Madison lanzó un suspiro al aire y dejó el mensaje en visto, no encontraba de qué manera explicarle a su padre que no estaba interesada en casarse con el presumido, ególatra y posiblemente narcisista de Andrés. Su celular volvió a sonar y miró que Libia la llamaba.— ¿Qué sucede? — Madison contestó a prisa — ¿Ya tienes novedades sobre el trabajo?— Si, es de tutora temporal y recomendado por mi papá. La tutora se ha dado de baja por maternidad, el trabajo está bien pagado, son 2000$ al mes y uno de los requisitos es que le enseñes al pequeño a tocar el piano, también matemáticas y arte, dado que estás estudiando arquitectura pues se te facilita mucho y recuerdo que tomaste clases de música cuando eras una niña. La villa se encuentra cercana a la de mi tío Andrés así que probablemente te lo encuentres ocasionalmente, no hay información del empleador y todo se maneja de forma hermética así que supongo que es una persona sumamente importante y muy celosa o celoso de su privacidad, entonc
10 minutos después, Madison estaba de camino a casa en un Uber. Pensó para sí misma que suponía que este trabajo era un fracaso, este chico era demasiado para manejar, pero las miradas del chico le recordaban a un hombre que creía haber visto en alguna parte y de cierta forma esos ojos le incomodaban demasiado e incluso le ocasionaron cierto enfado que desconocía la causa. De repente la pantalla de su teléfono se iluminó y era la secretaria que acababa de estar allí.— Enhorabuena señorita Benett, nuestro propietario está muy satisfecho con su trabajo y le gustaría que viniera todos los lunes y miércoles por la mañana a enseñar al niño.Madison miró el mensaje de texto y se quedó helada, no lo había hecho muy bien en ese momento e incluso había sido expulsada por el niño, pero ya que su jefe estaba dispuesto a darle una oportunidad, trabajaría duro.En ese momento, Andrés recibió un video de su secretaria, una vigilancia del estudio, Andrés fijó sus ojos en la espalda de Madison en el
La secretaria estaba en la planta baja y al oír que el joven amo había hablado se apresuró a subir, solo para ver a Madison desmayada junto a las escaleras. La secretaria pidió apresuradamente a los criados que llevaran a Madison a la cama de la habitación de invitados para que descansara. El médico de la familia también entró en la habitación, tal como había dispuesto esta mujer. Veinte minutos más tarde, Andres King recibió una llamada de su secretaria. — Si, estoy en una reunión. ¿Se ha ido Madison? — Jefe, la señorita Benett se ha desmayado. — ¿Qué ha dicho? ¿Dónde está el médico? — El médico la ha visto y ha dicho que la Srta. Benett está embarazada de 2 meses — ¿Está embarazada? A Andrés le dio un vuelco el corazón — ¿Está segura? — El médico ha dicho que el bebé tiene latido y... — ¿Y qué? — El médico ha dicho que hay dos latidos, ¡Así que son gemelos! Los gemelos. Andrés sentía que el corazón se le iba a salir del pecho, le temblaban las manos y apenas podía sostener
— Con todo el dinero que le he dado a tu familia creo que si lo eres, es más, hasta tu alma me pertenece.—Tu! —Madison estaba tan refutada que no podía decir una frase completa. —Tu padre pasó un buen tiempo en este hospital y déjame decirte que no es nada barato, ¿Cómo me piensas pagar? He gastado casi medio millón de dólares en cubrir las necesidades de tus parientes y soy un hombre de negocios, no doy nada sin esperar nada a cambio. — Eres despreciable, jamás te di mi palabra así que si has hecho tal cosa por mi padre es porque has querido; a mí no me metas en tus cosas. — Me pregunto si te sienta bien el color naranja — él la miró impasible — ¿No te da curiosidad saber eso? Creo que no te verías tan mal. — ¿De qué demonios estás hablando? ¿Acaso has perdido la poca cordura que tenías? — ¿Tengo que recordarte lo que has hecho con tu cuñado? El pobre hombre terminó con varias costillas rotas por la paliza que le mandaste a dar con esos delincuentes. —Me estas amenazando con
