Cerré la puerta con cuidado mientras mi mano era tomada por la de Thomas. Habiamos entrado a un departamento, el cual supuestamente nosotros habiamos adquirido tres meses antes. En nuestro tercer aniversario.
Sujeté mi cabeza con una mueca cuando sentí un leve mareo. De pronto era como si mi mente se hubiera ido muy lejos de ahi. Cerré los ojos y tomé con más fuerza la mano de mi novio, intentando mantenerme en pie a pesar del dolor que comenzaba a experimentar. «Hacía frio ese día en la mañana. Abrí la puerta con una sonrisa y mi boca se abrió completamente cuando vi el precioso apartamento que se encontraba frente a mi. Era enorme, tenia un piso de madera precioso y una chimenea gigante... Todo eso era verdaderamente hermoso, pero lo que mas llamó mi atencion fueron los enormes ventanales que se enconteaban alrededor, mostrando una vista divina de la ciudad....» Sacudí la cabeza con fuerza cuando otra punzada de dolor me abarcó repentinamente, me llevé la mano a la zona afectada intentando contener el dolor. Thomas se dio cuenta de ello y con cuidado me guió hasta el sofá más cercano. —¿Estás bien?—preguntó con preocupación. —¿necesitas un poco de espacio? —Creo que recordé algo —murmuré, no muy convencida. —no fue muy claro. —¿De verdad? —una enorme sonrisa cruzó su cara, parecia una sonrisa esperanzada—¿qué era? Puse un mohin de confusión. —Yo... entrando aquí por primera vez —fijé la vista en la ventana. —no estoy muy segura. —Si linda, fue aqui —pasó su dedo por mi cabello de forma calida —este departamento era una sorpresa y te encantó. Lo miré, sus ojos color almendra parecian sinceros e ilusionados, como si me amara. Eso me hizo pensar por un momento en que no era nada extraño que yo estuviera enamorada de él antes del accidente, después de todo parecia una buena persona. Le sonreí también, posando mis labios contra los suyos. Sentí una punzada en el pecho desconocida al besarlo, no muy agradable. —Me gustaría saber que pasó —dije con pesadez, intentando averiguar un poco —¿en dónde fue el accidente? ¿por qué estaba sola en el auto? ¿a dónde iba? ¿Cómo te enteraste?... Thomas tragó saliva con fuerza, era como si le pesara hablar de ese tema. Se tensó de pies a cabeza y casi de inmediato senti culpa por preguntar. Aún asi respondió. —No tengo la menor idea de nada Sky, no sé a donde ibas, con quien o porque. Solo... mientras dormía me llamaron, habias tenido un accidente y estabas grave en el hospital. Al parecer al chocar saliste de la camioneta y atravesaste el parabrisas. Caiste en el asafalto de la carretera y te arrastraste unos centimetros. Fue ahi cuando un auto te atropelló. El pecho me dolió de repente, sentia que me asfixiaba. Necesitaba tomar aire, huir de todo lo que estaba sintiendo. ¿Por qué no podia recordar nada? Apreté los puños con fuerza y recargué los codos en mis rodillas, necesitaba pensar un poco, intentar recordar algo. Lo que fuera. —Mi celular —sisee con dientes apretados —¿Dónde esta mi celular? —Se destruyó en el accidente —respondió, extendiendome algo —te compré este de repuesto, ya tiene los contactos anteriores. Se lo quité de la mano con un poco más de fuerza de la necesaria. Entré a mis contactos repasando los nombres, mamá, papá, Mar, Tikie, Mi amor, Harding... ¿Harding? Frunci el ceño y miré a Thomas buscando una explicación. —Es