NOHA
— ¡¿Quieres explicarme dónde está?! ¡Mira la hora que es! — estoy a punto de morir de puro coraje.
— Tranquilo Noha, ella ya es una mujer, no le pasará nada malo. — me molesta ver su tranquilidad.
— Tommy, la última vez que desapareció, ¡volvió embarazada!
— Repito es una mujer, no una niña, ahora está tomando pastillas. – y ahora veo todo rojo, voy a matar a alguien, pero no sé a quién.
— ¡¿Qué?! ¡¿Desde cuándo? ¿acaso tiene novio?! Dime, ¿es el idiota que le trae las compras? — esto no me puede estar pasando, no puedo perderla, ni a ella ni a los niños.
— ¡¿Pero qué rayos sucede?! Se escuchan tus gritos desde la otra calle. –John entra con su traje hecho a medida y juro que lo golpeare, todo es su culpa.
— ¿Sabes dónde está Emma y los niños? —Trato de mantener la calma
— No, recién llego, ¡que no ves!
— Seguro conseguiste tú propósito. – le escupo cada palabra en su cara de idiota.
— ¿De que estas hablando?
— "Emma hay un puesto en la empresa ven a trabajar conmigo así podrás ayudar en casa”. ¡Es lo mismo que decirle, trabaja o vete! – creo que lo mejor es llevarme a Emma y los niños lejos de aquí. Solo nosotros.
— ¡¿Pero qué m****a dices?! ¡Eres un idiota! ¿Acaso es por eso que no me hablas? – listo, lo golpeare, solo una provocación más.
— ¡¿A quién le dices idiota?!
— Basta, ¿qué les sucede a ustedes? ¿Acaso van a golpearse? – Tommy se mete en medio, pero John se lo está buscando y se lo voy a dar, mi puto puño en toda su cara.
— ¿Que sucede aquí? – y allí está mi vida entera, entrando a casa como si nada pasara, siento que puedo respirar una vez más.
— ¡EMMA! — grito de puro alivio.
— Hola papá Noha, papá John, papá Tommy. — mi pequeña princesa entra con una hermosa sonrisa y yo me derrito.
—Hola mi pequeña Valentina, dime ¿dónde estuviste? – le pregunto a mi niña, ya que Emma me está mirando enfadada.
— Mamá nos llevó de paseo a… ¿su hogar? – responde algo confundida.
— ¿Que hogar? Este es su hogar. — Le digo mirándola directamente esos ojos que tanto amo.
— Tranquilo tío Noha, fuimos a conocer la historia de los cuatro mosqueteros, y la tía Melisa, nos dio pastel. – mi pequeño Donato me tranquiliza, creo que ellos saben lo que siento por su madre.
— ¿Fuiste al orfanato? — pregunto incrédulo, ella jamás regreso allí desde que la echaron.
— Bien niños digan buenas noches y a la cama. — sí, definitivamente Emma está enojada conmigo, pero no entiendo por qué.
Observo a la razón de mi desesperación, y claro que ella también me ve y por fin me sonríe, lo que hace que mi corazón lata más deprisa, pero lo mismo hace con John y Tommy, yo para ella no soy más que un buen amigo más. O peor, su hermano, como nos presenta a otros, como por ejemplo al maldito pendejo que le trae las compras, muero de celos cada vez que ella se arregla solo para recibir las compras.
— Bien ahora, los tres vengan, tomen asiento. – esto es grave, mando a dormir a los niños y ahora nos pide sentarnos, Dios, ¿acaso está saliendo con alguien?
— ¿Qué sucede Emma? — pregunto sin poder contenerme, pero ella me ignora.
—Tommy siéntate atrás de John y sujeta sus manos.
— De acuerdo. — Tommy al igual que yo haría cualquier cosa que Emma le pidiera sin importar que, la diferencia yo la veo como mujer y el como una hermana, como si ellos fueran mellizos.
— ¿Y ahora qué vas a intentar Emma?, estoy muy cansado. ¿Podríamos dejar el juego para otro día? — la queja de John me molesta, está bien debo admitir que últimamente estoy más enojado que de costumbre, pero todo tiene un porque y el mío se llama Emma.
— Silencio John, tómalo como el regalo de cumpleaños que me debes. — mi pequeña rubia le dedica una sonrisa.
— ¿Qué haces Emma? — pregunto mientras siento sus manos sobre mi piel.
— Shhh quédate quieto. —¿Porque, me está abrazando desde atrás? Sus pequeños brazos no alcanzan a agarrar los míos y opta por.... enroscar sus abrazos en mi cuello, ¡no por favor!, puedo sentir sus pechos sobre mi espalda, Emma realmente no eres consciente de lo que provocas en mí, ¿cierto? Si pudieras darte cuenta de que yo no te veo como una hermana.
