Ángel tenía una extraña manera de ver las cosas a su alrededor.
Ella, por más adolescente que fuera nunca lloraba y eso hacía que la admirara.
Antes, mucho antes...
Esa tarde la seguí como un perro fiel, caminaba con elegancia como siempre y su cabello se movía a la par del viento. Nos detuvimos por las escaleras para subir a la azotea y nos quedamos en silencio tomando asiento, no comprendía muy bien esa actuación pensé de momento que ella esperaba que se me pasara el malestar y pensara con claridad pero no fue así.
—Ya llegó.
Arrugue la nariz sin comprender y asomé la cabeza justo como Ángel lo hizo. Seguí su mirada y caí en la cuenta de que Aisha estaba parada escalones abajo sin percatarse de nuestra presencia.
Maquillaba su rostro con calma, mi amiga hizo señas para me callara y observara con atención. El teléfono de la chica sonó y ella lo contestó luego de guardar el espejo y las demás cosas.
—Erick ahora no... Aja si... ¿Qué quieres que te diga?... —hizo silencio unos segundos— ¡No!, solo fue algo de momento por Dios... Seth y yo no seremos nada, solo necesito que haga las tareas de física.
Y Boom.
Ese fue el motivo más estúpido de la historia para hacer que alguien se metiera en la relación de otra persona.
Choqué la espalda contra la pared, Ángel parecía disfrutar de la escena y eso me molestaba un poco. Pasaron segundos después de esa bomba antes de que apagara el teléfono y lo guardara en su bolsillo.
—Empújala.
Mire la cara inexpresiva de mi amiga y abrí la boca sin comprenderla.
—Si no haces algo ahora, Aisha va a seguir burlándose de ti.
Se dio media vuelta y sacó su teléfono, luego los audífonos y se los colocó. La canción de Make a move de Icon for hire se escuchaba hasta donde estaba, de momento ella empezó a repetir la letra por lo bajo y a darse pequeños golpes en la cabeza contra la pared.
Era extraño pero lo deje pasar porque en algo tenía razón y es que, si no hacía algo ahora Aisha iba a continuar con su farsa y usaría a Seth sin importarle si me doliera o no.
Tomé una fuerte bocanada de aire y baje, la morena cantaba una canción estúpida a todo pulmón y entonces sin medir la fuerza la empujé.
Escuché su grito y volví a mí.
No sabía qué carajos había hecho, ni tampoco la gravedad del asunto.
Solo sabía que Aisha yacía inconsciente en el suelo y la sangre brotaba de su cabeza. También que sus huesos sonaron horribles al impactar contra el suelo, no tenía ni una idea de qué hacer.
Mi labio inferior comenzó a temblar y Ángel al percatarse de lo sucedido me tomo de la mano y guió lejos del lugar.
—¿Qué hice?
Susurre colocándome las manos sobre la cabeza y sentándome en el banquillo del parque al cual habíamos llegado hace no mucho, mi acompañante estaba relajada como si no hubiera pasado nada.
—Le diste su merecido, eso hiciste.
La mire con cara de pocos amigos pero a ella pareció no importarle en absoluto.
—Si te enfrascas en eso vas a terminar con un dolor de cabeza y en la cárcel...—murmuró.
Emití un chillido al escuchar lo último y las lágrimas descendieron por mis mejillas, había hecho daño a alguien inocente, porque por mucho que amara a Seth eso no me daba el derecho de hacerle daño a Aisha. Él fue quien permitió la entrada de un tercero en nuestra relación...
—Está muerta...—jale de mi cabello fuertemente.— ¡Está muerta!
El sonido y el ardor de la bofetada que me dio fue grande, estaba aturdida por la fuerza inhumana que Ángel poseía.
—No está muerta. –Restó importancia con su mano— Cuando mucho tiene uno que otro hueso roto, nada que no se pueda reparar en el hospital.
La mire mosqueada, es que no lograba entenderla.
—Mira Britt, Aisha te hizo daño e hiciste que pagara por ello— pauso un momento y contestó un mensaje en su teléfono. — No es la gran cosa... Lo que le hiciste tiene reparación, lo que ella te hizo tiene reparación. Fue un "ojo por ojo, diente por diente" en cambio si la hubieras arrojado a un auto hay sí que estaría muerta y tú irías a prisión.
Tome asiento a su lado y la observe, en parte ella tenía razón y en parte, no.
