Legna se remueve en la cama con inquietud. La sábana que la cubre empieza a humedecerse debido a su sudor. Sus brazos y piernas se mueven de un lado a otro mientras suelta algunos quejidos incómodos.Dylan, quien ha regresado de una reunión con los líderes principales de Luna de Hierro que sobrevivieron, sale del baño envuelto en una toalla, con el cuerpo y el cabello aún mojados.Observa a Legna con preocupación al percibir su incomodidad y se acerca a ella.—Lobita traviesa... —susurra, pasándole la mano por la frente—. Estás sudorosa...Su mirada se fija en el acondicionador, por si su percepción de la temperatura estuviera errada, pero parece estar funcionando con normalidad.—¿Será la incomodidad del embarazo...?Dylan no termina de hablar porque siente un dolor de cabeza punzante, y un pitido estalla en sus oídos, lo que provoca que se encorve sobre la cama y suelte un quejido de dolor.Varios susurros se escuchan en su mente: diferentes voces y zumbidos que hablan al mismo tiem
Legna, de forma impulsiva, deja de emanar fuego y está lista para ir tras Dylan, pero Tron lo atrapa antes de que él choque contra el suelo.Un suspiro de alivio escapa de los labios de Legna. Mira el domo con culpabilidad y retoma su tarea.Cuando la herida de Dylan se cura, este se levanta confundido y mira hacia arriba. Sus ojos empiezan a cambiar de rojo a gris repetidamente, como si ambos colores lucharan entre sí.Dylan se pone las manos en la cabeza y cae de rodillas, gritando.—Hijo, tú puedes vencer a esa bruja —alienta Tron, mientras él lucha contra la fuerza oscura que lo domina—. ¡Eres el hijo de alfa Tron! ¡Eres lo suficientemente fuerte para vencer el control mental de esa maldita bruja! ¡Tú puedes, Dylan! ¡Demuéstrale a esa zorra quién manda!Los gritos de Dylan se tornan más fuertes y desgarradores. Su cabeza se encuentra cerca del suelo, pues su cuerpo no soporta el peso de la maldad que lo domina.Tron sigue alentándolo. Azucena, que observa la escena con satisfacció
Tres meses después...Riú abre el sobre grande y negro, de sello dorado, mientras el resto espera impaciente frente a él.Otsana, quien está embarazada de dos meses, se refugia nerviosa en el cuerpo de Tron. Miha es la que más tranquila luce, y decide repartir dulces, pero es ignorada, pues todos están enfocados en el contenido de aquel sobre que decidirá el futuro de los híbridos.Las tres familias —la de Riú, Tron y Arel, excluyendo a Clara— se han reunido en la casa de Riú y Alexa para leer el veredicto del nuevo consejo, cuyo líder es Raj, junto a los testigos y los alfas de las manadas más influyentes del continente licántropo.Riú lee los saludos, el reporte de las pruebas recopiladas, los beneficios y posibles riesgos de integrar a los híbridos en el territorio licántropo, y hace una pausa antes de leer el veredicto:—«Dado que los híbridos han sido encontrados inocentes de todas las acusaciones que se les imputaron, queremos ofrecer una disculpa por parte de todos los involucr
La niña pelirroja corre y salta por todo el campo mientras es perseguida por dos niños más; uno de cabellera rubia como el oro y otro con rizos rojizos en un tono más claro. Ambos poseen los ojos verdes de su padre, gamma de la manada Fuerza de bronce y amigo del alfa. Este último es el progenitor de su amiga, la niña a quien están persiguiendo entre risas y gritos eufóricos.—Eres muy rápida, Legna —le dice el chico rubio, cuya respiración se encuentra irregular; acto seguido, se tumba sobre la grama.Ella sonríe airosa e imita la acción de su amigo, entonces el pelirrojo hace lo mismo, quedando ella entre los dos hermanos.—¿Con cuál de los dos te unirás cuando te conviertas en loba? Ambos estamos enamorados de ti, pero no pelearemos. Hemos decidido que tú tengas la última palabra.La niña entorna los ojos y hace una mueca de disgusto.—Somos unos cachorros todavía para estar pensando en eso. Qué fastidiosos son. Además, yo me guardaré para mi mate.—En ese caso, yo seré tu mate —de
