Al día siguiente:
Me dijo que no pasaría nada malo si se quedaba a dormir una noche aquí, pero creo que se equivocó, en realidad malo, así como tal, no ocurrió nada, pero ver su perfecto cuerpo tendido en mi cama es una imagen que hace temblar todos mis esquemas.
«¿Por qué rayos tienes que ser tan guapo? ¿Es legal siquiera?» pienso.
Desde que paso lo de Sebas no deje que ningún hombre durmiera a mi lado. No amanecí con nadie desde entonces simplemente pasaba el rato y los hacia irse, pero este hombre que está a mi lado me está haciendo dudar de todo lo que me prometí a mí misma. Tengo tanto miedo a que borre el recuerdo que tengo de él... a que me suba al cielo donde solo Sebastián era capaz de subirme… No quiero que él borre las huellas de los besos que Sebas me dio... No quiero ni que lo intente...
«No puedo más, necesito levantarme de esta cama y huir.»
Me coloco mi ropa interior, un pantalón corto, una camiseta, y mis “chanclas” como le dicen aquí y salgo rápidamente de la habitación. Busco mis llaves, mi celular, y mi cartera, y salgo del piso a toda prisa. Al salir del edificio, comienzo a caminar por las calles de Madrid sin rumbo alguno.
Siento que se me saldrá el corazón del pecho, estoy angustiada. Esto no me había sucedido antes. La Jimena de antes solo la pasaba bien con un hombre y ya... esa es la que me prometí ser, la que le prometí que sería a él frente a su tumba. Jure no volver a enamorarme…
«No puedo sentirme así, mucho menos por alguien como Iván que solo busca sexo.» pienso en medio de mi caos emocional.
Llego a un pequeño parque y me siento en una de las bancas que hay allí. Me quedo mirando a la nada intentando ordenar este desorden que hay en mi mente, hasta que el ruido de mi celular me interrumpe y al ver la pantalla, veo su nombre. No quiero contestarle… Ni siquiera sé que decirle. No entiendo que me pasa, ¿Cómo se lo explicare? Debo pensar, tomar una decisión ¿seguir con esto o simplemente decirle que no quiero volver a estar con él?
No sé cuántas horas han pasado, solo sé que mi cuerpo me exige comer algo, siento que me desmayare si no lo hago…
Regreso a mi piso y apenas abro la puerta, allí está él sentado en el sofá. Al verme se pone de pie y camina hacia mi rápidamente. —¿Te encuentras bien? — pregunta preocupado mientras apoya cada una de sus manos sobre mis hombros y me examina de pies a cabeza. —Estuviste llorando...— dice entrecerrando sus ojos. —¿Te hice mal? — me pregunta y niego.
—No, tú no hiciste nada. — le digo con un hilo de voz y sin siquiera poder mirarlo a los ojos.
—¿Entonces qué sucede?—
—Es la primera vez desde lo de Sebas que un hombre amanece conmigo... me desespere, me angustie... no sé ni cómo explicarlo. — confieso mientras me hago que me suelte y me siento en el sofá.
—No entiendo... o sea… si entiendo lo de dormir con alguien, pero ¿Por qué pusiste tan mal con eso? — me pregunta arrodillándose frente a mí.
—Porque tengo pánico de enamorarme de ti... Jure que no me volvería a enamorar nunca. — confieso con un hilo de voz.
Su mirada me observa sorprendida y sé que le dije lo que él no quería escuchar. —Yo también tengo miedo...— me dice asustado.
—Es mejor que lo dejemos hasta aquí. No quiero que confundamos las cosas. —propongo y él asiente.
—Es lo mejor... no quiero lastimarte. — responde.
—Está bien. — sentencio mientras que observo como él se pone de pie y sale del piso.
«Es lo mejor.» Me repito a mí misma mientras me dejo caer en el sofá.
