Derek Ruler
2 meses antes — ¿Estás seguro de querer hacer esto? —era la quinta vez en la semana que preguntaba lo mismo. —No me harás cambiar de opinión. Si es lo que buscas puedes largarte por donde entraste. —conteste seriamente. Estaba jodidamente cansado de escucharlo hablar. Él no iba a conseguir lo que quería. Paul quería que esperara a la “indicada”. Cosa que estaba equivocado. No había nadie para mí, no iba a volver a estar con nadie y mucho menos volver a pasar por un romance. —Esta claro que no lograre eso. —soltó negando con la cabeza. —Qué bueno que lo tengas claro. Ahora ve y dile que pase. —dije sirviéndome un vaso de whisky. Salió de la oficina y a los minutos ingreso con una mujer a su lado. Al observarla bien tenía en claro que esta mujer una vez que tuviera a mi hijo nunca más volvería a saber de él. Lo tenía bien claro. —Sr. Ruler le presento a la señorita Welsh. —Nos presento mi amigo y mano derecha. De señorita esta mujer no tiene nada. Pensé. —Seré breve señorita Welsh no hace falta ser tan cordiales. Paul ya le mostro el contrato, —apoye el contrato sobre el escritorio junto a una lapicera sobre el. — ¿Acepta o se larga? El silencio inundo el despacho por un momento. Estaba completamente seguro de que iba a aceptar. ¿Quien no lo haría por una cantidad de dinero considerable? Cualquier ser humano lo haría. —Si no acepta lárguese por dónde vino. —tome lentamente el contrato atrayéndolo hacia mi. —Acepto Sr. Ruler. —dijo rápidamente observando el contrato sobre el escritorio. —Entonces firme, no me haga perder el tiempo. —dije bruscamente. Ella tomó la lapicera y firmo. —A tomado la decisión correcta —tomé el contrato. —Su paga será transferida cuando el procedimiento de inseminación acabe. —ella asistió. —Dale la ubicación, fecha y hora. —dije para luego salir. *** —La señorita Welsh ya se encuentra con Esteban.—me informó Paul. —Bien. Apenas terminen los quiero aquí. —él asintió y salió del consultorio de Esteban. *** Estaba parado apoyado sobre el escritorio, esperando impacientemente a que se dignen en venir, en ese instante la puerta fue abierta y por ella entró Paul. —¿Dónde están? —pregunte. —El señor Esteban está en el quirófano y la señorita Welsh se fue. Apenas termino de hablar arroje el florero que tenia a mi izquierda hacia el piso. —Dije que vinieran. —dije apretando los dientes. —Derek llegue a hablar con ellos. Cuando llegue la enfermera me dijo lo que te acabo de decir. —Esperaremos hasta que Esteban salga. 1 hora después. La puerta del consultorio nuevamente fue abierta por Esteban quien iba entrando con cara de cansancio. — ¿Qué haces todavía aquí? —preguntó. —Quería hablar contigo y con la señorita Welsh, pero ya no estaban. Dime ¿cómo salió todo? —pregunte esperando que su respuesta fuera positiva. Estaba demasiado ansioso de ser padre. Era algo que quería desde hace mucho tiempo. —Muy bien, ahora solo hay que esperar 3 semanas.—tomamos asiento. —No me habías dicho que la mujer era tan hermosa. —Lo mire incrédulo. ¿Veía bien? — ¿Hermosa? ¿ves bien? Esa mujer no tiene nada de hermosa. —Él que no ve bien eres tú, esa mujer es hermosa amigo. —estaba por contestarle cuando la puerta fue abierta bruscamente. —Lamento la demora. Se me ha hecho tarde. —¿Usted es? —pregunta Esteban confundido. —Welsh, perdón por el retraso. —Esteban me miró con los ojos bien abiertos. — ¿Ella es la señorita Welsh? —pregunto en shock. —Si. — le contente y mire a la mujer. —¿Cómo que llega tarde? —Derek... — hablo Esteban— me he equivocado de mujer. Insemine a otra mujer. 3 semanas después —Aquí tienes. —dijo entregándome la carpeta con la información de ella. —Se encuentra todo lo que necesitas saber.Al abrir la carpeta pude observar todos los datos de ella: Nombre: Aura Welsh Edad: 28 años Padres: Raffaela Welsh. Zander Welsh Carrera: Doctora. Estado: Relación de 2 años con Liam Thompson. Había más información, pero solo vi lo importante. Al final de la carpeta se encontraba una fotografía de ella. — ¿Qué es lo que prosigue? —pregunta Paul. —Lo primero es saber si esta o no embarazada. —hablo Esteban. Yo era Derek Ruler un hombre de 36 años. A mi edad era dueño de mi propia empresa, la funde con los pocos recursos que tenía. Hoy en día entra en las mejores empresas. Eso me hizo creer que todo esfuerzo tiene su recompensa. Mi familia solo estaba compuesta por mi madre y mi querido hermano de 5 años. Hace ya varios años buscaba esto; el convertirme en padre. Lo anhelaba más que nada en esta vida. Hasta hace unos días creía que eso no era posible, pero al escuchar de que había una posibilidad mi corazón comenzó a latir más fuerte que nunca. No quería ilusionarme, pero lo estaba haciendo.