Siempre he oído que el miedo te paraliza, lo he creído una idiotez desde que estaba pequeña, esta noche he cambiado totalmente de opinión.
...
Acababa de salir de casa de Abby habíamos hablado sobre cotilleos del instituto y algunas tonterías más, era un poco tarde pero no demasiado, a pesar de que había sido un día tranquilo, anhelaba darme una ducha e irme a dormir, entré en casa abriendo la puerta despacio porque mi madre muy probablemente estaría dormida, no soportaba levantarse temprano, subí de puntillas las escaleras hasta mi habitación, abrí la puerta e inspiré fuertemente para que el olor a lavanda llenara mis fosas nasales.
Estaba lista para irme a dormir, me duché, el agua resbalaba por todo mi cuerpo quitando el cansancio, me vestí con mi pijama, era un simple camisón que iba hasta la mitad de mi muslo con un estampado que decía "amo la pizza", recogí mi pelo en una coleta, lavé mis dientes y me metí en la cama dispuesta a dormir.
El olor a lavanda junto con el cansancio del día hizo que comenzara a dormirme rápidamente, de repente escuché un golpe seco, pensé que era parte de mi imaginación así que lo ignoré, pero cuando oí otro, me senté de golpe mirando a mi alrededor, la tenue luz de la luna entraba por mi ventana entreabierta y pude apreciar como algo se movía por el rabillo de mi ojo.
La silueta de un hombre apareció en mi cerebro como una fotografía a blanco y negro, me levanté rápidamente de la cama de espalda a la ventana intentando buscar al culpable de los sonidos y la silueta, fue un error porque sentí como alguien se ponía detrás de mí y posaba su mano suavemente en mi boca, justo cuando iba a gritar.
El miedo me paralizó, mil y un pensamientos me recorrían la mente a toda velocidad, era muy joven para morir, no había ido a Australia, no había saltado en paracaídas, no me había hecho asquerosamente adinerada, no había hecho tantas cosas, quería moverme, pero mi cuerpo no me obedecía, muévete y pégale en sus partes que seguro se detiene, aunque lo quería no podía hacerlo.
Entonces me resigné y pensé
Joder, es mi fin.
El hombre, posó su boca cerca de mi oído, sin llegar a tocarlo, río suavemente y un poco ronco, el calor de su boca viajó por todo mi cuerpo, enviando escalofríos a cada parte de mí, aunque no sabía bien que sentía era algo parecido a ¿miedo?, o incluso ¿excitación?- Escucha bonita, no voy a hacerte daño- hizo una pausa sin quitar su mano de mi boca.De inmediato pensé, si claro, se cuela por mi ventana, pero no va a hacerme daño, es tan lógico.- Solo quiero ayuda, quitaré mi mano de tu boca, y tu no vas a gritar, ¿vale? -No comprendía porque sus palabras me inspiraron confianza o tal vez estaba drogada y no lo sabía, ¿confianza?, definitivamente había enloquecido.Al ver que no le respondía repitió aun estando detrás de mí, podía sentir
Rápidamente me cubrí con los brazos, al darme cuenta lo que llevaba puesto, ni siquiera tenía sostén por todos los dioses, no dormía con él puesto.Lo miré un poco incrédula y puse mis ojos en blanco- Es solo que no esperaba... visitas -Todo el miedo que me quedaba se había ido y fue reemplazado por la ira, ya me estaba cabreando, no me explicaba que rayos hacía en mi habitación.- Bonita, no te molestes - rodé mis ojos, y el continuó - vale, está bien, te contaré todo, antes de que me saques a patadas, lo que pasó es simple, Unos tipos rudos del instituto se molestaron bastante conmigo, me persiguieron por toda la calle, para darme la golpiza de mi vida -Se quedó mirándome unos segundos para descubrir cómo estaba tomando la información, al ver que no era ningún delincuente o al menos no lo parecía le dije:- Por lo que veo, eres fuerte ¿acaso no sabes pelear? -- Lo se soy increíblemente fuerte,
Al poco rato salimos de debajo de mi cama, me sentí aliviada, mi madre pensaría que no había regresado de casa de Abby, aunque podría no haberme escondido preferí que fuera así, ella puede notar perfectamente cuando miento.- Perfecto, dormiré ahora, creo que estoy cansado, por todo lo de correr y eso - dijo Ethan mientras elevaba sus brazos para estirarse, su camiseta se alzó lo suficiente para dejar ver una delgada línea de su bronceado abdomen, me quedé mirándolo como una idiota hasta que en mi mente repasé lo que había dicho y pasé a estar en alerta.¡¡No!!, De ninguna manera.- Ethan... fuera ahora - dije tratando de que sonara fuerte e incluso ofensivo, aunque sabía que si lo decía más alto mi madre volvería y ya sería más difícil manejar toda la situación.- Oh, si claro bonita, pero... me pregunto que le diré a tu madre, no lo sé, déjame ver mmm...tal vez, que soy tu novio, y que entré por tu ventana así ella no nos vería, pero
