Donovan. Lava me corre por las venas, fuego es lanzando sobre los dos y es lo que siempre me ha definido, lo cual le ha gustado provocar a su antojo, como ahora que baja por mi pecho agitado hasta bajar la bragueta con urgencia, sacando la longitud que le pone a brillar los ojos. Jamás se ha contenido y verla mucho más ansiosa por mí sólo me ensordece más. Ella detalla lo que ve con una risa perversa.El piercing está en su puesto y le gusta. Siempre le gustó. Era él objeto de su delirio y ahora tampoco eso ha cambiado. —¿Añoranza es lo que veo? —cuestiono al verla tan inmersa. Solo sonríe lamiendo el glande poniéndome a temblar malditamente. Da un segundo lameton antes de salivar, moviendo las manos alrededor de este para darme el placer que me quita la respiración antes de engullir todo, de golpe, sin detenerse un segundo. ¡Santo cielo! Ardo. Estoy por estallar por la hija de puta que se traga toda mi longitud sabiendo que no podré contenerme por mucho. Lo hace tan bien que to
"—Mi señor, ¿Acepta a Sofía Castel como su esposa? —pregunta el tipo de esmoquin frente a mí— ¿Promete ser su fiel compañero, en la abundancia y la escasez, acompañarla en la tristeza y la felicidad, ser su más grande fortaleza y permitir que sea la suya por el resto de sus días? —Sí no aceptara no estuviera aquí —digo sin soltar la mano de la mujer de ojos grises que sonríe totalmente emocionada. Su corona de flores le suma belleza, su mirada infunde más esa presión en mi pecho y con mi respuesta dejo claro que será mía en cada aspecto de su vida. —Sofía Castel, ¿Acepta a Donovan Archivald Hunt Valentine, como su esposo? —ella se ríe, mientras quiero matar al tipo por decir ese nombre con el que se enreda él mismo. —Promete ser su fiel compañera, en la abundancia y en la escasez, en la tristeza y en la felicidad, ser su más grande fortaleza y permitir que sea la suya por el resto de sus días? —Por supuesto, sí acepto —responde, mientras la cuchilla se desliza entre su mano y la
Sofía—¿Donde...—Préstame ropa —digo entrando al apartamento de Elisa. —¿Cómo está el pequeño?—Dormido. Aprendí a comunicarme con él para saber que quiere comer, pero eso es un tema aparte. Debes explicarme qué es lo que te pasó —me repara de arriba abajo. Tengo el cabello desordenado. El maquillaje corrido y el pantalón roto de la pretina y el cierre. Ese imbécil me dejó como una callejera. —Das la apariencia de una mujer recién... ¡No me digas que te fuiste a follar! —se exalta y le indico que baje la voz. —Sofía ¡¿Te fuiste a follar?! Se cubre la boca tirando de mi mano para llevarme con ella hasta el mueble donde nos sienta.—Estuve preocupada toda la noche. No dejé dormir a Bruno porque creí que te había pasado algo— me revisa. —Estoy bien. Tuve un percance —explico con tranquilidad. —Ese percance se llama sexo animal, mira como vienes— me arrastrados con ella. Amarro mi cabello y me aseguro que el roto no se note en mi pantalón..—Cuéntamelo todo.—No me fui a follar. Fui
Sofía Subo el cierre de la chaqueta por completo, cubro los manos y me aseguro de que no quede ni un centímetro de piel a la vista cuando bajo del vehículo. Rodeo para bajar a Kilian, quien se sostiene de mis dedos para caminar a la puerta. Reprimo los quejidos de dolor al caminar. Soy buena con la resistencia y más cuándo de esconder algunas cosas se trata. El exceso de movilidad dentro de la casa es extraño, demasiado, pero cuento con mis tácticas de convencimiento para controlar tiempo y espacio a mi antojo. Sin bajar la cabeza o demostrar un poco de temor llego a la sala, en donde Dylan camina a grandes pasos hasta mi sitio. Me arrebata al pequeño y sostiene mi muñeca con rabia desmedida, entregándole el pequeño a una de las mujeres de servicio que lo trata más suave. —¡¿Se puede saber en dónde demonios estabas?! —su mano se cierra en mi cuello y sólo sonrío. —Buenos días para tí también. Desde esta mañana he pensado mucho en tí —le lanzo un beso y enfurece más. —Si
