Liah, junto a los demás, aparece en la plaza de Luna de Hierro. El tumulto que había dejado sigue tal cual, ocasionando un caos por doquier.El cielo, como si presagiara que algo oscuro está sucediendo, acompaña al momento caótico con un tono completamente gris y un viento gélido que denota mortandad y melancolía.Dylan observa los edificios gigantes y en mal estado, y una sensación extraña le recorre la piel. Él nunca antes había estado en la manada donde su padre y madre lo procrearon, pues Otsana huyó de allí cuando estaba embarazada de él.Se siente extraño estar justo ahí, en el lugar donde la historia de amor de sus padres empezó, pero que también estuvo a punto de culminar de la peor manera.—Llamaré a Tron y a los guerreros por medio de telepatía —les avisa Liah, sacando a Dylan de su trance.—Bien... —masculla Legna mientras mira a su alrededor, curiosa—. ¿Qué pasó aquí? —inquiere con asombro.—Me pregunto lo mismo —responde Liah—. Espero que los guerreros tengan información
Junto a los guerreros de Tron, Dylan y Legna llegan a la casa principal de la manada. Los hombres, convertidos todos en lobos, la rodean de forma estratégica y cautelosa, buscando una brecha para acceder a ella.Mientras tanto, Legna, suspendida en el aire, revisa la protección. Ella informa a Dylan, por medio del vínculo, cuántos guerreros hay en cada entrada que pudieron ocupar, su ubicación exacta y el tipo de armas que portan.Ella le guiña un ojo, y el lobo asiente con complicidad. Legna extiende sus manos en dirección al primer grupo que hace guardia, de donde salen descargas eléctricas que impactan contra ellos.Dylan da la señal a los guerreros que están en esa área, y ellos entran cuando el portón cede gracias a la habilidad de Legna. Ella repite la acción en diferentes puntos estratégicos, dándole entrada a los demás guerreros.Los ojos de Legna brillan y, tras tensionar su cuerpo por unos minutos, la puerta principal se rompe en pedazos frente a Dylan. Él no pierde ni un se
Uno de los líderes que también iba a ser ajusticiado toma la palabra. Su presencia capta la atención de todos, pues es respetado en la manada:—Estos chicos, junto a sus acompañantes, han liberado a Luna de Hierro de una de las brujas que nos aprisionaron. Lamentablemente, no pudieron salvar al beta porque ya había sido asesinado cuando ellos vinieron a nuestro rescate, pero nos salvaron a todos nosotros, y ahora somos libres.» Para los que estuvimos bajo el mando de Tron décadas atrás, es obvio quién es este chico, pues es la viva imagen de su padre. Él es el verdadero heredero de Luna de Hierro, el hijo del alfa que nos puso en la cima entre todas las demás manadas, pero que fue exiliado porque le tendieron una trampa, además de los prejuicios contra su mate.—¿Eres el hijo del alfa Tron? —lo aborda una mujer, observándolo sorprendida. Su mirada lo recorre de arriba a abajo, como si buscara alguna pista en su figura.—Sí, soy el primogénito del alfa Tron, y ella —rodea el hombro de
La niña pelirroja corre y salta por todo el campo mientras es perseguida por dos niños más; uno de cabellera rubia como el oro y otro con rizos rojizos en un tono más claro. Ambos poseen los ojos verdes de su padre, gamma de la manada Fuerza de bronce y amigo del alfa. Este último es el progenitor de su amiga, la niña a quien están persiguiendo entre risas y gritos eufóricos.—Eres muy rápida, Legna —le dice el chico rubio, cuya respiración se encuentra irregular; acto seguido, se tumba sobre la grama.Ella sonríe airosa e imita la acción de su amigo, entonces el pelirrojo hace lo mismo, quedando ella entre los dos hermanos.—¿Con cuál de los dos te unirás cuando te conviertas en loba? Ambos estamos enamorados de ti, pero no pelearemos. Hemos decidido que tú tengas la última palabra.La niña entorna los ojos y hace una mueca de disgusto.—Somos unos cachorros todavía para estar pensando en eso. Qué fastidiosos son. Además, yo me guardaré para mi mate.—En ese caso, yo seré tu mate —de
