EMMA
Estoy tan nerviosa, no sé porque, pero hay algo en el semblante de Noha que hace que mis nervios salgan a flote.
— Noha, la cena está exquisita, pero no entiendo porque venimos a este hotel/ restaurante tan caro y no a tu restaurante.
— Nuestro restaurante amor, nuestro.
— Lo que sea, ¿qué sucede?, sé que me ocultan algo y a Tommy también.
— ¿Tommy?
— Sí, sé que ustedes saben algo que él no, y es algo que no quieren que sepa, saben que Tommy me lo diría.
Lo acusó directamente, ya me cansé de esas charlas con John a solas, dejándonos a fuera a Tommy y a mí.
— Ustedes tienen el mismo nivel de amistad y conexión que los mellizos, es sorprendente.
— Y lo sigues haciendo, evades el tema.
— .... Fue Demetri.
Me lleva un
Bianca.Mi corazón está destrozado, esto no pueden ser, ¿por qué? Mi teléfono suena sacándome de mis pensamientos. Maldición es John. — Hola, cariño, ¿dónde estás? Vine a buscarte para ir a almorzar.Escuchar su voz solo remueve más lo que siento, y el sollozo me delata.— ¡BIANCA! ¡¿QUE SUCEDE DONDE ESTAS?!— Es— estoy... yo vine...— ¡Bianca!— Estoy fuera del hospital central.do lo que digo antes que la llamada se termine, estoy segura de que John llegará en minutos. ¿Qué le diré? Es su mayor sueño, ¿cómo lo enfrentare? ¿Y si me deja?— Bianca, amor.John me toma entre sus brazos, ese lugar que es mi refugio, esos brazos por los cuales aún me mantengo en pie, a pesar de todo lo que ha pasado en mi familia.— Cariño que sucede, me estas asustando, ¿acaso estas enferma?— Quiero ir a casa.— Claro, vamos, ya no llores, por favor, no puedo verte así.John siempre se ha mostrado como una persona fuerte, fría, calculadora, pero no es así, es más dulce que Noha y más sensible que Tommy,
EMMAEsa voz a mi espalda hace eco en mi cabeza, no quiero girar, esto no puede ser verdad, pero la cara de Prieto me hace entender que sí, si es verdad, él está aquí.— Demetri.— Amada mía. Maldito loco, amada una mierda. Tomo valor y giro para ver al responsable de mis miedos, el culpable de mis pesadillas.— ¿Amada? ¿Alguna vez has sabido lo que es el amor?— Emma ven.Prieto se levanta y trata de tomar mi mano, pero no lo dejo, el odio que tengo dentro de mí me lleva a dar un paso más cerca de Demetri. — Sé muy bien lo que es el amor, porque yo te amo Emma.— Tú estás loco, jamás has amado a alguien, lo peor de todo es que hubo un tiempo, donde realmente deseé a verte conocido antes que Prieto, pensé que todo hubiera sido diferente, de lo que nunca fui consiente ¡es que eres una basura y loco de remate!— Lo que sea, aun así, soy tu loco, soy tuyo y tú eres mía. Demetri se acerca a paso lento como un león acechando su presa, claro que él no sabe que, de esa Emma débil, ya no q
Me remuevo en la silla de la salas de juntas, observando la gran mesa que frente a mí se expande, veo a John caminar por el lugar, puedo sentir su estrés e inquietud, Bianca trata de calmarlo, acaricia su rostro y me pierdo en ese detalle, es lindo tener a quien amar, en quien confiar y de donde sacar fuerzas cuando quieres enviar todo al diablo… a no ser que te vuelvas un idiota como sucede con mi mellizo o que cause tu muerte como sucedió con Eliot.— Debes dejar de exponerte de esa manera o no llegaras a conocer a tus nietos.— Me conformo con conocer a nuestro hijo, te amo Tina.— No más de lo que yo te amo Chicco.A mi mente llegan tantos recuerdos de cuando el amor no fue solo un sueño para mí, un suspiro involuntario sale de entre mis labios, ¿estoy nerviosa? No, claro que no, estoy… aburrida, esa es la palabra, aunque debería sentirme eufórica, al fin hoy después de tres años, tendré a esos hijos de puta frente a frente, vere sus rostros y ellos verán el mío, me gustaría matar
EMMA—Hola Cassidy, ¿cómo estás? —miro sus ojos azules y descubro que los años pasaron para todos.— ¡Emma!, querida, pasa, tantos años sin saber de ti. Oh ¿estos son...?— Sí, ellos son mis mellizos, Donato y Valentina, niños saluden. —no puedo evitar que el orgullo se deje ver al presentar a mis diablitos.—Hola, señora. — contesta mi niño de forma respetuosa.— Hola, abuelita. — valentinas muestras su hermosa sonrisa, sin esfuerzo alguno.— Son muy hermosos, pasen, pasen.Miro al rededor y me doy cuenta de que nada ha cambiado, mientras nos dirigimos al comedor veo a los niños que corren de un lado al otro, y recuerdo los días en que con los muchachos hacíamos las mismas travesuras, que casi siempre terminaba con Noha castigado, porque algún niño terminaba tirándome y él lo golpeaba, Noha el brabucón que siempre me defendía y que lo sigue haciendo.— ¿Mamá podemos jugar con los otros niños? — mi niña agita sus pestañas mientras habla.— De acuerdo, pero no se metan en problemas o n
