Al poco rato salimos de debajo de mi cama, me sentí aliviada, mi madre pensaría que no había regresado de casa de Abby, aunque podría no haberme escondido preferí que fuera así, ella puede notar perfectamente cuando miento.
- Perfecto, dormiré ahora, creo que estoy cansado, por todo lo de correr y eso - dijo Ethan mientras elevaba sus brazos para estirarse, su camiseta se alzó lo suficiente para dejar ver una delgada línea de su bronceado abdomen, me quedé mirándolo como una idiota hasta que en mi mente repasé lo que había dicho y pasé a estar en alerta.
¡¡No!!, De ninguna manera.
- Ethan... fuera ahora - dije tratando de que sonara fuerte e incluso ofensivo, aunque sabía que si lo decía más alto mi madre volvería y ya sería más difícil manejar toda la situación.
- Oh, si claro bonita, pero... me pregunto que le diré a tu madre, no lo sé, déjame ver mmm...tal vez, que soy tu novio, y que entré por tu ventana así ella no nos vería, pero como ya terminé de hacer cosas malas contigo, me iré, si... creo que le diré eso- se rio bajo con tono burlón.
Joder, ¿Acaso me chantajeaba?, lo peor es que sabe hacerlo, aun así, no cedí.
- ¿Me estas chantajeando?, y deja de llamarme así, mi nombre es Sarah...Sa-rah- le dije haciendo énfasis en mi nombre.
- Bo-ni-ta -dijo de la misma forma que yo.
- Llámalo como quieras, entonces puedo quedarme no es así? -
- No!! - subí un poco más la voz.
- Esta bien - Avanzo hacia la puerta la abrió solo un poco y dijo suave.
- Madre de Sarah, soy Ethan novio de su hija, estaba en su habitación -
- Maldito idiota -
Mi madre pareció no darse cuenta, por lo visto lo dijo demasiado bajo.
- Mmm, al parecer tu madre no me escuchó, tendré que decirlo más alto -
Abrió su boca para hablar, tuve que darme por vencida, el idiota gana esta vez.
- Esta bien, dormirás aquí, solo espero que no hagas ruido, mi madre sale de casa a las cinco, después de esa hora te quiero fuera de mi habitación - tono de odio salía de mi voz.
Mi madre salía con tanto sueño, que no me revisaba por las mañanas, pero para todo hay una primera vez, espero que mañana no sea una de sus primeras veces.
Ethan se alejó de la puerta, la cerró con cuidado, estaba frente a mí, levanto su mano y pasó despacio su dedo por mi mandíbula.
- Genial, así me gusta, cariño. -
Rápidamente quité su mano de mí con un manotazo débil y le dije.
- Vete a la m****a, Ethan -
De inmediato pensé, le gusta cabrearme, perfecto.
Caminé hacia mi armario le di una frazada y una almohada mientras le señalaba el suelo, él sin chistar se tendió y cerró los ojos.
Yo subí a mi cama, me cubrí e hice lo mismo, hasta ahora todo iba bien, pero el idiota tenía que abrir su sexy boca.
-El suelo es muy incómodo, creo que dormiré en tu cama- se levantó, me miró.
¿Qué?... ¿No conocía limites?, inspiré profundo, cerré los ojos de golpe me volteé para ignorarlo y le ordené.
- No, ahora duérmete, me vas a sacar de mis casillas -
Pero el hizo caso omiso a mis palabras y se recostó al lado opuesto de la cama. Me senté y lo miré con odio, abrí mi boca para reprenderlo, pero él fue más rápido y aun con sus hermosos ojos grises cerrados me expresó.
-Vamos bonita, estamos cansados, necesitamos dormir, no me hagas volver a chantajearte con tu madre porque creó que sabes que lo haré.
Me recosté, derrotada de nuevo.
Ethan dos.
Sarah cero.