—Le haremos una visita hoy mismo. No voy a quedarme con la duda de saber si soy padre o no lo soy.Aura Welsh—¿Se pondrá bien?— oí decir.Todo a mi alrededor se encontraba negro, pero desde lejos veía una luz blanca que se hacia cada vez más cercana a medida que iba caminando hacia ella. —Si, solo fue la sorpresa. Sentía un olor demaciado fuerte a alcohol. Estaba volviendo, lo sentía.—Que alivio que estés consciente. —asentí llevando una de mis manos a mi cabeza. —Fue un maldito sueño ¿no? — pregunte a lo que se miraron— Esto tiene que ser una maldita pesadilla. ¿Cómo pasó? ¿cómo es que estoy embarazada? Tenia tantas preguntas rondando por mi cabeza que no lograba ni siquiera conseguir la respuesta de ninguna de ellas. —La verdad no lo sé ¿Liam y tú se han cuidado? —Él está más que descartado. —negué con la cabeza. — Hace meses dejamos de tener relaciones, él no puede ser. —Tuviste como se dice emm...— la interrumpí. —No, ni se te ocurra. No he estado con nadie. —Bien. En ese caso no se que decirte amiga.—¿De cuantas semanas estoy? —pregunte. —Exactamente tres semanas
Derek Ruler Al escuchar lo que había dicho sabía que todo iba a cambiar. No me pensaba largar de su casa, así como así. Mi sueño se estaba por cumplir, iba a ser padre. Lo iba a ser. —Eso cambia los planes. El bebé que estás esperando es mío, yo soy su padre. —solté observándola. —¿Cómo ha dicho? Eh oído bien. —asentí.— No, no, eso es imposible. —Señorita, lo que dice Derek es verdad. Por accidente el Doc. Esteban la inseminó. —Lo esta diciendo como si fuera lo más normal cuando no lo es. —soltó de repente— Escúcheme bien, me encargare de hundir esa clínica al igual que al estúpido doctor por haber cometido semejante error. Un error que será reparado en días. Al oír la última oración mis músculos se pusieron rígidos, ella no podía abortar, no podía permitir eso. —No le hará daño a mi hijo. Nunca permitiré que lo dañe, ¡Nunca! —grite lo último. —¡Es un feto , un error que no quiero. No voy a ser madre, no lo seré! —grito. —Yo me haré cargo del bebé, no hace falta que usted est
Aura Welsh 1 semanas después. El tiempo había pasado rápidamente, cuando quise darme cuenta ya me encontraba de cuatro semanas de embarazo. En este tiempo me había obligado a mi misma a pensar en que hacer, que opciónes tenía y cuales podía usar, pero de todas solo una logro por completo en que me decidiera a hacerlo. 《Abortar… no hay otra opción. 》Recordé mis palabras, unas que fueron con todo el dolor posible, porque aunque no lo quería, me dolía de solo imaginarme que lo haría. El bebé no tenía la culpa, pero yo no podía vivir sabiendo que tenía un bebé en algún lugar del mundo si sabía que lo tenía. Y hoy era el día. El día que por fin terminaría con esto de una vez por todas y volvería a mi rutina de antes. Volvería nuevamente a mi vida. De un día para el otro había conseguido turno en una clínica de aborto muy popular, una de las primeras en implantarlo en la sociedad. Si, pensaba abortar. Lo había pensado una y otra vez para llegar a la conclusión de que no podría ser
Aura Welsh Todo estaba tomando sentido. Hoy planeaba darle la noticia a mis padres. También planeaba ir a lo de Liam y contarle lo que había pasado. Sentía un poco de miedo a como podían reaccionar. Era raro que tu novia dijera que iba a esperar un bebé de un desconocido, no era creíble del todo. Me encontraba en mi casa esperando que Jade termine de alistarse, ella se había ofrecido en acompañarme. Se había vuelto una gran amiga en tan poco tiempo. —Ya estoy lista. —dijo entrando al comedor con un vestido suelto color azul marino y un saco negro. —Estas hermosa. —dije con una sonrisa en mis labios. —para luego agregar— Vamos. —me levanté del sillón. —Gracias, Aura. —tomó mis manos y dijo— Todo estará bien.—Espero que si. Gracias por acompañarme y estar para mi en estos momentos. —Gracias a ti por nunca dejarme sola. Salimos de la casa, nos subimos al carro y empecé a conducir directo para la casa de mis padres. —Has tomado la mejor decisión de tu vida. —Fue la mejor. Si esto