el SIM anterior, yo solo lo puse, tú ya lo tenías registrado desde antes del accidente. Puse los ojos en blanco. —Seguro para localizarte cuando salieran juntos. Él se encogió de hombros. —Seguro que si. [...] Pasé el dedo por la mesa de noche otra vez, seguía sin poder dormir. Además los ronquidos de Thomas me molestaban más de lo que debería. Apreté los labios con fuerza y senti como el brazo de mi novio pasaba por alrededor de mi cintura, me llevó más hacia él, besando mi mejilla con delicadeza. Cerré los ojos e intente dormir, al final lo logré después de unos minutos. «Su llamada me deja más preocupada de lo que debe, me ha dejado claro que necesito llegar pronto, antes que él se de cuenta. Paso la mano por el volante, tanteando el lugar donde deberian estar las llaves. Cuando las siento contra mis dedos las giro, encendiendo la camioneta. Repiqueteo los dedos con ansiedad un momento, revisando lo que hay en el asiento trasero. Arranco sin pensar. No sé donde está ese jodido lugar asi que pongo el GPS en la pantalla y comienzo a seguir las indicaciones que me da. Mi celular empieza a repiquetear con un nuevo mensaje. Todo está listo, necesito llegar rápido, necesito acelerar. Aprieto los labios y acelero aún más sin importarme lo oscuro que está y que la lluvia no me de mucha visibilidad. Voy a más de 100 k/m pero sigue sin importarme. Suspiro y escucho mi celular de nuevo, es una llamada. Estiro el brazo hacia él e intento responder la llamada. Al menos hasta que un sonido de claxon hace que levante la mirada de nuevo hacia la carretera. Intento frenar pero voy demasiado rapido y con la lluvia solo logro derrapar. Giro el volante, intentando controlar el auto, pero eso solo sirve para que me volque. Mi corazón va a explotar, late tan rápido que ni siquiera me deja respirar. Suelto un grito de terror, pero todo se detiene cuando me golpeo la cabeza.» Salté de la cama entre gritos, experimentando el verdadero terror. Thomas habia corrido en toalla hasta mi y me abrazó mientras yo lloraba con fuerza, sintiendo una capa de sudor frio corriendo por toda mi espalda. Estaba aterrada, mi cabeza palpitaba sin parar. Me aferré mas a mi novio, como si en cualquier momento pudiera desaparecer y yo pudiera volver a esa terrible pesadilla. —¿Qué pasó linda? —su voz era casi un susurro.—¿tuviste una pesadilla? Lo miré con ansiedad, con miedo, con desesperación. —¿Seguro no tienes idea de a donde iba el día del accidente? Se separó un poco de mi y me miró con el ceño fruncido, su cuerpo se había puesto rigido. —¿Recordaste algo? Asentí un poco, aún temblando. —Alguien me habia llamado, iba con esa persona —sacudí la cabeza —creo que me distraje y cuando quise frenar perdi el control del auto. Thomas se incorporó rapidamente, su torso desnudo se separó un poco de mi, mostrando su piel blanca tonificada. —¿Algo más? —preguntó con preocupacion. Negué lentanente con la cabeza, tomando una pastilla del mueble, esperando que eso disminuyera el dolor de cabeza. Thomas me miró un momento más con una expresion extraña que no entendí, pero que aún así ignoré, recostandome de nuevo. —Iré a trabajar —dijo, luego de unos segundos —¿puedo dejarte sola? Tragué saliva. —Puedes hacerlo. Él me sonrió pero yo apreté los labios, mirandolo de nuevo. —¿En que trabajas?