Desperté un poco aturdida, con cabello en mi rostro, mi camisón subido hasta la cintura y la frazada revuelta por toda la cama, abrí mis ojos, y de repente imágenes de la noche anterior pasaron ante mis ojos, recordando todo, el miedo, la ira, mi madre... Ethan.¡Ethan!, lo recordé, busque rápidamente por mi cama, aunque creo que lo hubiera visto antes, pero aun así paseé mis ojos por todo el lugar, no estaba.¿Acaso había sido un sueño?, a decir verdad, la apariencia de Ethan era algo fuera de lo común, tal vez estaba en lo cierto, había sido un sueño.Me senté y tomé mi teléfono de la mesita de noche, al hacerlo vi un pequeño rectángulo de papel con algo escrito, la letra era elegante, parecía cursiva, aunque después de verla más de cerca supe que no lo era, comencé a leerla y me di cuenta de que no, nada había sido un sueño.BONITA: Lamento asustarte anoche, sabes...me gusto dormir contigo, quisiera rep
Seguía mirándolo, todavía anonadada, me acerque lento, él esbozo una gran sonrisa y dijo- Hey, tú, ¿qué tal? -¿Como podía estar tan tranquilo?- Que..haces...aaa..quí? - vale, perfecto ahora era tartamuda.Él se carcajeo y como si fuera lo más gracioso del mundo, me imitó diciendo.- Estudio...aaa...quí, algún...prooo...blema?-- No me hace ni puta gracia, Hold -dije con tono duro, no habíamos estado hablando más de diez segundos, y ya empezaba a cabrearme, el tío es experto en sacarme de quicio.Todos los alumnos que habían llegado se formaron alrededor e hicieron el típico, uhh, alentando la "pelea".- Porque dices esas palabras, dulzura, ni siquiera te conozco - dijo con una inocencia, que para todos era creíble, menos para mí.De nuevo hicieron otro de sus uhh.- Que?? pero si te metiste a mi habitación anoche!! - le dije gritando, no lo pensé, simplemente salió, luego m
Regresé a mi casa no logré concentrarme en ninguna clase, todavía tenía ira contra Ethan, subí las escaleras hasta mi habitación y decidí darme una ducha procurando que el agua calmara mis agitados pensamientos y bajara mis ganas de meterle un puñetazo en su egocéntrico rostro.Salí de la ducha un poco más calmada, y vi que había estado demasiado tiempo allí, el espejo de la ducha tenía tanto vaho que ya parecía una sauna, decidí ir a limpiarlo con una toalla pequeña.Así que até una toalla arriba de mis pechos, abrí la puerta y la agitación que había dejado en la ducha regresó rápidamente por todo mi cuerpo como una inyección de adrenalina, al verlo a él, a Ethan sentado en el borde de mi cama, con las piernas estiradas y los brazos hacia atrás, con la sonrisa de idiota que parecía siempre tener.Repasó todo mi cuerpo con sus ojos, mientras yo procuraba no explotar en un gran drama, antes de que pudiera decirle algo, se levantó despacio y repitió
Estuve inquieta todo el resto del día, pensando en si volvería, en que me escondía y esperando que me explicara porque fingió que no me conocía cuando estábamos en el instituto.Mi madre había llegado diez minutos después de que Ethan salió de mi casa, ahora estaba preparando la cena, mientras yo miraba fijamente un capítulo de CSI: Miami en el salón, en realidad no tenía ni idea de que iba, había estado pensando en todo lo que pasó, intentando encontrar una razón por la cual Ethan actuó de esa manera, al final siempre daba con la misma respuesta.Es un idiota.Mi madre me llamó a cenar y como un zombi me senté a su lado, todavía estaba absorta en mis pensamientos, no me di cuenta de que no había probado la comida así que mamá preguntó:- ¿Te pasa algo, hija? - decidí mentirle y le dije.- ¿No mamá, porque lo dices? -- No has probado la comida, ¿No te gusta? - mierda, ahora pensaba que era ella la causante de que no
