice firme y cuando menos me doy cuenta, tengo sus labios sobre los míos besándome eufóricamente.
«Que bien que besa por favor...»
Sus labios queman sobre los míos haciendo que no pueda resistirme a la tentación de que nuestras lenguas se encuentren y jueguen entre sí... Me tiene atrapada entre sus brazos y de repente, una de sus manos va subiendo por mi espalda por debajo de mi camiseta.
—Vamos arriba. — propone agitado.
—Vamos…— respondo como puedo.
«No puedo creerlo... estoy cayendo en las garras de mi vecino, el mujeriego... pero, que bien se siente esto por favor…»
Vamos caminando torpemente por el pasillo sin dejar de besarnos y una vez que llegamos a la puerta de mi departamento, apenas consigo ingresar la llave en la cerradura, sin soltarme de su boca abro para que entremos y que luego sea el quien cierre la puerta con la ayuda de su pie. Sus manos no me dan tregua, me toca y van quitando mi chaqueta... mi camiseta... y mientras tanto, las mías se las ingenian para quitar su chaqueta y camiseta...«Ese torso... esos abdominales... que tentación...»—No me equivoque… tienes un cuerpo de ensueño. — me dice entre besos mientras que seguimos caminando hacia mi habitación y en el camino, sus hábiles manos van desabrochando mi sujetador.Voy hacia la cintura de su pantalón y como puedo voy desabrochando su cinturó
—Es hora de que te vayas a tu piso...— le digo una vez que noto que se está quedando dormido. Él abre un poco sus ojos y me mira sin entender. —¿Qué? — me pregunta confundido.—“Follar” como le dicen ustedes acá, está bien, pero dormir juntos no lo creo...— respondo y aunque no lo sepa, lo hago por nuestro propio bien.—¿De verdad? — cuestiona y me mira de manera extraña.—Si, dale vete...— insisto y lo empujo para que se levante de la cama.Finalmente él ríe y se levanta de la cama.—¿Así será esto? — pregunta mientras se coloca el b&
—¿Por qué aceptaste esto conmigo? — me pregunta agitado sin soltar mi cintura luego de una buena dosis de sexo en la cocina, lo cual admito estuvo increíble…Intento recuperar el aire y lo miro extrañada. —¿Por qué estas increíblemente bueno y dejarte pasar sería un pecado? — respondo con una pregunta y río —no sé... creo que eres el tipo de hombre del cual yo no podría enamorarme nunca y tú simplemente no te enamorarás... es perfecto… conveniente si quieres llamarlo así.— explico.—¿Así que estoy bueno? — me pregunta imitando mis palabras y ríe.—Increíblemente bueno. — corrijo con una amplia sonrisa y llevo mi dedo í
Tres días despuésHoy fue día súper largo de trabajo, al parecer todos en la oficina se pusieron de acuerdo para traerme todos los problemas que surgieron en la última campaña de marketing el mismo día, solo quiero llegar a casa y acostarme en el sofá a ver películas.De camino a casa pasé por un restaurante y pedí algo de comida para llevar, ya que ni siquiera quiero cocinar. Al llegar,dejo la bolsa encima de la mesa y me voy al cuarto para cambiarme y colocarme algo mucho más cómodo. La imagen de ejecutiva ya quedo a un lado y la que aparece ahora es la chica de “entre casa” que solo quiere estar con un pantalón corto y con una camiseta suelta. Regreso a la cocina y desempaco la comida para servirla en un plato. Busco la botella de vino abierta
Al día siguiente:Me dijo que no pasaría nada malo si se quedaba a dormir una noche aquí, pero creo que se equivocó, en realidad malo, así como tal, no ocurrió nada, pero ver su perfecto cuerpo tendido en mi cama es una imagen que hace temblar todos mis esquemas.«¿Por qué rayos tienes que ser tan guapo? ¿Es legal siquiera?» pienso. Desde que paso lo de Sebas no deje que ningún hombre durmiera a mi lado. No amanecí con nadie desde entonces simplemente pasaba el rato y los hacia irse, pero este hombre que está a mi lado me está haciendo dudar de todo lo que me prometí a mí misma. Tengo tanto miedo a que borre el recuerdo que tengo de él... a que me suba al cielo donde solo Sebastián era ca
Un Mes DespuésYa paso un mes desde que con Iván decidimos dejar las cosas hasta donde habían llegado y, a decir verdad, extraño sentir su cuerpo sobre el mío. Por su parte, ya regreso a sus andanzas de siempre y yo trato de hacer como si nada ocurriera. Son unos pocos "hola" y "adiós" los que hemos cruzado en este tiempo y no sé cómo hacer para recuperar, aunque sea la amistad que teníamos.¿A quién quiero engañar? Es imposible que volvamos a ser esos amigos que una vez fuimos. Cruzamos los límites de la amistad y eso trajo sus consecuencias, o quizás es que me duele verlo con otras mujeres... creo que el problema es que a pesar de que no quería admitirlo, en algún momento sucedió. Rompí la promesa que le hice a Sebas e involucre mi corazón… me enamore a pesar de que no debía.Si, de alguna forma ter
Regresar a mi piso es lo que menos quería hacer, pero no me queda otra opción. Dormir en un hotel no tiene sentido, y tampoco creo que sea maduro de mi parte seguir intentado evadirlo…Abro la puerta, dejo mi bolso y mi maletín a un lado, cierro y voy directamente a la cocina para servirme una copa de vino. Ya con mi copa en mano, voy a mi cuarto y salgo al balcón para intentar relajarme, es claro que fue una mala idea, lo primero que me encuentro es a él sin su camiseta puesta y con una botella de cerveza en su mano.«No lo mires... No caigas en la tentación que es este hombre... Acepta que rehízo su vida y que fuiste una cobarde.» Me grita mi subconsciente.—¿Día complicado? — me pregunta y ahí caen todas las murallas que mi raz&oacu
Unos días después (sábado)No diré que todo volvió a la normalidad porque no es así, ya no pasamos todas las tardes juntos conversando, yendo a pasear y mucho menos pasándola bien en la cama, pero al menos algo mejoraron y hoy es la dichosa fiesta a la que me invito el otro día. Esta es la noche donde sacare a la “femme fatale” que dicen que todas las mujeres tenemos. Minifalda color negra, una blusa del mismo color con la espalda descubierta, y tacones haciendo juego. Mi largo cabello castaño oscuro cae libremente dejando ver las ondas que conseguí gracias a la planchita de pelo, mi maquillaje en tonalidades grises hace resaltar mis ojos azules, y mis labios pintados en un tono natural, da armonía a mi rostro. El ruido del timbre hace que busqu