No había nada...En cada nota de internet que leía me daba cuenta que no había ninguna noticia más allá de lo que yo sabía sobre mi accidente. No había personas, testigos, investigación... no había nada. Y eso era más extraño de lo que me parecía en un inicio.—Nena, ¿hay algo que debas contarme? —preguntó Harding, después de notar que seguía revisando los documentos del accidente —¿ha pasado algo que yo no conozco?Apreté los labios y cerré el computador de golpe, mi mirada se cruzó con la suya un momento y después me encogí de hombros, intentando no prestarle demasiada importancia.—¿Cómo te enteraste del accidente? —pregunté intentando sonar despreocupada, sin lograrlo.Harding parpadeo un par de veces antes de responder. —Mar me avisó —dijo por fin —Creo que Thomas le había llamado cuando iba de camino al hospital.—¿Y qué fue lo que te dijo exactamente?—Pues Thomas estaba en su computador cuando recibió la llamada de la policía, al parecer te habían encontrado.Mi corazón se a
Entrar al departamento que antes compartía con Thomas fue más sencillo de lo que esperaba en primer lugar, la llave seguía estando en el lugar que mi memoria recién descubierta recordaba, justo detrás de la maceta con un listón rojo.Harding soltó todo el aire de sus pulmones cuando notó lo decidida que parecía y me miró, sin saber muy bien que esperar a continuación de mi. —¿Por qué crees que puedes encontrar algo por aquí?—preguntó.Sacudí la cabeza sin saberlo, porque me parecía demasiado tonto responder que se debía a una corazonada. Ambos entramos al departamento tomados de la mano, pero al entrar lo solté de inmediato, mirándolo de reojo.—Esperame aquí —le pedí, dejándolo en el sofá de la entrada. Él asintió rapidamente a mi petición y eso me dió vía libre para recorrer mi antigua habitación como si de eso dependiera mi vida, intentando encontrar cualquier indicio de que no me estaba volviendo loca, cualquier punto de partida que me llevara a descubrir una verdad. Tire la
El trabajo de los días me estaba pesando en el lomo de una forma que jamás me imaginé que pasaría.Tres días habían transcurrido rápidamente mientras yo seguia revisando la caja que había robado del departamento de Thomas, percatandome que en su mayoría era ropa y documentos de casos en los cuales había trabajado, haciéndome sentir estúpida al pensar que ahí podría haber algo relacionado conmigo.Harding por su parte había estado en su estudio trabajando en un álbum que necesitaba tener listo en una semana, y eso hacia que nosotros casi no nos viéramos, y cuando lo hacíamos solo nos mirábamos con nostalgia, sin saber que decirnos.Sabía que todo entre nosotros se estaba enfriando y sabía que en parte era mi culpa, pero no podía dejar de pensar en ese fatidico día en que me perdí a mi misma. —¿Aún no vas a comer?La voz de Kenny sonó del otro lado de la habitación, distrayendome.No me había dado cuenta del momento en el que había llegado.—Ya casi termino de revisar está caja, no qu
—Pero no podemos hacer nada si no estamos seguros de lo que estamos diciendo. —Yo estoy segura —repetí por segunda vez, desesperada—no tengo ninguna duda de que Thomas envío ese mensaje. —Dudas no tienes, ni tampoco pruebas. No podemos acusarlo.Harding puso una mueca de desagrado mientras seguía abrazándome con preocupación.—Kenny tiene razón Sky, después de todo es nuestra palabra contra la de él. —¿Y eso que? —solté, molesta. —somos tres, claro que nuestra palabra va a valer, puedes testificar tu Harding, además...—En realidad nuestra palabra no vale nada Sky —afirmó Kenny, interrumpiendome de nuevo. —tu eres una chica que hace días no recordaba años de su vida, y Harding es la persona con la que tuviste una aventura estando comprometida, su palabra no tendrá sentido en una corte. —Pero, y tú...—En realidad yo no tengo conexión con Thomas, y aunque pudiera probar algo seguro dirán que yo sabía lo de su romance y no podré negarlo. Nuestra palabra no vale. Solté todo el aire
