Desperté un poco aturdida, con cabello en mi rostro, mi camisón subido hasta la cintura y la frazada revuelta por toda la cama, abrí mis ojos, y de repente imágenes de la noche anterior pasaron ante mis ojos, recordando todo, el miedo, la ira, mi madre... Ethan.
¡Ethan!, lo recordé, busque rápidamente por mi cama, aunque creo que lo hubiera visto antes, pero aun así paseé mis ojos por todo el lugar, no estaba.
¿Acaso había sido un sueño?, a decir verdad, la apariencia de Ethan era algo fuera de lo común, tal vez estaba en lo cierto, había sido un sueño.
Me senté y tomé mi teléfono de la mesita de noche, al hacerlo vi un pequeño rectángulo de papel con algo escrito, la letra era elegante, parecía cursiva, aunque después de verla más de cerca supe que no lo era, comencé a leerla y me di cuenta de que no, nada había sido un sueño.
BONITA: Lamento asustarte anoche, sabes...me gusto dormir contigo, quisiera repetirlo, ¿qué tal hoy a la misma hora de ayer?, como sea iré de todos modos.
P.D: Te ves sexy cuando duermes, para la próxima ponte bragas color rojo, me gusta ese color.
Ethan... (el sexy chico que se coló por tu ventana).
Mis mejillas ardieron, al darme cuenta que había visto mis bragas, aun así, me reí al leer el comentario de que volvería hoy, sabía que no lo haría, digo, no tendría por qué hacerlo, no lo hará o sí?, ¿estaba siendo paranoica, simplemente ayudé a un chico, de escapar de ser golpeado no?, es sencillo no tengo de que preocuparme, ¿no tiene que volver cierto?
Respiré para calmarme, ¿Por qué me ponía nerviosa?, había comprobado que era un idiota.
Ya un poco más calmada, me levanté y bajé las escaleras a la cocina, era poco más de las seis, tenía que ir al instituto, así que desayuné un poco de cereal con leche y entré a darme un baño caliente, me vestí con unos vaqueros sencillos que según Abby levantaban mi trasero de todos modos, estaba loca, lo supe desde que prefirió cambiar un CD de Pantheon por unos tacones que ni siquiera sabía usar hace más de 6 años.
Pensé un segundo en si mi madre había descubierto a Ethan, pero después me tranquilice sabiendo que de haber sido así, estaría gritando y me hubiera despertado.
Llegué al instituto un poco tarde, el autobús se retrasó, casi siempre me llevaba Abby, pero su auto se averió y no se lo regresaran hasta el lunes, vaya suerte la mía.
Primera hora, literatura, como estábamos en inicio de curso, la maestra solo se presentó y dijo algunos temas que veríamos, nada interesante, la clase transcurrió normal e igual de aburrida excepto para mí ya que el guaperas de Maxwell Blair, también conocido como Max, el tío bueno del instituto, no paraba de mirarme y sinceramente yo a él también, los ojos se hicieron para eso ¿no es así? lastimosamente solo me tocaba con él en literatura y química.
Max me había pedido varias veces salir, aunque nunca había aceptado, se preguntaran por qué, ¿Acaso estoy loca? ¿Rechazar a Max-ojos-azules-Blair?, pero en realidad no, resulta que su novia, ex, emm...bueno, no se sabe exactamente, ellos salen y cortan cada cinco segundos es alguien con quien no quisieras tener problemas, Amber Parks, también conocida como Amber-zorra-Parks.
¿Ahora lo entienden?
Amber y Max los reyes del instituto, claro es bastante típico, el tío bueno con la tía buena, así debía ser, no tenía por qué cambiarlo.
Segunda hora, historia, vaya otra hora aburrida sin nada interesante escuchando a la maestra decir "los españoles hicieron esto...lo españoles hicieron aquello".
Salí a receso con Abby, almorzamos en la cafetería, todo continuó normal, al menos por ahora.
Llegó química, al menos tendría una cosa con la cual entretenerme que no fueran ranas disecadas...Max...pero al llegar al aula me di cuenta de que ahora no tenía solo una distracción, sino dos.
