— Y eso pues winner —Continuaba Javo—Por eso quería que te alejaras de esa puta.
No daba crédito a lo que veía en la pantalla gigante mientras me bebía mí enésima cerveza de la tarde. Mí rostro demasiado nítido mientras Mika me lamía la verga y yo se la enterraba en la boca con todas mis fuerzas.
— Mika llegó a nosotros por Tamur—Dijo Javo— Tamur era mí socio. Yo solía producir el material que ellos me entregaban, ya que durante el exilio estudié algo de cine porno. Eran una pareja que además de hacerle a la prostitución y la pornografía hacían exhibicionismo. Actuaban en vivo en mí club artístico pornográfico.
— ¿Cómo en vivo?
— Sexo en vivo pues winner. Ellos follaban delante de la gente en un escenario. Tengo videos por si es que quieres guardarlos a tu colección personal.
Tras analizar bastante mí plan en esa tarde repleta de cerveza opté por mostrar los primeros indicios de proponerlo.— ¿Cuánto pide Mika por esos videos?—Pregunté.— ¿Por qué winner? ¿Los quieres comprar?— Primero quiero saber cuánto valen.Había sacado cálculos, y pese a que no tenía idea cual era el montó exacto, se habían acumulado algo más que simplemente un par de millones en mí cuenta bancaria.— ¿Por qué quieres comprar esos videos, winner?Traté de no ponerme tan nervioso para responder aquella pregunta que me pareció bastante manipuladora y amenazante.— No quiero que se difundan, simplemente eso— Respondí, bastante incrédulo de mí mismo.Mí plan era otro.
Javo salió de la ducha en el momento justo que dejé de hablar con las chicas.Lamenté bastante no haber aprovechado ese rato para intentar robarle mis videos con Mika.Me di cuenta de que me había dejado su teléfono en todo momento. No tenía idea que mierda era lo que el pretendía conmigo y el primer paso de mí plan aún no se me daba. No podía irme de ahí sin ser el dueño del vídeo en el cual Mika había permitido que grabaran cada uno de nuestros encuentros sexuales que tuvimos en casa. Después de largo rato parecía recién dimensionar gran parte de lo ocurrido y la manera en como eso me iba a afectar de ahí en adelante.— Te tengo un negocio, Javo—Dije.— Cada cosa a su tiempo, winner, cada cosa a su tiempo—Dijo Javo, mientras se sacaba los pelos que hay entre medio de las cejas con unas pinzas.
Pese a que Javo y Lerka aún seguían divirtiendose en eso de simular que estaban teniendo sexo, por lo general aún me sentía cómodo. La charla de Elect era bastante activa y en circunstancias como esas se agradecía bastante.— Javo cree que tendremos que cerrar la oficina —Dijo Elect— Es verdad que últimamente los números están bastante malos. Por eso hoy estamos acá y por eso Javo está tan triste.Encendí un cigarro. Mí intuición indicaba que debía ganar la máxima cantidad de tiempo posible y era en eso que trataba de enfocarme. A ella o a quien sea había que distraer y debía estar todo el tiempo pendiente de lo que sea que me permitiese sacar alguna deducción.— ¿Y tú cómo estás con eso?—Pregunté.— Por un lado estoy muy mal. Me da pena que se cierre la oficina ahora que al fin estaba ejerciendo mí verdadera vocación.
Tras terminar el esquelon completo del texto que pretendía escribir me quedé dormido por un buen rato y tuve un sueño casi terrorífico.El pequeño Mak ya estaba más o menos mayor. Aún era un niño. Era el portero de su equipo de fútbol y estaba pasando por una mala tarde, ya que en muy pocos minutos había recibido tres goles según los comentarios que oía en las tribunas y los entrenadores decidían reemplazarlo mucho antes de que terminara la mitad del primer tiempo. El estadio estaba lleno y los espectadores comenzaban a gritarle y a arrojarle cosas.Tomándome la cabeza con ambas manos, no podía comprender cómo era que los adultos podían comportarse de esa forma.Yo había llegado algo atrasado al partido y alcanzaba a verlo salir de la cancha una vez que hicieron el cambio. Mí hijo se echaba a llorar en un rincón q
Estaba en el límite justo entre lo que significaba alcanzar la somnolencia definitiva y el oír el ruido blanco de las risas provenientes de la sala cuando sentí una especie de vibra que me recorrió el cuerpo entero. Me hice el dormido y Elect cantaba felizmente y la débil luz de la habitación se encendió abruptamente.— Mak —Dijo— ¿Estás despierto? Perdoname la vida.No sabía que mierda hacer. Solo comprendía que el sexo era una trampa en la cual no debía volver a caer.Cuando se apagaron las luces creí que me abandonaba definitivamente. Me sentí aliviado y triste a la vez hasta que se movió la frazada. Elect se acostaba al lado mío y la cama era muy pequeña como para no darse cuenta y traté de incorporarme de la forma más calmada que pude.— Perdón, Elect —Dije— Me quedé dormido.
Tras un largo rato besándonos no apuntábamos más que a eso; besarnos y lamernos. Ninguna de nuestras zonas erógenas eran incorporadas a aquella rutina y yo estaba relativamente bien así.— Mak— Dijo Elect.— ¿Que pasa?Esa voz sexy la hallé demasiado triste.— ¿No te gusto, verdad?No sabía si estaba hablando en serio o no, por lo que me puse de pie y encendí la luz. Los rostros me proporcionaban mucha más información que las palabras y al parecer ella lo sabía.— ¿Como no me vas a gustar? —Dije—Mirate. Fíjate cómo te miro.El rostro de Elect era demasiado infantil en ese momento.— ¿Entonces por qué no haces las cosas que hacen los hombres cuando están calientes?
Al día siguiente me levanté sin hacer mucho ruido. Había logrado no despertar a Elect, a quien me preocupé de dejarla tapada considerando el frío que hacía ahí, tan cerca de las montañas en pleno invierno. Luego me dirigí a la sala y descubrí que la puerta de salida estaba abierta. Me disponía a abandonar el departamento cuando Javo me atajó.— Quieto ahí, winner —Dijo, apuntándome con una pistola.Me quedé tranquilo. Ni siquiera me di el trabajo de subir los brazos. El rostro de Javo era simplemente desquiciado.— ¡Disparame! —Dije, pensando qué tal vez estaba soñando.Últimamente me daba la impresión de que los sueños se mezclaban con la realidad y eso no era algo bueno. Lo mejor que se podía hacer era ponerle fin a todo eso.— ¡Mak! — Oí.
Después de acabar con ella a cuatro patas una vez que echamos hacia atrás el asiento del copiloto, Elect se acomodó rápidamente en su lugar que consistía en conducir.Habíamos follado corta y placenteramente para ambos una vez más. Me distraía pensando en eso mientras ella al fin quedaba conforme con su aspecto de respetable integrante de la policía inteligente.— Seduzco tipos como tú —Me dijo.— Es parte de mi trabajo. Pero lamentablemente me enamoré de tí.No sabía si era broma o no lo que decía. Necesitaba contar con algo más de información para hacerme un juicio.— La verdad es que no te creo —Dije—Es imposible que una chica como tú se enamore de un tipo como yo.— No es imposible, Mak, no es imposible. Yo me enamoré de ti por muchas cosas. Cosas que tienes tú y no tiene ningú