Me remuevo en la silla de la salas de juntas, observando la gran mesa que frente a mí se expande, veo a John caminar por el lugar, puedo sentir su estrés e inquietud, Bianca trata de calmarlo, acaricia su rostro y me pierdo en ese detalle, es lindo tener a quien amar, en quien confiar y de donde sacar fuerzas cuando quieres enviar todo al diablo… a no ser que te vuelvas un idiota como sucede con mi mellizo o que cause tu muerte como sucedió con Eliot.— Debes dejar de exponerte de esa manera o no llegaras a conocer a tus nietos.— Me conformo con conocer a nuestro hijo, te amo Tina.— No más de lo que yo te amo Chicco.A mi mente llegan tantos recuerdos de cuando el amor no fue solo un sueño para mí, un suspiro involuntario sale de entre mis labios, ¿estoy nerviosa? No, claro que no, estoy… aburrida, esa es la palabra, aunque debería sentirme eufórica, al fin hoy después de tres años, tendré a esos hijos de puta frente a frente, vere sus rostros y ellos verán el mío, me gustaría matar
EMMA—Hola Cassidy, ¿cómo estás? —miro sus ojos azules y descubro que los años pasaron para todos.— ¡Emma!, querida, pasa, tantos años sin saber de ti. Oh ¿estos son...?— Sí, ellos son mis mellizos, Donato y Valentina, niños saluden. —no puedo evitar que el orgullo se deje ver al presentar a mis diablitos.—Hola, señora. — contesta mi niño de forma respetuosa.— Hola, abuelita. — valentinas muestras su hermosa sonrisa, sin esfuerzo alguno.— Son muy hermosos, pasen, pasen.Miro al rededor y me doy cuenta de que nada ha cambiado, mientras nos dirigimos al comedor veo a los niños que corren de un lado al otro, y recuerdo los días en que con los muchachos hacíamos las mismas travesuras, que casi siempre terminaba con Noha castigado, porque algún niño terminaba tirándome y él lo golpeaba, Noha el brabucón que siempre me defendía y que lo sigue haciendo.— ¿Mamá podemos jugar con los otros niños? — mi niña agita sus pestañas mientras habla.— De acuerdo, pero no se metan en problemas o n
NOHA — ¡¿Quieres explicarme dónde está?! ¡Mira la hora que es! — estoy a punto de morir de puro coraje.— Tranquilo Noha, ella ya es una mujer, no le pasará nada malo. — me molesta ver su tranquilidad.— Tommy, la última vez que desapareció, ¡volvió embarazada!— Repito es una mujer, no una niña, ahora está tomando pastillas. – y ahora veo todo rojo, voy a matar a alguien, pero no sé a quién.— ¡¿Qué?! ¡¿Desde cuándo? ¿acaso tiene novio?! Dime, ¿es el idiota que le trae las compras? — esto no me puede estar pasando, no puedo perderla, ni a ella ni a los niños.— ¡¿Pero qué rayos sucede?! Se escuchan tus gritos desde la otra calle. –John entra con su traje hecho a medida y juro que lo golpeare, todo es su culpa.— ¿Sabes dónde está Emma y los niños? —Trato de mantener la calma— No, recién llego, ¡que no ves!— Seguro conseguiste tú propósito. – le escupo cada palabra en su cara de idiota.— ¿De que estas hablando?— "Emma hay un puesto en la empresa ven a trabajar conmigo así podrás
Noha:Mi temor por arruinar todo se desvanece en el momento que ella comienza a hablar.—De acuerdo... quieren saber… les diré la verdad. Pero no volveremos a tocar este tema. Nunca más. — Ahora, no era el único que estaba congelado, nosotros éramos sus amigos, su familia y aun así nunca dijo nada. Pero por fin hoy sabremos todo.— Tommy, trae lo más fuerte que tengamos para beber, solo les contaré la historia... sin nombres. — dice mientras se sienta en el sofá blanco de la sala.— ¿Sin nombres? Es lo mismo que nada. — Me quejo de inmediato, y es que durante estos 5 años lo único que eh querido hacer es matar al maldito que jugó con Emma.— No tienes por qué hacerle caso. – Dios, hoy lo voy a matar. John ¿Cuándo te convertiste en el enemigo?— ¡Cállate, John! — grito de inmediato, llevo tanto tiempo, querer matar al maldito que la lastimo, y ahora que por fin ella va a hablar John dice que no es necesario.— ¡Basta! ¿Qué sucede entre ustedes? ¡Lo quiero saber ahora! – mi pequeño Koal
