Capítulo 54.

La muchacha rubia mordió su labio inferior, formando un hilarante aspaviento con estos. Su cadera dolía, no era un dolor garrafal hasta el punto en el que resultaba inaguantable, pero si le aguijoneaba de vez en cuando: se había alejado de una manera en exceso violenta de él, se había golpeado a sí misma, había sido imprevisto, incluso para ella; él la observaba raro, con un sabor de duda reposando sobre su mirada, ella podía casi apostar que, de no tratarse de Chad, de tratarse de otra persona, la hubiese estado mirando como si ella fuese una enferma mental o algo similar, pues Adalia no podía negarse que estaba avergonzada de sus propios actos. Pese a esto, no era capaz de doblegarlos, los traumas tenían mucho más peso que ella. Los traumas pesaban mucho más que sus insuficientes recuerdos felices. 

—¿Estás... segura de qué estás bien? —ins

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo