CAPÍTULO 02

Ángel tenía una extraña manera de ver las cosas a su alrededor.

Ella, por más adolescente que fuera nunca lloraba y eso hacía que la admirara.

Antes, mucho antes...

Esa tarde la seguí como un perro fiel, caminaba con elegancia como siempre y su cabello se movía a la par del viento. Nos detuvimos por las escaleras para subir a la azotea y nos quedamos en silencio tomando asiento, no comprendía muy bien esa actuación pensé de momento que ella esperaba que se me pasara el malestar y pensara con claridad pero no fue así.

—Ya llegó.

Arrugue la nariz sin comprender y asomé la cabeza justo como Ángel lo hizo. Seguí su mirada y caí en la cuenta de que Aisha estaba parada escalones abajo sin percatarse de nuestra presencia.

Maquillaba su rostro con calma, mi amiga hizo señas para me callara y observara con atención. El teléfono de la chica sonó y ella lo contestó luego de guardar el espejo y las demás cosas.

—Erick ahora no... Aja si... ¿Qué quieres que te diga?... —hizo silencio unos segundos— ¡No!, solo fue algo de momento por Dios... Seth y yo no seremos nada, solo necesito que haga las tareas de física.

Y Boom.

Ese fue el motivo más estúpido de la historia para hacer que alguien se metiera en la relación de otra persona.

Choqué la espalda contra la pared, Ángel parecía disfrutar de la escena y eso me molestaba un poco. Pasaron segundos después de esa bomba antes de que apagara el teléfono y lo guardara en su bolsillo.

—Empújala.

Mire la cara inexpresiva de mi amiga y abrí la boca sin comprenderla.

—Si no haces algo ahora, Aisha va a seguir burlándose de ti.

Se dio media vuelta y sacó su teléfono, luego los audífonos y se los colocó. La canción de Make a move de Icon for hire se escuchaba hasta donde estaba, de momento ella empezó a repetir la letra por lo bajo y a darse pequeños golpes en la cabeza contra la pared.

Era extraño pero lo deje pasar porque en algo tenía razón y es que, si no hacía algo ahora Aisha iba a continuar con su farsa y usaría a Seth sin importarle si me doliera o no.

Tomé una fuerte bocanada de aire y baje, la morena cantaba una canción estúpida a todo pulmón y entonces sin medir la fuerza la empujé.

Escuché su grito y volví a mí.

No sabía qué carajos había hecho, ni tampoco la gravedad del asunto.

Solo sabía que Aisha yacía inconsciente en el suelo y la sangre brotaba de su cabeza. También que sus huesos sonaron horribles al impactar contra el suelo, no tenía ni una idea de qué hacer.

Mi labio inferior comenzó a temblar y Ángel al percatarse de lo sucedido me tomo de la mano y guió lejos del lugar.

—¿Qué hice?

Susurre colocándome las manos sobre la cabeza y sentándome en el banquillo del parque al cual habíamos llegado hace no mucho, mi acompañante estaba relajada como si no hubiera pasado nada.

—Le diste su merecido, eso hiciste.

La mire con cara de pocos amigos pero a ella pareció no importarle en absoluto.

—Si te enfrascas en eso vas a terminar con un dolor de cabeza y en la cárcel...—murmuró.

Emití un chillido al escuchar lo último y las lágrimas descendieron por mis mejillas, había hecho daño a alguien inocente, porque por mucho que amara a Seth eso no me daba el derecho de hacerle daño a Aisha. Él fue quien permitió la entrada de un tercero en nuestra relación...

—Está muerta...—jale de mi cabello fuertemente.— ¡Está muerta!

El sonido y el ardor de la bofetada que me dio fue grande, estaba aturdida por la fuerza inhumana que Ángel poseía.

—No está muerta. –Restó importancia con su mano— Cuando mucho tiene uno que otro hueso roto, nada que no se pueda reparar en el hospital.

La mire mosqueada, es que no lograba entenderla.

—Mira Britt, Aisha te hizo daño e hiciste que pagara por ello— pauso un momento y contestó un mensaje en su teléfono. — No es la gran cosa... Lo que le hiciste tiene reparación, lo que ella te hizo tiene reparación. Fue un "ojo por ojo, diente por diente" en cambio si la hubieras arrojado a un auto hay sí que estaría muerta y tú irías a prisión.

Tome asiento a su lado y la observe, en parte ella tenía razón y en parte, no.

Aisha me había hecho daño emocional y yo le cause un daño físico, ambos reparables. Mientras nadie se diera cuenta todo seguiría bien y Seth no volvería a verla, ganaría la batalla y ella no usaría a nadie.

—Creo que entiendo lo que tratas de decir.

Secó mis lágrimas y forzó una de sus sonrisas.

—Vamos por helado, Britt.

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