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4. "Crisis de personalidad"

Habia pasado una semana. Siete dias confusos donde las pesadillas no desaparecían y todas se repetían. Todas relacionadas con el accidente.

También fueron siete dias donde conocí más a Thomas, dándome cuenta del novio tan perfecto que era. Siempre me daba regalos, llegaba con pequeños detalles e incluso me invitaba a salir todos los dias después del trabajo. Habiamos recorrido muchos lugares, sitios donde se suponía habiamos pasado muchos momentos hermosos juntos; pero, a pesar de eso jamás pude recordar nada.

Era domingo de nuevo y estaba desgastada emocionalmente, era cansado no dormir debido a las pesadillas, estresarme por no poder recordar, tener deja vu confusos, mantenerme alerta todo el tiempo y simplemente fingir como si nada hubiera pasado. Tratar de aparentar que todo estaba bien aunque no fuera así.

Solté todo el aire de mis pulmones y me dejé caer en el suelo tras sentir un peso indescriptible en los hombros. Thomas estaba en la oficina y podia derrumbrarme un poco. Bajar esos muros construidos a base de mentiras.

Una lágrima descendió por mi mejilla y vi la ciudad detrás de la ventana.

Me sentia miserable, era una tortura tener 3 años de mi vida en blanco. Como si no hubiera existido en ese tiempo, o como si hubiera sido otra persona. Cerré los ojos un momento, tratando de no explotar.

Apreté los labios, mi mente estaba en blanco, no sabia que era lo que necesitaba recordar, ni con quien. Solo sabia que había un hueco muy grande en mi mente y que siempre terminaba recordando algo cuando convivía con Harding.

No entendía la razón, eso era algo que no lograba decifrar.

Abri lentamente los ojos y por alguna razón miré directamente la puerta. Frunci el ceño cuando mi cerebro se enfocó en algo lejano dentro de mi cabeza.

«—¿Por que haces esto? —pregunto furiosa, con lágrimas inundando mis ojos —¿Por qué te empeñas en confundirme? ¡Si para ti solo es sexo!

Lo veo cerrar la puerta detrás de él sin ni siquiera haber salido. Decido retroceder cuando sus ojos me miran, con notable enojo.

—Esto no es solo sexo Sky, y no me malinterpretes, el sexo es jodidamente genial contigo, pero cuando hay una conexion con alguien es suficiente para que solo con un beso tus rodillas se debiliten y caigas al piso. Por eso no te quiero dejar, porque tengo esa conexion contigo. Y eso es algo que simplemente nadie podrá superar.»

Apreté los dientes con fuerza y me puse de pie, odiaba esa sensacion. No saber quien demonios era la persona de mis recuerdos. Solo una imagen borrosa de la situación. Nunca lograba identificar a las personas y eso me ponia de los nervios.

Intenté respirar lentamente, necesitaba relajarme, centrarme en algo que no fueran los nudos de mi cabeza que parecian más enredados que nunca.

Otra lágrima se derramó por mi mejilla y me obligué a detenerlas, no queria llorar, no queria sentirme de esa manera.

Tomé el teléfono entre mis manos y llamé a Thomas, no queria seguir sola en casa, necesitaba que algo me distrajera.

Necesitaba que mi pareja me apoyara en ese proceso tan dificil.

—¡Amor! —su voz habló luego del cuarto tono —ahora no puedo hablar, te veo en casa ¿bien?

Ni siquiera me dejó responder, terminó la llamada de nuevo, dejandome más destruida que antes.

Deje caer la cabeza sobre el vidrio y me quité el celular del oido, maldiciendo al aire mi vida.

La puerta empezó a ser golpeada en ese momento, suspiré una vez más y limpie mis mejillas.

Fingí una sonrisa cuando vi del otro lado de la puerta a Mar y Tikie. Les hice un ademán para que entraran y ellas lo hicieron felices.

—Hola Sky —Mar me abrazó con cariño —¿Como has estado?

—He tenido mejores días —respondí, ofreciendole a Tikie una sonrisa —¿qué puedo hacer por ustedes?

—Pensamos en venir a verte, tener una tarde de chicas.—Mar corrió hasta el sofá y sonrió—¿qué tal te va con Thomas?

Solté todo el aire de mis pulmones y me senté a su lado, encogiendome de hombros.

—Thomas es muy bueno, no me sorprenden los tres años que tenemos de relación.

Ella sonrió aún más, colocando su mano en mi pierna.

—No deberia, ustedes son una muy buena pareja.

Tikie puso una mueca que no logré identificar, ya que solo la tuvo unos segundos, porque rapidamente cambió el gesto. Volviendo a sonreir como hacía siempre.

Voltee la mirada hacia Mar de nuevo, quien estaba revisando el apartamento con curiosidad, como si intentara encontrar algo fuera de lo normal.

Yo frunci el ceño.

—¿Por qué Harding no ha venido con ustedes? —pregunté.

Mar giró la cabeza tan rapido que temi que se lastimara el cuello. Sus ojos me miraron con desconfianza.

—No deberia preocuparte que no venga con nosotras, ni siquiera te agrada.

—De hecho si que me agrada—me encogi de hombros —él no ha hecho nada más que ser amable conmigo.

Mar apretó los labios.

—Él solo es amable contigo porque Thomas es tu novio Sky, en realidad no le agradas.

Eso hizo que Tikie la mirara y levantara la voz, furiosa:

—No puedes hablar así de Harding cuando él no está presente. Además claro que Sky le agrada, él me lo ha dicho.

—Oh claro —Mar rodó los ojos con aburrimiento. —olvidaba que aqui tenemos a la defensora de Harding.

—No soy su defensora, soy su amiga. Y él es nuestro amigo, no debemos hablar mal a sus espaldas.

—Por eso es que no te invitamos a nuestras reuniones Tikie —rebatió Mar, con hastio —le quitas lo divertido.

—Creo que deja de ser divertido cuando hablamos de los demás —murmuré, negando con la cabeza —a mi me parece preocupante que hables de los demás a sus espaldas, eso quiere decir que podrias hacer lo mismo conmigo. Me alegra saber que Tikie evitaria que lo hicieras.

—Vamos Sky —Mar soltó una risa que me pareció de lo más irritante —a ambas nos da por hablar de los demás, no es nada nuevo.

Negué con la cabeza, apretando los puños.

—Pues que decepción saber la clase de persona que era antes del accidente.

La sonrisa de Mar desapareció de golpe tras mi comentario. Toda la sala se inundó de un silencio abismal.

—Lo mejor es que pidamos algo de comer —sugirió Tikie, luego de unos minutos.

Asenti con la cabeza, sin dejar de ver a Mar, quien parecia molesta.

Yo también lo estaba, no solo con ella, si no también conmigo misma, por haber tenido como amiga a alguien como ella.

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