Gracias por leer esta historia.
Hay personas que nacen con suerte, tienen una vida sencilla y un futuro resuelto. Mi vida, no estaba lejos de ser perfecta, recuerdo aquellos momentos llenos de alegría.¿Cuándo fue la última vez que me sentí de esa manera? ahora solo quedan recuerdos vagos de lo que fui alguna vez. ¿En qué momento todo se fue a la mierda? Con ese sujeto apuntando a mi frente con un arma y mirándome como si fuese la peor de las escorias, me doy el tiempo de pensar;Si se me otorgara un deseo, desearía que el Diablo nunca hubiese entrado en mi vida, tal vez ahora estaría ejerciendo mi carrera, con preocupaciones tan banales, cómo el que ropa usaré para la siguiente fiesta, o si me acordé de sacar la basura, o si alimenté al gato que solía colarse en el patio trasero, esbozo una sonrisa amarga, por qué no debería de pensar cosas tan absurdas, no en este momento. Además, si eso fuera real, implicaría no haberlo conocido a él... Es increíble que sea tan egoísta en un momento como este, para si quiera
Ese es el sonido de un arma; los presentes volteamos a vernos entre sí, pues aún no entendemos que es lo que está pasando, suena otro disparo y tras este varios más. Comenzamos a entrar en pánico, pues la escena es digna de una de esas películas donde algún adolescente entra a las instalaciones de su escuela y comienza a matar a sus compañeros, sin saber que hacer, nos agachamos en las sillas, mamá me toma de la mano y mi papá nos cubre mientras saca su teléfono para pedir ayuda. —Hoy es un día muy especial— gruñe la voz de un hombre —Hoy es el día que cambiará la vida de muchos de los presentes. ¡Pero vamos! no sé escondan que el festejo está por comenzar— Escucho unos pasos que se acercan más y más a dónde estamos y a su vez las voces de algunos hombres que están murmurando, nos están rodeando. —Se preguntarán ¿qué hace este hombre en este lugar? La respuesta es simple, vine a cobrar unas vidas— ríe con sorna. —Pero no sé asusten que solo quiero unas pocas— comienza a reír malév
—a-ayuda— digo con la voz entrecortada tomándolo del pantalón con la mano izquierda, aún estoy en el suelo. —Señor, estar aquí no es seguro— dice la voz de otro hombre que se ha acercado a nosotros. —está bien Albert, la policía ya ha llegado, vayamos a casa— indica a aquel sujeto, aún estoy en shock por lo sucedido que me es imposible mirar hacia arriba. —¿Cuál es tu nombre? —Anya— logro decir entre suspiros —Pues bien, Anya— necesito que te tranquilices y te pongas de pie para poder ayudarte— su voz suena bastante calmada para la situación en la que estamos, pero por alguna razón no me inspira temor. —Ese hombre mató a mis padres y vendrá por mi— le mencionó con un llanto que no deja de cesar —Estas a salvó— se inclina y me toma la barbilla con su mano, es un hombre bien parecido de unos 35 años, lleva cabello corto n***o y un traje elegante color café, me mira con sus ojos azules, de un azul más profundo que los míos, parece ser alguien importante, pues al levantar la mirada
Junto con sus hombres, se marcha escoltado de la ceremonia en una camioneta. —Es muy guapo— dice Andrea en un susurro —Lo es— me limito a decir algo más. Termina la ceremonia y me marcho a casa no sin antes asegurarme de que Andrea llegue bien a su departamento...Suena mi despertador, son las 7am, ya han transcurrido 3 meses desde aquella tragedia y como todos los días tomo de mi buró la tarjeta que me dio Leonel preguntándome si debo llamar a aquel número que está escrito en ella. Tomo algo del refrigerador mientras marco el número de Andrea para saber qué opina al respecto, pues la invitación fue para ambas. —Hola– responde Andrea —Estaba pensando en llamar a Leonel, pero primero quería preguntarte qué opinas al respecto —No sabía que aún tenías la tarjeta, supongo que está bien, ojalá que quiera ofrecernos trabajo, la gente como yo no se puede dar el lujo de seguir llorando, debo encontrar algo en que enfocarme y tú también "Ani"— Me dice con una voz que sé, está reprim