—pregunté —Soy abogado. —Un buen trabajo. Puso los ojos en blanco de manera divertida y se inclinó a mi, besando mi frente. —En la tarde vendrán los chicos. Quieren beber algo y pasar tiempo juntos ¿está bien? Asenti levemente, pasando una mano por su mejilla. Tal vez volver a la rutina me haría bien para recordar, podria ser bueno hacerlo. —Te amo —murmuró Le sonrei y lancé un beso al aire, volviendo a cerrar los ojos.Abri los ojos con lentitud y vi que el reloj marcaba las 5:01 pm. Frunci el ceño y tomé el celular. Tenia 3 mensajes de Thomas avisando que los chicos llegarian a las 5:30.Puse una mueca de disgusto, tenía exactamente veintinueve minutos para vestirme, aunque cabia la posibilidad de que no fueran puntuales y llegaran despues de la hora acordada. Suspiré con fuerza y entré al baño con la intención de no perder más tiempo del necesario.Justo al lado de la puerta pude ver que había un espejo que reflejaba mi cuerpo por completo. Miré al espejo con atención, mi cabello castaño estaba opaco y deshidratado, bajo mis ojos celestes había unas bolses enormes de ojeras y en mi frente un golpe de color morado. Frunci los labios, habia una cortada en mi barbilla.Mi cuerpo seguia doliendo, tomé el borde de la blusa y la levanté con cuidado. Una cicatriz en sanación cruzaba de forma vertical el abdomen, era delgada pero notable. Mis brazos estaban golpeados
«Miro hacia todas partes, no sé donde estoy. Es un cuarto con paredes blancas, todo está borroso. Tengo una aguja clavada en mi piel y un hombre canoso me sonrie amigablemente, pero eso no me hace sentir mejor en lo más minimo.—¿Dónde estoy?—pregunto debilmente.—¡Linda! —un hombre de ojos color avellana se acerca a mi con una sonrisa —oh dios mio, estaba tan preocup...—¿Quién eres tú? —mis ojos se abren por completo y mis alarmas se encienden. Intento ponerme de pie —¿dónde está mamá? ¿dónde esta papá? ¿qué pasó?—Linda no...—el hombre trata de tomar mi rostro pero yo lo empujo con fuerza —Sky tranquila.—¿Cómo sabes mi nombre?—un par de mujeres con bata blanca se acercan a mi y yo empiezo a jalar, intentando levantarme —SUELTENME ¿DÓNDE ESTOY! ¡QUIERO IRME A CASA!El chico castaño empieza a llorar y esa es la última imagen que me llevo cuando cierro los ojos.»Mis ojos se abrieron lentamente, temiendo que no estuviera en casa con Thomas. Mi cuerpo estaba tenso y rigido mientras la
Habia pasado una semana. Siete dias confusos donde las pesadillas no desaparecían y todas se repetían. Todas relacionadas con el accidente. También fueron siete dias donde conocí más a Thomas, dándome cuenta del novio tan perfecto que era. Siempre me daba regalos, llegaba con pequeños detalles e incluso me invitaba a salir todos los dias después del trabajo. Habiamos recorrido muchos lugares, sitios donde se suponía habiamos pasado muchos momentos hermosos juntos; pero, a pesar de eso jamás pude recordar nada. Era domingo de nuevo y estaba desgastada emocionalmente, era cansado no dormir debido a las pesadillas, estresarme por no poder recordar, tener deja vu confusos, mantenerme alerta todo el tiempo y simplemente fingir como si nada hubiera pasado. Tratar de aparentar que todo estaba bien aunque no fuera así. Solté todo el aire de mis pulmones y me dejé caer en el suelo tras sentir un peso indescriptible en los hombros. Thomas estaba en la oficina y podia derrumbrarme un poco.
