Tras un buen rato tirado en el piso logré aceptar la realidad a medias; Mika no es que halla vuelto a prostituirse simplemente, era algo que iba mucho más allá. No me daba rabia su infidelidad en sí, sino que más bien que haya ideado toda una estrategia para ocultarme algo que en realidad en si no me hubiese molestado si aquello se hubiese manejado de una forma más transparente. Saberla integrada o vinculada de esa forma con un tipo como Javo me decepcionó bastante.
Subiendo las escaleras no podía parar de imaginarme aquella escena de Mika en cuatro patas siendo prácticamente partida en dos por Tamur, cuya fuerza era brutal y agresiva. Seguramente ensayaba conmigo esos gritos tan excitantemente fingidos. El efecto que había tenido en mí ese vídeo había sido una considerable disminución de mí amor propio.
Soñé que Mika hacía un trío sexual con Tamur y Javo y que a mí me obligaban a grabarlos. Lo más extraño de todo aquel episodio fue que sabía que estaba soñando, por lo que todo lo que debía hacer no era nada más que obedecer estúpidas ordenes sin sentido y todo aquello era simplemente eso, dejarse llevar en vista de que nada de esa escena pornográfica era real.No tenía nada en contra de la pornografía, solo que aquella brutalidad exagerada no me gustaba. La cámara hacía el trabajo solo debido a la alta tecnología que manejaba y las filmaciones salían de excelente calidad sin mucho esfuerzo por parte de un completo inexperto como yo.Desperté a mediodía, completamente empapado. Mika no estaba por ninguna parte. Sin embargo había una nota escrita a mano debajo de un vaso con jugo de naranja. "Mí amor. No te quise despertar. Anoche soñaste cosas muy raras. Decías que querías un trío y me emocioné
Estaba pensando en lo de Roniv y comencé a escuchar su material musical. Sonaba bastante bien y hacer arreglos de piano ahí no iba a ser un asunto tan difícil. Podría hacerlo en el momento sin necesidad de ensayar, puesto que eran círculos básicos de acordes. Por suerte había fanfarroneado bien. Además de aquel balance logístico que calculé, la voz de Roniv me pareció preciosa.Intenté soñar un poco y decidí imaginarme su rostro. Cuando estaba en lo mejor de eso apareció Mika, frenéticamente.— ¡Ayúdame, Mak!Mientras bajaba las escaleras para ayudarle al taxista a sacar un montón de paquetes tanto del porta maletas como del asiento trasero, pensaba en eso de que ya no la podía considerar como mí mujer.Tarde o temprano iba a seguir enterándome de cosas y había considerado realmente la decisión de romper con ella
Lo primero que hice fue ir por un par de latas de cerveza a la tienda de licores de la esquina. Luego comencé a caminar pausadamente y sin rumbo fijo. Mientras tanto iba bebiendo y mirando el paisaje de aquel barrio que era hermoso en otoño o en invierno. Era mí terapia personal para encontrar paz y cada vez que cumplía con aquella rutina las cosas parecían mejorar en mí vida.Sonó mí teléfono y miré la pantalla. Decía Roniv. El hijo de puta de Javo me había entregado el teléfono con los contactos sincronizados. Me propuse hablar sin cuidado, puesto que a esas alturas hubiese sido bastante ingenuo de mí parte el no sospechar que el aparato estaba intervenido o algo parecido. De todos modos ya estaba jodido y nada de lo que hiciese iba a lograr revertir la situación.Adiós terapia de paz.— ¿Sí? —Contesté.— Alo. ¿Hablo
Una vez que salí del centro médico intenté comunicarme con Mika, quien jamás me contestó el teléfono. Había pensado en alojar afuera pero al mismo tiempo no pretendía hacer eso sin darle una especie de aviso previo. Decidí que lo mejor que podía hacer era intentar irme a casa.Pasé primero a la tienda de la esquina por un par de latas de cervezas y me senté en el extremo más lejano de la plaza en perspectiva al edificio.Sentado en un banco que estaba ubicado debajo de un gran árbol me puse a revisar mis exámenes. Había un montón de términos que no comprendía y todos iban acompañados de la palabra negativo, escrita en negrita.Había una nota también, cuya firma era de Caks y el timbre pertenecía al centro médico. "¿Te gustó lo
— Despierta, mí amor— Me dijo Mika.Abrí los ojos y estaba ella nuevamente acariciando mí verga sobre el pantalón. Nada de aquello había sido un sueño y tal vez había pasado muy poco rato, puesto que la marihuana y las luces lo distorsionaban todo. Era imposible no estar despierto porque Ulz estaba al otro lado, nuevamente con una de sus piernas sobre las mías.— Voy al baño—Dijo Mika.— ¿Otra vez?—Preguntó Ulz.— Va a ser la última vez que voy, amiga. Te lo juro.Mika se puso de pie y desapareció. Ulz me abrazó y yo la tomé de la cintura. Pese a que podía inspirarme cuestiones estrictamente más carnales debido a su voluptuosidad, solamente tenía unos enormes deseos de besarla y recorrer su cuerpo con mis manos. Eran otra clase de sentimientos y sensaciones, algo mucho más idílico
No supe cómo me fui a los brazos de Morfeo con mi verga flácida dentro de la vagina de Ulz. No entendía como había llegado a volver a hacerlo con ella después de habernos quedado conversando un buen rato más una vez que nos metimos definitivamente a la cama. Solo recuerdo haber oído algo de que Mika tenía que salir temprano de casa y que ella se iba a quedar un rato más, puesto que necesitaba conversar algo importante conmigo antes de irse a su casa. Repetía a cada rato que para ella había sido una noche muy especial y que yo había estado a la altura y que todo era una lástima.Por más que lo intenté no pude hacer ningún recuerdo más. Solo sé que cuando Mika metió ruido al levantarse desperté con una angustia en mi alma que no era para nada normal. Luego seguí durmiendo.Para variar desperté por culpa del maldito celular. Era el maldito Javo.— Buenos días,
Al cabo de un rato Caks se fue. Mi estado estático en uno de los sillones de cuero que poblaban esa parte del bar/biblioteca con el cual contaba el mastodónico departamento de Javo me proporcionó la impresión de que nada de lo que estaba sucediendo me podía importardemasiado.— ¿Que sucede winner?—Me preguntó Javo, tras ir a dejar a Caks al estacionamiento.—Me siento un poco estafado—Respondí, cínicamente.Descubrí que la mejor forma de comunicarme con Javo consistía en evitar que mis respuestas generaran más preguntas. Estaba perdido de todos modos.— Yo también me siento estafado, querido winner —Dijo Javo—Lamentablemente hice todo lo que pude. En vista de que lo
Tras unas cinco cervezas más recién ahí me atreví a hablar.—Javo—Dije.Javo estaba cada vez más borracho. A veces se iba desvaneciendo lentamente por el sofá. Sin embargo parecía aún estar despierto.—¿Que quieres, winner?—Ahora que estoy condenado a muerte, ¿Tu me podrías explicar algunas cosas?Tras alcanzar su botella de cerveza Javo se incorporó.— Winner —Dijo Javo— Es lo único que puedo hacer por tí. Juro decirte la verdad, nada más que la verdad.— ¿Por qué me grabaste mí mamada con Sus? Yo sé que tú fuiste.Sonó mí teléfono. Llamaba Mika. No quise contestarle. Javo encendió un porro y me convidó para que yo fumara primero.
Último capítulo