El rostro de Ethan era de sorpresa máxima, me miraba incrédulo.
- No, no, de ninguna manera, no lo harás, es peligroso, muy peligroso, escucha cariño, sé que quieres ayudarme, pero no lo harás -
Para ese momento mi ánimo ya había vuelto a su sitio completamente y estaba feliz de tenerle de vuelta.
- Oh vamos Ethan, deja de ser un anticuado viejito cascarrabias, déjame ir, soy buena en ello y puedo ayudarte -
Se que puedo hacerlo, ayudarle, estoy entrenada para ello, es cierto que no he tenido mucha práctica, pero aún recuerdo algunas cosas.
- No dudo que puedas hacerlo, el problema es que es peligroso y no quiero verte llorando o peor aun sangrando -
- No me verás de ninguna de las dos formas, además, no necesito tu permiso -
Me crucé de hombros y volteé hacia otro lado, si lo sé, era infantil y muy de niñita de primaria, pero era verdad, no necesitaba su aprobac
Sarah... Me ardía el cuello, sentía todo mi cuerpo sin fuerzas, era como si me hubieran dado la mayor paliza del año, comencé a tragar con dificultad y abrí los ojos un poco, la ráfaga de luz que entró era demasiado brillante, así que los dejé entre abiertos.No sabía dónde estaba, pero hacía calor, de hecho, bastante calor, cuando me acostumbré a la luz miré a mi alrededor, ¿Dónde coño estoy?, era una habitación con paredes de madera de roble y columnas de concreto blanco, la luz entraba a raudales por un gran balcón de vidrio que estaba en el fondo, se veía un lindo atardecer de muchas tonalidades naranjas y bajando la vista, estaba el mar, demasiado azul y perfecto, al contemplar todo eso se me hizo una sonrisa en el rostro, era tan bonito.De repente comencé a recordar todo, el maletín, los pasos, la distracción, todo fue llegando en pequeños fragmentos reconstruyendo mi memoria por secciones, pero luego
Al día siguiente llegué al instituto con una sonrisa de oreja a oreja y con Ethan en mi cabeza, estaba tan absorta en mis pensamientos que apenas registré el hecho de que Abby no me estaba esperando en el lugar de siempre.Me dirigí hacia mi primera clase, Historia, realmente no podía creer cuanto hablaba nuestro profesor, era incesante, la clase transcurría normal hasta que el móvil en mi bolsillo vibró, lo revisé rápidamente y mi sonrisa se ensanchó cuando leí el nombre de Ethan en el mensaje.- No creo que pueda esperar hasta el receso para verte, salte de historia y ven conmigo por un momento -Titubeé por unos segundos, no estaba segura de sí aceptar lo que me estaba proponiendo, aunque, a decir verdad, era más una orden que una propuesta, así era Ethan, mandón a más no poder.Al final levanté mi
Mi boca se secó en cuestión de segundos y cuando me giré para ver a Ethan, una ira descomunal se apoderó de mí, estaba casi inconsciente, sus ojos eran tan solo pequeñas hendiduras, sus labios cubiertos por una mugrienta bandana negra y todo su rostro tenía rastros de sangre seca y moratones.Intenté respirar hondo para actuar inteligentemente, pero la ira y los recuerdos de mi padre, me lo impedían.- ¿Por qué le haces esto? - le dije casi escupiendo veneno por mis palabras.- Porque puedo cariñito - Me respondió jactándose mientras se acercaba a mí.Ethan intentaba mirarme y mover la cabeza, cada vez que se movía sus facciones denotaban cuanto le dolía.En ese momento, la puerta comenzó a ser golpeada y luego de que Hugo dijera un sonoro "Adelante" el tío del que supuse que ya me había