— Ahora, quiero una ronda de sinceridad, y comenzare yo. Me molesta que Tommy no termine su carrera, por cuidar de mis hijos mientras estudió, por lo tanto, decidí que terminaré el último año rindiendo libre, ya saben, me presentaré solo cuando realicen los exámenes.
— ¡Eso no! — protesto de inmediato, su educación es lo más importante, ya la atraso demasiado por los niños.
—Shhh, no es tu turno.
Maldición, ¿cómo no te das cuenta lo que haces? me hablas al oído, no ves que lo único que quiero es llevarte al cuarto. Todos estos años enamorado de ella, y Emma ni siquiera lo nota, soy patético.
— Tommy tu turno.
— Me molesta... na a mí no me molesta nada.
— Piensa Tommy es ahora o nunca. — le advierte mi pequeño koala rubio.
— De acuerdo, me molesta que no hemos salido a divertirnos ni una sola vez una noche entera, digo, somos personas adultas, 25, 23,21, 21, los años pasan y no nos divertimos, solo es estudio para nosotros y trabajo para ustedes.
— Eso es estúpido, no puedo salir ¡tengo hijos! — y casi me deja sordo del grito que da.
— Tiene razón. – Digo haciendo que Tommy vea lo lógico.
— No. _ por primera vez en mucho tiempo John nos mira con interés y eso no me gusta para nada.
— ¿Que John? —pregunto con toda intención de que se retracte y no porque no escucharlo.
— Dije que no tienes razón Noha.
— ¿Acaso eres estúpido?
— ¡Deja de insultarme por un demonio! — y por fin el humor del hombre de hielo sale a relucir.
— Y tú deja de tratar que Emma, se valla de casa. _ lo acuso formalmente frente a todos.
— ¿Quién quiere que se valla?, solo le ofrecí trabajo, para que sea más independiente, ella no puede depender de nosotros para todo y el hecho que sea madre soltera ¡no es un impedimento para que salga a divertirse! — Suficiente lo golpeare, él se lo busco.
— Quédate quieto por favor ¡ay!
Me congelo en mi lugar, es tan liviana que me olvide que ella estaba colgada de mí y cuando me levante de golpe, enrosco sus piernas a mi cintura, y con esa voz tan sexi me dice tal cosa y ese quejido...Dios, ¿por qué me castiga así? Me siento un maldito pervertido, pero es que toda ella me vuelve loco.
— ¿Me escuchas Noha? — pregunta y yo solo asiento con la cabeza, no me atrevo a hablar no sé lo que diría.
— John, tiene razón, me da vergüenza estar viviendo todos estos años de ti y de él, aparte de la ayuda de Tommy, cargan conmigo y mis hijos y no es justo. — su voz suena tan triste, que muero por abrazarla.
— A mí no me molesta...— comienza a hablar Tommy como el buen amigo que es.
— Tú mismo lo dijiste, no salimos, no nos divertimos, porque todo el dinero del restaurante es para ropa de los niños mis estudios y los de Tommy, y el dinero de John es para el alquiler ropa para nosotros y creo que es hora de concentrarme en ser solo mis hijos y yo, necesito sentirme útil. —Gracias a Dios se baja de mi espalda, porque con todas las estupideces que están diciendo me está costando más mantener el control.
— Necesito estar a la par con ustedes, no ser una piedra al cuello, que los hunda…— Tommy la interrumpe y lo agradezco, porque ya no soporto que diga tantas tonterías.
— No, no, nada de eso, no eres una piedra, ni una carga, nada de eso, es solo que estás sola con los niños, si tuvieras a alguien...
— Eso...— Interrumpo a Tommy, solo mírame, Emma, date cuenta te amo, estoy aquí, a tu lado, mírame.
— Me molesta que sigas ocultando quien es el padre de los niños. Él tiene la obligación de ayudarte. — John lo suelta de golpe y yo veo el dolor en su rostro, definitivamente mi amigo quiere morir, pero tiene razón.
— ¿Que? ...— Su voz es un susurro, sé que la pregunta o mejor dicho reproche la lastima. Pero creo que es lo que todos nos hemos preguntado estos cinco años, ¿Quién es el padre?
—Yo también necesito saber. No tiene nada que ver con los gastos ni nada, pero... pasaron 5 años desde que... y no has dicho nada. — trato de tranquilizarla, es solo que quiero romper cada hueso de ese maldito, y nada más.
— ¡¿Y eso que va a cambiar?!— Automáticamente se pone a la defensiva, como siempre.
