PRIETO Esto no puede ser, el bebé de Emma está expuesto y lo alcanzo a sostener, veo una última vez como Tina corre en dirección al restaurante. — ¡Don Emilio maneje por favor!Acomodo al bebé sobre el abdomen de Emma y la levantó para meterla en el auto.— Lion...— Tranquila Emma, aquí está tu hijo, todo estará bien ya llamaron al hospital y nos están llevando allí.— Cuida a mis hijos, cuida a Noha.— Por favor don Emilio, más rápido, tú quédate tranquila, cuidarás en persona de ellos, solo resiste.— Prométeme Prieto…, cuida a mis hijos, cuida de Noha, que no se llene de odio.—…lo prometo.La veo cerrar los ojos y solo le pido a Dios, que tenga la fuerza para resistir, tomo una manta que suelo tener en el auto, por si alguno de los niños se queda dormido y cubro a Lion, para tratar de mantenerlo en calor, se ve bien.— Vamos Emma abre los ojos, por favor, mira que preciosura es tu hijo, se parece a ti y a Noha.Lion, deja de llorar, pareciera que sabe que algo le pasó a su mamá
John Los días pasaron y conseguimos que el juicio se realice en tiempo récord, así lo quiso Emma, temía que Marco, o Noha quisieran tomar la justicia por su cuenta y terminaran matando a aquella mujer, todo iba de maravillas, estaba seguro que conseguiría que le dieran perpetua por intento de homicidio, pero aun así, había algo que no me terminaba de cerrar. Fue por eso que le pedí a Prieto que se reuniera conmigo en la delegación una hora antes de que trasladaran a Débora al juzgado. — Hola cuñado, ¿qué pasa? Para que me necesitas con tanta urgencia.— conseguí que puedas ver a Débora antes de que la lleven al juzgado.— ¿Y para qué quieres que la vea? Acaso pudiste convencer a Emma para que la pueda matar, porque si ese es el caso con mucho gusto le arranco el corazón con mis propias manos.— Ahora sé de dónde sacaron lo espeluznante los diablitos, pero no, no es eso, además si ese fuera el caso tendrías que sacar número somos demasiados los que queremos matarla.— ¿Entonces?— So
EMMAEstoy tan nerviosa, no sé porque, pero hay algo en el semblante de Noha que hace que mis nervios salgan a flote.— Noha, la cena está exquisita, pero no entiendo porque venimos a este hotel/ restaurante tan caro y no a tu restaurante.— Nuestro restaurante amor, nuestro.— Lo que sea, ¿qué sucede?, sé que me ocultan algo y a Tommy también.— ¿Tommy?— Sí, sé que ustedes saben algo que él no, y es algo que no quieren que sepa, saben que Tommy me lo diría.Lo acusó directamente, ya me cansé de esas charlas con John a solas, dejándonos a fuera a Tommy y a mí.— Ustedes tienen el mismo nivel de amistad y conexión que los mellizos, es sorprendente.— Y lo sigues haciendo, evades el tema.— .... Fue Demetri.Me lleva un
Bianca.Mi corazón está destrozado, esto no pueden ser, ¿por qué? Mi teléfono suena sacándome de mis pensamientos. Maldición es John. — Hola, cariño, ¿dónde estás? Vine a buscarte para ir a almorzar.Escuchar su voz solo remueve más lo que siento, y el sollozo me delata.— ¡BIANCA! ¡¿QUE SUCEDE DONDE ESTAS?!— Es— estoy... yo vine...— ¡Bianca!— Estoy fuera del hospital central.do lo que digo antes que la llamada se termine, estoy segura de que John llegará en minutos. ¿Qué le diré? Es su mayor sueño, ¿cómo lo enfrentare? ¿Y si me deja?— Bianca, amor.John me toma entre sus brazos, ese lugar que es mi refugio, esos brazos por los cuales aún me mantengo en pie, a pesar de todo lo que ha pasado en mi familia.— Cariño que sucede, me estas asustando, ¿acaso estas enferma?— Quiero ir a casa.— Claro, vamos, ya no llores, por favor, no puedo verte así.John siempre se ha mostrado como una persona fuerte, fría, calculadora, pero no es así, es más dulce que Noha y más sensible que Tommy,
