— Oh, sí, Violetta me lo mencionó una vez.— Respondí.— ¿Estás segura? Porque estoy segura de que él no me ha dicho nada al respecto.— Afirma ella.— Por supuesto que sí, Violetta. De otra forma, ¿cómo lo sabría?— Indagué.— Hmm, supongo que tienes razón. Tal vez simplemente lo olvidé. Gracias por recordármelo, Alicia.[...]Aún no podía creer lo imprudente que había sido la noche anterior. Me faltó poco para exponerme al gritar en medio del restaurante, pero por otro lado, sabía que había actuado por instinto. No podía permitir que nada malo le pasara a Harry; una reacción alérgica a la nuez podría ser mortal para él.Me sentía frustrada por lo descuidado que podía ser Harry con su salud. Nunca se preocupaba por seguir una dieta adecuada o por sus propias alergias. Recordaba los tiempos en que éramos novios, cuando siempre era yo quien lo cuidaba y vigilaba lo que comía.Esta mañana, decidí reunirme con el detective. No podía entender cómo no tenía noticias sobre mi hijo. Llevaba más
— Oh, te encantó, Alicia. Después de todo, acabas de admitir que te encantan mis manos.— Pronuncia arrogante— ¡Jamás seré tu amante! ¡Ya tienes a Estefanía, así que lárgate de aquí!— Interesante... parece que tu negativa solo me enciende más, ¿no crees? Parece que disfrutas provocarme.— ¡Basta, Harry!. ¡Vete ahora mismo antes de que llame a seguridad!—¡Es mi mansión, Alicia y todo lo que hay aquí es mío, incluyéndote!—¡Eres un...!Mi mente estaba llena de furia y confusión mientras me preparaba para lanzar un insulto hacia Harry, pero antes de que pudiera articular una sola palabra, él se acercó a mí de manera intimidante. Antes de que pudiera reaccionar, sus labios se apoderaron de los míos con una fuerza irresistible. La sensación de su boca sobre la mía era abrumadora, sus labios dominantes y exigentes, haciéndome estremecer contra mi voluntad.En un instante, Harry apartó mis manos que instintivamente habían cubierto mis pechos, exponiéndome completamente ante él. Me sentí vu
— Es mío.— Parece muy valioso.— Comenta— Es de mi ex novio, Hernán. Me lo regaló hace años.— ¿Y aún lo conservas?— Inquiere — Coqueteas con Bruno y conmigo y conservas regalitos de tu noviecito.— ¡No tienes derecho a reclamar nada cuando tienes varias amantes!— Espeté — Eres un cínico, Chrysler.—Qué curioso, tu ex tiene la misma costumbre que yo: entregarle un collar en forma de H a las mujeres que considero que me pertenecen— comenta Harry mientras se acerca a mí hasta acorralarme contra la piscina.—Pero sabes, bonita, yo te obsequiaría joyas mucho más valiosas que esta baratija.Siempre me llamaba "bonita" de forma cariñosa, mientras que yo apenas le decía "bonito" en privado. Solo entre nosotros dos me permitía mostrar mi cariño, ya que frente a los demás mantenía una imagen fría y arrogante. Sin embargo, conmigo era siempre tan amoroso, y eso es lo que más extraño. Anhelo que todo vuelva a ser como antes.Las emociones se agolparon en mi pecho, incapaz de contener mis lágrima
— Primero debo decirte la verdad: yo conozco a Harry desde los diecisiete años. Fuimos novios y nos amamos muchísimo. Lo amé con toda el alma y tuvimos un hijo juntos.Me percaté de la sorpresa en la mirada de Bruno; sus cejas se alzaron ligeramente y sus ojos se ampliaron, evidenciando su sorpresa ante mis palabras. Era claro que mi revelación lo había tomado por completo desprevenido.— ¿Qué? ¡¿Cómo es posible?! — Bruno exclamó, su voz mezclando incredulidad y desconcierto.— Lo sé, suena increíble, Bruno, pero es la verdad. — Respondí, sintiendo la necesidad de explicarme con más detalle.— Pero, ¿por qué nunca nos lo dijiste? ¿Por qué ocultaste algo así? — Bruno preguntó, su tono denotando una mezcla de confusión y decepción.— Lo siento, Bruno. Fue un capítulo de mi vida del que no estaba lista para hablar. — Mi voz temblaba ligeramente, consciente de que mi pasado estaba ahora en plena luz.— ¡Harry es un miserable, te abandonó a ti y a tu hijo!— Exclamó él.— Es más complicado,
