Madison hizo una pausa, conteniendo su ira y mirando a la mujer con desprecio, no contestó.— No tienes idea lo mucho que retozaba entre mis brazos y como deseaba que permaneciera a su lado, pero como puedes imaginar tenía muchos compromisos al ser una señorita de sociedad.— ¿Señorita de sociedad? Ja, no me hagas reír — los ojos celestes de Madison se volvieron oscuros — ¿Así se les llama ahora a las mujeres que se meten con los novios de otras? En mis tiempos se les conocían como rameras.— ¿Cómo te atreves? — ella levantó su mano y fue detenida.— Escucha Rose, no me interesa Peter, en mi caso si me doy el lugar que me corresponde y no ando peleando por un hombre; puedes comerte mis sobras si tanto te apetece.— ¡¿Qué haces?! suéltame! ¡Eres una hipocrita total! ¡Dijiste que le quieres a Peter de día, y sedujiste a mi hermano mayor en la cama de noche, zorra!— No voy a permitir que me golpees ya que no tienes el derecho de hacerlo — lanzó a Rose bruscamente.— Peter va a ser solo
Madison salió de la casa de los King sin escuchar lo de su compromiso, se dió cuenta que el poco efectivo que tenía encima ya lo había gastado en el transporte público. Ella pensó detenidamente, al ubicarse en el sitio que estaba supo que la casa de Ana no quedaba muy lejos que digamos e incluso podía llegar a pie sin ninguna dificultad.— ¡Madison! — el señor Benett salió de la casa — ¡¿En dónde demonios estás chiquilla?! Ella ya se había ido de la propiedad y cuando el señor Benett se dió cuenta por boca de uno de los chóferes fue que se puso mal. Andrés al percatarse que no era mentira fue que lo llevó al mejor hospital de la ciudad.— ¡Ana! — Madison empujó la puerta — estoy aquí, disculpa por venir así de repente pero es que…Madison se quedó helada al ver a su hermana en el suelo, se encontraba sangrando demasiado y jadeaba cansada. Ella sin dudarlo se tiró al piso y revisó a Ana.— Pero qué diablos te ha pasado — sus manos sostuvieron el rostro golpeado de Ana — ¿Quién te hizo
Madison se fue de ese sitio antes de que alguien la viera hablando con esos delincuentes, ella se puso lentes y una gorra tan común que la hizo pasar desapercibida para muchos transeúntes que pasaban por ese sitio, cruzó la carretera y se encontró en una zona decente; respiró con alivio ya que había completado su misión con total éxito y nadie la había visto o al menos eso es lo que pensaba.— ¿Qué hace esa chiquilla tonta en una zona roja? — Andrés la divisó desde lejos — si otra persona la mira se va a ver en serios problemas.Andrés decidió bajarse del carro e ir al sitio del que Madison venía saliendo. Ella por el contrario se fue a su apartamento, tuvo que caminar bastante ya que no tenía un solo centavo encima.— ¡Demonios, no he comprado comida! — llevó sus manos a su cabeza — ¿Ahora que hago? Soy un desastre por completo al ser una adulta independiente.Madison se le ocurrió llamar a Lidia, era la única persona a la que podía molestar en esos momentos y también tenía que darle
Madison lanzó un suspiro al aire y dejó el mensaje en visto, no encontraba de qué manera explicarle a su padre que no estaba interesada en casarse con el presumido, ególatra y posiblemente narcisista de Andrés. Su celular volvió a sonar y miró que Libia la llamaba.— ¿Qué sucede? — Madison contestó a prisa — ¿Ya tienes novedades sobre el trabajo?— Si, es de tutora temporal y recomendado por mi papá. La tutora se ha dado de baja por maternidad, el trabajo está bien pagado, son 2000$ al mes y uno de los requisitos es que le enseñes al pequeño a tocar el piano, también matemáticas y arte, dado que estás estudiando arquitectura pues se te facilita mucho y recuerdo que tomaste clases de música cuando eras una niña. La villa se encuentra cercana a la de mi tío Andrés así que probablemente te lo encuentres ocasionalmente, no hay información del empleador y todo se maneja de forma hermética así que supongo que es una persona sumamente importante y muy celosa o celoso de su privacidad, entonc
