La forma en la que me mira me pone nerviosa, pero consigo mantener la calma y finjo que no pasa nada, poniendo la sonrisa más convincente que puedo y paso junto a él para dejar la bandeja sobre la mesada antes de volverme hacia él y actuar normal… o eso espero.-Nada, una amiga de la universidad es una de esas naturistas que creen que no hay nada mejor que los productos orgánicos y así, y como su madre tuvo cáncer hace un par de años, me trajo ese frasquito. Me dijo que era un tónico natural para ayudar al cuerpo a sanar y no sé qué más, que se supone que a su madre le sirvió, que se curó y, como no tiene ningún tipo de químico y ella sabe de plantas porque estudia como yo, no me pareció malo intentarlo, ¿qué daño puede hacerle? -¿Segura de que no le hará daño?-No, no creo que le haga nada. Leila es una alumna de las mejores que hay en la universidad, si ella prepara algo, puede que no tenga ningún efecto positivo, mas no tendrá ninguno negativo, estoy muy segura. Solo te pido, no l
Su rostro cuando me escucha, se descompone completamente, como si le hubiera dado la peor noticia de su vida, y viendo y considerando la situación, quizás así sea, pero ese no es mi problema sino suyo. El mío es que no pienso dejar que lastime a Rache más de lo que ya lo hizo y, la dolorosa y triste realidad, de saber que mi abuelo es un maldito asesino. Es un gran golpe, él era una de las personas más importantes en mi vida, uno de los pilares de mi educación y de mis valores, y ahora, debo cuestionarme todo eso porque resultó que, toda mi vida, él me ocultó la verdad. ¿Cómo se lidia con algo como eso?-Tiene que ser una broma, dime que estás tomándome el pelo y que, en realidad, no te uniste a éste desgraciado monstruo salvaje. Dime que no puso sus asquerosas patas en ti, que no te ensució con su mierda de…-¿Compañeros? ¿Eso es lo que ibas a decir? -Son mentiras, ridiculeces que dicen para engañar y hacer creer que son seres románticos como las estúpidas novelas de adolescentes l
Siento el temblor en su mano, noto el blanco de sus nudillos de la presión que ejerce al tiempo en que veo la fuerza con la que aprieta su mandíbula, temiendo que se rompiera los dientes si lo hace más fuerte. Está indeciso, puedo verlo, aún no está todo perdido. Tal vez tengo una última carta qué jugar, mi última oportunidad que podría ser nuestra salvación y ojalá resulte, no quiero perderlos, a ninguno de los dos y no estoy segura de lo que pasará o cómo terminara si se da la situación de tener que elegir. -Abuelo… por favor… no hagas esto… -Jhoana…-Yo lo amo, en serio que sí, por favor, deja esto. -No lo entiendes, no es tan fácil.-Estoy segura de que no, los humanos jamás lo hacemos fácil, pero el arma la tienes tú ahora, es tú decisión y no de alguien más. -Cariño, si no hago esto, si lo dejo ir, vendrán por mí, será a mí a quien cacen.-¿Alguien más lo sabe?-¿Qué cosa?-Que vendrías tras Rache y los suyos, ¿algunos de tus compañeros asesinos lo saben? -No… No solemos tr
Durante las siguientes horas, veo a la Bruja rodear a mi lobo con cientos de humos de ramilletes de hiervas, untarlo con pastas de diferentes plantas y otros ingredientes, sobre todo en el sitio del balazo, e incluso darle unos cuantos elíxires que veo que prepara justo aquí o que parece que tenía guardados en su cueva. En todo momento, la mano de mi lobo sostuvo la mía sin soltarla, aunque no sé si era realmente consciente de ese hecho o solo lo hacía como reflejo de necesitar aferrarse a algo. Sea lo que sea, no me importa en realidad, porque como bien dijo Casandra, soy su Luna, su compañera, su Mate y su otra mitad, y mi lugar es junto a él, siendo su fuerza, su ancla, su sostén y eso es lo que voy a ser hasta que él vuelva a estar bien. No pienso moverme de su lado hasta que abra sus ojos y me cante las cuarenta por el tremendo riesgo en el que me puse, porque aunque el cazador resultó ser mi abuelo, las cosas pudieron terminar muchísimo peor de lo que lo hicieron, y eso no pue