Aisha me había hecho daño emocional y yo le cause un daño físico, ambos reparables. Mientras nadie se diera cuenta todo seguiría bien y Seth no volvería a verla, ganaría la batalla y ella no usaría a nadie.
—Creo que entiendo lo que tratas de decir.
Secó mis lágrimas y forzó una de sus sonrisas.
—Vamos por helado, Britt.
Ángel era hermosa y elegante, todo lo que yo nunca podría ser. Pero ella tenía ese algo... Que causaba temor con tan solo verla directo a los ojos.—¡Aisha está en el hospital!— gritó Sara al entrar, con una expresión de horror y pánico.Todos en el salón de clases comenzaron a hablar acerca de ello, de pronto el tema del momento era Aisha y su repentina "caída".Unos murmuraban acerca de verla arrojarse ella misma, para llamar la atención. Otros, decían que eso lo hizo una vieja enemiga de un instituto vecino y siempre estaban los que callaban y observaban la reacción de los demás, como lo hacía Ángel quien reía por lo bajo.—¿Por qué ríes?— indagué con los vellos de la piel erizados. Se detuvo de inmediato y con el rostro lleno de cansancio me miró.—Porqué, todos ellos parecen tener razón... Digo, Carla y Lily la vieron caer.Mentira, ellas no estaban en el lugar cuando la empujé y mi amiga lo sabía bien. La profesora de castellano entró pidiendo orden y justo antes de voltearse Án
La manera que ella tenía de ver la vida era impresionante, era como si no tuviera miedo a morir en cualquier momento.Hacía las cosas apostando a ganar, arriesgando todo.Era miércoles por la tarde y estábamos en el comedor, degustando la rica comida "nótese el sarcasmo" que daban en la cafetería cuando por los pasillos corriendo pasó Brian gritando a los cuatro vientos.— "¡Aisha murió!"Me atraganté con la pasa que recién había metido en mi boca, Ángel giró los ojos aburrida por mi forma de ser. Los chicos que nos rodeaban se alteraron, unos sollozaban mientras otros comentaban acerca de "lo buena que fue la morena en vida", eran tan falsos los comentarios como las personas que los decían.Loretta una "amiga" cercana a Aisha, dentro de lo que cabía la palabra amistad para las populares del instituto, que estando presentes se mostraban buena gente y por la espalda se apuñalaban, se arrojó al suelo fingiendo un desmayo.Sofía, otra de las supuestas amigas gritaba como una desquiciada
Ángel ocultaba algo, algo grande que no se atrevía a contarme.Caminamos por los pasillos actuando durante un rato largo, al llegar a la esquina de la enfermería por arte de magia la tos desapareció tan rápido como llegó.—Ahora sí que iremos a la cárcel... —comenté pegando la cabeza en la pared, estaba aterrada hasta la mierda y las cosas que pasaban alrededor no me ayudaban mucho.—No lo... —dejé de escuchar a mi amiga, el impacto de algo pesado cayendo al suelo me hizo voltear y fijarme en el cuerpo de la chica.Atraganté un nudo que se formó y vi mi vida pasar ante mis ojos, no por miedo a que me atraparan, sino, porque la única persona con la que contaba en todo este mundo había caído desmayada y parecía un papel de lo pálida que estaba.Corrí gritando desenfrenada a la enfermera que leía uno que otro documento, se lo arranqué de las manos y le dije que mi mejor amiga no reaccionaba, ella se paró lo más rápido humanamente posible y al llegar a donde estaba Ángel pasó algo que tem
Debí pensar antes de actuar, debí gritar lo que callaba. Pero no podía, ya había sellado con sangre ese pacto de amistad.No pude dormir en todo la noche luego de escuchar lo que tenía para pedir, tampoco me dio hambre por la mañana y llegué pareciendo un zombie al instituto. En cambio, mi amiga parecía tan fresca como una lechuga, con una sonrisa radiante y un vestido de invierno nuevo.La habían dado de alta para que descansara pero a ella le daba igual eso, lo que más quería era cumplir su deseo y lo que yo más anhelaba es que se retractara y dijera que nada de eso era cierto.— ¡Britt!— gritó a centímetros de mi oreja, había caído dormida sobre la mesa de estudios en la biblioteca.Aunque no era del tipo que solía comerse los libros por las mañanas, solo en ellas podía tener el lugar para mí y las locuras de ideas que tenía mi amiga.—¿Estás segura de esto?— deseaba que dijera un rotundo "no" pero fue lo contrario.Dejo de ver su largo mechón de cabello y sus ojos hermosos y larga
