Narra Hali Frey.
Me dejo caer de espalda a la cama apenas me senté en ella, cierro mis ojos dejándome llevar por el sueño pero la puerta de mi cuarto se abre ya que esta tiene un sonido chillón al abrirse, me siento mirando al rubio de mi amigo entrar.
— Ana me contó que renunciaste a tu trabajo, o sea, yo siempre soy el último en esterarse de estas cosas, Hali — asiento.
— Si, pero no te preocupes, tengo un trabajo mejor menos estresaste y me dan 3 comidas al día y merienda cada vez que me da un antojo — explico de lo más relajada, el rubio me mira de manera confusa.
— ¿Para quién estas trabajando? Porque parece que te están tratando como su enamorada más que una empleada — niego pero él asiente — Responde, Hali — suspiro.
— Es un hombre multimillonario que pidió mis servicios para restaurar varios retratos, documentos y obras de gran valor, firme un contrato con él pero tranquilo leí muy bien el contrato antes de firmar — parpadea intentando procesar.
— ¿Por casualidad es el mismo tipo que te mandó la caja ayer? — pregunta y asiento — ¿Cómo sabe que estas embarazada? O puede ser que… ¿Es el padre? — niego de manera rápida.
— No, no, no es el padre y sabe porque se lo dije después de casi vomitarlo encima, encima me pagaran mejor de lo que me pagaban en el museo — se cruza de brazos.
— Pero si tú no trabajabas allá por el sueldo sino por tu amor Julián, chica — me río un poco mirando mis manos.
— No le cuentes a Ana, pero hace dos meses fui a un bar a celebrar con todo el equipo, me puse un vestido de Ana y me arregle lo más bonita posible pero al llegar escuche como los chicos del equipo se burlaban a mis espaldas, incluso Julián opinó al respeto, me sentí súper mal ese día — me mira con lágrimas en los ojos.
— Por eso te cortaste el cabello… Ese imbécil se merece todo lo malo del mundo — rompe a llorar pero de la rabia, me río un poco — Dios, ¿Por qué tuve que estar de viaje al igual que Ana? Lástima que no puedo hacerle nada porque es su hermano menor — se vuelve a cruzar de brazos furioso.
— Lo sé… no le dije nada a ella — bostezo dándome cuenta que me ha entrado el sueño repentinamente y apenas son las 10 de la noche — Me iré a dormir… buenas noches, Eli… — me da un beso en la frente y sale de mi cuarto.
Me acuesto quitándome las converses con mis propios pies y me deje llevar cerrando los ojos en un dulce sueño.
(…)
Martes, 14, diciembre, 2027.
Aplaudo emocionada por terminar el documento donde habla sobre la existencia del Dios del inframundo, se puede leer con claridad todo y se ve como nuevo, eso me hace sentir orgullosa de mi trabajo. Me levanto para estirarme un poco más, la puerta se abre por el mayordomo el cual se llama Guillermo, trae una bandeja con té y unas frutas picadas, me siento un poco consentida en cuanto a la comida.
— ¿Comerá aquí o en la biblioteca? — miro la ventana.
— Aquí… por favor — asiente entrando y dejando la bandeja en una mesa cerca de la ventana y se retira después de darle las gracias.
Me siento en la ventana tomando la taza para olerla y después tomarla sintiéndome relajada y tranquila. En estos días mis amigos han querido saber en dónde trabajo y para quien pero conociéndolos se preocuparían aún más de lo que ya están si le dijera que trabajo para Hades Kana.
— ¿En qué piensas tanto? — pregunta alguien, me volteo mirando a la puerta y lo veo, no lo había vuelto a ver desde el sábado que ingrese a trabajar pero al parecer tenia trabajo por hacer, se nota cansado pero no lo demuestra.
— En la vida — respondo y lo veo sonreír por primera vez, el solo hacer eso se ve menos intimidante de lo que creí — ¿Y tú? — pregunto, se acerca mirando el estudio.
— En la muerte… — trago saliva cuando ya está frente a mí, miro por la ventana lo que he estado mirando desde hace rato, se puede observar el mar — Aunque la vida es hermosa… la muerte lo es aún más — sin decir nada más se voltea para irse, pero me levanto haciendo que se detenga.
