Poniéndose de pie, miro con detenimiento lo que había encontrado. Levantó su mano mostrando a todos la pequeña esfera. Desatando miedo en la población, sin saber ni poder explicar que era el objeto. Pero definitivamente era lo que había causado la herida en el animal. Para no causar pánico en la comunidad el anciano con voz firme dijo:Esto proviene de las manos de los dioses, es un castigo. Por eso lo encontró el killa churi, para alertarnos a todos. Los dioses están molestos.¿Están molestos con nosotros? — Preguntó alguien entre la multitud.No lo sabemos. Debemos realizar una ofrenda especial, para apaciguar la ira de los dioses. Todos debemos recolectar la mejor parte de nuestras cosechas. Mañana nos encontraremos aquí, muy temprano. Todos tendrán que traer algo para hacerlo parte de la ofrenda.Todos se retiraron a trabajar en lo que el kuraka había pedido. Wari se quedó hasta el final y se acercó al kuraka con una duda. No había dejado de pensar en aquel inquietante sueño, y p
Un grupo de cinco niños estaban a vísperas de comenzar a entrenar con los guerreros boca de jaguar, entre ellos estaba Wari, quienes estaba realmente entusiasmado de que finalmente el día que tanto esperaba estuviese tan cerca. Siempre que había un grupo de nuevos niños la tribu organizaba una celebración. El kuraka había pedido que trajeran muchos alimentos y también días atrás había comenzado con la preparación de la chicha, misma que requería dé varios días para fermentarse. Todos estaban muy entusiasmados a excepción de Suyana. Ya que no había sido llamada para unirse a los guerreros y era algo que deseaba desde hace tiempo.— No sé porque el jefe no me ha incluido en el grupo de los que iniciarán — Le dijo ese día Suyana a Wari.— Es raro, pensé que había visto todas tus habilidades.— Quizás no soy tan hábil como tú Wari, yo no soy tan fuerte, ni hablo con los animales.— No es necesario eso, creo que tal vez, no se ha dado cuenta de tu potencial aún. Hemos aprendido a hacer muc
Los visitantes y los Rumi formaron una excelente relación que los llevó a compartir tradiciones y conocimientos. Se quedaron treinta días y treinta noches. Wari y Atreus habían formado una estrecha relación.El día en que los visitantes partieron Wari, con lágrimas le entregó la lanza con la que se había protegido todo ese tiempo. Atreus agradecido tomó la lanza y la sostuvo mientras se alejaba y desaparecía entre los árboles.Después de la visita, todo había marchado con normalidad en la tribu, y los niños ya habían empezado su entrenamiento. Cierto día, Wari y Suyana , estaban en la orilla del río recolectando piedras para fabricar las puntas de sus flechas. Buscaban las piedras más lizas y redondas. Estuvieron un largo rato ya que también jugaban con los peces y se salpicaban agua el uno al otro. Hace algún tiempo que no Visitaban el río, esa pequeña travesía común, les causó mucha emoción, sin embargo, no podían quedarse mucho tiempo, ya que el kuraka los esperaba.Entonces, Wari
En lo profundo de la selva amazónica, hace mucho tiempo, se asentaba una tribu llamada Los Rumi (Piedra Fuerte). En ella convivían más de cuatrocientos nativos. Tenían una organización específica, en donde cada uno cumplía con una función, desde los animales, ancianos, niños, hombres y mujeres. La organización que habían desarrollado y su manera de vivir los convirtió en una sociedad utópica.Los animales, aparte de ser una fuente de alimento, eran compañía, seguridad y apoyo en la tribu. Los Yachachik (ancianos y/o maestros) eran quienes guiaban al resto de la tribu, brindándoles sus conocimientos ancestrales sobre la (Pacha mama). Ellos contaban la historia, de como de la tierra nació el primer Rumi, decían que era como una semilla que germinó de la luz brindada por su padre Inti (Sol) y regado por las lágrimas de su madre Killa (Luna), así broto hacia los brazos de la Pacha Mama (MadreTierra). Al nacer obtuvo habilidades muy especiales regaladas por sus padres, gran sabiduría, rega
