Atanasia. —Tienen que pagar y los harás pagar tú mi adorando hijo. —tome su mejilla.— Tú vengaras a tú madre de esos que la dañaron. —Si, madre. Lo haré. —dijo sonriéndome. —Alma será tu presa, enamórala y destrúyela. Si ella sufre él también lo hará. —Alma sufrirá. —le sonreí.—Muy bien, hijo mío. Ellos sufrirán, pero lo harán más. Derek pagará por haberme hecho esto. Por haberme cambiado por Aura. Pagaran ambos, los haré sufrir, rogaran por la vida de su hija. Lo harán. Ahora no solo soy yo, ahora también es mi querido hijo él que los quiere ver sufrir. Continuará...
Han pasado ya varios meses desde que esta historia empezó y ahora llegó el momento de darla por concluida.Estoy muy contenta, pero al mismo tiempo siento un poco de tristeza al saber que la historia de Aura y Derek terminó. Sabía perfectamente que cada cosa buena tiene su fin, pero no estaba psicológicamente preparada para este en especial. Así como Aura y Derek tuvieron su historia también la tendrán Alma y Gael. Esto aun no termina, queda todavía un largo camino por recorrer en;"Lo Nuestro Es Prohibido"( El prefacio se encontrará disponible hoy mismo. )Muchas gracias por el apoyó. Sígueme para estar atento a lo que se viene! Saludos 🖤 💫
—Llegaras tarde. —advirtió mi madre mirando su mano derecha en donde se encontraba su reloj. —Entrare un poco tarde el día de hoy.—le informe mientras preparo mi bolso— Iré al ginecólogo. —le hice saber. —¿Has sacado turno con Corinne? —pregunto.—No, ha salido de vacaciones. Por esta vez iré a otro ginecólogo —Al terminar la observé —, que se encuentra al otro lado de la ciudad. —¿Chequeo diario? —pregunta.—Me pondrán el Diu — solté la bomba esperando su reacción que para nada buena será. —Hija piénsalo, es un paso muy grande el que quieres dar. Por el amor de dios.—Ya lo tengo decidido, agradece que me pondré el Diu y que no será la ligadura de las trompas de Falopio. —Todavía no entiendo cómo es que no quieres tener hijos. ¿Siempre pondrás de escusa tú trabajo? —pregunto negando la cabeza. —Será porque no tengo tiempo. No quiero hijos —pause—, me iré yendo, saluda a papá de mi parte.—dije saliendo de la casa de mis padres. No debería de haber venido, me debería de haber qu
3 semanas después. —Es normal. —volví a repetir por 5ta vez. —No es normal que el periodo no te baje, ve y hazte revisar con Corinne. Me quedare más tranquila hija —dijo mi madre regañándome. Se estaba preocupado por algo que se que es normal. —Si eso hace que te quedes tranquila lo haré. —la observé.— Hoy tengo guardia. —De hoy no lo dejes pasar Aura Welsh. —me señaló con el típico gesto del dedo.Le deposité un beso en la frente y salí agarrando mis llaves. Haría una parada por mi casa para recoger mis cosas y luego pasaría a mi cafetería favorita por mi café cortado sin azúcar. Al estacionar bajé del carro dejando soltar un suspiro, levante la vista observando mi casa. Una casa humilde y lograda con mucho amor y sacrificio. Era un poco grande para una sola persona. La habitación principal, la de huéspedes y la de servicio. También se componía por un living, comedor y una cocina de un espacio abundante. Sumando el cuarto de lavado y el patio que era compuesto por una parrilla