Prácticamente grité un poco al verlo, mis libros cayeron con un sonoro estruendo y todos miraron a ver la causa del alboroto, pero no me importo me quede viéndolo, perpleja.
¿Qué demonios hacia Ethan aquí?
Seguía mirándolo, todavía anonadada, me acerque lento, él esbozo una gran sonrisa y dijo- Hey, tú, ¿qué tal? -¿Como podía estar tan tranquilo?- Que..haces...aaa..quí? - vale, perfecto ahora era tartamuda.Él se carcajeo y como si fuera lo más gracioso del mundo, me imitó diciendo.- Estudio...aaa...quí, algún...prooo...blema?-- No me hace ni puta gracia, Hold -dije con tono duro, no habíamos estado hablando más de diez segundos, y ya empezaba a cabrearme, el tío es experto en sacarme de quicio.Todos los alumnos que habían llegado se formaron alrededor e hicieron el típico, uhh, alentando la "pelea".- Porque dices esas palabras, dulzura, ni siquiera te conozco - dijo con una inocencia, que para todos era creíble, menos para mí.De nuevo hicieron otro de sus uhh.- Que?? pero si te metiste a mi habitación anoche!! - le dije gritando, no lo pensé, simplemente salió, luego m
Regresé a mi casa no logré concentrarme en ninguna clase, todavía tenía ira contra Ethan, subí las escaleras hasta mi habitación y decidí darme una ducha procurando que el agua calmara mis agitados pensamientos y bajara mis ganas de meterle un puñetazo en su egocéntrico rostro.Salí de la ducha un poco más calmada, y vi que había estado demasiado tiempo allí, el espejo de la ducha tenía tanto vaho que ya parecía una sauna, decidí ir a limpiarlo con una toalla pequeña.Así que até una toalla arriba de mis pechos, abrí la puerta y la agitación que había dejado en la ducha regresó rápidamente por todo mi cuerpo como una inyección de adrenalina, al verlo a él, a Ethan sentado en el borde de mi cama, con las piernas estiradas y los brazos hacia atrás, con la sonrisa de idiota que parecía siempre tener.Repasó todo mi cuerpo con sus ojos, mientras yo procuraba no explotar en un gran drama, antes de que pudiera decirle algo, se levantó despacio y repitió
Estuve inquieta todo el resto del día, pensando en si volvería, en que me escondía y esperando que me explicara porque fingió que no me conocía cuando estábamos en el instituto.Mi madre había llegado diez minutos después de que Ethan salió de mi casa, ahora estaba preparando la cena, mientras yo miraba fijamente un capítulo de CSI: Miami en el salón, en realidad no tenía ni idea de que iba, había estado pensando en todo lo que pasó, intentando encontrar una razón por la cual Ethan actuó de esa manera, al final siempre daba con la misma respuesta.Es un idiota.Mi madre me llamó a cenar y como un zombi me senté a su lado, todavía estaba absorta en mis pensamientos, no me di cuenta de que no había probado la comida así que mamá preguntó:- ¿Te pasa algo, hija? - decidí mentirle y le dije.- ¿No mamá, porque lo dices? -- No has probado la comida, ¿No te gusta? - mierda, ahora pensaba que era ella la causante de que no
- ¿Es broma verdad? -- Vamos bonita acepta, ¿recuerdas los tipos que me persiguieron el otro día? -Me parece que esto no me va a gustar, solo asentí, recordando lo que me había dicho la noche que creí que era un asesino, violador o ladrón.- Pues bien, me están buscando, saben dónde vivo y necesito esconderme por algún tiempo, que mejor lugar que aquí ¿aceptas? - al decir eso puso cara de perrito abandonado, se veía tan infantil que no pude evitar sonreír y pregunté.- ¿Qué no eran de nuestro instituto, igual los verás no es así? -- Es solo que... estaba en otro instituto, me transfirieron para el tuyo- sonrió, sonó falso, o tal vez era mi imaginación y solo le daba vergüenza admitir que estaba huyendo de ellos.- Si aceptara, cosa que todavía no he hecho, ¿Cuántos días te quedarías? --Tal vez tres o cuatro -- ¡¿CUATRO?!, pensé que tal vez serían uno o dos -- Te prometo