La voz de Andrew me hace alzar la cabeza, pues la había apoyado sobre mi brazo mientras recordaba el pasado. Su rostro muestra preocupación y no puedo culparlo, debo tener un aspecto horrible y la verdad es que no me importa en lo más mínimo, en tanto y en cuanto pueda permanecer junto a Rache hasta que él despierte. -Casandra se fue a descansar, hizo todo lo que pudo, ahora depende de él. -Lo sé, me lo dijo, me la crucé en el pasillo. Pero la que me interesa ahora es usted, debe descansar.-No, no lo haré hasta que él despierte. No pienso moverme de aquí hasta que abra sus ojos. -No le hará bien, se enfrentó a un cazador y consiguió que nuestro Alfa sobreviviera, más allá de querer saber qué fue lo que ocurrió, me preocupa más que el hecho de que usted tiene que reponerse porque, mientras él esté incapacitado, ahora que está usted, es quien debe hacerse cargo de los deberes y asuntos de la manada. Si quiere ayudarlo, tiene que estar bien para que Rache solo deba concentrarse en sa
Siento algo mullido debajo de mí, el aroma de mi compañera está a mi alrededor y aunque me duele el cuerpo, la verdad es que me siento de maravilla para alguien a quien le dispararon con una bala de plata líquida. Siento que mi cuerpo está pesado, aunque no lo suficiente como para no poder moverme, y por eso lo intento, entendiendo que estoy solo cuando, aunque el perfume que de ella me envuelve, realmente estoy solo. Al abrir los ojos, noto que es de día y me pregunto cuánto tiempo llevo inconsciente, cuánto recuperándome y cuánto de mi trabajo estará acumulado. Será que Andrew habrá adelantado aunque sea un poco, o eso espero, el bastardo podría haberme dejado todo como castigo por asustarlo con casi morirme quizás… Con cuidado, me pongo recto y bajo los pies, viendo si los tengo firmes o si están débiles para sostener mi peso. Dudo un poco al principio, mas cuando estoy por empujar, la puerta se abre y el rostro de Caperucita aparece por ella, sorprendiéndose al verme despierto.
-¡ZAFIRO VEN AQUÍ, DEJA EN PAZ A ESE POBRE CONEJO! Mi niña se ríe mientras corre de nuevo hacia mí y la alzo en brazos, quitándole parte de la naturaleza que se pegó a su pequeña persona. Tres años y ya es más revoltosa que cualquier otro ser humano que haya conocido. Cinco años han pasado desde que Rache volvió a abrir los ojos cuando temí que no lo hiciera, y desde entonces, muchas cosas han pasado. Mi madre sanó definitivamente, y aunque no dejó de ser ella, sí que por fin se olvidó de su deseo irrisorio sobre mi casamiento con Luka y aceptó mi relación con mi lobo (aún no saben lo que él es en verdad ni nada relacionado a eso, solo que su familia tiene tierras bosque adentro y que vivimos aquí juntos desde hace ya más de tres años) y se puso feliz cuando se enteró de que sería abuela. Mi padre fue incluso más eufórico al enterarse, me abrazó tan fuerte que casi me dejó sin aire. Desde que mi pequeña nació, se queda por lo menos una noche a la semana con ellos, sino más en oc
Lo veo herido, la sangre brotando entre el obscuro pelaje de ese hueco de bala, esa maldita bala de plata que me recuerda tanto a nuestro primer encuentro, ese que parecía en su momento una locura, y ahora podría considerarlo el reinicio de mi vida, el punto de inflexión donde toda la verdad salió a la luz y mi existencia dio un giro de ciento ochenta grados. Hombres lobo, eran realidad, mi realidad ahora, y tenía que defenderla, no dejaría que me la arrancaran, no dejaría que me lo arrancaran a ÉL. Pronto volvería a su forma humana y estaría aún más indefenso, no puedo permitirlo.Sin dudarlo siquiera un instante, y aunque sé que no le va a gustar nada, me interpongo entre ambos, cubriendo su cuerpo con el mío, y me pongo en guardia, impidiendo que pueda acercarse a él. -No te lo voy a permitir, no voy a dejar que le hagas más daño. Tienes que entender que las cosas son como son ahora, y ya no hay vuelta atrás. -Hazte a un lado. -No.-No quiero hacerte daño, mi lucha es con él. -