En el vuelo a los Estados Unidos
Dos italianos con trajes están descansando en la primera clase: el hombre tiene unos 30 años y el niño tiene unos 10 años, el hombre se ve obligado a regresar al país para citar con su futura esposa contratada.
El chico no había dicho una palabra desde que subió al avión y nunca levantó la vista para pedir nada, por mucho que cualquier azafata viniera a preguntarle. Solamente escribía en la computadora portátil frente a él durante el vuelo.
— Toma algo, hijo, vas a pasar un día sin comida.
— Esto no es algo que me interese.
—¿Sigues enfadado?
— Sí y no.
— Entonces lo siguiente que te va a interesar
El hombre mira de reojo al niño que sigue concentrado en su ordenador y continuo:
— Es que tu abuelo me pidió que te buscaran una mujer, para que fuera tu madre y cuidarte.
— ¿Qué? — El niño detuvo inmediatamente el movimiento de sus manos ,volvió la cabeza hacia su padre, miró a su padre con asombro, refuto. —Pero no necesito ese tipo de cosas. ¿No es suficiente tener una niñera?
— Entonces tendrás que ir tú mismo y decírselo, y creo que al menos considerarán tu sugerencia. — el hombre levantó las cejas y volvió a la misma posición.
— Un puñado de adultos aburridos. Pero, papá, ¿Aceptaste casarte?
[...]
Mientras tanto en la mansión Benett,en la habitación de Madison.
— Pero papá, no puedo creerlo, ¿De verdad me hiciste esto? ¿Venderme por dinero? No... nunca permitiré que me pase esto, incluso si me odias.
El pasado volvió a la mente de la niña y recordó lo emocionada que había estado antes de cada vacación pasada. Como dijeron en su argumentación, el anciano le dio a su hija todos los lujos de vida que se le ocurrieron, cruceros, vacaciones a campo traviesa de cualquier tipo, muchas veces, ella perdió la cuenta. Inesperadamente, estos pasatiempos tenían un precio secreto. Sus ojos se llenaron de lágrimas de nuevo.
Toc Toc Toc, alguien tocó a la puerta.
— Madison, soy yo, Ana. — ella giró el pomo de la puerta y entró.
— Pero no quiero verte. Papá te pidió que me persuadieras para casarme. ¡No me casaré! Si eres realmente una buena hermana y estás apoyándome., entonces te vas de mi habitación y me dejas sola.
— Madison, quiero decirte que la persona que acaba de venir a nuestra casa está aquí para recoger la casa, papá ya la ha hipotecado y también los autos, y ahora pronto habrá compradores interesados.
— ¿Cómo? No lo creo.
En ese momento Madison salió de la casa rumbo a la cochera, estaba vacía, no tenía ni un solo auto. Ana la siguió.
— Lo siento, Madison, en mi fondo, no quiero que te cases en un matrimonio por conveniencia, no estoy aquí para persuadir, no importa lo que decidas, te amaré porque eres mi única hermana, pero ahora la familia está en problemas, y tu cuñado no puede ayudarnos mucho. Si decides no casarte, buscaré otras formas, solo vine a informarte al respecto.
— No puedo darte ninguna respuesta ahora, por favor déjame salir Ana, quizás soy una tonta, ¿Por qué acabo de saber esto ahora? ¡Se lo llevó todo! ¡Ahora que puedo hacer!
Madison no puede pensar en nadie en quien confiar, excepto en su amado novio, Peter. Llamó a un Uber y pronto llegó hasta el edificio donde vivía su novio.
Se subió al piso y escuchó unos gemidos de una mujer. mezclado con el jadeo del hombre
— Que rica, bella. — se escucha una voz masculina muy familiar, ¿Puede ser la voz de Peter?
Madison se apresuró a tomar una llave que él le había dado. El hombre que le había prometido trabajar duro por ella, que quería casarse, cuidar su virginidad y no tocarla, estaba en la cama con otra mujer. Su sangre se helo al verlo disfrutar lo que hacía.
— ¡PETER! — ella gritó.
