Narra Hades Kana.La veo salir del carro y me pongo a pensar en sí fui muy directo con ella o no me considera un padre para su hijo, tal vez aun me tenga miedo o en realidad está saliendo con alguien y yo no me he dado cuenta. Me quede pensativo que no me di cuenta cuando tenía a Guillermo frente a mí sirviéndome una taza de té a las 4 de la madrugada.— ¿Cuáles son sus nuevas preocupaciones, mi señor? — pregunta tomando de su té mientras yo miro mi taza servida en la mesita de la sala de estar. Levanto la mirada y miro al viejo que me ha servido por más de 18 años.— Fui a la fiesta con la señorita Frey — cuento y asiente tomando un galleta, relato todo lo que sucedió en esta noche — Y le dije que le daría el apellido al niño, o sea, a mi propio hijo y solo se escapó — concluyo levantándome del sofá molesto de solo pensarlo — Le dije que fuera mi prometida de mentira, solo para tener más cerca a mi hijo y se escapó — Guillermo asiente sin decir nada — Siento que ella aun me tiene mie
Narra Hali Frey.Lo que el señor Kana había dicho, me puso a pensar demasiado y no era eso lo que me preocupaba, sino, el no poder regresar al edificio porque las calles se inundaron por completo, lo que me da a entender, que pasare año nuevo con el señor Kana, mi jefe que fue a ayudarme cuando no podía sostenerme más por el miedo a los truenos que tengo desde chica.Algo que quisiera olvidar, pero que me persigue diciéndome que debo recordar con claridad esa noche de alguna manera que no quiero. Pero, por otro lado, me tiene pensativa que el señor Kana pensara que yo le tenía miedo a él cuando solo me daba vergüenza estar en su presencia a veces, aunque no me incomoda para nada, es el primer hombre a parte de Eli que puedo tener cerca.Realmente puedo confiar en mi jefe, supongo.Después de un rato perdida en mis pensamientos, llega la sirvienta y se lleva la bandeja de comida, haciendo que me acueste encontrando la manera más cómoda de acostarse en la cama, miro al techo sin dejar d
Hades Kana.Martes, 22, febrero, 2028.Desde aquel día, el querer verla a cada momento y saber que no le va a pasar nada, se había vuelto una nueva costumbre, más sabiendo que no le doy miedo para nada, pero tengo en claro que todo es por el bebé en su vientre, que, hasta los momentos, ha comenzado a notar, aun así no se sabe que será, solo intento acercarme un poco a ella.Solo que, con los negocios, los viajes fuera de la ciudad o incluso fuera del país, me han hecho las cosas difíciles, por lo que no he logrado hacerme cercano a ella para nada.— Señor, hoy tiene una cena con sus hermanos — alzo la vista hacia Guillermo quien revisa la tableta, suspiro y lo veo levantar la mirada, se acomoda los lentes y baja la table para mirarme bien — Lo veo muy pensativo, mi señor, no se molestó cuando dije que tiene una cena con sus hermanos, ¿Algo le preocupa?, ¿Tal vez la señorita Frey tiene algo que ver? — alza su ceja, miro a otro lado evitando su mirada.— No sé, Guillermo, este año no es
Hali Frey.En un momento me encontraba terminando una pintura y de pronto estaba en la cama siendo limpiada por Hades, ya que mis manos y rostro se habían machado de pintura que yo no me daba cuenta que tenía hasta que me veía en el espejo y me miraba las manos, siempre me suele suceder.— Señor… — me mira fijamente y carraspeo olvidando que me había pedido llamarlo por su nombre y no formalmente — Puedo… limpiarme yo — sigo diciendo tomando su mano en donde tiene el paño sobre mi rostro.— No es ninguna molestia, déjame terminar — trago saliva al escuchar su voz tan cerca de mí, estábamos a solas, había pasado un tiempo en el que no nos veíamos seguidos por sus viajes de negocios y no era porque comenzara a sentir cosas por mi propio jefe, tal vez, es por el embarazo que me tiene sensible.Cierro los ojos por un momento sintiéndome avergonzada por como me mira tan concentrado, Hades es un hombre realmente perfecto, aunque todo en él da vibras de gato negro, porque prácticamente todo
