Su sangre tiene un sabor bastante dulce, me bastaron solo unas pocas gotas para saberlo, y nuevamente me maldigo en silencio, ¿por qué tenía que ser ella? ¡Es humana! Son frágiles, débiles, sus sentidos son un asco, son traicioneros y maliciosos...
Y yo justo vengo a cruzarme con una que me parte al medio mis preconceptos sobre ellos. M*****a sea mi suerte. Es como si me hubiesen arrojado un cubo con agua helada: todo un shock. Cuando ese maldito me disparó con la idea de que muriera, logré herirlo lo suficiente como para escapar, aunque temí que me siguiera por los rastros de sangre, mas lo tóxico de ese maldito metal me afectó mucho y no pude seguir demasiado, tuve que echarme a descansar. Me sentía tan mal que ni siquiera fui capaz de escuchar cuando ella se acercó, mas en mi estado afectado, ni siquiera tuve la iniciativa de alejarla.
Se veía como un hada con esa nariz respingada, esos ojos verdes como la naturaleza y esos labios carnosos... Los mechones rubios que se escapaban por los lados de la capucha le daban un aire aún más inocente en contraste con el color rojo fuerte de su impermeable mojado. La situación me pareció tan irreal, que no pude evitar pensar en el cuento de "Caperucita Roja": la joven con la caperuza y el gran lobo malo. Ni ella traía consigo una canasta, sino más bien un bolso que parecía bastante colmado, ni yo pensaba en comérmela, o bueno, no de la forma en la que el lobo del cuento lo pensaba.
Debo admitir que, en cuanto se acercó más y el aroma que desprendía de ella, como a fresas y algodón de azúcar, me hizo agua la boca.
Y luego va y me trata casi como a un perro herido, y hasta se atreve a intentar quitar la bala de mí, cosa que consigue, mientras suelta algunas frases que, francamente, me hicieron querer poner los ojos en blanco, aunque me contuve.
El dolor que sentí cuando finalmente esa porquería fue extraída de mi persona, fue uno de esos que agradecí, porque ya sin eso en mi interior, quemándome poco a poco por el contacto, pude volver a recuperar mis sentidos al completo, aunque tomó unos cuantos minutos, y fue un gran shock el que me molestara verla quitarse mi sangre de su piel
Mi único pensamiento fue que se estaba lavando mi aroma y la molestia ardiente y repentina por ese hecho, cosa que me dejó helado, porque eso solo me molestaría si ella fuera mi compañera, mi mate... Y una nueva aspirada de su aroma, me dijo que sí, que estaba completamente jodido porque, una insignificante humana (aunque con un buen par de ovarios en su sitio, porque de lo contrario no se habría acercado jamás a un lobo de mi tamaño estando herido, con la intención de curarlo, con los riesgos que eso implicaría) resultaba destinada a ser mi Luna. ¿Podría tener peor suerte?
Sí, tenía que admitir (aunque no me gustara) que ella no solo era hermosa, sino que además, tenía agallas, eso se lo concedía, pero no basta para ser la Luna de una manada como la mía, y mucho menos en la situación en la que nos encontramos actualmente.
Mi instinto me pedía más cercanía, su toque, y fue por eso que la instigué a que me acariciara, se sentía bien el rasquetear de sus delicadas unas ente mi pelaje. El duelo entre mi molestia por su naturaleza y le felicidad de encontrar a mi compañera, es algo que me ha estado torturando hasta ahora.
Y si bien la dejé pensar que consiguió que me quedara en el bosque, por supuesto que no fue así, y la seguí desde el sitio junto al río, hasta que ingresó a la universidad, oportunidad que utilicé para conseguir algo de ropa y poder acercarme para escucharla.
Resultó que también era inteligente, porque estaba preparando ya su tesis sobre botánica, y le había molestado lo que había pasado conmigo, pensando que solo había sido un intento de conseguir una presa por parte de un cazador.
Eso le sumó un punto a su favor, el amor por la naturaleza es algo que los humanos no siempre tienen por lo que sé, y que ella sí, supongo que es algo bueno.
Y que luego me llevara inconscientemente a su casa facilitó mucho mi trabajo, al igual que el hecho de que sus padres no estuvieran. La verdad que ese camisón que se puso le queda de muerte y tiene un cuerpo delgado aunque firme y con curvas lo suficientemente marcadas como para ser tentador. Ya podría imaginarme mis manos recorriéndola, mi boca probando sus secretos...