HarryFinalmente, Alicia accedió a ayudarme y nos dirigimos a mi oficina. Allí, le mostré la maqueta del proyecto que tanto me emocionaba. Cada uno de mis proyectos despertaba en mí una pasión indescriptible, y al comenzar a explicarle los detalles, noté cómo Alicia prestaba atención con gran interés. Mientras yo hablaba, su mirada estaba fija en mí, absorbida por cada palabra que salía de mis labios. Mientras tanto, Violetta parecía aburrirse de escucharme, pero Alicia permanecía completamente dedicada a lo que decía.En esos momentos, me encontraba sumergido en una cascada de pensamientos. ¿Por qué no conocí a Alicia antes de casarme? ¿Qué habría pasado si nuestras vidas se hubieran cruzado en un momento diferente, cuando éramos más jóvenes? Y entonces, me preguntaba por qué ella no pertenecía a una familia adinerada. Si Alicia fuera heredera de alguna fortuna, quizás mi padre la habría aceptado como mi esposa sin dudarlo. Pero la realidad era que su padre, Carlos Montero, era un ho
—Por favor, no me grites.— Pedí en voz baja.—Carol me llamó a las tres de la mañana porque estabas eufórica en el bar. Ella no te encontraba en ningún lugar.— Me informa—Carol no tenía por qué decirte nada, y a ti no debería importarte lo que haga con mi vida.— Advertí—No me hagas enojar más. Te vi bailar y la forma en que te miraban esos imbéciles. Si no me controlo, soy capaz de matar a todos esos miserables por mirar lo que es mío.—¿Qué quieres decir con 'lo que es tuyo'? No soy tu propiedad, Harry. Estás casado.— Le recordé.—¡No me importa! Eres mía. No permitiré que nadie más te tenga.Antes de que pudiera articular palabra, Harry se acercó rápidamente y sus labios encontraron los míos en un beso intenso y apasionado. Por un momento, me quedé sorprendida, pero pronto me vi incapaz de resistirme y correspondí al beso con la misma intensidad. Sus labios eran cálidos y suaves, y sentí una mezcla de emociones confusas mientras nos dejábamos llevar por la pasión del momento.Mis
En este momento, me encuentro en la oficina con Harry. Estoy sentada entre sus piernas, su cercanía reconfortante me brinda cierta calma. Al principio, se molestó un poco porque no fui a su departamento como habíamos acordado, pero luego le expliqué que me sentía muy mal y comprendió.Durante los últimos días, Harry ha estado increíblemente cariñoso conmigo. Me recuerda a los tiempos en que éramos novios, cuando su ternura y afecto me hacían sentir especial. Es curioso cómo ante los demás puede parecer distante o frío, pero cuando estamos a solas, su amor y cuidado se manifiestan de manera tan clara y reconfortante. Es en estos momentos que me siento más cerca de él, más conectada, como si el mundo entero desapareciera y solo existiéramos nosotros dos.— ¿Has abierto el regalo que te hice, cariño?— Pregunta él.— ¿Lencería? Harry, esto es muy chiquito para mí.— Reí mientras observé el conjunto en tono rojo.— Exactamente, preciosa. Quiero arrancártela con la boca.— Harry, en ser
Ha sido una semana agotadora, llena de largas horas de trabajo y un sinfín de tareas por completar. Desde el momento en que empezamos este proyecto, sabía que sería un desafío, pero nunca imaginé cuánto nos absorbería. Sin embargo, cada minuto invertido ha valido la pena.Finalmente, después de días de esfuerzo y dedicación, hemos terminado. El proyecto está listo para ser presentado.Me siento culpable por la forma en que me siento cerca de Harry. No puedo evitar amarlo, a pesar de saber que no debería.No deseo ser su amante ni complicar las cosas, pero la verdad es que Harry ha sido mi debilidad desde siempre. Es como mi kriptonita, una fuerza irresistible que me atrae hacia él a pesar de mis mejores intenciones. Es un amor complicado, doloroso y prohibido, pero aún así, no puedo evitar sentirlo.Me preparé para la reunión en la majestuosa mansión Chrysler.Opté por un elegante vestido negro, un clásico que siempre se veía impecable y adecuado para la ocasión.Al llegar, la magnífica