Luego de tres horas terminé de armar el rompecabezas que encontré dentro del armario de la habitación. Era una imagen de la pintura de la noche estrellada de Van gogh. Me sentía realmente satisfecha con el resultado. Aparté la mirada del rompecabezas cuando la puerta principal se abrió en ese momento. Thomas estaba cruzando el pasillo mientras se quitaba la corbata con cansancio. Corrí a su alcance con una enorme sonrisa y le di un corto beso en los labios que él correspondió con una media sonrisa. —¿Qué tal tu tarde? —preguntó Me encogi de hombros, restandole importancia a lo que habia pasado con las chicas. —Estuvo bien, armé un rompecabezas, tardé tres horas. También vinieron Mar y Tikie. —¿Quieres enmarcarlo?—Thomas lo miró de reojo, ignorando mi encuentro con sus amigas —se vería bien en nuestra habitación. Negué con la cabeza, haciendo una mueca de disgusto. —Quisiera armarlo de nuevo y tratar de hacerlo en menos tiempo. Él asintió con la cabeza y se encaminó
Seguia revisando el album de fotos que habia encontrado en la habitación por la mañana. Ahi habia fotos de Thomas y yo en muchos escenarios y otras más con nuestros amigos. Me detuve en una en especifico luego de unas cuantas paginas, en esa fotografia estabamos todos distraidos. Mar con un vestido rojo cereza y una enorme sonrisa, sus rizos negros caian por su espalda de forma perfecta y una de sus manos estaba con un cigarrillo. Tikie tenia un vestido morado puesto y estaba colocandose brillo labial sin prestar atención. Thomas llevaba un traje negro, estaba haciendo una seña bastante rara a la camara y sacaba la lengua con aire jugueton. Mis ojos se detuvieron de golpe en Harding, quien estaba al lado de mi novio. Cuando lo hice mi corazón dio un traspie. En la foto estaba yo, viendo a la camara con una timida sonrisa, encogida de hombros y con mi cabello dorado resaltando. Harding no miraba a la camara, me veia a mi. Y su mirada transmit
Revisé el refrigerador con una mueca, no habia leche. Repiquetee mis dedos en el mueble de al lado, necesitaba tomar un café para desayunar. Vi la hora en el reloj de la pared, ya casi eran las nueve de la mañana, Thomas ya se había ido y dudaba que quisiera volver del trabajo solo para ir al supermercado a comprar lo que necesitaba.Suspiré, podía tomar un taxi y aprovechar para ir por lo que hacia falta para la casa, además de salir un momento para despejarme. Después de todo desde el accidente no había tenido la oportunidad de salir sola y parecía una buena idea.Tomé las llaves y mi bolso, saliendo del edificio. Llamé al primer taxi que vi y le pedi llegar al supermercado más cercano, que casualmente estaba a tres minutos de distancia.Tomé un carrito de compra cuando el taxi se detuvo y empecé a pasearme entre los pasillos de la tienda, tomando las cosas que necesitaba. Que fueron más de las que pensaba ya que cuando le llamé a Thomas dijo claramente que comprara lo que quisiera
Los días se pasaron de forma muy lenta y dolorosa. Cada uno era peor que el otro. No comia, no dormia y ni siquiera hablaba.Thomas pensó, claro, que se debia al estres del accidente. Aunque hubieran pasado ya tres semanas desde eso... era muy comprensivo, y lindo. Hacia que me doliera aún más el hecho de no poder sacarme de la cabeza a su mejor amigo.Suspiré cuando Mar quitó la musica triste que yo había reproducido un momento atrás y se sentó a mi lado, mirándome con una sonrisa comprensiva. Estabamos reunidos todos juntos, excepto Harding, que no se había aparecido por ahí despues de nuestra conversacion.—¿Estás bien? —preguntó ella, pasando una mano por mi cabello.¿Cómo podia estar bien? Habia tenido un maldito accidente, había olvidado años de mi vida. Todo me estaba cayendo en la cabeza al mismo tiempo y no podia soportar tantas revelaciones en tan poco tiempo. ¡Me habia revolcado con el mejor amigo de mi novio! ¡Joder! ¡¿Cómo mierda podia estar bien con eso?! Que pregunta t
Miré por última vez el apartamento antes de sentirme completamente satisfecha con el resultado. Todo ya estaba muy limpio y la comida chatarra ya estaba sobre la mesa. Justo en ese momento la puerta se abrió, mostrando a Thomas, quien me dedicó una corta mirada antes de que yo me diera medía vuelta y volviera a la cocina sin decirle absolutamente nada. No tenía intenciones de hablar con él, ni de fingir que nada habia pasado entre nosotros. Estaba demasiado molesta como para pasarlo desapercibido. La puerta fue golpeada casi al instante, indicando que ya habia llegado la visita de Thomas. Puse una mueca de disgusto y fui a abrirla con él detrás de mi. Harding estaba al de pie al otro lado. Sus ojos me miraron con ceño fruncido un momento y yo también hice lo mismo. Sabía que tenia una mala cara pero en esos momentos era la menor de mis preocupaciones. Pasó por mi lado con una corta