NOHA — ¡¿Quieres explicarme dónde está?! ¡Mira la hora que es! — estoy a punto de morir de puro coraje.— Tranquilo Noha, ella ya es una mujer, no le pasará nada malo. — me molesta ver su tranquilidad.— Tommy, la última vez que desapareció, ¡volvió embarazada!— Repito es una mujer, no una niña, ahora está tomando pastillas. – y ahora veo todo rojo, voy a matar a alguien, pero no sé a quién.— ¡¿Qué?! ¡¿Desde cuándo? ¿acaso tiene novio?! Dime, ¿es el idiota que le trae las compras? — esto no me puede estar pasando, no puedo perderla, ni a ella ni a los niños.— ¡¿Pero qué rayos sucede?! Se escuchan tus gritos desde la otra calle. –John entra con su traje hecho a medida y juro que lo golpeare, todo es su culpa.— ¿Sabes dónde está Emma y los niños? —Trato de mantener la calma— No, recién llego, ¡que no ves!— Seguro conseguiste tú propósito. – le escupo cada palabra en su cara de idiota.— ¿De que estas hablando?— "Emma hay un puesto en la empresa ven a trabajar conmigo así podrás
Noha:Mi temor por arruinar todo se desvanece en el momento que ella comienza a hablar.—De acuerdo... quieren saber… les diré la verdad. Pero no volveremos a tocar este tema. Nunca más. — Ahora, no era el único que estaba congelado, nosotros éramos sus amigos, su familia y aun así nunca dijo nada. Pero por fin hoy sabremos todo.— Tommy, trae lo más fuerte que tengamos para beber, solo les contaré la historia... sin nombres. — dice mientras se sienta en el sofá blanco de la sala.— ¿Sin nombres? Es lo mismo que nada. — Me quejo de inmediato, y es que durante estos 5 años lo único que eh querido hacer es matar al maldito que jugó con Emma.— No tienes por qué hacerle caso. – Dios, hoy lo voy a matar. John ¿Cuándo te convertiste en el enemigo?— ¡Cállate, John! — grito de inmediato, llevo tanto tiempo, querer matar al maldito que la lastimo, y ahora que por fin ella va a hablar John dice que no es necesario.— ¡Basta! ¿Qué sucede entre ustedes? ¡Lo quiero saber ahora! – mi pequeño Koal
EMMAPrepárate, tú puedes, ya no eres una niña, eres una mujer, necesitas valerte por ti misma, debes hacerlo por tus hijos, Noha, John, Tommy no pueden cargar con nosotros por siempre.— Mamy, te ves muy linda. —me repito una y otra vez mientras termino de arreglarme.— Gracias Valentina.— Dime Tina.— ¿Tina?— A Donato le dices Don, a mi dime Tina.— De acuerdo. —Mi niña me mira con esos ojos medios verdosos, se parecen a los de Prieto, pero también podría ser por mi color de ojos.— Ma, ¿Tina?— Acá hijo, ¿qué sucede?— Te ves preciosa, como una reina.— Don, ¿porque eres así?, las chicas se volverán locas por ti.— Yo solo te querré a ti y a Tina, seré como el tío Noha.— Si él nos quiere y cuida de todos.— Mmm, eres muy despistada mamá. — ¿A qué te refieres?— Nada solo tengo 5 años ¿qué puedo saber yo? —Miro los ojos de Donato, ese color de avellana que tanto se parecen a los que vi cuando desperté esa mañana, los ojos de Demetri.— De acuerdo niño de 5 años, prométeme que te
Emma:Después de terminar mi largo día, vuelvo más que muerta.— Llegue familia. — ¿Y cómo te fue todo?— Llegue a la conclusión que no acudiré a clases de consulta de no ser necesario, solo me concentraré en presentar los exámenes. Extraño demasiado a mis pequeños. Y estoy muerta, a donde están todos, por cierto.— Tommy, llego hace un momento y se fue a su habitación, al igual que John, y los niños duermen. ¿Quieres cenar?— Gracias Noha, pero ya comí un bocadillo. — Bien siéntate y te haré un masaje así te relajas.Hago lo que me pide, y esto es la gloria, sus enormes manos recorriendo mis pequeños hombros y cuello. Trato de recordar cuando fue la última vez que me hizo masajes.— ¿En qué piensas?— ¿Cuándo fue la última vez que me hiciste masajes?—Mmm, no lo recuerdo fue hace mucho.— ¿Estás enamorado?, Auch. — Mi hombro quedó con un pequeño hormiguero ya que apretó más de la cuenta.— Lo siento, creo que apreté de más. —está nervioso, lo sé.— No, descuida, ¿me vas a contest