Aura Welsh Mi embarazo ya se encuentra mas avanzado, hoy estoy cumpliendo seis semanas de embarazo, tenía que esperar hasta la séptima semana para poder hacerme la primer ecografía y poder ver al bebé.Hoy era domingo, Derek pasaría a buscarnos a Jade y a mí. Para ir a no se donde. La invitación solo era para mí, pero no planeaba dejarla sola. —¿Estas lista Jade? —pregunte. —Sí, sí ¿segura que quieres que los acompañe? —pregunta apenada.—Si, no planeo dejarte sola con tú embarazo tan avanzado. —dije para luego acariciar su vientre de siete meses. —Gracias, Aura. —me abrazo y agregó—Por todo. —derramando lagrimas. —No, no llores que me harás llorar a mi también. Estas hormonas están revolucionadas. —dije al sentir como las lágrimas se avecinaban. En eso la puerta sonó captando nuestra atención.—Iré a abrí. —Asentí tratando de calmar este mar de lagrimas. Por la puerta entró Derek alterado. Al verme se relajo, pero duró poco al ver mis ojos húmedos, vino hacia mi y tomó mi
Aura Welsh Empecé a abrir los ojos lentamente acostumbrándome a la luz del día. Luego de unos minutos al poder acostumbrarme pude notar a Derek durmiendo en el sofá de la habitacion. Se lo notaba a simple vista desaliñado, pero que dormía placenteramente como si de un bebé se tratase. Desde el primer momento en el que lo conocí nunca me había detenido a observarlo con determinación, pero ahora que lo estaba viendo podía decir con seguridad que era apuesto, solo apuesto. —Me vas a ojear. —dijo él aun con los ojos cerrados. No le respondí nada, lo único que hice fue apartar rápidamente la mirada con más mejillas sonrojadas. —¿Qué haces aquí? —pregunte luego de un rato de silencio levantándome de la cama yendo hacia el baño. —No iba a dejar que pases la noche sola. —contesto aun con los ojos cerrados. Nuevamente no volvía responder. — ¿Ya te levantaras? —pregunto extendiendo la mano hacia la mesita que tenía a su izquierda. —Si ¿por qué preguntas?—Son las 6:00 am. aun —se levan
Aura Welsh Los golpes cada ves eran más fuertes. Se podía escuchar los crujidos de la puerta, algunos más y no la contaba. Me observe en el espejo una vez más. Me sentía vulnerable, esta era la segunda vez luego de años de no volverme a sentir así. La última vez fue por la señora que se hacía llamar mí madre, ahora por el padre de mi hijo. ¿Era necesario volver a repetir nuevamente la misma historia? ¿Era necesario que este momento me recuerde a la mujer que me dio a vida? Desde el momento en el que lo conocí todo me hacia volver hacia atrás recordándome a mi madre, a mi verdadera madre. Ella me tuvo por error. Yo lo tuve por error. Ella nunca me quiso. Yo hasta hace algunos días tampoco. Ella estuvo por abortar. Yo estuve a punto de seguir sus pasos. ¿En qué momento me estaba convirtiendo en ella? ¿En qué jodido momento? No quiero ser igual que ella. No lo quiero. Tome la jabonera que se encontraba a mi derecha y la lance hacia el espejo haciendo que se rompa en mil pe
Derek Ruler En el preciso momento en el que ella se había marchado sabía que lo que había echo era grave. Sabia que había cometido un grave error a soltar esas palabras, lo sabía. Al ver su rostro de tristeza y decepción pude notar que no había medido mis palabras. —Derek. —susurro mi madre. —hijo...Estábamos viendo como Aura se alejaba por la carretera acompañada de Jade y de ese tipo. —Derek… —volvió a llamarme mi madre. —No, no digas nada. Por favor... —supliqué. No podía escuchar en este momento su regaño, no ahora. No hoy que había mandado todo al jodido diablo. Ella asistió y se fue en silencio dejándome solo. Lo único que podía hacer era observar a la nada misma. Al estar unos segundos en silencio reaccioné y corrí hacia mi auto. Tenía que encontrarla y arreglar la mierda que había echo. Me subí al auto y encendí saliendo en busca de ella. No le pude avisar a mi madre ni mucho menos a Paul. En el camino mi mente trataba de pensar. Pensar en todo momento en ella. 《