Para la celebración de los nuevos guerreros, la tribu entera preparaba los alimentos del festín, apoyándose principalmente en el grupo de los recolectores. Este grupo formado por familias completas, laboraron arduamente todo el año, esperando este gran día. Esperaban este momento con ansias ya que, muchos de los jóvenes que se adentraban en la selva, no volvían y en algunas ocasiones, ninguno de los que habían salido a tan desafiante ritual de ascensión, regresaba.Los recolectores, se llamaron a sí mismos Inti Killa (Sol de Luna), ya que por la mañana se dedicaban a cultivar todo lo que provenía del sol y en la noche se dedicaban a recolectar lo que brindaba la luna. Ellos eran los que más se movilizaban, ya que las plantaciones se encontraban a una distancia considerable de la aldea. Gracias a ello, contaban con un buen estado físico, agilidad y fuerza, además, esta actividad les ayudaba a desarrollar un gran porte y elasticidad. En algunos casos su altura superaba los ciento ochent
Después de la noticia, ambos se sentían muy emocionados. Sisa, corrió por toda la aldea gritando y anunciando a todos la novedad. En la tribu, aquella noche se celebró la noticia de que vendría un nuevo integrante a la tribu. Durante la fiesta todos en la comunidad bailaban, comían y bebían un líquido al que llamaban chicha, compuesto de yuca fermentada. Debido a la fermentación de la bebida, cuando la consumían tenían una sensación de tranquilidad y relajación, muy similar al estado etílico. Además, consumían cierto tipo de hierbas como tabaco y chamico. Era un momento muy importante para la tribu ya que dentro de su comunidad cado año nacían aproximadamente tres niños. Los nacimientos eran escasos debido que los miembros dedicaban largas horas a sus labores diarias. Al finalizar el ritual, el kuraka le otorgaba la bendición de los dioses a los futuros padres. El embarazo de Sayani fue bastante tranquilo, para evitar el esfuerzo físico de Sayani, Sisa decidió hacer también las lab
Con el paso de los días la quemadura de Wari fue cicatrizando. Dejando en él una marca de por vida que tenía forma de raíces blancas que resaltaban sobre su piel color cobre opaco. Sus ojos tenían un tono muy similar al de la miel, que resaltaba con el brillo del sol y la luna, parecido a un barniz sobre la madera. El color de sus ojos llamaba mucho la atención de la tribu, ya que todos tenían ojos de un color oscuro, a excepción de él. Comenzaron por eso a llamarlo Inti churi ( hijo del sol). También llamaba la atención que entre sus mechones de cabello rizado y negro resaltaba un lunar de cabello blanco. Parecería ser que había heredado un rasgo del sol y uno de la luna, por esto también algunos en la aldea lo llamaban killa churi ( hijo de la luna). Wari era físicamente distinto a sus padres y a la tribu en general. Ya que todos en la comunidad, tenían el cabello negro y lacio, además su llegada al mundo fue algo que ellos nunca antes habían visto. Sayani y Sisa construyeron su
Wari, al cumplir un año comenzó a hablar con mucha claridad en su nativo. Al ver esto sus padres sorprendidos apoyaban y aportaban al desarrollo de su hijo, aunque sabían que era muy acelerado. Sin embargo, también querían que haga cosas de acuerdo con su edad para que no pierda esa experiencia necesaria. Pero Wari prefería pasar tiempo en la naturaleza a solas o con un carpincho que había comenzado a visitarlo a diario en su aldea desde hace algunos meses, debido al encuentro que tuvieron en el río. A Wari le gustaba sentarse en la esquina de su vivienda y observar cada una de las actividades que realizaban en la aldea. Pero algunos días también iba con sus padres a recolectar las cosechas, ya que a sus padres no les gustaba llevarlo con ellos debido a su corta edad. Wari ocasionalmente salía a hurtadillas de donde cuidaban a los niños para ir a observar y sorprender a sus padres en sus largas jornadas de trabajo. Wari ocasionalmente salía a hurtadillas de donde cuidaban a los niño