Un Mes DespuésYa paso un mes desde que con Iván decidimos dejar las cosas hasta donde habían llegado y, a decir verdad, extraño sentir su cuerpo sobre el mío. Por su parte, ya regreso a sus andanzas de siempre y yo trato de hacer como si nada ocurriera. Son unos pocos "hola" y "adiós" los que hemos cruzado en este tiempo y no sé cómo hacer para recuperar, aunque sea la amistad que teníamos.¿A quién quiero engañar? Es imposible que volvamos a ser esos amigos que una vez fuimos. Cruzamos los límites de la amistad y eso trajo sus consecuencias, o quizás es que me duele verlo con otras mujeres... creo que el problema es que a pesar de que no quería admitirlo, en algún momento sucedió. Rompí la promesa que le hice a Sebas e involucre mi corazón… me enamore a pesar de que no debía.Si, de alguna forma ter
Regresar a mi piso es lo que menos quería hacer, pero no me queda otra opción. Dormir en un hotel no tiene sentido, y tampoco creo que sea maduro de mi parte seguir intentado evadirlo…Abro la puerta, dejo mi bolso y mi maletín a un lado, cierro y voy directamente a la cocina para servirme una copa de vino. Ya con mi copa en mano, voy a mi cuarto y salgo al balcón para intentar relajarme, es claro que fue una mala idea, lo primero que me encuentro es a él sin su camiseta puesta y con una botella de cerveza en su mano.«No lo mires... No caigas en la tentación que es este hombre... Acepta que rehízo su vida y que fuiste una cobarde.» Me grita mi subconsciente.—¿Día complicado? — me pregunta y ahí caen todas las murallas que mi raz&oacu
Unos días después (sábado)No diré que todo volvió a la normalidad porque no es así, ya no pasamos todas las tardes juntos conversando, yendo a pasear y mucho menos pasándola bien en la cama, pero al menos algo mejoraron y hoy es la dichosa fiesta a la que me invito el otro día. Esta es la noche donde sacare a la “femme fatale” que dicen que todas las mujeres tenemos. Minifalda color negra, una blusa del mismo color con la espalda descubierta, y tacones haciendo juego. Mi largo cabello castaño oscuro cae libremente dejando ver las ondas que conseguí gracias a la planchita de pelo, mi maquillaje en tonalidades grises hace resaltar mis ojos azules, y mis labios pintados en un tono natural, da armonía a mi rostro. El ruido del timbre hace que busqu
A toda prisa, Iván y yo nos subimos al coche y de la misma manera, enciende el auto y conduce hacia no sé dónde. No reconozco las calles, pero con el alto nivel de alcohol que llevo entre mis venas, dudo que pueda reconocer algo. Una de sus manos sostiene el volante y su otra mano va directamente hacia a mi pierna y me comienza a tocar de una manera más que provocativa. No estoy segura si es por el alcohol, o por las ganas que tengo de estar con él, pero mi mano va directamente a su entrepierna y comienza a torturarlo.—¡Joder Jimena! — Exclama y dobla en un callejón oscuro para rápidamente estacionar el auto. Apaga el motor, desabrocha su cinturón de seguridad y yo hago lo mismo que él. De repente, él baja del auto. —Ven. — me pide.Bajo del auto como puedo ya que me siento m&a
Sus manos sostienen la mía y mientras él camina de espaldas, me guía hasta llegar al sofá, se sienta y yo no puedo dejar de admirar la escultura que es su cuerpo ya que solamente trae su bóxer blanco puesto. Me jala para que me siente sobre él, acomodo su camiseta para no sentirme tan expuesta, y sus fuertes, pero delicadas manos acarician mi rostro haciéndome sentir que estoy en el medio de un incendio.Intento mantener la normalidad en mi ritmo cardiaco, pero es imposible, me mira tan intensamente que mi cuerpo no responde a lo que mi cerebro ordena—creo que llego la hora de que todo este juego se termine. — me dice y no entiendo nada... «¿esto fue un adiós?»—¿De qué hablas? — pregunto asustada mientras que no dejo de mirarlo a esos ojazos que me vuelven loca.
Sentada en el sofá donde acabamos de pasar un momento único lo observo abrocharse su cinturón y me sonríe. —ahora eres mi novia. — dice con un tono de orgullo que me hace sentir en las nubes.—Y tu mi novio. — Replico mirándolo fijamente y luego bajo mi mirada por todo su perfecto trabajado cuerpo.«Es tan guapo...»Se inclina, coloca cada una de sus manos sobre el respaldar del sofá a cada lado de mi —preciosa, debo irme a entregar una maqueta, pero, cuando regrese me gustaría muchísimo invitarte a cenar fuera y comenzar esto de manera correcta, ¿quieres? — propone y sonrió en medio de suspiros.—Claro que si... y no lo tomes a mal, pero ¿entregar una maqueta un
Si me hubiera dicho que me traería a un lugar como este, probablemente no le hubiera creído. El restaurante es extremadamente lujoso y hasta reservación ha hecho. El camarero nos guía hasta nuestra mesa, y sonrió al ver la preciosa vista que hay desde la terraza donde estamos.—Esto es hermoso. — digo muy feliz mientras me siento en la silla que Iván aparta como todo un caballero. Mueve la silla para que me siente y puedo sentir su cálido aliento en mi cuello —no más que tú. — susurra y luego deja un beso en mi cuello que alerta a mis sentidos. —hueles riquísimo. — comenta haciéndome temblar.—Tú también hueles exquisito. — respondo observándolo mientras va hasta la silla que está en
Me pidió subir al auto para llevarme a un sitio, pero aun no me quiere decir dónde, solo me dijo que quiere disfrutar de esta noche conmigo, y la idea realmente me encanta.—Voy a chocar. — me dice de la nada y solo lo miro extrañada.—¿De qué hablas? — pregunto sin entender. —Es que te ves tan preciosa, que no puedo dejar de mirarte. — confiesa sonriente y no puedo evitar reír.—Sí que pusiste cursi. — bromeo.—No guapa, cursi no.… es que me traes loco. — se defiende mientras que con una de sus manos toma la mía.—Tú también me traes loca, aunque no me agrada la ide