- ¿Es broma verdad? -- Vamos bonita acepta, ¿recuerdas los tipos que me persiguieron el otro día? -Me parece que esto no me va a gustar, solo asentí, recordando lo que me había dicho la noche que creí que era un asesino, violador o ladrón.- Pues bien, me están buscando, saben dónde vivo y necesito esconderme por algún tiempo, que mejor lugar que aquí ¿aceptas? - al decir eso puso cara de perrito abandonado, se veía tan infantil que no pude evitar sonreír y pregunté.- ¿Qué no eran de nuestro instituto, igual los verás no es así? -- Es solo que... estaba en otro instituto, me transfirieron para el tuyo- sonrió, sonó falso, o tal vez era mi imaginación y solo le daba vergüenza admitir que estaba huyendo de ellos.- Si aceptara, cosa que todavía no he hecho, ¿Cuántos días te quedarías? --Tal vez tres o cuatro -- ¡¿CUATRO?!, pensé que tal vez serían uno o dos -- Te prometo
Sol entraba por mi ventana, y un aire cálido soplaba en mi cuello, mi cama era más suave que de costumbre, los dedos de mi mano estaban en algo sedoso y mi pierna estaba en una posición bastante cómoda.No recuerdo haber puesto la alarma, tal vez...lo había hecho, tal vez no...o quizás me estaba despertando un poco temprano, no lo sabía...Toc...toc...toc, escucho golpeteos, ¿estoy soñando?Toc.toc.toc., de nuevo.Toc.toc.toc, Sarah, levántate, ¡llegaras tarde!- grita mi madre.Abro mis ojos, me doy cuenta de que no es un sueño, y mierda, Ethan sigue aquí, y no solo es eso, su cabeza estaba enterrada en el espacio entre mi hombro y mi mandíbula, respirando pacíficamente, mis dedos están enterrados en su cabello, su gran brazo rodeándome por la cintura, mi pierna sobre su cadera...- ¡Sarah!, ¡levántate! - Joder mi madre, la había olvidado.Me levanto rápidamente,
- Hola Abby - Nada más entrar al instituto, localicé a mi mejor amiga.- ¡Hola Sarah!, ¿Qué tal? - dijo mientras se posicionaba frente a mí, dejando a su espalda el casillero, tenía que contarle, debía saberlo, no podía ocultárselo a ella, así que después de que me jurara unas cuantas veces y prometiera unas cuantas cosas, le conté todo, sin mencionar el nombre de Ethan, solo dejándolo en "el chico".Sus grandes ojos cafés estaban expectantes, su delgada boca entreabierta y su espalda recta, escuchando atentamente lo que estaba contándole, apenas terminé le pedí su opinión.- ¿Y bien?, ¿Qué crees que pasa? ¿Por qué no quiere que me reconozcan como amiga suya? -Abrió su boca, sabía que pegaría un grito que despertaría a los cachorros de todo el país así que antes de que sucediera una catástrofe mundial puse mi mano sobre su boca y le ordene que respirara.- Abby, compórtate por todos los dioses, necesito tu ayuda para
No quería volver a mi habitación de nuevo, no quería ni verlo, estaba realmente molesta por su egocentrismo exagerado, entonces no lo hice.Caminé hacia la habitación de mi madre, no era muy colorida, desde que mi padre murió, las paredes quedaron desnudas, donde antes habían fotos, lo único que aportaba un poco de color a la habitación era una rosa roja echa de papel que mi madre tenía siempre sobre el cajón al lado de su cama, nunca le he preguntado donde la consiguió, o porque la conserva, me deshice de mi ropa, y me metí en la cama, se sentía fría, sola, monótona, incorrecta, se sentía como yo en estos momentos, por algún impulso irracional estiré mi mano, tocando la pared que conectaba con mi habitación, a sabiendas de que Ethan se encontraba justo al lado, puse mi mano estirada con los dedos hacia arriba, y estando así