El hombre frente a él dejó de moverse, levantó la cabeza, su boca se abrió de par en par en forma de O. Una lágrima se deslizó en cada una de las mejillas de Madison, grito llorando:
— Eres un cerdo, yo de idiota defendiéndote de mi padre y tu aquí retozando en los brazos de otra mujer.
Madison se dio la vuelta, lanzó las llaves y corrió marchándose.
—¡No era lo que parecía, Madison! Estaba borracho.
Madison se subió al elevador, justo en el momento que su ex novio estuvo a punto de alcanzarla miró que se estaba poniendo los pantalones de forma torpe.
Madison miró al hombre y presionó con fuerza el botón que cerraba las puertas del ascensor.
— Por favor cariño, quiero que hablemos. Escucha, no es lo que piensas. Solamente fue un error que no se va a volver a repetir.
— No digas nada, solo me arrepiento de querer creer tus tonterías y promesas vacías.
— Yo te amo a ti, Madison. Rose solamente es un error y es a tu lado que quiero formar la familia que ambos soñamos. Además te recuerdo que tu padre me aborrece, no tengo confianza en nuestra relación.
— Me das asco Peter. ¡No puedo creer que estés tratando de echarle la culpa de tu traición a mi padre! Te informo que ya no te necesito.
Con la mano de Peter todavía en la puerta del ascensor, Madison salió del elevador y bajó las escaleras. En ese momento, una mujer mayor que Peter, salió del pasillo solo en pijama, es una mujer más madura que él, y muy sexy.
— Cómo es que la estás persiguiendo, vuelve a la habitación conmigo y continúa, todavía es demasiado joven y yo soy más adecuada para ti, siendo consciente de lo que quieres.
— ¡Cállate! Yo amo a Madison y si me enrolle contigo es porque ella se niega a tener relaciones conmigo, soy hombre y tengo necesidades. ¡Fui tentado por tu existencia!
—¿Qué quieres decir con que soy inferior a ella? ¡Ella es solo una tipa sin experiencia!
— Es una virgen que quiere llegar pura al matrimonio y no alguien como tú que le abre las piernas al primero que se le ponga encima
— Perdona? ¡Te di placer y me humillaste así!
Paff, Peter recibió una bofetada de Rose King, la heredera de la familia King también.
— Golpéame todo lo que quieras, escogería mil veces a mi novia antes que a ti — Peter tiró la ropa de la mujer y cerró la puerta con fuerza.
La mujer avergonzada no esperaba que la tratarán de esa forma y la tiraran desnuda en el pasillo del departamento.
— ¡Madison Bennett, tienes que pagar por las humillaciones que sufrí!
Madison bajó corriendo al edificio de apartamentos con lágrimas en los ojos, respirando agitadamente, con el pecho dolorido y el estómago apretado.
— Siempre luchaba desesperadamente contra mi padre, por ti Peter. Al final, mira qué me has devuelto, mi corazón roto.
Madison se encontraba desesperada, pero afortunadamente su mejor amiga Lidia sigue a su lado. Es una amistad que ella puede llamar milagro. Lidia Dawson y Madison se conocieron ya que fueron vecinas por un tiempo, pero al final se habían mudado hace diez años a otro sitio cuando a la familia Dawson le empezó a ir mejor en los negocios, aunque a pesar de esto siempre habían mantenido el contacto.
— No existen los hombres buenos y fieles en el mundo, todos dicen que son diferentes, que te aman, que no se miran al lado de nadie más que no seas tú pero en cuanto te das la vuelta se consiguen a una tipa y la follan como si no hubiera un mañana.