— ¿Te parece normal que Valentina nos llame papá a los tres?, uno bueno, ¿pero a los tres? ¿Y qué Donato nos diga tíos? Él marca distancia y ella no sabe a quién acudir si algo pasa, ¡te escucho llorar por las noches! POR DIOS. Ya no lo soporto, tú quisiste este juego, no yo. —Y como siempre que tiro la bomba, me arrepiento al ver la cara empapada en lágrimas de ella, la cara de desaprobación de John y Tommy que me dispara con la mirada a quemarropa. Lo Jodi todo.
Noha:Mi temor por arruinar todo se desvanece en el momento que ella comienza a hablar.—De acuerdo... quieren saber… les diré la verdad. Pero no volveremos a tocar este tema. Nunca más. — Ahora, no era el único que estaba congelado, nosotros éramos sus amigos, su familia y aun así nunca dijo nada. Pero por fin hoy sabremos todo.— Tommy, trae lo más fuerte que tengamos para beber, solo les contaré la historia... sin nombres. — dice mientras se sienta en el sofá blanco de la sala.— ¿Sin nombres? Es lo mismo que nada. — Me quejo de inmediato, y es que durante estos 5 años lo único que eh querido hacer es matar al maldito que jugó con Emma.— No tienes por qué hacerle caso. – Dios, hoy lo voy a matar. John ¿Cuándo te convertiste en el enemigo?— ¡Cállate, John! — grito de inmediato, llevo tanto tiempo, querer matar al maldito que la lastimo, y ahora que por fin ella va a hablar John dice que no es necesario.— ¡Basta! ¿Qué sucede entre ustedes? ¡Lo quiero saber ahora! – mi pequeño Koal
EMMAPrepárate, tú puedes, ya no eres una niña, eres una mujer, necesitas valerte por ti misma, debes hacerlo por tus hijos, Noha, John, Tommy no pueden cargar con nosotros por siempre.— Mamy, te ves muy linda. —me repito una y otra vez mientras termino de arreglarme.— Gracias Valentina.— Dime Tina.— ¿Tina?— A Donato le dices Don, a mi dime Tina.— De acuerdo. —Mi niña me mira con esos ojos medios verdosos, se parecen a los de Prieto, pero también podría ser por mi color de ojos.— Ma, ¿Tina?— Acá hijo, ¿qué sucede?— Te ves preciosa, como una reina.— Don, ¿porque eres así?, las chicas se volverán locas por ti.— Yo solo te querré a ti y a Tina, seré como el tío Noha.— Si él nos quiere y cuida de todos.— Mmm, eres muy despistada mamá. — ¿A qué te refieres?— Nada solo tengo 5 años ¿qué puedo saber yo? —Miro los ojos de Donato, ese color de avellana que tanto se parecen a los que vi cuando desperté esa mañana, los ojos de Demetri.— De acuerdo niño de 5 años, prométeme que te
Emma:Después de terminar mi largo día, vuelvo más que muerta.— Llegue familia. — ¿Y cómo te fue todo?— Llegue a la conclusión que no acudiré a clases de consulta de no ser necesario, solo me concentraré en presentar los exámenes. Extraño demasiado a mis pequeños. Y estoy muerta, a donde están todos, por cierto.— Tommy, llego hace un momento y se fue a su habitación, al igual que John, y los niños duermen. ¿Quieres cenar?— Gracias Noha, pero ya comí un bocadillo. — Bien siéntate y te haré un masaje así te relajas.Hago lo que me pide, y esto es la gloria, sus enormes manos recorriendo mis pequeños hombros y cuello. Trato de recordar cuando fue la última vez que me hizo masajes.— ¿En qué piensas?— ¿Cuándo fue la última vez que me hiciste masajes?—Mmm, no lo recuerdo fue hace mucho.— ¿Estás enamorado?, Auch. — Mi hombro quedó con un pequeño hormiguero ya que apretó más de la cuenta.— Lo siento, creo que apreté de más. —está nervioso, lo sé.— No, descuida, ¿me vas a contest
EMMA.— Hola Emma, aquí están estos diablitos. — Bien hasta que te diste cuenta como son. Nos vemos mañana.— Emma, ¿ya sales? — John me alcanza de camino al ascensor y recordé los papeles que me pidió que firmara Marco.— Sí, oh rayos me olvide los documentos, en la cafetería. — No te preocupes, el señor Marco ya los tiene, me los dará mañana. — Bien, necesitamos hablar, pero será en casa, con los muchachos.— ¿Qué sucede? — Bianca contesta en mi lugar.— Muchas cosas de las que si dependiera de mí no sabrías nada.— Bianca, hola, te ves hermosa.— Deja de coquetear John, ¿porque no me dijiste que Emma estaba viviendo contigo?— Fácil, ¿cómo conquistaría tú corazón si te dice que vive con una mujer, dos hermosos niños y dos monos? — Mi hijo es totalmente descarado.— Donato, compórtate, perdón Bianca, te presento a mi hijo Donato y ella es Valentina.— DIOS, ¡son muy hermosos!— Gracias, tú también eres muy hermosa, me gustaría estar en el lugar del tío John, no te dejaría e
