Aura Welsh —Si tenemos algo de que hablar Aura, solo escúchame por un momento —se lo notaba arrepentido. —No. Estoy ocupada. —negué adentrándome al consultorio. Se adentro al consultorio y cerró la puerta detrás de él para volver a tomar la palabra. —Dame solo 15 minutos, luego me iré. —suplicó. —No tendrás ni un solo segundo, salte ya. —agarre el portafolio tratando de ignorar por completo su presencia. Escuche como dejo soltar un suspiro fuerte y al instante arrebato lo que tenía en mis manos. —¡Joder! —soltó— Ya basta. Déjame al menos tratar de explicarte. —solté un suspiro y asentí. —Te escucho.—Escucha, se que cometí un grave error al decirte eso, se que lo estas intentando y agradezco que lo estés haciendo, pero también entiéndeme a mi. Desde que intentaste abortar a mi hijo no puedo simplemente confiar en ti —agregó—, en qué harás todo lo posible para cuidarlo —dejó el portafolio en la mesa, se acercó a mi y, tomó mis manos. —, pero estoy intentando confiar en ti. So
Liam Thompson Habían pasado varias semanas desde que mí relación con Aura había terminado. No estoy seguro de que sucedió de la mejor forma, pero estoy seguro de que fue el momento justo de decirle que ya no sentía lo mismo que antes. Sabía que desde un principio tenía que decirle, pero no encontraba la forma de no lastimarla. Ahora se que es mejor hablar con la verdad aunque duela.Aunque se que de una u otra forma arruine lo que teníamos. Nuestra relación como así nuestra amistad. Ella antes que mi novia era mi amiga, mi cómplice, mi compañera, pero ahora ya todo se había acabado. Verla por los pasillos del hospital y no poder saludarla o darle un abrazo era destrozador. Ahora solo éramos unos simples colegas. Nada más que eso. Aunque para mi ella siempre será mi primer amor. La conocí cuando estábamos cursando la carrera, ella era mi compañera de asiento. Siempre solía codearme para preguntarme algo relacionado a la materia. Era muy cargosa en ese sentido. Todo empezó sin s
Aura Welsh Hoy finalmente cumplía 12 semanas de embarazo. Mi vientre cada vez se notaba un poco más, dentro de unas horas tenia turno con Corinne para poder saber el sexo. Con Derek estábamos tan ansiosos, y al mismo tiempo nerviosos. Tenía una ilusión, un anhelo. Quería que fuese una niña, una princesita. La ilusión de poder peinarla, de poder hacerle todo tipo de peinados me carcomia. Siempre habia querido eso, escucharla y darle todo tipo de consejos como madre y compañera de vida. En cambio, Derek quería que fuese un niño. Era raro, los hombres casi siempre quieren que fuera niña, pero él no. Hoy era lunes, hoy mi madre vendría a tomar el té. Llegaría en unos minutos, con Jade habíamos preparado unas galletas de chips. Tocaron el timbre;—Iré a abrir. —hablo ella. —Bueno. —contente tomando la bandeja, la llevé a la mesa y la deposite allí. —Hija. —me llamo mi mamá entrando a la habitación. —Mamá. —la abrazo a lo que me corresponde. — ¿Cómo está mi hermoso nieto? —pregunto t
Aura Welsh Ya sabíamos su sexo. En el momento en el que nos enterarnos literalmente ambos quedamos de piedra, pero muy contentos. Yo lloraba mientras que Derek besaba mi vientre sin importar el gel. Diría que fue y será nuestro retoño. Hoy en la cena planeabamos contar que sería, si niña o niño. Derek me había avisado que su madre y su hermano también estarían presentes en la cena. Sería una cena familiar para anunciar el sexo del bebé. No planeaba hacer una fiesta de revelación del sexo, era una pérdida de dinero como de tiempo en mi opinión. Además, en esas fiestas uno tiene que invitar a toda la familia, hasta con la que menos te llevas. Simplemente para quedar bien, aunque es hipócrita de su parte venir, pero si hay comida y bebida todos están presentes. Ahora me encontraba en mi recamara acostada. No planeaba hacer nada de provecho en todo el día. Mañana tenía guardia y tenía que descansar. Golpearon la puerta de mi habitación. —¿Puedo pasar? —pregunto Jade asomándose p