Derek Ruler 2 meses antes — ¿Estás seguro de querer hacer esto? —era la quinta vez en la semana que preguntaba lo mismo.—No me harás cambiar de opinión. Si es lo que buscas puedes largarte por donde entraste. —conteste seriamente.Estaba jodidamente cansado de escucharlo hablar. Él no iba a conseguir lo que quería. Paul quería que esperara a la “indicada”. Cosa que estaba equivocado. No había nadie para mí, no iba a volver a estar con nadie y mucho menos volver a pasar por un romance.—Esta claro que no lograre eso. —soltó negando con la cabeza. —Qué bueno que lo tengas claro. Ahora ve y dile que pase. —dije sirviéndome un vaso de whisky. Salió de la oficina y a los minutos ingreso con una mujer a su lado. Al observarla bien tenía en claro que esta mujer una vez que tuviera a mi hijo nunca más volvería a saber de él. Lo tenía bien claro. —Sr. Ruler le presento a la señorita Welsh. —Nos presento mi amigo y mano derecha. De señorita esta mujer no tiene nada. Pensé. —Seré breve
Aura Welsh—¿Se pondrá bien?— oí decir.Todo a mi alrededor se encontraba negro, pero desde lejos veía una luz blanca que se hacia cada vez más cercana a medida que iba caminando hacia ella. —Si, solo fue la sorpresa. Sentía un olor demaciado fuerte a alcohol. Estaba volviendo, lo sentía.—Que alivio que estés consciente. —asentí llevando una de mis manos a mi cabeza. —Fue un maldito sueño ¿no? — pregunte a lo que se miraron— Esto tiene que ser una maldita pesadilla. ¿Cómo pasó? ¿cómo es que estoy embarazada? Tenia tantas preguntas rondando por mi cabeza que no lograba ni siquiera conseguir la respuesta de ninguna de ellas. —La verdad no lo sé ¿Liam y tú se han cuidado? —Él está más que descartado. —negué con la cabeza. — Hace meses dejamos de tener relaciones, él no puede ser. —Tuviste como se dice emm...— la interrumpí. —No, ni se te ocurra. No he estado con nadie. —Bien. En ese caso no se que decirte amiga.—¿De cuantas semanas estoy? —pregunte. —Exactamente tres semanas
Derek Ruler Al escuchar lo que había dicho sabía que todo iba a cambiar. No me pensaba largar de su casa, así como así. Mi sueño se estaba por cumplir, iba a ser padre. Lo iba a ser. —Eso cambia los planes. El bebé que estás esperando es mío, yo soy su padre. —solté observándola. —¿Cómo ha dicho? Eh oído bien. —asentí.— No, no, eso es imposible. —Señorita, lo que dice Derek es verdad. Por accidente el Doc. Esteban la inseminó. —Lo esta diciendo como si fuera lo más normal cuando no lo es. —soltó de repente— Escúcheme bien, me encargare de hundir esa clínica al igual que al estúpido doctor por haber cometido semejante error. Un error que será reparado en días. Al oír la última oración mis músculos se pusieron rígidos, ella no podía abortar, no podía permitir eso. —No le hará daño a mi hijo. Nunca permitiré que lo dañe, ¡Nunca! —grite lo último. —¡Es un feto , un error que no quiero. No voy a ser madre, no lo seré! —grito. —Yo me haré cargo del bebé, no hace falta que usted est
Aura Welsh 1 semanas después. El tiempo había pasado rápidamente, cuando quise darme cuenta ya me encontraba de cuatro semanas de embarazo. En este tiempo me había obligado a mi misma a pensar en que hacer, que opciónes tenía y cuales podía usar, pero de todas solo una logro por completo en que me decidiera a hacerlo. 《Abortar… no hay otra opción. 》Recordé mis palabras, unas que fueron con todo el dolor posible, porque aunque no lo quería, me dolía de solo imaginarme que lo haría. El bebé no tenía la culpa, pero yo no podía vivir sabiendo que tenía un bebé en algún lugar del mundo si sabía que lo tenía. Y hoy era el día. El día que por fin terminaría con esto de una vez por todas y volvería a mi rutina de antes. Volvería nuevamente a mi vida. De un día para el otro había conseguido turno en una clínica de aborto muy popular, una de las primeras en implantarlo en la sociedad. Si, pensaba abortar. Lo había pensado una y otra vez para llegar a la conclusión de que no podría ser