Debieron de darle un premio por ser tan ingenuo, pero no, creo que Ángel le dio algo mucho mejor.— Britt, Britt, Britt— Negó varias veces alrededor, y riendo me señaló. — Podemos llegar a un acuerdo ¿no crees?Arrugué la nariz y lo miré por el rabillo de mi ojo. ¿A qué se refería con acuerdo?, él quería algo más y si eso lo silenciaba pues bien.—¿Qué quieres?— pregunté con la garganta seca y lamiendo mis labios, tenía sed y mucha por culpa del idiota ante mí.—Bien. —Entrelazo sus manos y sacó pecho— Yo quiero una cita con tu amiga y ella no para de evitarme, pero estoy seguro que con este pequeño secreto que sé de ustedes ahora si va a querer salir conmigo. Lo malo es que no le puedo decir que conozco esto o de ser así es capaz de acuchillarme por la espalda, así que tu como buena amiga le dirás que acepte mis invitaciones y listo.Ju, pobre tonto.—Por supuesto. —Lo miré con desconfianza y alcé el rostro— ¿Pero cómo sabré si de verdad vas a callar y no dejarás por ahí a alguien má
Ángel estaba loca, pero dentro de toda su locura había algo de cordura que la volvía un peligro para la sociedad.—¡Está loca! ¡Te juro que lo está!— Dylan miraba mi actuación con gracia y admiración.Estaba realmente fascinado con la idea de que mi amiga y yo peleáramos por lo que pasó con Aisha. Mentí un poco con respecto a lo sucedido y dije exacto lo que Ángel me había comentado "Aisha murió porque envenené su agua días antes en la cafetería del instituto, mucho antes de su repentina caída que aseguro no es mi culpa".Ni mi amiga ni yo queríamos que se supiera la verdad, ella porque necesitaba tiempo para lograr su más anhelado sueño y yo porque había prometido con sangre estar para ella hasta el final.—Entonces... Ángel está molesta porque le contaste la verdad.— Asentí y continuo – bueno, con sinceridad tiene toda la razón de estarlo, eres un peligro para la sociedad ese impulso tuyo de odio en su contra por "haberte maltratado durante el colegio" es un tanto... Estúpido.Mordí
La belleza que ella tenía opacaba cualquier mal que pudiera presentar en su cabeza.Un olor asqueroso llegaba a mi nariz mientras dormía, me moví un poco para alejarlo pero ahí seguía hasta que opté por abrir los ojos y mirar como la castaña estaba cubierta de sangre de pies a cabeza, observando sentada en la silla del escritorio.Me levanté impactada sin nada que decir y ella parecía saber qué efecto causaba en mí.La habitación se encontraba medio oscura a excepción de esas partes en donde la lámpara que mamá me regaló para mi cumpleaños, iluminaba.—¿Qué...— no podía siquiera preguntar lo obvio, estaba en un trance del cual costaba salir por sí solo.Resopló y encendió la luz de la habitación. Luego volvió a tomar asiento y me miró con cansancio en el rostro.—Me encargué del policía que vigilaba la casa de mamá y papáSi antes estuve en shock pues en ese momento entre en otro mundo, una paralelo donde mi mejor amiga decía haber matado a un uniformado que nos podía llevar directo a
Suele pasar que la belleza y la inteligencia no vienen agarradas de mano, pero ella era uno de esos casos en los que traía a ambas domadas y juntas.—Deja de morderte la uña —Comentó acostada boca abajo mientras revisaba aburrida su teléfono.No lograba comprender como podía estar tranquila una noche de viernes luego de haberle quitado la vida a dos policías.Respiré profundo y la miré desde mi cama.— ¿Qué haremos si se enteran de lo que hiciste?Siguió jugando con el teléfono e ignorándome, hasta que me harte de ello y se lo arrebate de las manos logrando que su rostro de porcelana tuviera un cambio drástico. Las líneas de expresión aparecieron en cuanto frunció el ceño y se puso en pie para tomar la bolsa de plástico en donde había metido el cuchillo. El vestido lo había puesto a lavar con el quita manchas especial de mamá y en poco menos de unos minutos ya estaba como nuevo.—Voy a encargarme de que nadie se entere... —Luego de la cena le había pedido a mamá una de sus palitas plá