Hali Frey.Salgo de mi habitación lista para irme a trabajar cuando me encuentro a Julián en la isla de la cocina desayunando, no veo rastro de Ana o de Eli, supongo que salieron primero a sus trabajos.— Buenos días — dice al mirarme, saludo entrando a la cocina por algo de tomar — No sabía que estas embarazada… ¿Por eso renunciaste? — lo miro bebiendo de jugo de naranja.— Si, encontré otro trabajo — dejo el vaso en el lavaplatos — Bueno, me retiro — salgo de ahí sin esperar que diga algo más, no sé cuánto tiempo durará en quedarse en el apartamento, pero si es mucho tiempo, no creo soportarlo, menos ahora que conozco su verdadero rostro.En algún momento, hubiera estado emocionada por tenerlo ahí viviendo con nosotros, pero ahora me parece lo más incómodo que he encontrado jamás en una persona.Al llegar a la salida del edificio veo un carro diferente, frunzo el ceño al ver a Hades bajar del carro, me abre la puerta y aunque todo me esta pareciendo extraño, me subo sin decir nada a
Hades Kana.Escucho un chillido haciendo que mire por donde había entrado Hali, era la primera vez que visitaba su apartamento, posiblemente la última porque me la llevaba a mi mansión, al parecer no me bastaba con verla 12 horas, sino que la quiero ver 24 horas y estar más al tanto ahora de mi hijo, sabiendo que será un niño con el nombre de “Darien”, ya me tenía a la idea ese nombre y con ese se va a quedar.Mi pequeño heredero Darien Kana.El solo juntarlo con mi apellido, queda perfecto. Al menos no tendría nombre de algún Dios griego como mis hermanos.— ¡Es un niño, es un niño, Eli, ahora págame la apuesta! — escucho que grita la castaña que sale del cuarto, el chico la mira y niega sacando su billetera para pagarle por ganar la apuesta, algo que me parece gracioso.Me acerco a la habitación y veo que es como entrar a un bosque de hadas, tiene muchas cosas, todo tienen alguna figura extraña y colorida, un cuadro grande con fotos de Darien que me gustaría llevar.— Mañana llamare
Hali Frey.Lo veo salir de la biblioteca, aunque solo lleve menos de 24 horas viviendo bajo su techo, nunca me había sentido tan tranquila, incluso, me siento más en compañía a cuando vivía en el apartamento con mis amigos, a los cuales debo mantener informados y esperar las cajas que traen el resto de mis cosas. Aunque fui algo impulsiva el decidir de manera rápida, pero también él no me dejó pensarlo mucho y se decidió de esa forma.Me levanto luego de comer y me regreso al estudio que para mi suerte no tengo que pasa por el comedor, una vez que me pongo a continuar con mi trabajo, no me doy cuenta de las horas hasta que llegó el mayordomo con una bandeja, al parecer ya era la hora de comer.Ya sola, me siento cerca de la ventana y comienzo a comer el espagueti mientras miraba el jardín que durando 4 meses en el que he estado aquí, no he salido a verlo por mi cuenta, pero eso ya seria hablarlo con Hades sobre el nuevo trato de vivir bajo su techo.— ¿Has terminado de comer, señorita
Hades Kana.Me siento de golpe mirando en donde me encuentro, miro mi ropa desarreglada y los vagos recuerdos vienen a mi cabeza, puedo jurar que Zeus me hizo tomar de más y me quedé dormido en el sofá, pero no sé cómo he llegado a mi cama y por qué las sábanas tienen un dulce olor como si Hali hubiera estado anoche aquí. Aun así, me levanto y llego al baño en donde me observo en el espejo, notando unos pequeños chupones en el cuello y parte de la clavícula.— ¿Qué sucedió anoche? — susurro preguntándome para luego tomar una siesta.(…)La observo comer de manera tranquila, su rostro parece brillar, como si de verdad hubiera tenido un sueño reparador, como si de verdad durmió bien, pero lo que me llama la atención son los chupones en su cuello, me mira a los ojos y se sonroja continuando con su desayuno, miro a Guillermo que no me mira para nada, como si supieran algo que yo no sé.— Guillermo… — lo llamo sin dejar de mirar a la morena que se encuentra tranquila, me levanto terminando