Sofía.Al sonar mi alarma me levanto en menos de nada para ir a la ducha. Un baño con agua fría, usado para activar mis músculos y aliviar el dolor de cabeza que me mata con cada paso. Sé a lo que se debe, pero sería un tonta de ir al médico exponiendome a que Dylan lo sepa y lo use en mi contra. Me ejecutarían de saberse que le fui infiel a mi esposo concertado. En cuanto supo mi peor trauma, no dudó en utilizarlo para afectarme en cualquier caso de desobediencia. Solo que el dolor ahora es como el combustible que controla mi vida.Me avisan sobre la llegada de mi suegra y maldigo en voz alta. Liliam es como la espina que te hartas de querer desaparecer, pero no se puede hacerlo tan fácil como parece. Es inteligente. Sabe cuándo verse menos hábil para hacer caer a los idiotas que le creen su tontez, como también el momento exacto para sacar las garras de perra que se carga. Mi imagen siempre ha sido impecable, en cada estilo que uso dejo ver cuanto amo jugar con el tipo de cuerpo q
Sofía.—Dije que tuve contratiempos. Los resolví y regresé en la mañana —respondo con simpleza. —No entiendo el alboroto.—Que casualidad que el día que Antonia Crackstone desaparece, tú estabas en esa ciudad —presiona. —No me vengas con que no estabas enterada, porque sé que contigo una coincidencia no es real. Lo planeas muy bien para no ser descuidada.—Pues esta vez lo fue. Solo fui por un par de contactos que Abraham ocupa en su extensión de ventas, pero ¿que vas a saber de negocios si te metes la mitad de la mercancía en la nariz?Se enfada con mi respuesta. Pudiera intentar la tan usada manipulación femenina, pero Dylan no despierta eso en mí y menos dejaría que vuelva a ponerme un dedo encima. —Si quieres un informe detallado puedes ser muy listo y pedirlo —paso a su lado —para que dejes de sacar conclusiones precipitadas y exageradas, en donde solo hubo una coincidencia, porque no he estado ni estuve cerca de esa perra. Aunque me hubiera gustado. Que fuera peor para ella. C
Donovan Trato de no pensar en lo que vi y concentrarme sólo en la facilidad con la que entré a la casa Myers. Algo que me puede resultar útil, pero esa pequeña imagen que tuve de frente se me quedó grabada entre ceja y ceja. Esa mirada me removió toda la mierd@ que tengo en la cabeza. Nada me desubicó tanto como tener a una cosa de ese tamaño frente a mí. Necesito investigar sobre ese crío. Tiene algo que llama demasiado la atención, un no sé qué que encadena a solo desear verlo toda la vida. Desde que sus ojos se fijaron en mí, hizo algo, no logro descifrar qué fue, pero impactó tan fuerte en mi tórax que juraría que me dejó sin poder respirar. Me hizo algo que me inmovilizó.Logró hacer lo que un sólo enemigo pudo. Dejarme sin habla. Su forma de desafiarme fue cómo si viera mi propio reflejo. Tal vez se trate de una mera estupidez, pero esconde algo que debo averiguar si es beneficioso o desalentador para mí.Solo que algo me avisa sobre su peligrosidad, todo de él lo grita. To
Donovan. Me repito que debo calmarme. Mi odio por ellos no me pueden hacer pensar de forma incoherente. Mis ojos la recorren cuando aparece al final de las escaleras, en donde pasea su vista por todos los presentes con una sonrisa de suficiencia en la cara. No disimula cuanto le gusta ver a muchos capaz de lamer sus pies.La abertura en su vestido me cautiva, ya que el acceso es tan fácil que me es imposible no pensar en lo bien que se ha de ver en cuatro con mi polla encajada, bañando sus piernas de sus jugos, mientras la vista panorámica de su culo me ensombrece la mente. Cada paso que da deja a todos sin respirar, por mi parte, solo me dedico a ver como pierde hasta el último gramo de calma cuando me ve. Esconde algo y voy a averiguarlo. Lo único seguro es que tiene que ver con ese crío.La odio por muchas razones, la principal por ser la única en delatar mi gusto por ver la dominación en alguien más que no sea yo. El polla chica se pasea con ella, presumiendo el tener una be