Andrés notó que Madison casi lloró, respiró profundamente y se llenó de paciencia.— Ya, ven aquí — la sostuvo entre sus brazos — no llores, te miras espantosa cuando lo haces. — Eres un idiota — ella lo empujo pero él se aferró — déjame sola y en paz, solo quiero vivir una vida tranquila, ¿Eso es mucho pedir? Madison al final se quedó dormida, Andrés miró su celular y decidió buscar el número de Peter. Lo desbloqueó con una de las huellas de su novia, empezó a buscar en la galería y fue ahí donde encontró el vídeo que Rose le había mandado, al abrir el video, apretó los puños, no tardo en decidir volver a casa. Llegó a la mansión y en el momento que miró a Rose le dejó ir una bofetada muy fuerte, sus padres se sorprendieron al ver que su hijo trataba a su hermana de esa forma. — Eres una desvergonzada, ¿Qué clase de educación se te ha dado en esta casa? No puedo creer que tengo una hermana tan viciosa. — ¿De qué estás hablando, hijo? ¿Por qué tratas a tu hermana de esa forma? —
— ¿Realmente valgo tan poco para ti que me propones matrimonio de esta forma? —No soy la clase de hombre que hace cosas románticas. Eso me parece demasiado superficial. Las cosas conmigo van a ser de esa forma así que si esperas chocolates y todo eso pues lo lamento, no soy así. —Está bien, si eso es lo que quieres pues dame el anillo, me casaré contigo. Al final ya has pagado por mí.—Madison tomó el anillo y se lo colocó sin emoción alguna — quiero que te encargues de todo, no me interesa involucrarme en algo que es solamente un mero negocio, espero que con esto te cobres lo que has gastado en mi familia. Andres apretó los labios. — ¿Sabes qué? Dame ese anillo —frunció los ceños, extendió la mano y movió sus anillos — Ya te arrepentiste?— Madison levanto la mirada, se enfoco en la cara furiosa de Andres. — ya me has amargado demasiado, mejor vete de aquí que no quiero verte en absoluto.— Andres respondió en voz baja, miro hacia la ventana y dio espalda a Madison. —Trata al me
— Aquí estoy entonces — él la soltó y se fue a sentar en el borde de la cama mientras cruzaba sus piernas — te escucho, Madison Benett.— Si quiero casarme contigo, bajo tus condiciones y términos. No pienso objetar ninguna de tus peticiones y las obedeceré al pie de la letra, tengo mucho que agradecerte.— No.— ¿No? ¿Así de simple?— Así de simple, no me interesa para nada tu oferta. Así que vete de aquí, necesito descansar, hoy fue un día demasiado cansado todo por tu culpa.— ¿Y quién te va a cuidar? No puedes quedarte solo.— No me gusta tener a desconocidos cerca de mí o de mi hijo, ahora vete de aquí y cierra la puerta al salir.— Me ofrezco como voluntaria, me quedaré a cuidarte toda la noche de ser necesario. Además no tengo donde quedarme.— Si lo haces vas a tener que quedarte en el suelo.Dicho esto puso sus zapatos en una silla y su ropa en otra, — No tengo donde ofrecerte asiento, todos están ocupados— sonrió de lado al pensar que le iba a contestar. Es obvio que no qu
La guardaespaldas Kathleen llevó los zapatos, las prendas y los accesorios para Madison. Abrió la caja más grande se encontró con un top negro con bordado plateado y una falda de tul media larga. Los accesorios incluían un collar de zafiros y los zapatos unos stilettos color beige. Madison se quedó pensativa. — Kathleen ¿Sabes qué es lo que el señor King quiere celebrar esta noche? — Lo lamento señorita pero no tengo idea. 《Este tipo, siempre atacando sin declarar sus intenciones》 Ella lo aceptó impotente. Una vez que estuvo lista salió del cuarto y caminó por el largo pasillo; en cierto punto tuvo un fuerte mareo que la hizo palidecer y se apoyó de la pared. — ¡Madison! Nick que venía saliendo de su habitación mientras sostenía una tablet miró a Madison casi por caerse, de inmediato soltó lo que traía y fue a ayudarle, se le miraba preocupado y por primera vez ella vió otro lado del joven amo. — ¿Qué te sucede? A ver, apóyate en mí. Madison se apoyó un poco en Nick, ella fu