— Entonces ese pobre chico te traicionó por su propia iniciativa, ¿Está ciego?— Lidia conducía un coche de lujo en el camino, llevando a la triste Madison…
— No vuelvo a creer en nadie de ese género, si incluso mi padre fue capaz de traicionarme, ¿Qué puedo esperar del infeliz de Peter?— A decir verdad Madison, creo que te traicionó porque sabía que tu familia iba a la bancarrota.— Ya no me importa el motivo. El resultado es que sé con qué hombre estaba yo.— De todos modos, eres mi amiga y siempre te ayudaré, te invito a tomar un trago, hay un bar bastante exclusivo que frecuento ocasionalmente.— Olvídalo, Lidia. Estoy de mal humor. Mi padre dijo que quiere que me case con un hijo de unos de sus socios a cambio de una inversión que lo salvará de la quiebra, no sé si sea una buena idea ir.Lidia simpatizo con su amiga ya que eso era algo muy común en el medio que se desenvuelve y muchas familias poderosas acudían al matrimonio para poder fortalecer los negocios.— Vamos al bar. Estoy segura que esto es lo que necesitas para poder olvidarte de todos tus problemas, aunque sea por un momento, vamos anímate.Madison a pesar que no se enc
Andrés salió a grandes zancadas del bar y regresó a su coche. Ordenó al chofer que arrancara el coche y volviera a la mansión de los King. Se notó que el olor del perfume de aquella aún permanecía en sus manos mientras agarraba la muñeca de ella. ¿Habría sido demasiado brusco? Normalmente nunca les hacía caso a las prostitutas, pero lo de hoy, cuanto más le explicaba Lidia, más se enfadaba él por no creerla. Quizá Lidia no mentía. Fue como si volviera a ver los ojos claros de la mujer, un poco desorientada por estar borracha, pero no el tipo de mujer llena de deseo, el tipo de mujer que él conocía bien. Un sentimiento de inquietud surgió en algún lugar de su interior. No podía dejar a una mujer así fuera a merced de muchos tipos. —Chofer, no vamos a la mansión, regresa al bar. —A su orden Sr. [...] —¡Vete! No puedo beber más. —Hermosa, veo que puedes beber bastante bien, esta botella va por mi cuenta. ¡Venga! Dos hombres pervertidos parecían acercarse a ella, intentando atrae
Madison al día siguiente se despertó con dolor en todo el cuerpo, ella al recobrar la conciencia se dió cuenta que estaba completamente desnuda en la habitación de ese hotel tan lujoso.Ella trató de coordinarse de mejor forma y ,en el momento que intentó saltar de la cama se detuvo ya que sintió un cosquilleo en su trasero, Al ver las sábanas manchadas de rojo, se quedó aturdida.— ¿Qué he hecho? — ella se llevó las manos a su cabello Miró alrededor de la habitación del hotel, no había nadie más, pero había un montón de dinero en la mesilla de noche, ¿Qué era esto? No había salido a vender su virginidad! ella sintió su cabeza punzar Como si se tratará de una epifanía recordó a el hombre de ayer, el puto tío de Lidia! Es él, quien la humilló delante de todo, y después la folló… ¡Qué gracia y sarcasmo!Fragmentos de la noc
Madison sintió que se le encogía el estómago, este hombre, aunque ella estuviera borracha podría reconocerlo, absolutamente era él… El tío de Lidia… Pero... ¿Por qué está aquí este hombre infeliz? Pensó en la posibilidad más cercana a la verdad, ya sea este podría ser un socio de los King. Quería levantarse pero no tenía fuerza ni para sustentarse, sintió un mareo por haberse agachado durante un buen rato. Por parte de Andrés, se notó que su futura esposa se quedaba tan incómoda por encontrarse con él, tenía que explicar todo lo que había pasado anoche. — ¿Estás bien? — él frunció el ceño — ¡Aléjate!— gritó la joven y dió un pasó atrás. No esperaba que su esposa lo tratara así. Pero al menos ya era consciente cuánto lo odiaba su futura esposa. — ¿Qué haces aquí? — ella preguntó sin mirarlo — Justo te lo voy a preguntar, cómo te encuentras.. — No tienes idea la desagradable sorpresa que me causas al verte tan pron