EMMAPrepárate, tú puedes, ya no eres una niña, eres una mujer, necesitas valerte por ti misma, debes hacerlo por tus hijos, Noha, John, Tommy no pueden cargar con nosotros por siempre.— Mamy, te ves muy linda. —me repito una y otra vez mientras termino de arreglarme.— Gracias Valentina.— Dime Tina.— ¿Tina?— A Donato le dices Don, a mi dime Tina.— De acuerdo. —Mi niña me mira con esos ojos medios verdosos, se parecen a los de Prieto, pero también podría ser por mi color de ojos.— Ma, ¿Tina?— Acá hijo, ¿qué sucede?— Te ves preciosa, como una reina.— Don, ¿porque eres así?, las chicas se volverán locas por ti.— Yo solo te querré a ti y a Tina, seré como el tío Noha.— Si él nos quiere y cuida de todos.— Mmm, eres muy despistada mamá. — ¿A qué te refieres?— Nada solo tengo 5 años ¿qué puedo saber yo? —Miro los ojos de Donato, ese color de avellana que tanto se parecen a los que vi cuando desperté esa mañana, los ojos de Demetri.— De acuerdo niño de 5 años, prométeme que te
Emma:Después de terminar mi largo día, vuelvo más que muerta.— Llegue familia. — ¿Y cómo te fue todo?— Llegue a la conclusión que no acudiré a clases de consulta de no ser necesario, solo me concentraré en presentar los exámenes. Extraño demasiado a mis pequeños. Y estoy muerta, a donde están todos, por cierto.— Tommy, llego hace un momento y se fue a su habitación, al igual que John, y los niños duermen. ¿Quieres cenar?— Gracias Noha, pero ya comí un bocadillo. — Bien siéntate y te haré un masaje así te relajas.Hago lo que me pide, y esto es la gloria, sus enormes manos recorriendo mis pequeños hombros y cuello. Trato de recordar cuando fue la última vez que me hizo masajes.— ¿En qué piensas?— ¿Cuándo fue la última vez que me hiciste masajes?—Mmm, no lo recuerdo fue hace mucho.— ¿Estás enamorado?, Auch. — Mi hombro quedó con un pequeño hormiguero ya que apretó más de la cuenta.— Lo siento, creo que apreté de más. —está nervioso, lo sé.— No, descuida, ¿me vas a contest
EMMA.— Hola Emma, aquí están estos diablitos. — Bien hasta que te diste cuenta como son. Nos vemos mañana.— Emma, ¿ya sales? — John me alcanza de camino al ascensor y recordé los papeles que me pidió que firmara Marco.— Sí, oh rayos me olvide los documentos, en la cafetería. — No te preocupes, el señor Marco ya los tiene, me los dará mañana. — Bien, necesitamos hablar, pero será en casa, con los muchachos.— ¿Qué sucede? — Bianca contesta en mi lugar.— Muchas cosas de las que si dependiera de mí no sabrías nada.— Bianca, hola, te ves hermosa.— Deja de coquetear John, ¿porque no me dijiste que Emma estaba viviendo contigo?— Fácil, ¿cómo conquistaría tú corazón si te dice que vive con una mujer, dos hermosos niños y dos monos? — Mi hijo es totalmente descarado.— Donato, compórtate, perdón Bianca, te presento a mi hijo Donato y ella es Valentina.— DIOS, ¡son muy hermosos!— Gracias, tú también eres muy hermosa, me gustaría estar en el lugar del tío John, no te dejaría e
Emma: — ¿Estas bien Emma? — Conozco a John, se apresura a ayudarme a quedar bien derecha, pero también lo hace porque Demetri no tenía intenciones de soltarme. — No sabía que se conocieran. — Y eso sonó exactamente como lo que era, un reproche. — No, es decir lo vi un par de veces en el colegio. — Opte por mentir, y ruego que allá sonado a verdad. — Realmente me asombras Emma, hijo, ella es Emma Johnson, la hija de Greco, el hombre que salvó nuestras vidas. — Hola, es un placer saber tú nombre. —Me reusó a mirarlo, en su lugar miro a Marco y trato de sonreír. John se mantiene en silencio. Y sé muy bien que está analizando todo. — Realmente me sorprende que sepas que él es Demetri, digo, solamente nosotros su familia, los podemos diferenciar, para el resto es imposible. —En ese momento alguien entra, me mantengo en mi sitio, rogando de que sea Bianca y John deje de mirarme de esa forma acusadora. — Lamento la demora. —solo quiero morir, no, los años no me dieron el valor