Ethan... Entendía lo consternada que estaría, cuando la vi acorralada por Hugo y noté la navaja en su bolsillo sabía lo que haría.Se había quedado dormida en el asiento, estando así se veía tranquila, no podía dejar de mirarla, su cabello estaba desordenado y desperdigado por su rostro, sus mejillas teñidas con un poco de rojo, sus labios un poco entreabiertos, era preciosa y era mía.Aparqué el coche en el garaje de la cabaña y salí de él para luego tomarla en mis brazos, ella protestó entre sueños, pero se acurrucó en mí, comencé a subir las escaleras hasta el dormitorio y la dejé sobre la cama.Tomé una camiseta y unos pantalones cortos y me metí en la ducha, una vez allí me puse un poco de shampoo en mi cabello, cuando de pronto vi que la puerta del baño se abría y mi pequeña entraba despacio, la miré mientras tenía las manos aún en mi cabeza y ella me dio una sonrisa que derretiría a cu
El timbre suena y yo aún no termino la gigante comida que Ethan preparó Le miro con cierta desconfianza y mi mente piensa casi inmediatamente que debería esconderme pero antes de hacerlo pregunto - ¿Quién es? ¿Acaso invitaste a alguien? - Ethan se encoje de hombros y sin decirme nada va hasta la puerta y la abre Y de un pequeño saltito entra Abby con su gran melena acompañada de una sonrisa digna de un concurso de belleza Me quedó con la boca abierta pues no esperaba verla aquí y me levanto mientras ella corre a abrazarme diciendo - Chaaaataaaaa - - La ostia, pero que haces tú aquí? Cómo has llegado? - Justo para responder mi pregunta Connor entra cargado de paquetes y saluda a Ethan - Vale, lo pillo - le digo a Abby Ella me mira con complicidad y agrega - Te lo contaré después - - Mas te vale - le amenazo Abby mira la mesa con sus grandes ojos y camina hacia ella mientras dice
La mesa estaba llena, tanto de comida como de comensales, la algarabía estaba presente, con risas, silbidos incluso aplausos. Cuando todos nos reuníamos era imposible que no fuera de esa manera, habíamos formado lazos tan estrechos con los integrantes del equipo de futbol americano que casi parecíamos una gran familia. - ¿Y al fin le vas a proponer a la pequeña que sean esposos?, porque ya llevan una eternidad saliendo y si yo fuera ella ya te hubiera dejado – Dijo Thomas mientras tomaba su cerveza. Todos en la mesa rieron y Ethan conmigo sentada sobre su pierna le respondió. - Pues menos mal que no eres ella, porque que pesado que eres joder – le interrumpí para añadirle algo más. - Y no va una eternidad, van tres años, eso no es nada - Brad con la mirada seria se levantó y todos estallamos en carcajada cuando dijo - ¿Nada?, la que tengo aquí colgada - - Vale, vale, cálmense un poco, dejen que el pobre elija cuando qui
Siempre he oído que el miedo te paraliza, lo he creído una idiotez desde que estaba pequeña, esta noche he cambiado totalmente de opinión. ...Acababa de salir de casa de Abby habíamos hablado sobre cotilleos del instituto y algunas tonterías más, era un poco tarde pero no demasiado, a pesar de que había sido un día tranquilo, anhelaba darme una ducha e irme a dormir, entré en casa abriendo la puerta despacio porque mi madre muy probablemente estaría dormida, no soportaba levantarse temprano, subí de puntillas las escaleras hasta mi habitación, abrí la puerta e inspiré fuertemente para que el olor a lavanda llenara mis fosas nasales.Estaba lista para irme a dormir, me duché, el agua resbalaba por todo mi cuerpo quitando el cansancio, me vestí con mi pijama, era un simple camisón que iba hasta la mitad
El hombre, posó su boca cerca de mi oído, sin llegar a tocarlo, río suavemente y un poco ronco, el calor de su boca viajó por todo mi cuerpo, enviando escalofríos a cada parte de mí, aunque no sabía bien que sentía era algo parecido a ¿miedo?, o incluso ¿excitación?- Escucha bonita, no voy a hacerte daño- hizo una pausa sin quitar su mano de mi boca.De inmediato pensé, si claro, se cuela por mi ventana, pero no va a hacerme daño, es tan lógico.- Solo quiero ayuda, quitaré mi mano de tu boca, y tu no vas a gritar, ¿vale? -No comprendía porque sus palabras me inspiraron confianza o tal vez estaba drogada y no lo sabía, ¿confianza?, definitivamente había enloquecido.Al ver que no le respondía repitió aun estando detrás de mí, podía sentir