— He terminado el documento… — me mira y señalo la mesa, se acerca a ella para mirar mi trabajo.
— Puede retirarse y descansar, según lo que me dijeron te has ido muy tarde últimamente… tomate el día de hoy y mañana libre… debería velar por la salud del niño — se va sin esperar que diga algo.
(…)
Observo el sobre de billete que me dio el mayordomo antes de irme, son las 3 de la tarde y me siento aburrida pero el sobre me mantiene algo ansiosa por saber cuánto he ganado por mi primer trabajo, me cruzo de brazo sentada en mi escritorio, la puerta se abre pero no veo quien es por lo concentrada que ando pensando en si abrir o no el sobre, encima de pensar en qué hacer con el dinero.
— Oh… llegaste temprano, sospechaba que los zapatos de la entrada fueran los tuyos — escucho a Ana, la miro con su ropa de oficina ya que trabaja para una empresa de cosméticos. — ¿Te pagaron? — pregunta y asiento — Oh por Dios eso es bueno, Hali — me abraza feliz.
— Creo que ya sé en qué podría gastar — susurro para mí, se aleja de mí mirándome — ¿Podrías llamar a tu ginecóloga para pedir una cita para mañana? — pregunto y chilla aún más emocionada.
— Pensé que te ibas a durar más en ver cómo está el pequeño, niña — sale corriendo de mi cuarto y niego tomando el sobre, comienzo a contar y después minutos me quedo helada.
¿Qué hare con 3 mil euros? Pues fácil, ahorrar para lo que necesite mi bebé.
— Ya la llamé, mañana a las 9 de la mañana tienes la cita — dice la castaña entrando otra vez a mi cuarto pero se detiene mirando su teléfono — Tengo que salir — mira sin ganas el mensaje.
— Ve, estaré bien sola, dudo que Eli llegue tarde hoy, encima me puedo cuidar sola — me mira con cara de cachorro mojado.
— Pero es una cena familiar y eso es lo que me frustra, Hali — lloriquea a lo dramático — Ya sé, ven conmigo — niego recordando que Julián es su hermano — En serio, Hali, tú nunca me niegas una cena con mi insoportable familia, ¿Qué sucede? — miro a otro lado.
— Prefiero estar en casa, encima no me siento bien, ya sabes, me dan náuseas y no quiero que tu familia sepa de que estoy embarazada y el padre del bebé y yo estamos separados… — lo procesa sentándose en mi cama.
— Había olvidado que mi familia es muy correcta — murmura y me río un poco — Te regañarían por estar embarazada fuera del matrimonio y luego te echaran y te prohibirán ser mi amiga y harán lo posible para que ya no viva contigo y muchas cosas más que solo una familia religiosa harían — asiento a su comentario.
— Ahora lo entiendes, me alegro que no tengas su misma mentalidad — me mira con ternura.
— Gracias por decirlo, me costó abrir mi mente a todo — se ríe levantándose y suspira — Bueno, tengo que disfrazarme… — se despide con la mano yéndose de mi cuarto, suspiro mirando la ventana de mi cuarto viendo el cielo y unos que otros edificios a lo lejos aunque mi apartamento este en un tercer piso.
(…)
Jueves, 16, diciembre, 2027.
Camino hacia la puerta de la mansión pero me detengo al ver un carro que no conozco frente a la mansión y lo sé ya que llevo una semana y conozco cada carro, todo por aburrimiento. Niego un poco, no debo ser chismosa.
Entro gracias a que el mayordomo me abre la puerta, me mira un poco sorprendido.
— Señorita Frey… ¿Qué hace aquí? — pregunta, frunzo el ceño un tanto confundida.
— Pues vine a comenzar con otra reconstrucción, el señor Kana me dio día libre ayer… — se ve que lo procesa y me deja pasar, camina a mi lado hasta llegar al estudio cuando escucho algo romperse en el comedor ya que este queda de camino al estudio.
Seguido de eso, unos gritos, miro a Guillermo quien se ve un poco incómodo pero no va a ver nada, eso me pone aún más confundida y aún más curiosa por saber lo que sucede ahí pero solo toca mi espalda para seguir caminando ignorando lo que sucede allá adentro.