Luego de intercambiar miradas con Andrea, ambas fijamos nuestros ojos en Leonel.—Tal vez les parezca poco tiempo, pero les comento que mi empresa es una de las mejores constructoras en Italia, cualquiera desearía trabajar en ella y no todos los días se presentan estas oportunidades. Además, el proyecto debe de iniciar lo antes posible, y ya lo he atrasado por lo sucedido— Con esto termina la conversación, Leonel se ofrece a llevarnos a casa, Andrea no acepta pues vive a unas calles del café, esta vez llegó en auto y no trae escoltas, solo su chófer, que es un hombre de aproximadamente unos treinta años de complexión delgada, a quien le doy la dirección de mi casa. —Gracias por llevarme— suelto con un gesto sincero —No hay de que— responde Leonel —De hecho— Me mira con una sonrisa del lado —El llevarte a casa fue más un pretexto para convivir un poco más contigo y conocerte— Expresa de una forma, tan natural como si estuviera dando la hora. —Conocerme ¿a mí? — le digo con voz
—¿Desea que les sirva la cena? —Estamos bien, gracias Susana— Responde Leonel a la mujer amablemente—Susana es hija de mi ama de llaves, se hace cargo ya que María, su madre no está por ahora— me explica mientras le doy una sonrisa falsa, pues no me agradó su forma de mirarme, Leonel me dijo que había más personal de servicio, pero por la hora ya estarían durmiendo. Subimos las escaleras hasta llegar a una sala de estar en el fondo del pasillo. —Ponte cómoda— Me indica mientras sirve dos copas de vino y luego de poner música se sienta a mi lado. Comenzamos a beber, empiezo a perder los nervios, Leonel se acerca a mi y comienza a besar mis labios, lo hace lento, tomándose su tiempo, disfrutando del intercambio, comienza a intensificarlo tal como en el club, me toma de la cintura pegándose así a mi cuerpo, con su mano izquierda va bajando hasta mi muslo y comienza a subir la falda de mi vestido, se levanta del sillón y me da la mano para después caminar por una puerta hacia su hab
Me vuelvo al espejo una vez más, para revisar por última vez mi atuendo cuando escucho la puerta; minutos antes de las 8pm Leonel ha llegado por mí, le dejo una nota a Andrea para que no me espere, la cual dudo que llegue a ver por qué ella tampoco pasa tanto tiempo en casa desde que sale con Alonso «más tarde le enviaré un mensaje» pienso y me dirijo a la puerta. —Que bella— Leonel me da una mirada recorriendo mi atuendo y depositando un beso en mis labios. Él va vestido con un elegante traje color negro, pero esta vez con una camisa roja que lo hace ver muy guapo. Me sorprendo al notar que vamos en una de sus camionetas con un escolta en ella y con otro auto más siguiéndonos.—Llevas a la seguridad del presidente— Le comento con tono burlón y el eleva una sonrisa—A estos eventos, aún que privados va mucha gente importante, así que me gusta ser precavido— Su semblante se puso serio, el chófer abre la puerta para nosotros y luego de subir al vehículo nos encaminamos al evento. Lleg
Sé que subieron las escaleras, pero a pesar de que solo hay dos plantas, está mansión tiene muchas habitaciones y es lo suficientemente grande para parecer un laberinto, entonces comienzo a abrir cada una de las puertas buscando algún tipo de sala de juntas o algo parecido, cuando llegó a una habitación que parece ser una biblioteca escucho algunas risas, así que entró pensando que por aquí deben de estar todos los señores. Me acerco aún estante de libros, de tras de este hay una especie de ventana y a través de ella puedo ver a Leonel de espaldas y a otros hombres junto a él, uno es Lorenzo y hay dos más que no puedo identificar desde esta distancia. Estoy a punto de salir de la habitación para buscar una entrada y ver a Leonel, cuando escucho algo extraño. —Conseguiste un bonito trofeo Leonel— Esa voz es de Lorenzo —Admito que es demasiado bella, pero ¿de verdad lo vale? — cuestiona con sarcasmo —¿A qué te refieres? — responde Leonel —A qué sabes el riesgo de tenerla cerca, el