Sol entraba por mi ventana, y un aire cálido soplaba en mi cuello, mi cama era más suave que de costumbre, los dedos de mi mano estaban en algo sedoso y mi pierna estaba en una posición bastante cómoda.No recuerdo haber puesto la alarma, tal vez...lo había hecho, tal vez no...o quizás me estaba despertando un poco temprano, no lo sabía...Toc...toc...toc, escucho golpeteos, ¿estoy soñando?Toc.toc.toc., de nuevo.Toc.toc.toc, Sarah, levántate, ¡llegaras tarde!- grita mi madre.Abro mis ojos, me doy cuenta de que no es un sueño, y mierda, Ethan sigue aquí, y no solo es eso, su cabeza estaba enterrada en el espacio entre mi hombro y mi mandíbula, respirando pacíficamente, mis dedos están enterrados en su cabello, su gran brazo rodeándome por la cintura, mi pierna sobre su cadera...- ¡Sarah!, ¡levántate! - Joder mi madre, la había olvidado.Me levanto rápidamente,
- Hola Abby - Nada más entrar al instituto, localicé a mi mejor amiga.- ¡Hola Sarah!, ¿Qué tal? - dijo mientras se posicionaba frente a mí, dejando a su espalda el casillero, tenía que contarle, debía saberlo, no podía ocultárselo a ella, así que después de que me jurara unas cuantas veces y prometiera unas cuantas cosas, le conté todo, sin mencionar el nombre de Ethan, solo dejándolo en "el chico".Sus grandes ojos cafés estaban expectantes, su delgada boca entreabierta y su espalda recta, escuchando atentamente lo que estaba contándole, apenas terminé le pedí su opinión.- ¿Y bien?, ¿Qué crees que pasa? ¿Por qué no quiere que me reconozcan como amiga suya? -Abrió su boca, sabía que pegaría un grito que despertaría a los cachorros de todo el país así que antes de que sucediera una catástrofe mundial puse mi mano sobre su boca y le ordene que respirara.- Abby, compórtate por todos los dioses, necesito tu ayuda para
No quería volver a mi habitación de nuevo, no quería ni verlo, estaba realmente molesta por su egocentrismo exagerado, entonces no lo hice.Caminé hacia la habitación de mi madre, no era muy colorida, desde que mi padre murió, las paredes quedaron desnudas, donde antes habían fotos, lo único que aportaba un poco de color a la habitación era una rosa roja echa de papel que mi madre tenía siempre sobre el cajón al lado de su cama, nunca le he preguntado donde la consiguió, o porque la conserva, me deshice de mi ropa, y me metí en la cama, se sentía fría, sola, monótona, incorrecta, se sentía como yo en estos momentos, por algún impulso irracional estiré mi mano, tocando la pared que conectaba con mi habitación, a sabiendas de que Ethan se encontraba justo al lado, puse mi mano estirada con los dedos hacia arriba, y estando así
Después de que Ethan y yo hubiéramos pasado por un tiempo de confesión, intenté preguntarle porque decía que no me merecía, que no podía darme algo mejor, a pesar de mi constante insistencia no me dijo nada relevante, aparte de decirme que terminaría odiándolo, que algún día me contaría todo, pero que aún no lo haría.Durante un par de días, solíamos hablar, de diferentes temas, me di cuenta de que sabía y pensaba cosas que eran algo avanzadas para la edad que aparentaba, no volvimos a besarnos ni siquiera hablamos de ello, supongo que se debió a que fue demasiado intenso la primera vez, reímos, jugamos, tonteamos, Ethan seguía con ese cambio suyo, ese cambio que no lo hacía ver como un idiota, al contrario se veía feliz e incluso dulce.Mi madre había llegado lo supe porque escuchamos su camioneta estacionarse en el garaje, así que deje a Ethan en mi cuarto y bajé a comer, recordé que lo más seguro es que tuviera hambre, debía pensar en la