EMMAEsa voz a mi espalda hace eco en mi cabeza, no quiero girar, esto no puede ser verdad, pero la cara de Prieto me hace entender que sí, si es verdad, él está aquí.— Demetri.— Amada mía. Maldito loco, amada una mierda. Tomo valor y giro para ver al responsable de mis miedos, el culpable de mis pesadillas.— ¿Amada? ¿Alguna vez has sabido lo que es el amor?— Emma ven.Prieto se levanta y trata de tomar mi mano, pero no lo dejo, el odio que tengo dentro de mí me lleva a dar un paso más cerca de Demetri. — Sé muy bien lo que es el amor, porque yo te amo Emma.— Tú estás loco, jamás has amado a alguien, lo peor de todo es que hubo un tiempo, donde realmente deseé a verte conocido antes que Prieto, pensé que todo hubiera sido diferente, de lo que nunca fui consiente ¡es que eres una basura y loco de remate!— Lo que sea, aun así, soy tu loco, soy tuyo y tú eres mía. Demetri se acerca a paso lento como un león acechando su presa, claro que él no sabe que, de esa Emma débil, ya no q
Me remuevo en la silla de la salas de juntas, observando la gran mesa que frente a mí se expande, veo a John caminar por el lugar, puedo sentir su estrés e inquietud, Bianca trata de calmarlo, acaricia su rostro y me pierdo en ese detalle, es lindo tener a quien amar, en quien confiar y de donde sacar fuerzas cuando quieres enviar todo al diablo… a no ser que te vuelvas un idiota como sucede con mi mellizo o que cause tu muerte como sucedió con Eliot.— Debes dejar de exponerte de esa manera o no llegaras a conocer a tus nietos.— Me conformo con conocer a nuestro hijo, te amo Tina.— No más de lo que yo te amo Chicco.A mi mente llegan tantos recuerdos de cuando el amor no fue solo un sueño para mí, un suspiro involuntario sale de entre mis labios, ¿estoy nerviosa? No, claro que no, estoy… aburrida, esa es la palabra, aunque debería sentirme eufórica, al fin hoy después de tres años, tendré a esos hijos de puta frente a frente, vere sus rostros y ellos verán el mío, me gustaría matar
EMMA—Hola Cassidy, ¿cómo estás? —miro sus ojos azules y descubro que los años pasaron para todos.— ¡Emma!, querida, pasa, tantos años sin saber de ti. Oh ¿estos son...?— Sí, ellos son mis mellizos, Donato y Valentina, niños saluden. —no puedo evitar que el orgullo se deje ver al presentar a mis diablitos.—Hola, señora. — contesta mi niño de forma respetuosa.— Hola, abuelita. — valentinas muestras su hermosa sonrisa, sin esfuerzo alguno.— Son muy hermosos, pasen, pasen.Miro al rededor y me doy cuenta de que nada ha cambiado, mientras nos dirigimos al comedor veo a los niños que corren de un lado al otro, y recuerdo los días en que con los muchachos hacíamos las mismas travesuras, que casi siempre terminaba con Noha castigado, porque algún niño terminaba tirándome y él lo golpeaba, Noha el brabucón que siempre me defendía y que lo sigue haciendo.— ¿Mamá podemos jugar con los otros niños? — mi niña agita sus pestañas mientras habla.— De acuerdo, pero no se metan en problemas o n
NOHA — ¡¿Quieres explicarme dónde está?! ¡Mira la hora que es! — estoy a punto de morir de puro coraje.— Tranquilo Noha, ella ya es una mujer, no le pasará nada malo. — me molesta ver su tranquilidad.— Tommy, la última vez que desapareció, ¡volvió embarazada!— Repito es una mujer, no una niña, ahora está tomando pastillas. – y ahora veo todo rojo, voy a matar a alguien, pero no sé a quién.— ¡¿Qué?! ¡¿Desde cuándo? ¿acaso tiene novio?! Dime, ¿es el idiota que le trae las compras? — esto no me puede estar pasando, no puedo perderla, ni a ella ni a los niños.— ¡¿Pero qué rayos sucede?! Se escuchan tus gritos desde la otra calle. –John entra con su traje hecho a medida y juro que lo golpeare, todo es su culpa.— ¿Sabes dónde está Emma y los niños? —Trato de mantener la calma— No, recién llego, ¡que no ves!— Seguro conseguiste tú propósito. – le escupo cada palabra en su cara de idiota.— ¿De que estas hablando?— "Emma hay un puesto en la empresa ven a trabajar conmigo así podrás