—¡Auch! Al parecer soy un vil delincuente— Comenta divertido, por su reacción, puedo darme cuenta que no está ofendido. Más bien parece divertido. —¿Entonces que eres? — Se queda mirándome por un rato sin decir nada —Creí que conocía a Leonel, pero no era así, me enteré de quien es esta noche— digo mirando a la nada —Trabajo con Stephano Greco el "Diablo"— abro mis ojos con asombro ante lo que acaba de decir —Estaba en ese lugar porque buscaba información, que ayudará a perjudicar a tu novio— agrega —Yo no fui ahí a buscarte, si eso es lo que estás pensando. No mato niños ni mujeres, tampoco los secuestro. — menciona y una lágrima brota y baja con lentitud por mi rostro. —¿Por qué me ayudas entonces? — apenas logro formular la pregunta —Si soy sincero, no lo sé, solo sé que no te dejare ahí afuera a tu suerte, después de todo yo fui quien te trajo— Lo dice con un tono frío, me siento como un perrito que encontró en la calle y le dio lastima abandonarlo a su suerte. —Por ah
AnyaDespués de una noche tormentosa, despierto en aquella habitación que Rocco me asignó, miro el despertador que está al lado de la cama y marca las 9:30 am. Me levanto no queriendo hacerlo y voy al baño a darme una ducha. A los minutos de haber salido llaman a la puerta.—Adelante— menciono amable —disculpe, mi nombre es Carmen, vine a ver si se encuentra bien, el señor me pidió que revisara que esté cómoda.—¿El "señor" está aquí? — le cuestiono a Carmen que es una mujer de mediana edad, haciendo énfasis en "señor". —No, él sale muy temprano y llega tarde, hay veces que no regresa. — —¿Alguien más vive aquí? — pregunto —Solo el señor, Maribel y yo nos encargamos de la limpieza, a ella debió conocerla ayer. ——De acuerdo— asiento a lo que ha dicho—Le prepararé el desayuno— me da una sonrisa y luego se retiraMe pongo unos jeans negros y una camisa de manga larga, es ajustada de escote en V y unas botas con poco tacón. —Veo que ya despertaste. — escucho una voz en el comedor, R
RoccoDespierto a las 6am como todos los días, debo revisar los pendientes de aquel cargamento de armas que no logró salir a causa de la emboscada de Amerigo.Maldito, mientras él estaba en la mansión de Lorenzo disfrutando de su velada con sus cómplices, su gente interceptaba la salida de nuestras naves. Me doy un baño tratando de relajarme ya que será un largo día y mientras lo hago pienso en que en la habitación contigua a la mía está Anya. Si aquella mujer que vi en esa fotografía está ahora en mi casa..Flashback—¿Ya está el cargamento listo? — pregunta Stephano —Lo cargaron está mañana— Espeto sin prestarle atención del todo, estoy sentado en una silla con los codos apoyados en mis piernas —.No me digas que estás cansado— gruñe —¿Has pensado cuánto tiempo llevamos en esto? — Cuestiono como respuesta a su pregunta — desde los 17, ahora tenemos 33, poco más de 15 años— responde—¿Y preguntas si estoy cansado? — cuestiono con sarcasmo. —Pues sí, lo estoy—respondo.—Hay gente que
—¿Estas bien? — Pregunta Stephano.—Solo fue un rasguño— exclamo.—Llama al doctor para que te revise de todas formas, yo me encargaré de los últimos detalles de aquel cargamento, ahora es prioridad. Después mandaré a limpiar este desastre. — Hace una seña a sus hombres para salir del lugar y me da una palmada en el hombro. Volteo a ver a mis hombres, indicándoles la retirada —Llamaré a Josh para que te revise— dice Enzo —Como dije, fue solo un rasguño, consígueme antibióticos y mándalos a mi casa, se acabó por hoy— Subo a la camioneta y le indico a Marco otro de mis hombres que nos retiremos. . Anya Ya han pasado dos semanas desde que Rocco me trajo a su casa. He escuchado a sus empleadas cuestionar mi relación con él, pues las escuché decir que el nunca trae mujeres, y no sé por qué eso me hace sentir bien, me he dado a la tarea de ayudarles en cosas simples como en la comida y me encargo de acomodar la despensa. Rocco no pasa mucho tiempo aquí, a veces regresa cuando ya me h