10 minutos después, Madison estaba de camino a casa en un Uber. Pensó para sí misma que suponía que este trabajo era un fracaso, este chico era demasiado para manejar, pero las miradas del chico le recordaban a un hombre que creía haber visto en alguna parte y de cierta forma esos ojos le incomodaban demasiado e incluso le ocasionaron cierto enfado que desconocía la causa. De repente la pantalla de su teléfono se iluminó y era la secretaria que acababa de estar allí.— Enhorabuena señorita Benett, nuestro propietario está muy satisfecho con su trabajo y le gustaría que viniera todos los lunes y miércoles por la mañana a enseñar al niño.Madison miró el mensaje de texto y se quedó helada, no lo había hecho muy bien en ese momento e incluso había sido expulsada por el niño, pero ya que su jefe estaba dispuesto a darle una oportunidad, trabajaría duro.En ese momento, Andrés recibió un video de su secretaria, una vigilancia del estudio, Andrés fijó sus ojos en la espalda de Madison en el
La secretaria estaba en la planta baja y al oír que el joven amo había hablado se apresuró a subir, solo para ver a Madison desmayada junto a las escaleras. La secretaria pidió apresuradamente a los criados que llevaran a Madison a la cama de la habitación de invitados para que descansara. El médico de la familia también entró en la habitación, tal como había dispuesto esta mujer. Veinte minutos más tarde, Andres King recibió una llamada de su secretaria. — Si, estoy en una reunión. ¿Se ha ido Madison? — Jefe, la señorita Benett se ha desmayado. — ¿Qué ha dicho? ¿Dónde está el médico? — El médico la ha visto y ha dicho que la Srta. Benett está embarazada de 2 meses — ¿Está embarazada? A Andrés le dio un vuelco el corazón — ¿Está segura? — El médico ha dicho que el bebé tiene latido y... — ¿Y qué? — El médico ha dicho que hay dos latidos, ¡Así que son gemelos! Los gemelos. Andrés sentía que el corazón se le iba a salir del pecho, le temblaban las manos y apenas podía sostener
— Con todo el dinero que le he dado a tu familia creo que si lo eres, es más, hasta tu alma me pertenece.—Tu! —Madison estaba tan refutada que no podía decir una frase completa. —Tu padre pasó un buen tiempo en este hospital y déjame decirte que no es nada barato, ¿Cómo me piensas pagar? He gastado casi medio millón de dólares en cubrir las necesidades de tus parientes y soy un hombre de negocios, no doy nada sin esperar nada a cambio. — Eres despreciable, jamás te di mi palabra así que si has hecho tal cosa por mi padre es porque has querido; a mí no me metas en tus cosas. — Me pregunto si te sienta bien el color naranja — él la miró impasible — ¿No te da curiosidad saber eso? Creo que no te verías tan mal. — ¿De qué demonios estás hablando? ¿Acaso has perdido la poca cordura que tenías? — ¿Tengo que recordarte lo que has hecho con tu cuñado? El pobre hombre terminó con varias costillas rotas por la paliza que le mandaste a dar con esos delincuentes. —Me estas amenazando con
Andrés notó que Madison casi lloró, respiró profundamente y se llenó de paciencia.— Ya, ven aquí — la sostuvo entre sus brazos — no llores, te miras espantosa cuando lo haces. — Eres un idiota — ella lo empujo pero él se aferró — déjame sola y en paz, solo quiero vivir una vida tranquila, ¿Eso es mucho pedir? Madison al final se quedó dormida, Andrés miró su celular y decidió buscar el número de Peter. Lo desbloqueó con una de las huellas de su novia, empezó a buscar en la galería y fue ahí donde encontró el vídeo que Rose le había mandado, al abrir el video, apretó los puños, no tardo en decidir volver a casa. Llegó a la mansión y en el momento que miró a Rose le dejó ir una bofetada muy fuerte, sus padres se sorprendieron al ver que su hijo trataba a su hermana de esa forma. — Eres una desvergonzada, ¿Qué clase de educación se te ha dado en esta casa? No puedo creer que tengo una hermana tan viciosa. — ¿De qué estás hablando, hijo? ¿Por qué tratas a tu hermana de esa forma? —