Harry Chrysler.
Estaba en la fiesta de compromiso, sintiéndome agotado y desanimado por la situación. Aunque parecía tranquilo por fuera, por dentro me consumía el cansancio y la frustración.Mi relación con Violetta Smith era simplemente estratégica, una alianza de negocios disfrazada de romance. La fusión entre "Imperio Corporation" de los Chrysler y la empresa de los Smith había sido planeada con cuidado para fortalecer nuestro poder en el mundo empresarial. La muerte del padre de Violetta había allanado el camino para nuestras ambiciones, y yo estaba decidido a aprovecharlo al máximo.Pero no veía a Violetta como una pareja real, sino como un peón en mi juego. La consideraba ingenua, incapaz de entender la complejidad del mundo empresarial y fácil de manipular.Desde joven, mi padre, Liam Chrysler, me había entrenado para ser astuto y despiadado en los negocios, y ahora estaba listo para demostrar mi valía como el heredero legítimo del imperio familiar.Después de que mi madre se marchó, quedé a merced del carácter duro de mi padre. Él me forjó a su imagen y semejanza.Me encontraba en un lugar tranquilo del jardín, donde los árboles ofrecían algo de privacidad con sus sombras. Estaba con Violetta, mi prometida. En medio de la noche tranquila, nos abrazábamos y nos besábamos con pasión, iluminados por la suave luz de la luna.— Cariño, tus besos me fascinan. Te amo, Harry. — Ella susurra, rodeando mi cuello con sus brazos.— Yo también te amo, mi vida. Me hace muy feliz saber que muy pronto estarás en la empresa. Gracias por apoyarme en todo. — Respondí, acariciando el rostro de Violetta.— Tú serás mi esposo, Harry, y confío plenamente en ti. — Sonríe con afecto.— Entonces, ¿por qué deseas contratar un asesor financiero cuando yo puedo manejar tus finanzas a la perfección? — Pregunté, sosteniendo la mirada de Violetta.— ¿No te agrada Alicia? — Violetta indaga con cierta preocupación en su voz.— Se ve encantadora, Violetta, pero quiero que confíes en mí. — Respondí con firmeza.— Confío mucho en ti, Harry, pero ella lleva trabajando conmigo desde hace años. Comenzó con pasantías en la empresa de mi papá. Es un genio en los números; estoy segura de que se llevarán muy bien. — Violetta explica con convicción.No me conviene que esa mujer arruine mis planes. Si Alicia interviene de más podría arruinar mis planes.—Está bien, como lo desees, mi vida.— Respondí restando importancia.Estoy pensando fríamente en la posibilidad de tener problemas con Alicia Montero. Ya tengo en mente un plan para manejar cualquier obstáculo que ella pueda traer a mi vida. Como he hecho antes con otros desafíos, estoy dispuesto a deshacerme de ella si es necesario para proteger mis intereses.Una simple mujer no arruinara mis planes.[...]Al despertarme al día siguiente, me sentía agotado hasta los huesos. Después de una ducha refrescante y vestirme, bajé las escaleras hacia la elegante sala de desayuno. Mi padre, Liam, ya me esperaba allí con su traje impecable y su presencia autoritaria.— Harry, noté que estabas algo desconcentrado anoche. — Liam observó.— No te preocupes, padre. Todo saldrá perfecto. Violetta y yo nos casaremos dentro de una semana. — Respondí con seguridad.— Además del beneficio que obtendremos con la fortuna Smith, quiero herederos, Harry. Es tu deber. — Expresó con seriedad.— Jamás te he decepcionado, padre, y jamás lo haré. He sido un hijo y estudiante ejemplar. Incluso hace cinco años, me repuse rápidamente del accidente que tuve. — Defendí recordando historial de perfección.— Es lo menos que puedes hacer. Te lo he dado todo, y sabes que no me gusta hablar de aquel accidente. — Liam respondió con frialdad.— Aún no lo tengo claro, padre. No recuerdo cómo me subí a ese coche ni recuerdo nada de ese año. Perdí un año de mi vida. — Confesé con cierta incomodidad.