Varios años atrás. —¿Sabes que mi mayor sueño es ser padre?—lo mire y sonreí. Lo sabía perfectamente, siempre me lo hacía recordar cada vez que podía lo volvía a confesar. —Lo cumpliremos, juntos. —confesé. Más que una simple promesa para mí en realidad era todo un anhelo. Yo también quería ser madre. —Te amo. —expresó por lo que toque su mejilla mirándolo con amor. Él era mi amor, mi más grande amor. No diría que el primero, pero fue el último. —Yo te amo a ti, todo lo que hago es por ti. —¿De que hablas? —pregunto extrañado. —Todavía no es hora de que sepas mí historia, todavía no. —negué. —¿Me ocultas algo? —apenas soltó esa pregunta mire hacia otro lado negandome a contestarla. —Lo hago por nuestro amor. —agregué—Por los dos. —fue lo único que dije. —Las mentiras no van para nada bueno. —dijo serio. Y no le hice caso. Mentí y mentí cada vez que podía, en cada ocasión. Desde un principio él tenía razón. Había una parte de mi diciendo que no lo haga más, que no lo eng
Derek Ruler Cuando creí que todo ya había terminado ella tuvo que volver. ¿No se pudo haber quedado en mi jodido pasado? Ya la había enterrado y todo. La había desterrado de mi corazón. Ya destruyó mi pasado, ahora venia a destruir mi presente. —Responde, Derek —pidió Aura tocando mi rostro con sus delicadas manos. —Vámonos, Aura. —propuse— Vámonos lejos. —volvi a repetirlo tomándola de los hombros. — ¡No! —grito exaltada empujandome lejos de ella. —Ella les hará daño, a ti y a mí hija. No lo permitiré. No, no ahora que por fin puedo ser feliz. —¡No, Derek! —grito sobresaltada negando repetidas veces con la cabeza.Su padre al observar la situación de metió. —Si es lo mejor para mi nieta y mi hija es mejor que se vallan un tiempo hasta que las cosas se calmen un poco.—me apoyo. Mi madre lloraba junto con la madre de Aura. No iba a permitir que les haga daño a las dos personas importantes en mi vida. Si, estaba convencido. Estaba sintiendo algo por Aura, estaba naciendo al
Aura Welsh Habían pasado cuatro meses desde que me entregue a Derek. Cuatro meses de pura felicidad, de volver a vivir. Mi vida se podía decir que estaba siendo un cuento, pero no de hadas. Estaba viviendo la realidad, que para ser exactos era una mierda. No todo lo era, solo el hecho de estar alejada de mi familia, de mi trabajo. Hoy mi preciosa niña cumpliría ya 28 semanas, mi vientre había crecido demasiado desde hace meses. Era muy inquieta, demasiado para ser realista. Era todo felicidad, pero me faltaba un pedazo de mi corazón para ser completamente feliz. Me faltaba mi familia, quería volver a verlos, abrazarlos y besarlos. Los extrañaba demasiado. —De nuevo... —dijo rodeándome con sus brazos. —Ya es hora de volver, Derek. No podemos vivir toda la vida escondidos.—No quiero que les haga daño. —No lo hará, nos protegeremos el uno con el otro. Juntos como una familia. —Nuestra familia. —dijo acercando sus labios a los míos. —Nuestra familia. —me acerque tomando sus labi
Aura Welsh El tiempo volaba —literalmente— cuando se estaba o se sentía atrapada en un callejón sin salida. En estas 4 semanas que habían pasado, no había ni un rastro de Atanasia y eso para mi era muy sospechoso. —Gracias. —agradeció Jade. Estábamos en la iglesia bautizando al pequeño Gael, que por cierto Derek y yo seriamos sus padrinos. Nunca pensé en convertirme en madrina, era una responsabilidad muy grande, igual o casi que tener un hijo, pero no me importaba.El pequeño Gael era nuestro ahijado. —Gracias a ti, Jade por permitirnos ser los padrinos de Gael. —agradecí tomando la manito de mi pequeño. —Gracias, Jade. —dijo Derek tomando al pequeño Gael en brazos. ***Luego de acabar con la ceremonia del bautizo nos fuimos directo a mi casa para celebrar en familia. Una celebración chica, pero con los más importantes. —Aura mañana tengo que llevar al pequeño Gael al Médico ¿me podrías acompañar?—pregunto Jade.—Me encantaría, Jade. —Sonreí. Ma velada paso entre risas y ch