Narra Hali Frey.Entro al estudio y miro a Guillermo quien mira el pasillo con nervios.— Guillermo… ¿Qué sucede? — pregunto con cuidado, me mira.— Nada de lo que tenga que preocuparse, señorita Frey — asiento poco convencida de sus palabras, se va cerrando la puerta, me quito el bolso poniéndolo en la mesa y me amarro mi corto cabello, miro a todo lados para comenzar a trabajar y mantener mi mente ocupada y no en lo que esté pasando en el comedor.Elijo un cuadro que me ha llamado la atención, miro por la ventana viendo que de la mansión sale una mujer pelirroja al patio y tras de ella sale Hades, frunzo el ceño cuando empiezan a discutir aunque no puedo escuchar nada pero por lo que veo sí parecen discutir.Sin darme cuenta las cortinas se cierran para que no vea más lo que está afuera, miro que ha sido el mayordomo quien ha puesto las cortinas, me sonríe con nerviosismo que no entiendo. Me alejo de la ventana y pongo el cuadro en la mesa larga.— Si necesita algo, puede presionar
Narra Hades Kana.Lunes, 20, diciembre, 2027.Observo la figura de la mujer que restaura mis obras moverse de un lado a otro mientras observa un cuadro en el que empezó a trabajar el jueves pasado. La miro un segundo más y me voy a mi despacho, miro el reloj de mi muñeca que indica que ya es casi la hora de la merienda.Entro a mi despacho y me siento en la silla para luego mirar la carpeta en donde está todo lo relacionado con Hali Frey, la madre de mi hijo, de seguro se preguntaran como sucedió esto. Hace dos meses había llegado de un viaje y claro como era viernes, necesitaba despejar la mente de todo el trabajo agotador.Pero no sabía que esa noche la iba a ver, una mujer morena de ojos verdes y cabello castaño largo, metida en un vestido negro con escote profundo en su espalda, su figura me cautivó junto con su mirada inocente y tímida que la hacía ver más santa que otras mujeres, no sé si fue su capacidad de fingir tal personalidad que hizo que me acercara a ella.Claro, parecía
Narra Hades Kana.Miércoles, 22, diciembre, 2027.— ¿Alguna respuesta? — pregunto viendo entrar a Guillermo, niega y resoplo echándome hacia atrás en mi silla.— Señor, ¿No cree que está siendo un poco impaciente? — lo miro a los ojos — Solo pregunto, mi señor — miro a la ventana la vista del jardín.— ¿Sera que tiene novio? — me pregunto.— Dudo de eso, señor — responde a mi pregunta, me levanto saliendo del despacho, salgo al jardín y con un silbido llamo a mis tres perros, me quito el saco dándoselo a Guillermo que se para a mi lado.— A ver, muchachos — son tres perros daneses, Black, Red y Blue, sí, cada uno tiene un nombre en inglés, los hubiera llamado como el perro guardián del verdadero Dios griego pero eso no me parecía nada original — Guillermo, los juguetes — mi mayordomo hace sonar una campana haciendo llamar a un sirviente.— Los juguetes de los daneses — ordena y el sirviente se va — ¿Ya ha pensado en un nombre para el heredero? — pregunta haciendo que lo mire.— Aun no
Narra Hali Frey.— ¿Pero si me cuenta una historia para dormir? — termino de leer después de sentirme mal por vomitarle el comedor y sentir que se fue sin terminar su comida porque le di asco, el solo saber eso, me sentí mal y que podría morir en cualquier momento y ahora me dice que me perdona si le cuento una historia para dormir como si aceptar ir con él a su fiesta navideña no fuera suficiente.Pero no puedo quejarme, el señor Kana ha sido muy generoso conmigo como para rechazarle una invitación o lo que acaba de pedir a cambio de su perdón. Respiro profundo y busco un libro que tenga cerca, no puedo durar tanto en responder, tomo uno que había conseguido en un viaje a España y lo vi en un pequeño puesto, fue la primer vez que había salido de mi país y solo tenía 18 años.— Aquí la mujer, yo el dormido — leo una hoja con el audio activado — Gaspar Ilóm… El Gaspar Ilóm deja que a la tierra de Ilóm le roben el sueño de los ojos… El Gaspar Ilóm deja que a la tierra de Ilóm le boten l