Desperté un poco aturdida, con cabello en mi rostro, mi camisón subido hasta la cintura y la frazada revuelta por toda la cama, abrí mis ojos, y de repente imágenes de la noche anterior pasaron ante mis ojos, recordando todo, el miedo, la ira, mi madre... Ethan.¡Ethan!, lo recordé, busque rápidamente por mi cama, aunque creo que lo hubiera visto antes, pero aun así paseé mis ojos por todo el lugar, no estaba.¿Acaso había sido un sueño?, a decir verdad, la apariencia de Ethan era algo fuera de lo común, tal vez estaba en lo cierto, había sido un sueño.Me senté y tomé mi teléfono de la mesita de noche, al hacerlo vi un pequeño rectángulo de papel con algo escrito, la letra era elegante, parecía cursiva, aunque después de verla más de cerca supe que no lo era, comencé a leerla y me di cuenta de que no, nada había sido un sueño.BONITA: Lamento asustarte anoche, sabes...me gusto dormir contigo, quisiera rep
Seguía mirándolo, todavía anonadada, me acerque lento, él esbozo una gran sonrisa y dijo- Hey, tú, ¿qué tal? -¿Como podía estar tan tranquilo?- Que..haces...aaa..quí? - vale, perfecto ahora era tartamuda.Él se carcajeo y como si fuera lo más gracioso del mundo, me imitó diciendo.- Estudio...aaa...quí, algún...prooo...blema?-- No me hace ni puta gracia, Hold -dije con tono duro, no habíamos estado hablando más de diez segundos, y ya empezaba a cabrearme, el tío es experto en sacarme de quicio.Todos los alumnos que habían llegado se formaron alrededor e hicieron el típico, uhh, alentando la "pelea".- Porque dices esas palabras, dulzura, ni siquiera te conozco - dijo con una inocencia, que para todos era creíble, menos para mí.De nuevo hicieron otro de sus uhh.- Que?? pero si te metiste a mi habitación anoche!! - le dije gritando, no lo pensé, simplemente salió, luego m
Regresé a mi casa no logré concentrarme en ninguna clase, todavía tenía ira contra Ethan, subí las escaleras hasta mi habitación y decidí darme una ducha procurando que el agua calmara mis agitados pensamientos y bajara mis ganas de meterle un puñetazo en su egocéntrico rostro.Salí de la ducha un poco más calmada, y vi que había estado demasiado tiempo allí, el espejo de la ducha tenía tanto vaho que ya parecía una sauna, decidí ir a limpiarlo con una toalla pequeña.Así que até una toalla arriba de mis pechos, abrí la puerta y la agitación que había dejado en la ducha regresó rápidamente por todo mi cuerpo como una inyección de adrenalina, al verlo a él, a Ethan sentado en el borde de mi cama, con las piernas estiradas y los brazos hacia atrás, con la sonrisa de idiota que parecía siempre tener.Repasó todo mi cuerpo con sus ojos, mientras yo procuraba no explotar en un gran drama, antes de que pudiera decirle algo, se levantó despacio y repitió
Estuve inquieta todo el resto del día, pensando en si volvería, en que me escondía y esperando que me explicara porque fingió que no me conocía cuando estábamos en el instituto.Mi madre había llegado diez minutos después de que Ethan salió de mi casa, ahora estaba preparando la cena, mientras yo miraba fijamente un capítulo de CSI: Miami en el salón, en realidad no tenía ni idea de que iba, había estado pensando en todo lo que pasó, intentando encontrar una razón por la cual Ethan actuó de esa manera, al final siempre daba con la misma respuesta.Es un idiota.Mi madre me llamó a cenar y como un zombi me senté a su lado, todavía estaba absorta en mis pensamientos, no me di cuenta de que no había probado la comida así que mamá preguntó:- ¿Te pasa algo, hija? - decidí mentirle y le dije.- ¿No mamá, porque lo dices? -- No has probado la comida, ¿No te gusta? - mierda, ahora pensaba que era ella la causante de que no
- ¿Es broma verdad? -- Vamos bonita acepta, ¿recuerdas los tipos que me persiguieron el otro día? -Me parece que esto no me va a gustar, solo asentí, recordando lo que me había dicho la noche que creí que era un asesino, violador o ladrón.- Pues bien, me están buscando, saben dónde vivo y necesito esconderme por algún tiempo, que mejor lugar que aquí ¿aceptas? - al decir eso puso cara de perrito abandonado, se veía tan infantil que no pude evitar sonreír y pregunté.- ¿Qué no eran de nuestro instituto, igual los verás no es así? -- Es solo que... estaba en otro instituto, me transfirieron para el tuyo- sonrió, sonó falso, o tal vez era mi imaginación y solo le daba vergüenza admitir que estaba huyendo de ellos.- Si aceptara, cosa que todavía no he hecho, ¿Cuántos días te quedarías? --Tal vez tres o cuatro -- ¡¿CUATRO?!, pensé que tal vez serían uno o dos -- Te prometo