No estaba dispuesta a seguir con ese estilo de vida, el mismo estilo de vida lleno de preocupación que me estaba llevando a la ruina. Ese mismo camino que estaba hundiendo la relación que tenía con Harding. —¿Has hablado con Tikie? Puse pausa a la película en el televisor y miré a Kenny, quien no dejaba de comer palomitas de maíz a mi lado. —La verdad es que no —confesé. —Deberias llamarle, parece preocupada porque no sabe de ti nada desde el viaje. Una punzada de molestia cruzo mi pecho porque recordaba la manera en que me había traicionado haciendo que Thomas fuera con la idiota de Mar. —No se si debería —dije, negando con la cabeza —aun sigo dolida. —Disculpala, Tikie tiene un corazón enorme y ve bondad dónde no la hay. No debería justificar la pero soy su novio, o algo así. No me gusta verla mal. Puse una mueca porque entendía perfectamente lo que decía, era justo lo que yo hacia con Thomas, aunque bueno, las cosas que el hacía eran mucho peores. —¿Que ta
Tikie seguía sin poderse creer lo que le había contado minutos antes, su cabeza no lograba asimilar mis palabras ni mucho menos mis suposiciones. De hecho, hubo uno momento en el que creí que no diría nada y solo se limitaría a escuchar mis locuras. Pero tras unos segundos de preocupación ella por fin habló: —Pero Thomas estaba preocupado Sky, no puedo ni siquiera describir el gesto de pánico que abarcaba su rostro cuando llegué al hospital. Las lágrimas que derramó al ver que no lo recordabas —sacudió la cabeza con tristeza —no creo que algo así pueda fingirse, tendría que ser un psicópata.—Ahora mismo no se que pensar Tikie —confesé, presa de una agonía que no sabía cómo describir—hace unos meses creía que Thomas era perfecto y ahora mismo podría creerlo absolutamente todo, y es que no puedes negarme que algo raro se encierra en todo esto. El rostro lleno de confusión de Tikie asintió con lentitud, dándome la razón. —Claro que estoy de acuerdo Skyler pero lo conozco desde hace
Parpadee un par de veces y abrí los ojos lentamente, la luz blanca de mi alrededor me hizo volver a cerrarlos con una mueca de dolor. Fragmentos de lo que había sucedido llegaron a mi mente rapidamente. El auto desparramado por la carretera húmeda, mi cuerpo saliendo por el parabrisas, mi cabeza golpeándose contra la acera, el dolor punzante de los trozos de vidrio encajados en mi cuero. El dolor insoportable, agudo. Mis manos temblorosas tomando el celular para llamarle a alguien, y luego otro golpe, duro y seco en mi cabeza. Haciéndome perder el conocimiento de nuevo. —¿Cómo se encuentra? —un hombre de bata blanca y cabello canoso me sonrió con amabilidad —¿Se siente mejor? —¿D-dónde estoy?—pregunté, con impaciencia. —En el hospital, ¿Recuerda algo de lo que le pasó? —Un accidente. —Así es señorita, un accidente automovilistico —apretó los labios —¿Sabe quién es usted? Cerré los ojos un momento, intentando concentrarme, cuando volvi a abrirlos asentí con la cabeza levemente
Cerré la puerta con cuidado mientras mi mano era tomada por la de Thomas. Habiamos entrado a un departamento, el cual supuestamente nosotros habiamos adquirido tres meses antes. En nuestro tercer aniversario. Sujeté mi cabeza con una mueca cuando sentí un leve mareo. De pronto era como si mi mente se hubiera ido muy lejos de ahi. Cerré los ojos y tomé con más fuerza la mano de mi novio, intentando mantenerme en pie a pesar del dolor que comenzaba a experimentar. «Hacía frio ese día en la mañana. Abrí la puerta con una sonrisa y mi boca se abrió completamente cuando vi el precioso apartamento que se encontraba frente a mi. Era enorme, tenia un piso de madera precioso y una chimenea gigante... Todo eso era verdaderamente hermoso, pero lo que mas llamó mi atencion fueron los enormes ventanales que se enconteaban alrededor, mostrando una vista divina de la ciudad....»Sacudí la cabeza con fuerza cuando otra punzada de dolor me abarcó repentinamente, me llevé la mano a la zona afectada i