Narra Hali Frey.Viernes, 24, diciembre, 2027.Me miro en el espejo que tengo en mi habitación y no logro reconocerme con el vestido puesto, Ana entra y me mira impresionada, ya estaba vestida por completo, solo faltaba maquillarme, algo que solo Ana se ocuparía porque conociéndome soy un desastre, al menos pude hacer algo con mi corto cabello. — Te ves hermosa… ay, voy a llorar — la miro un momento y niego, Eli entra y se sienta en la cama poniéndose unas converses, no iba muy elegante pero tampoco muy descuidado — Me impresiona que tengas ropas así en tu closet — Eli la mira y rueda sus ojos para luego mirarme a mí, de pie a cabeza.— Son mis ojos o veo un hada en esta habitación — Ana sonríe halagada — No hablo de ti, piojosa — la castaña le lanza algo indignada.— Como quieras… ven siéntate, vamos a maquillarte — me siento y comienza a maquillarme un poco, solo suspiro — Listo, como te gusta la sencillez, no hice mucho, no te olvides llamarnos si sucede algo — me miro el maquill
Narra Hades Kana.La veo salir del carro y me pongo a pensar en sí fui muy directo con ella o no me considera un padre para su hijo, tal vez aun me tenga miedo o en realidad está saliendo con alguien y yo no me he dado cuenta. Me quede pensativo que no me di cuenta cuando tenía a Guillermo frente a mí sirviéndome una taza de té a las 4 de la madrugada.— ¿Cuáles son sus nuevas preocupaciones, mi señor? — pregunta tomando de su té mientras yo miro mi taza servida en la mesita de la sala de estar. Levanto la mirada y miro al viejo que me ha servido por más de 18 años.— Fui a la fiesta con la señorita Frey — cuento y asiente tomando un galleta, relato todo lo que sucedió en esta noche — Y le dije que le daría el apellido al niño, o sea, a mi propio hijo y solo se escapó — concluyo levantándome del sofá molesto de solo pensarlo — Le dije que fuera mi prometida de mentira, solo para tener más cerca a mi hijo y se escapó — Guillermo asiente sin decir nada — Siento que ella aun me tiene mie
Narra Hali Frey.Lo que el señor Kana había dicho, me puso a pensar demasiado y no era eso lo que me preocupaba, sino, el no poder regresar al edificio porque las calles se inundaron por completo, lo que me da a entender, que pasare año nuevo con el señor Kana, mi jefe que fue a ayudarme cuando no podía sostenerme más por el miedo a los truenos que tengo desde chica.Algo que quisiera olvidar, pero que me persigue diciéndome que debo recordar con claridad esa noche de alguna manera que no quiero. Pero, por otro lado, me tiene pensativa que el señor Kana pensara que yo le tenía miedo a él cuando solo me daba vergüenza estar en su presencia a veces, aunque no me incomoda para nada, es el primer hombre a parte de Eli que puedo tener cerca.Realmente puedo confiar en mi jefe, supongo.Después de un rato perdida en mis pensamientos, llega la sirvienta y se lleva la bandeja de comida, haciendo que me acueste encontrando la manera más cómoda de acostarse en la cama, miro al techo sin dejar d
Hades Kana.Martes, 22, febrero, 2028.Desde aquel día, el querer verla a cada momento y saber que no le va a pasar nada, se había vuelto una nueva costumbre, más sabiendo que no le doy miedo para nada, pero tengo en claro que todo es por el bebé en su vientre, que, hasta los momentos, ha comenzado a notar, aun así no se sabe que será, solo intento acercarme un poco a ella.Solo que, con los negocios, los viajes fuera de la ciudad o incluso fuera del país, me han hecho las cosas difíciles, por lo que no he logrado hacerme cercano a ella para nada.— Señor, hoy tiene una cena con sus hermanos — alzo la vista hacia Guillermo quien revisa la tableta, suspiro y lo veo levantar la mirada, se acomoda los lentes y baja la table para mirarme bien — Lo veo muy pensativo, mi señor, no se molestó cuando dije que tiene una cena con sus hermanos, ¿Algo le preocupa?, ¿Tal vez la señorita Frey tiene algo que ver? — alza su ceja, miro a otro lado evitando su mirada.— No sé, Guillermo, este año no es