Rocco .Voy camino a la mansión de Stephano, van conmigo Rossana y Gino. Gino es rubio de ojos azules y aún que parece inofensivo, es de mis mejores hombres, más vale no subestimarlo. —¿Y entonces, vas a decirnos que pasó? —Cuestiona Rossana mientras abre una bolsa de frituras y me lanza una mirada curiosa.—¿Respecto a qué? — cuestiono, aunque ya se por de va, quiere saber si ha ocurrido algo entre Anya y yo. —¿Por qué estás evitando a Anya? — pregunta curiosa mientras se lleva una papa a la boca —¿Por qué crees que la evito? — vuelvo a cuestionar, seguramente ella le ha mensionado algo.—Me ha dicho que casi no vas a tu casa y cuando lo haces, no es por mucho tiempo, ya dinos ¿qué ocurrió? — Pregunta ansiosa —¿No es obvio? tuvieron sexo— Espeta Gino con una sonrisa burlona y ambos volteamos a verlo.—Que maldito ¿no puedes llevar una chica a tu casa y pasar al menos un mes sin comértela? — Farfulla Rossana —Ya cállense— Me dirijo a ambos, jamás me ha gustado hablar de mi vida
Anya Me siento como una estúpida —¿qué pensabas, que despertarías a su lado como una feliz pareja con el desayuno en la cama? — Exclamo para mí misma. Rocco no dijo nada después de aquella noche, al siguiente día salió muy temprano y casi no lo he visto, aparte de que no hemos tocado ese tema, supongo que para él es normal, debo ser una de tantas a las que se lleva a la cama. Pienso mientras peino mi cabello en la habitación. —Señora, el señor Rocco ha llegado y quiere verla, está en su despacho— me informa Carmen. —Soy Anya Carmen, solo dime Anya— desde que desperté en la cama del "señor" me dicen señora. —Está bien señorita Anya— me da una sonrisa y sale de la habitación. Me pongo nerviosa, no quiero hacerme ilusiones, yo sé que no tenemos una relación, pero tampoco espero que finjamos que no ha pasado nada. Me arreglo mi falda que está más arriba de las rodillas y acomodo mi blusa para ir a verlo. Entro a su despacho, él está con un vaso al parecer de whisky sentado en un so
Estoy hundida en mi aburrimiento, me senté a jugar un rato con Alpha después de que no lo había visto unos días, lo habían llevado al veterinario por una infección en el estómago, pero ya está bien, es muy juguetón y parece que le agrado.«Doy un suspiro y escucho a alguien llegar, seguramente es Maribel o Carmen» pienso, Rocco ha estado ocupado y Rossana también así que no la he visto.—¿Estas aburrida? — Me sorprendo de inmediato. Es la voz de Rocco, a penas la escucho y me pongo nerviosa.—No he salido en más de un mes, es demasiado— Le respondo sincera, ¡claro que estoy aburrida!—Te gustaría salir— me pregunta ladeando una sonrisa —¿Estás hablando en serio? — le cuestiono elevando involuntariamente las comisuras de mi boca.—No será un paseo tan placentero, pero creo que es mejor que estar aquí otro día más— Espeta elevando ambas cejas.—Si quiero— Sonrió como niña pequeña a la que le han comprado un helado.—Bien, ponte unos zapatos cómodos, a dónde vamos caminaremos un poco——
—Puede verse aún más intimidante si se lo propone— Susurra Rossana y no sé en qué momento se acercó —¿Siempre es así? — Le cuestiono sin dejar de mirar a Rocco. —siempre tiene una mirada fría, parece calcular cada movimiento a su alrededor y casi siempre parece enojado, excepto cuando habla con ustedes. — —Tiene su lado amable, pero este es solo para su gente cercana. Delante de los demás no puede verse vulnerable, así que nosotros nos guardamos las bromas para cuando estamos solos. Frente a los demás es el Lobo, el jefe de los CEDIS o la mano derecha del Diablo. —Lo he notado, son muy cercanos, con ustedes es un poco más blando— Le expreso. —No diría que es blando, pero si logramos que se exprese un poco más. Él nos salvó a cada uno, aún que de diferente manera— Se encoje de hombros —Antes de conocerlo trabajaba en las calles— declara —Antes existía un cartel, el cartel de Villa, no era tan grande, pero era gente muy mala. —Este cartel era tratante de blancas, estaban peleand