— No tienes absolutamente nada que recordar de ese año. Ahora prepárate para visitar a tu prometida; le envié rosas de tu parte. — Afirmó desviando el tema del accidente.Hace más de cinco años tuve un horrible accidente automovilístico y olvidé varios meses de mi vida. Todo fue muy extraño. Tarde varios meses en recuperarme y hay recuerdos que nunca recuperé; sin embargo, mi padre afirmó que en ese año no pasó nada relevante.Jamás logré recuperar los recuerdos y eso siempre me ha intrigado.Alicia Decidí mudarme a un modesto departamento que acababa de alquilar. No quería ser una carga para mi hermano Max, quien ya tenía su propio espacio. Además, necesitaba independencia después de todo lo que había pasado.El departamento era simple pero acogedor, con muebles básicos y decoración mínima. Aunque era pequeño, para mí era un refugio donde podía empezar de nuevo y dejar atrás mi doloroso pasado.Me puse a preparar una cena deliciosa para recibir a mi hermano y a su novia, a quien aún no conocía. Opté por hacer una lasaña exquisita y me esforcé en limpiar el lugar lo mejor posible, asegurándome de que todo estuviera en orden para la ocasión.Cuando Max y su novia llegaron, reconocí de inmediato a Carolina, la misma mujer con la que Harry me engañó años atrás. Me sentí consternada y confundida al verla.— Max, ¿cómo es posible que tu novia sea ella? —pregunté, frunciendo el ceño.— Su nombre es Carolina, Ally. Sé quién es. —respondió Max, intentando calmar la situación.— ¿
— ¡No me toques, Harry! Eres un maldito miserable. ¿Cómo puedes acostarte con tu secretaria y ser tan miserable? — grité, con indignación y dolor en mi voz.— ¿Qué estás haciendo aquí, Alicia? No tienes nada que hacer en mi oficina — respondió Harry, con sorpresa y algo de molestia en su tono.— No sabía que eras capaz de esto. Eres un desgraciado — acusé, con voz temblorosa y ojos llenos de lágrimas.— No sabes con quién te metes, Alicia. Si dices algo a Violetta y arruinas la fusión de las empresas, te aseguro que te arrepentirás — advirtió Harry, con un tono amenazante y una mirada desafiante.— Sé perfectamente qué clase de monstruo eres, Harry. Y no voy a permitir que sigas haciéndole daño a nadie más — repliqué.— No tienes idea de lo que estás hablando, Alicia. Tú eres solo una empleada muerta de hambre metiéndote en asuntos que no te competen. Y te advierto, si intentas decirle algo a Violetta, jamás te creerá. —replicó él, con desprecio en su tono.— Ahora lárgate de aquí. —se
Harry Chrysler.Han pasado dos semanas desde que Violetta y yo nos casamos, y hemos estado viajando por Europa. Durante este tiempo, he tenido que mantener la fachada de que estoy locamente enamorado de ella, aunque en realidad no siento nada más que desdén. Cada momento que paso a su lado es una tortura, ya que encuentro su carácter cursi y débil, y hasta en la intimidad es fría e inspida.A pesar de su belleza, que muchos considerarían cautivadora, no logra captar mi interés. He tenido relaciones con mujeres igualmente hermosas en el pasado y tampoco han llamado mi atención. Violetta me parece aburrida y simplona. Este matrimonio se ha convertido en una carga que tengo que llevar, y no sé cuánto tiempo más podré mantener esta farsa antes de que todo se desmorone.Ahora mismo estamos en mi casa, donde Violetta y yo viviremos temporalmente con mi padre mientras se completan las remodelaciones de la mansión que compramos. La situación es incómoda, ya que preferiría tener mi propio espa
AliciaPasé un tiempo increíble en la piscina, reencontrándome con Oscar y conociendo a su encantadora esposa, Marina. El ambiente era relajado y acogedor, perfecto para disfrutar del sol y broncearme un poco. Sin embargo, ahora ha llegado el momento de dejar atrás la diversión y concentrarme en los asuntos de la empresa.Después de soltar mi cabello, me maquillé ligeramente y elegí un vestido formal en tonos blanco y negro para la ocasión. Siempre he tenido una debilidad por las faldas cortas; encuentro que pueden ser elegantes y atractivas sin necesidad de exhibirse demasiado. Mientras me preparaba para dirigirme a la empresa, no pude evitar sentir un ligero nerviosismo. Aunque estoy emocionada por enfrentar los desafíos del día, también me pregunto qué sorpresas me deparará esta jornada laboral.Tomé un taxi y no tardé más de media hora en llegar a la imponente empresa Chrysler. Al bajarme del vehículo, mis ojos se posaron en el imponente edificio frente a mí, con su diseño modern