El entrar no fue nada complicado, el que éste sitio sea un pueblo, ayuda a los que son como yo porque no es común el concepto de alarmas, y el entrar fue un juego de niños. En cuanto ingresé en la casa, su aroma de fresas y azúcar me hizo salivar por lo intenso y lo seguí casi como en las caricaturas, prácticamente flotando hasta el origen del mismo que no era otro que su cuarto.
Preferí aparecerme frente a ella con la imagen que ya tiene de mí, mi forma lobuna podría parecerle extraña en su casa, pero me reconocería, lo sabía, y estaba seguro de que reaccionaría mejor que si me aparecía en mi forma humana. Además, estaba el detalle de la desnudez que, estoy seguro, no habría apreciado que fuera parte de nuestro primer encuentro.
De todas formas, ella me sorprendió de nuevo cuando, estando un tanto adormilada, no solo creyó e insistió en que esto era un sueño, sino que hasta fue mucho más atrevida, no mostró miedo, y no solo me acarició la cabeza y el cuello, sino que se extendió hasta mi abdomen e, incluso, dejándome completamente anonadado, hundió su propio rostro entre mi pelaje, aspirando el aroma propio de mi ser que, aún siendo humana, parece ser capaz de percibir y que le gusta.
El hablarle mentalmente tampoco ayudó a quitar esa idea de que todo era un producto de su mente, y que me dijera que leía y miraba series sobre nosotros, me preocupó un poco, porque esas representaciones (en su mayoría) son patéticas y, si mi Luna espera algo así de mí, entonces esto va a ser más difícil de lo que ya venía siendo.
Terminé por optar por tomar mi forma humana, pensando que el hablar cara a cara conmigo sería algo bueno, solo para que me mirara con hambre y no precisamente de comida y terminara casi lanzándose sobre mí. Su cuerpo, aunque delgado, se sentía suave contra el mío, amoldándose a cada línea de mi ser como si hubiese sido diseñada expresamente para mí y su boca... ¡POR LA DIOSA! Su boca era un auténtico manjar, me estaba volviendo loco ¡Y SOLO ME ESTABA BESANDO!
Su aroma envolviéndome, la sensación del roce de su cuerpo, su boca devorando la mía... fue más de lo que pude soportar y antes de saber lo que estaba haciendo, ya había bajado a su cuello y hecho un rasguño con mis dientes en esa columna pálida y tentadora.
Gracias a la Diosa que, su reacción de alejarse de mí hizo que reaccionara a tiempo, o quién sabe hasta dónde habría llegado. Y así es como llegamos a éste momento, donde justo ahora, mi Luna me observa con miedo al entender que, lo que ella creía un sueño, efectivamente no lo es.
-Esto no es... posible...
-Estoy aquí y hace un minuto era un lobo, ¿no? Yo creo que sí es posible.
Está por responder, cuando de un segundo al otro, cierra su boca y su rostro pasa de blanco fantasma a rojo tomate en lo que dura un latido de corazón, justo antes de que se ponga de pie a toda velocidad y se oculte bajo sus mantas, dejándome aún más confundido.
-Ammm... ¿qué se supone que haces?
Su voz amortiguada suena de debajo de las mantas, haciéndome reír bajo cuando comprendo su respuesta.
-Intento que me trague la tierra porque, además de que acabo de besar a un completo desconocido mientras me comportaba como una cualquiera calentona, como si eso no fuera suficiente, estás desnudo y yo estuve sobre ti. ¡ME ESTOY MURIENDO DE VERGÜENZA AQUÍ ABAJO!
Por la Diosa, incluso hasta me da ternura. Veo una manta a los pies de su cama y me la coloco alrededor de la cadera para cubrir mi desnudez al tiempo en que me acerco y me siento junto a ella en la cama, intentando hacer a un lado la sábana con la cual se cubre, obviamente sin conseguirlo. No quiero utilizar toda mi fuerza con ella, me preocupa lastimarla, mas esto me hace darme cuenta de que es más fuerte de lo que esperaba.
-Jhoana, por favor, sal de ahí debajo, ¿sí? Necesitamos hablar.
-¿Y sobre qué podrías querer hablar conmigo? ¿Eres un acosador o algo parecido? Solo curé tu pata porque no quería que un idiota (que cree que matar animales es divertido) ganara y una criatura inocente del bosque sufriera.
-Sí, gracias por eso, sin embargo, eso no es lo que quería.
-¿Y entonces?
-Bueno, me gustaría que salieras de ahí abajo, porque esto es importante.