Después de que Legna y Dylan discuten de nuevo por otra tontería, todos ellos se van a nadar al río. Los mellizos hacen piruetas en el agua para impresionar a Legna, quien está pendiente de su hermano.El niño sale del río y se pone a jugar con los insectos de la grama que rodea la orilla, entonces Legna se relaja y decide divertirse un rato en el agua.Ella vislumbra a Dylan haciendo acrobacias frente a Clara con la intención de impresionarla, entonces entorna los ojos y hace una mueca de disgusto.«¡Hombres! Son todos unos ridículos», piensa molesta.Legna sonríe de manera peligrosa y de repente sus ojos se tornan verdes, cuyo tono es el mismo de las plantas enredadoras que se encuentran en el fondo del río.De un momento a otro, Dylan cae de golpe y se hunde en el agua. Por más que lucha, no puede salir del fondo porque las plantas acuáticas se han enredado en sus tobillos y lo jalan con fuerza hacia la profundidad.Los gritos de Clara resuenan en el lugar, mientras que los demás b
Continente de los zollebs Cuatro años después...La chica flota por los aires con acrobacias hábiles; tan grácil y libre como si de un ave se tratara.Sus ojos se tornan grises y muy cristalinos, y de sus manos empieza a fluir una simple brisa, que se va transformando en viento hasta que un tornado se instala alrededor de sus piernas.Las fuertes brisas empiezan a mover los árboles con gran ímpetu y el cielo se nubla.—¡Suficiente! —vocifera Liah desde la superficie de gramas plateadas.Legna cierra los ojos y la fuerza del tornado va menguando hasta desaparecer, al mismo tiempo en que ella desciende despacio. Pronto las plantas de sus pies descalzos tocan el suelo de las gramas, que pese a su apariencia puntiaguda se sienten suaves como la tela de algodón.—¿Cómo lo he hecho? —inquiere Legna emocionada y a la expectativa de su repuesta. Para ella es muy importante la opinión del rey de los zollebs, ya que siempre ha admirado su poder y habilidades.Su abuelo, un hombre de tez tersa
Desde los años en que el alfa Tron levantó su propia manada lejos de Luna de hierro, tanto él como el alfa Riú y otros alfas de manadas aledañas celebran la bienvenida de las estaciones del año con festivales y fiestas.Cada cuatro meses, se escoge a una manada para dicha conmemoración, donde los lobos más jóvenes que se han transformado asisten a esos festejos, ansiosos por encontrar a su mate.Tres años atrás, Dylan se reunió con Clara en el festival de una manada cercana a Fuerza de bronce, con la ilusión de que ella fuera su mate, ya que él llevaba un año esperando su conversión y poder confirmar lo que en ese entonces para ellos era algo incierto; sin embargo, aquello no aconteció.No hubo lazo para ninguno de los dos.Ahora, a sus veintidós años, él mantiene la esperanza de que en ellos surja el vínculo o, en su defecto, de encontrar a su verdadera mate.—¿Crees que será esta noche? —inquiere Leandro, uno de los hijos de Arel, Gamma de la manada Fuerza de bronce.—Eso espero...
Dylan regresa al centro de la ciudad de la manada Fuerza de bronce con estupor, pasos titubeantes y expresión desdeñosa.Todavía no lo asimila.Ella, la chica que lo saca de sus casillas y a quien nunca ha soportado, es su mate.«¡Maldita suerte la mía!», se queja en su mente mientras hace una mueca que denota sufrimiento.Él se frota el rostro varias veces y suspira con impotencia.—¿Qué haré ahora? Legna nunca aceptará el reclamo, pero tampoco el rechazo porque le encanta fastidiarme. ¡Chiquilla insolente y problemática! —Él patea una roca que se encuentra en el camino y la hace trizas.Cuando Dylan llega al festival, ya quedan pocas personas en la calle, puesto que casi es de madrugada y la mayoría se han apartado a los lugares rurales para aparearse bajo la luna, o regresado a sus casas y manadas.—Dylan, ¿dónde te metiste? Me he cansado de buscarte toda la noche, incluso llegué a pensar que te habías regresado a Rayo dorado —le reclama Clara, quien lo aborda desde que lo ve.Él c