Me vuelvo al espejo una vez más, para revisar por última vez mi atuendo cuando escucho la puerta; minutos antes de las 8pm Leonel ha llegado por mí, le dejo una nota a Andrea para que no me espere, la cual dudo que llegue a ver por qué ella tampoco pasa tanto tiempo en casa desde que sale con Alonso «más tarde le enviaré un mensaje» pienso y me dirijo a la puerta. —Que bella— Leonel me da una mirada recorriendo mi atuendo y depositando un beso en mis labios. Él va vestido con un elegante traje color negro, pero esta vez con una camisa roja que lo hace ver muy guapo. Me sorprendo al notar que vamos en una de sus camionetas con un escolta en ella y con otro auto más siguiéndonos.—Llevas a la seguridad del presidente— Le comento con tono burlón y el eleva una sonrisa—A estos eventos, aún que privados va mucha gente importante, así que me gusta ser precavido— Su semblante se puso serio, el chófer abre la puerta para nosotros y luego de subir al vehículo nos encaminamos al evento. Lleg
Sé que subieron las escaleras, pero a pesar de que solo hay dos plantas, está mansión tiene muchas habitaciones y es lo suficientemente grande para parecer un laberinto, entonces comienzo a abrir cada una de las puertas buscando algún tipo de sala de juntas o algo parecido, cuando llegó a una habitación que parece ser una biblioteca escucho algunas risas, así que entró pensando que por aquí deben de estar todos los señores. Me acerco aún estante de libros, de tras de este hay una especie de ventana y a través de ella puedo ver a Leonel de espaldas y a otros hombres junto a él, uno es Lorenzo y hay dos más que no puedo identificar desde esta distancia. Estoy a punto de salir de la habitación para buscar una entrada y ver a Leonel, cuando escucho algo extraño. —Conseguiste un bonito trofeo Leonel— Esa voz es de Lorenzo —Admito que es demasiado bella, pero ¿de verdad lo vale? — cuestiona con sarcasmo —¿A qué te refieres? — responde Leonel —A qué sabes el riesgo de tenerla cerca, el
Cuatro horas antes Leonel BlackMe despido de Anya, asegurándole que pasaré por ella en la noche. Nadie puede negar que es muy hermosa, lo noté desde que la vi en su graduación, se veía tan sensual, esbozando una bella sonrisa mientras abrazaba a sus amigas, la misma sonrisa que hace a mi miembro palpitar.Una sonrisa lasciva se expande en mis labios, al saber que es la hija de aquel sapo que trabajaba para mí. Eso en parte hace que me emocione aún más, saber que es tan dulce y tierna, que se entrega a mi cada vez, y lo hace sin saber que soy quien mando a matar a su querido padre. Prendo un cigarrillo, mientras Karla, una bailarina del club que frecuento, se sienta en mi regazo y comienza a besarme. Hoy es un buen día, estoy tranquilo, aún después de saber que debo regresar a California, Joseph me marcó está tarde y dijo que hay un informante, al parecer Peter Johnson después de muerto sigue teniendo sucios secretos—Anya, Anya, si supieras la fichita que tenías por padre. — Comento
—De prisa, salgamos antes de que esto empeore. — Les ordena a aquellos hombres. Llegamos a una camioneta con vidrios polarizados, los dos tipos suben adelante, el otro sujeto me indica que suba y se sienta al lado mío en la parte de atrás.—¿Se puede saber que está pasando? — Cuestiona uno de los hombres.—Pasa que habrá problemas si nos quedamos— responde la voz a mi lado.—No hablo de eso ¿Tu mismo le llevarás la chica al Diablo?—Deja de hablar. Vamos a la cueva. — Se limita a decir en un tono que no acepta replica y el que conduce acelera, parece que ya nadie nos está siguiendo...Pasamos un largo rato en el vehículo, aún no sé quiénes son estas personas, no sé cuáles sean sus intenciones, después de lo que pasó con Leonel no puedo confiar en nadie, mil dudas se instalan en mi mente.Tal vez solo me usó, y ahora que salimos del lugar quiera deshacerse de mí, trato de ocultar mi miedo, pero lo cierto es que no estoy para nada tranquila, parece que estoy destinada a encontrar solo m