-¿Qué puede ser tan importante como para que deba dejar a un lado mi absoluto bochorno y salir de aquí abajo para verte desnudo?
Suspiro intentando mantenerme tranquilo antes de volver a hablar.
-Primero, no estoy desnudo, me puse una manta que tenías en los pies de tu cama, así que no se me ve nada, y en segundo, es importante, porque lo que tengo que decirte es que... bueno, eres mi mate, mi compañera eterna.
Esas palabras la hacen salir de debajo de las mantas con gesto consternado.
-¿¡TE PUSISTE MI MANTA FAVORITA PARA CUBRIR TU TRASERO Y TU ENTREPIERNA!?-¿Acabo de decir que eres mi compañera y la manta es la que te importa? ¿Es en serio? Wow, tú sí que tienes tus prioridades en orden.-Lo siento, es solo que me la hizo mi abuela y ella ya no está yyyyyy ¿acabas de decir que soy tu compañera o yo estoy alucinando?La forma en la que me observa, como si no estuviera segura de si le estoy jugando o no una broma, aunque creo que la broma en realidad es para mí, y de parte de la Diosa. Y una de muy mal gusto si tengo que decirlo.Suspiro y me masajeo los ojos intentando mantener mi temperamento bajo control. Ser Alfa implica que mi temperamento es más fuerte y complicado de controlar, y que ella sea humana hace que las cosas sean mucho más difíciles, porque no está acostumbrada y seguro se asustará. Maldita sea...-Mira, para suerte o, quizás, mala suerte de ambos, la Diosa Luna nos ha puesto como compañeros, eso implica que estaremos juntos hasta que nos llegue la
-Así que me vas a rechazar.-¿Qué?Mirándolo con curiosidad, me quedo pensando en qué estará cruzando por su mente. Su rostro parece muy obscuro, sobre todo por las sombras que lo marcan por el sitio donde se ha puesto y por estar con la cabeza inclinada, mirando hacia el suelo. Mis ojos lo recorren entero y me quedo un par de segundos más en su cadera, de donde aún cuelga la manta que me hizo mi abuela. Dios mío, todavía con ella cubriendo la mitad inferior de su cuerpo, no es posible ocultar dos cosas muy importantes: la primera, que Rache está más que bueno, no está inflado como un globo, y sin embargo, cada músculo y tendón de su anatomía está perfectamente definido, y dos (y quizás más importante), que sin importar cuánto diga que esto le molesta, parece ser que su mente y su cuerpo no están de acuerdo, porque se nota el levantamiento producido por la excitación en la parte frontal de la manta, casi como una tienda de campaña. De todas formas, mi mente no repara demasiado en es
Cierro mi libro y suspiro con cansancio: llevo aquí desde hace más de una hora y, por más que he leído más de seis veces mis apuntes, resulta que no recuerdo siquiera una palabra de todo lo que repetí una y otra vez. Me siento frustrada, absolutamente frustrada, porque a pesar de que intento con todas mis ganas prestarle atención a mis estudios, no obstante, hay algo que copa mis pensamientos con mucha más fuerza, y eso es ese lobo de ojos índigo. Gruño frustrada por no poder controlar mi propia mente, y empiezo a juntar mis cosas: tengo una clase más hoy, pero creo que será mejor que me vaya a casa, no puedo concentrarme ahora y sería desperdiciar absolutamente el tiempo. Agarrando mi mochila, me dirijo hacia la salida de la biblioteca y hacia fuera del campus, mas me encuentro con un revuelo femenino en plena entrada, pues parece que (por lo que logro escuchar de los cuchicheos), hay un chico que nadie conoce que parece un "Dios". Curiosa, porque es raro que haya alguien desconoc
Síp, ya lo dije, ella tendría que volverse mi Luna, y verla quedarse muda por primera vez desde que la conocí, la verdad se siente bien, es algo incluso gracioso. Caperucita creía que trataba con un lobo cualquiera, incluso un simple guerrero... Sí, soy el mejor luchador de mi manada, pero es precisamente porque soy el Alfa. Si no lo fuera, quienquiera que me hubiese desafiado, me habría quitado mi puesto hace mucho tiempo.Como sea, eso no es lo que importa en éste momento: quizás con ésta revelación, entienda un poco más mis razones para sentirme como me siento con respecto a su condición de humana porque, vamos, ¿una Luna humana? ¿A quién se le ocurre algo semejante? Las Lunas defienden a su manada tanto como los Alfas, son un pilar importante para la estabilidad, y una humana dudo mucho que sea capaz de algo así, aunque sepa pelear como ella me dijo. Es inteligente, es verdad, y sus conocimientos podrían ser útiles, mas eso no solventa el hecho de su verdadera naturaleza. ¿Qué pa