Emma: — ¿Estas bien Emma? — Conozco a John, se apresura a ayudarme a quedar bien derecha, pero también lo hace porque Demetri no tenía intenciones de soltarme. — No sabía que se conocieran. — Y eso sonó exactamente como lo que era, un reproche. — No, es decir lo vi un par de veces en el colegio. — Opte por mentir, y ruego que allá sonado a verdad. — Realmente me asombras Emma, hijo, ella es Emma Johnson, la hija de Greco, el hombre que salvó nuestras vidas. — Hola, es un placer saber tú nombre. —Me reusó a mirarlo, en su lugar miro a Marco y trato de sonreír. John se mantiene en silencio. Y sé muy bien que está analizando todo. — Realmente me sorprende que sepas que él es Demetri, digo, solamente nosotros su familia, los podemos diferenciar, para el resto es imposible. —En ese momento alguien entra, me mantengo en mi sitio, rogando de que sea Bianca y John deje de mirarme de esa forma acusadora. — Lamento la demora. —solo quiero morir, no, los años no me dieron el valor
EMMA— Odió ser anfitriona y lo sabes. —me quejo como un crio, pero es la verdad.— Hoy no puedes hace otra cosa, no con tu mano así. —responde de forma cariñosa.— Eres imposible, si la loca aparece hoy ¿y pide por ti que le digo?, "disculpe, pero está demasiado preocupado por mi mano, como para aparentar que le caes bien"— Correcto.— Repito eres imposible. — No me molesta atender a la gente, pero espero que la eterna enamorada de Noha no aparezca, últimamente me está sacando de quicio como mira mi Noha.— ¡¿Buenas noches?! — Dios, porque no enviaste mejor a la loca, porque a los Constantini. ¿Conque tipo de karma cargo?— Hola querida Emma.— Bianca bienvenida, Marco, Demetri, Prieto.— Disculpa por aparecer así de repente, pero quería ver el logro de Noha.— Por favor, sigan, los llevaré a la mejor mesa. — A Noha no le gustara para nada que ellos estén aquí. — Gracias es muy buen lugar.— ¿Alguna recomendación?— Sí, podrían comenzar con una clásica ración de carpaccio de
EMMA.No quiero pensar en lo que está pasando, solo quiero sentir sus labios, sus manos que comienzan a desvestirme, despacio, como pidiendo permiso con cada roce, hasta que me recuesta en la cama y lo dejo, jamás había sentido esto, es como si necesitara sentir el calor de su cuerpo sobre el mío.Dejo que recorra mi cuello con su boca, mientras que sus manos acarician mis pechos, arqueo mi espalda a medida que baja besando todo a su paso, por el placer que esto provoca.—Noha, enséñame lo que es el amor. — Él se aparta y me observa, con una dulzura desmedida en su mirada.— No te preocupes, yo te enseñaré y te cuidaré.Y es así como poco a poco él recorre todo mi cuerpo y yo me pierdo entre sus enormes brazos, sus músculos, su boca, lo siento en todo mi ser en cada fibra, y cuando creía que esto era el más exquisito placer, me penetra, lentamente, dejándome sentir por completo de lo que es capaz de hacer con su miembro tan viril, si, esto era el mismo cielo.— Eres todo lo que nece
DEMETRI — ¿Qué piensas?— Nada, solo en como divertirme, ¿y tú?— Prieto, ¿acaso ya no le temes a papá?— El viejo solo está pagando una deuda, con esto se aseguró de que esa chica no pase necesidades, su consciencia estará tranquila ahora.— Creo que no le tomas el peso que merecen sus palabras, solo aléjate de ella, ya ves no está sola, tiene el apoyo de papá, y a esos tres amigos suyos, además, viste la reacción de Bianca, ella la aprecia.— ¿Porque no dices las cosas como son? ella todavía te gusta, admítelo, durante años preguntaste su nombre, querías buscarla ¿verdad? ¿Acaso piensas casarte con ella?— Quería disculparme, eso es todo.Tengo que convencerlo de que no me interesa, conozco a mi hermano y mi interés por ella, solo lo alentará a molestarla.Tengo que buscar el momento para hablar con Emma y aclarar todo.EMMA— Bien deberemos hablar con Noha.— Sí y estoy segura de que no se lo tomara bien.— Vamos Emma, ahora eres su novia, convencerlo no será trabajo.— John, mald