Madison hizo una pausa, conteniendo su ira y mirando a la mujer con desprecio, no contestó.— No tienes idea lo mucho que retozaba entre mis brazos y como deseaba que permaneciera a su lado, pero como puedes imaginar tenía muchos compromisos al ser una señorita de sociedad.— ¿Señorita de sociedad? Ja, no me hagas reír — los ojos celestes de Madison se volvieron oscuros — ¿Así se les llama ahora a las mujeres que se meten con los novios de otras? En mis tiempos se les conocían como rameras.— ¿Cómo te atreves? — ella levantó su mano y fue detenida.— Escucha Rose, no me interesa Peter, en mi caso si me doy el lugar que me corresponde y no ando peleando por un hombre; puedes comerte mis sobras si tanto te apetece.— ¡¿Qué haces?! suéltame! ¡Eres una hipocrita total! ¡Dijiste que le quieres a Peter de día, y sedujiste a mi hermano mayor en la cama de noche, zorra!— No voy a permitir que me golpees ya que no tienes el derecho de hacerlo — lanzó a Rose bruscamente.— Peter va a ser solo
Madison salió de la casa de los King sin escuchar lo de su compromiso, se dió cuenta que el poco efectivo que tenía encima ya lo había gastado en el transporte público. Ella pensó detenidamente, al ubicarse en el sitio que estaba supo que la casa de Ana no quedaba muy lejos que digamos e incluso podía llegar a pie sin ninguna dificultad.— ¡Madison! — el señor Benett salió de la casa — ¡¿En dónde demonios estás chiquilla?! Ella ya se había ido de la propiedad y cuando el señor Benett se dió cuenta por boca de uno de los chóferes fue que se puso mal. Andrés al percatarse que no era mentira fue que lo llevó al mejor hospital de la ciudad.— ¡Ana! — Madison empujó la puerta — estoy aquí, disculpa por venir así de repente pero es que…Madison se quedó helada al ver a su hermana en el suelo, se encontraba sangrando demasiado y jadeaba cansada. Ella sin dudarlo se tiró al piso y revisó a Ana.— Pero qué diablos te ha pasado — sus manos sostuvieron el rostro golpeado de Ana — ¿Quién te hizo
Madison se fue de ese sitio antes de que alguien la viera hablando con esos delincuentes, ella se puso lentes y una gorra tan común que la hizo pasar desapercibida para muchos transeúntes que pasaban por ese sitio, cruzó la carretera y se encontró en una zona decente; respiró con alivio ya que había completado su misión con total éxito y nadie la había visto o al menos eso es lo que pensaba.— ¿Qué hace esa chiquilla tonta en una zona roja? — Andrés la divisó desde lejos — si otra persona la mira se va a ver en serios problemas.Andrés decidió bajarse del carro e ir al sitio del que Madison venía saliendo. Ella por el contrario se fue a su apartamento, tuvo que caminar bastante ya que no tenía un solo centavo encima.— ¡Demonios, no he comprado comida! — llevó sus manos a su cabeza — ¿Ahora que hago? Soy un desastre por completo al ser una adulta independiente.Madison se le ocurrió llamar a Lidia, era la única persona a la que podía molestar en esos momentos y también tenía que darle
Madison lanzó un suspiro al aire y dejó el mensaje en visto, no encontraba de qué manera explicarle a su padre que no estaba interesada en casarse con el presumido, ególatra y posiblemente narcisista de Andrés. Su celular volvió a sonar y miró que Libia la llamaba.— ¿Qué sucede? — Madison contestó a prisa — ¿Ya tienes novedades sobre el trabajo?— Si, es de tutora temporal y recomendado por mi papá. La tutora se ha dado de baja por maternidad, el trabajo está bien pagado, son 2000$ al mes y uno de los requisitos es que le enseñes al pequeño a tocar el piano, también matemáticas y arte, dado que estás estudiando arquitectura pues se te facilita mucho y recuerdo que tomaste clases de música cuando eras una niña. La villa se encuentra cercana a la de mi tío Andrés así que probablemente te lo encuentres ocasionalmente, no hay información del empleador y todo se maneja de forma hermética así que supongo que es una persona sumamente importante y muy celosa o celoso de su privacidad, entonc