-¿Que qué digo? Que es una locura. -¿Y eso como por qué?-Porque soy humana, ¿por qué querría cambiar quien soy? El único que parece tener un problema con eso eres tú.-Ser un hombre lobo es una ventaja evolutiva, todos tus sentidos se agudizan, te vuelves más fuerte, más rápido, más ágil, más longevo... -Rache, no me estás vendiendo un producto, me estás diciendo que cambie mi persona desde lo más profundo de mi ser. ¿Te das cuenta de la locura que es eso?-Es que si aceptaras, todo sería mucho más sencillo. -¿Para quién? ¿Para ti?-Si fueras como yo, la manada te aceptaría, no importaría que fueras mestiza. Podrías sobrevivir con mayor facilidad a lo que se avecina y cumplir con tus deberes como mi compañera con muchas menos dificultades de las que tendrías como humana. Vivirías más y todo tu ser se vería potenciado. ¿No entiendes lo positivo que sería eso para ti?Aprieto los labios para no soltar la sarta de maldiciones que tengo en la punta de mi lengua e intento mantener la c
-Si debo decidir, te agradecería que aclararas de qué se trata en concreto y en qué difiere de las novelas y la mitología. Sería más sencillo darte una respuesta si sé a lo que me enfrentaría. -Supongo que es justo: hacerlo a ciegas sería una tontería.-¿Y bien? ¿Tiene que ser durante la luna llena? ¿Tienes que morderme en el cuello? ¿Tienes que estar teniendo relaciones conmigo mientras ocurre? ¿Tienes que estar medio transformado para que el vínculo se establezca realmente? ¿Tienes que estar dentro de mí al tiempo en que me muerdes para que funcione? ¿Se verá como una mordida realmente? -Alto, alto, alto, esas son demasiadas preguntas. Si no te importa, te agradecería encarecidamente que las hicieras una a una, no como una ametralladora, porque sino, no puedo contestarte como corresponde. -Entiendo, lo siento. -Parece ser que lo pensaste mucho más de lo que, seguramente, estás dispuesta a admitir. -No realmente, solo son las cosas que me vienen a la mente de lo que he leído. Te
Sus palabras me dejan completamente fuera de eje. No es que esté disculpándose precisamente, pero sí que es un inicio, porque lo que está haciendo es dejar su orgullo de lado por un momento y haciendo evidente que, a pesar de su "racismo", me está poniendo primero. Es un paso... no la gran cosa, mas supongo que algo es algo. No es que pueda pedirle a un bebé que corra cuando ni siquiera ha empezado a gatear, ¿no?Como sea, supongo que si él ha hecho semejante esfuerzo, lo que menos puedo hacer es bajar el hacha de guerra (aunque sea un poco) y darle una nueva oportunidad. Quizás sea inteligente ésta vez y piense bien antes de hablar. Suspirando, me acerco a la puerta y abro el seguro, que imagino que no lo quitó él ésta vez para darme más seguridad, tal vez como una muestra de respeto, porque sé que puede entrar por su cuenta si lo desea. En cuanto el cristal ya no está entre nosotros, esperaba que entrara, sin embargo, permanece fuera, observándome estático en su sitio. -¿Vas a ent
Su cabeza se voltea de forma tan abrupta y veloz, que me impresiona que no se haya roto una vértebra, o el cuello en sí. Su cuerpo se ha puesto tan tenso como un cable de acero y noto las puntas de sus garras picándome suavemente la piel. Creo que eso no fue un lobo común al parecer...-¿Rache?Sus pupilas se han dilatado de tal manera, que ese llamativo e inusual color índigo, ahora no es más que un simple aro brillante alrededor de una esfera negra que casi cubre por completo su ojo, y eso sí que me da escalofríos el verlo, porque es tan inusual que por poco parece uno de esos demonios de las películas. ¿Qué es lo que ocurre?-Tengo que irme.-¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué pasó?-No sé, mi Beta me busca, y le dije que solo me llamara si había algo realmente importante porque iba a estar ocupado.Sus ojos vuelven hacia mí, sobresaltándome un poco (tengo que acostumbrarme a sus iris y a esos cambios particulares, o esto va a volverse algo muy molesto), y se separa de mí, haciendo que automátic