— ¡Suéltame ahora mismo o tendré que tomar medidas más drásticas! — Exigí, mi voz cargada de firmeza y furia contenida.— La información confidencial no sale de esta oficina, preciosa. — Concluyó Harry, manteniendo su postura firme.Cada parte de mi cuerpo estaba tensa y temblorosa mientras las manos de Harry rodeaban mi cintura con firmeza. Su aliento caliente rozaba mi cuello, enviando escalofríos por todo mi cuerpo. Me sentía como si estuviera hecha de gelatina, incapaz de mantener la compostura ante su proximidad abrumadora.Cerré los ojos por un momento, tratando desesperadamente de recuperar el control sobre mis emociones. Pero su presencia dominante y el calor de su cuerpo contra el mío me dejaban sin aliento. Cada músculo estaba tenso, cada fibra de mi ser consciente de su cercanía.— No dejas de temblar, preciosa — susurró Harry en mi oído con una voz ronca que enviaba escalofríos por mi espalda.— ¿Y cómo sabes tú eso? — pregunté, tratando de mantener la compostura a pesar d
— Oh, sí, Violetta me lo mencionó una vez.— Respondí.— ¿Estás segura? Porque estoy segura de que él no me ha dicho nada al respecto.— Afirma ella.— Por supuesto que sí, Violetta. De otra forma, ¿cómo lo sabría?— Indagué.— Hmm, supongo que tienes razón. Tal vez simplemente lo olvidé. Gracias por recordármelo, Alicia.[...]Aún no podía creer lo imprudente que había sido la noche anterior. Me faltó poco para exponerme al gritar en medio del restaurante, pero por otro lado, sabía que había actuado por instinto. No podía permitir que nada malo le pasara a Harry; una reacción alérgica a la nuez podría ser mortal para él.Me sentía frustrada por lo descuidado que podía ser Harry con su salud. Nunca se preocupaba por seguir una dieta adecuada o por sus propias alergias. Recordaba los tiempos en que éramos novios, cuando siempre era yo quien lo cuidaba y vigilaba lo que comía.Esta mañana, decidí reunirme con el detective. No podía entender cómo no tenía noticias sobre mi hijo. Llevaba más
— Oh, te encantó, Alicia. Después de todo, acabas de admitir que te encantan mis manos.— Pronuncia arrogante— ¡Jamás seré tu amante! ¡Ya tienes a Estefanía, así que lárgate de aquí!— Interesante... parece que tu negativa solo me enciende más, ¿no crees? Parece que disfrutas provocarme.— ¡Basta, Harry!. ¡Vete ahora mismo antes de que llame a seguridad!—¡Es mi mansión, Alicia y todo lo que hay aquí es mío, incluyéndote!—¡Eres un...!Mi mente estaba llena de furia y confusión mientras me preparaba para lanzar un insulto hacia Harry, pero antes de que pudiera articular una sola palabra, él se acercó a mí de manera intimidante. Antes de que pudiera reaccionar, sus labios se apoderaron de los míos con una fuerza irresistible. La sensación de su boca sobre la mía era abrumadora, sus labios dominantes y exigentes, haciéndome estremecer contra mi voluntad.En un instante, Harry apartó mis manos que instintivamente habían cubierto mis pechos, exponiéndome completamente ante él. Me sentí vu
— Es mío.— Parece muy valioso.— Comenta— Es de mi ex novio, Hernán. Me lo regaló hace años.— ¿Y aún lo conservas?— Inquiere — Coqueteas con Bruno y conmigo y conservas regalitos de tu noviecito.— ¡No tienes derecho a reclamar nada cuando tienes varias amantes!— Espeté — Eres un cínico, Chrysler.—Qué curioso, tu ex tiene la misma costumbre que yo: entregarle un collar en forma de H a las mujeres que considero que me pertenecen— comenta Harry mientras se acerca a mí hasta acorralarme contra la piscina.—Pero sabes, bonita, yo te obsequiaría joyas mucho más valiosas que esta baratija.Siempre me llamaba "bonita" de forma cariñosa, mientras que yo apenas le decía "bonito" en privado. Solo entre nosotros dos me permitía mostrar mi cariño, ya que frente a los demás mantenía una imagen fría y arrogante. Sin embargo, conmigo era siempre tan amoroso, y eso es lo que más extraño. Anhelo que todo vuelva a ser como antes.Las emociones se agolparon en mi pecho, incapaz de contener mis lágrima