Después de que Legna y Dylan discuten de nuevo por otra tontería, todos ellos se van a nadar al río. Los mellizos hacen piruetas en el agua para impresionar a Legna, quien está pendiente de su hermano.El niño sale del río y se pone a jugar con los insectos de la grama que rodea la orilla, entonces Legna se relaja y decide divertirse un rato en el agua.Ella vislumbra a Dylan haciendo acrobacias frente a Clara con la intención de impresionarla, entonces entorna los ojos y hace una mueca de disgusto.«¡Hombres! Son todos unos ridículos», piensa molesta.Legna sonríe de manera peligrosa y de repente sus ojos se tornan verdes, cuyo tono es el mismo de las plantas enredadoras que se encuentran en el fondo del río.De un momento a otro, Dylan cae de golpe y se hunde en el agua. Por más que lucha, no puede salir del fondo porque las plantas acuáticas se han enredado en sus tobillos y lo jalan con fuerza hacia la profundidad.Los gritos de Clara resuenan en el lugar, mientras que los demás b
Continente de los zollebs Cuatro años después...La chica flota por los aires con acrobacias hábiles; tan grácil y libre como si de un ave se tratara.Sus ojos se tornan grises y muy cristalinos, y de sus manos empieza a fluir una simple brisa, que se va transformando en viento hasta que un tornado se instala alrededor de sus piernas.Las fuertes brisas empiezan a mover los árboles con gran ímpetu y el cielo se nubla.—¡Suficiente! —vocifera Liah desde la superficie de gramas plateadas.Legna cierra los ojos y la fuerza del tornado va menguando hasta desaparecer, al mismo tiempo en que ella desciende despacio. Pronto las plantas de sus pies descalzos tocan el suelo de las gramas, que pese a su apariencia puntiaguda se sienten suaves como la tela de algodón.—¿Cómo lo he hecho? —inquiere Legna emocionada y a la expectativa de su repuesta. Para ella es muy importante la opinión del rey de los zollebs, ya que siempre ha admirado su poder y habilidades.Su abuelo, un hombre de tez tersa
Desde los años en que el alfa Tron levantó su propia manada lejos de Luna de hierro, tanto él como el alfa Riú y otros alfas de manadas aledañas celebran la bienvenida de las estaciones del año con festivales y fiestas.Cada cuatro meses, se escoge a una manada para dicha conmemoración, donde los lobos más jóvenes que se han transformado asisten a esos festejos, ansiosos por encontrar a su mate.Tres años atrás, Dylan se reunió con Clara en el festival de una manada cercana a Fuerza de bronce, con la ilusión de que ella fuera su mate, ya que él llevaba un año esperando su conversión y poder confirmar lo que en ese entonces para ellos era algo incierto; sin embargo, aquello no aconteció.No hubo lazo para ninguno de los dos.Ahora, a sus veintidós años, él mantiene la esperanza de que en ellos surja el vínculo o, en su defecto, de encontrar a su verdadera mate.—¿Crees que será esta noche? —inquiere Leandro, uno de los hijos de Arel, Gamma de la manada Fuerza de bronce.—Eso espero...
Dylan regresa al centro de la ciudad de la manada Fuerza de bronce con estupor, pasos titubeantes y expresión desdeñosa.Todavía no lo asimila.Ella, la chica que lo saca de sus casillas y a quien nunca ha soportado, es su mate.«¡Maldita suerte la mía!», se queja en su mente mientras hace una mueca que denota sufrimiento.Él se frota el rostro varias veces y suspira con impotencia.—¿Qué haré ahora? Legna nunca aceptará el reclamo, pero tampoco el rechazo porque le encanta fastidiarme. ¡Chiquilla insolente y problemática! —Él patea una roca que se encuentra en el camino y la hace trizas.Cuando Dylan llega al festival, ya quedan pocas personas en la calle, puesto que casi es de madrugada y la mayoría se han apartado a los lugares rurales para aparearse bajo la luna, o regresado a sus casas y manadas.—Dylan, ¿dónde te metiste? Me he cansado de buscarte toda la noche, incluso llegué a pensar que te habías regresado a Rayo dorado —le reclama Clara, quien lo aborda desde que lo ve.Él c