—¡Auch! Al parecer soy un vil delincuente— Comenta divertido, por su reacción, puedo darme cuenta que no está ofendido. Más bien parece divertido. —¿Entonces que eres? — Se queda mirándome por un rato sin decir nada —Creí que conocía a Leonel, pero no era así, me enteré de quien es esta noche— digo mirando a la nada —Trabajo con Stephano Greco el "Diablo"— abro mis ojos con asombro ante lo que acaba de decir —Estaba en ese lugar porque buscaba información, que ayudará a perjudicar a tu novio— agrega —Yo no fui ahí a buscarte, si eso es lo que estás pensando. No mato niños ni mujeres, tampoco los secuestro. — menciona y una lágrima brota y baja con lentitud por mi rostro. —¿Por qué me ayudas entonces? — apenas logro formular la pregunta —Si soy sincero, no lo sé, solo sé que no te dejare ahí afuera a tu suerte, después de todo yo fui quien te trajo— Lo dice con un tono frío, me siento como un perrito que encontró en la calle y le dio lastima abandonarlo a su suerte. —Por ah
AnyaDespués de una noche tormentosa, despierto en aquella habitación que Rocco me asignó, miro el despertador que está al lado de la cama y marca las 9:30 am. Me levanto no queriendo hacerlo y voy al baño a darme una ducha. A los minutos de haber salido llaman a la puerta.—Adelante— menciono amable —disculpe, mi nombre es Carmen, vine a ver si se encuentra bien, el señor me pidió que revisara que esté cómoda.—¿El "señor" está aquí? — le cuestiono a Carmen que es una mujer de mediana edad, haciendo énfasis en "señor". —No, él sale muy temprano y llega tarde, hay veces que no regresa. — —¿Alguien más vive aquí? — pregunto —Solo el señor, Maribel y yo nos encargamos de la limpieza, a ella debió conocerla ayer. ——De acuerdo— asiento a lo que ha dicho—Le prepararé el desayuno— me da una sonrisa y luego se retiraMe pongo unos jeans negros y una camisa de manga larga, es ajustada de escote en V y unas botas con poco tacón. —Veo que ya despertaste. — escucho una voz en el comedor, R
RoccoDespierto a las 6am como todos los días, debo revisar los pendientes de aquel cargamento de armas que no logró salir a causa de la emboscada de Amerigo.Maldito, mientras él estaba en la mansión de Lorenzo disfrutando de su velada con sus cómplices, su gente interceptaba la salida de nuestras naves. Me doy un baño tratando de relajarme ya que será un largo día y mientras lo hago pienso en que en la habitación contigua a la mía está Anya. Si aquella mujer que vi en esa fotografía está ahora en mi casa..Flashback—¿Ya está el cargamento listo? — pregunta Stephano —Lo cargaron está mañana— Espeto sin prestarle atención del todo, estoy sentado en una silla con los codos apoyados en mis piernas —.No me digas que estás cansado— gruñe —¿Has pensado cuánto tiempo llevamos en esto? — Cuestiono como respuesta a su pregunta — desde los 17, ahora tenemos 33, poco más de 15 años— responde—¿Y preguntas si estoy cansado? — cuestiono con sarcasmo. —Pues sí, lo estoy—respondo.—Hay gente que
—¿Estas bien? — Pregunta Stephano.—Solo fue un rasguño— exclamo.—Llama al doctor para que te revise de todas formas, yo me encargaré de los últimos detalles de aquel cargamento, ahora es prioridad. Después mandaré a limpiar este desastre. — Hace una seña a sus hombres para salir del lugar y me da una palmada en el hombro. Volteo a ver a mis hombres, indicándoles la retirada —Llamaré a Josh para que te revise— dice Enzo —Como dije, fue solo un rasguño, consígueme antibióticos y mándalos a mi casa, se acabó por hoy— Subo a la camioneta y le indico a Marco otro de mis hombres que nos retiremos. . Anya Ya han pasado dos semanas desde que Rocco me trajo a su casa. He escuchado a sus empleadas cuestionar mi relación con él, pues las escuché decir que el nunca trae mujeres, y no sé por qué eso me hace sentir bien, me he dado a la tarea de ayudarles en cosas simples como en la comida y me encargo de acomodar la despensa. Rocco no pasa mucho tiempo aquí, a veces regresa cuando ya me h