El día había llegado, estaba nerviosa jamás me había imaginado casada con alguien como Francisco. Respiré profundo un par de veces antes de salir de la habitación. Para mi buena suerte sería algo bastante íntimo solo Francisco y yo firmando una especie de contrato y ya porque el verdadero teatro sería una vez que llegáramos a Gran Bretaña. El hecho de que hoy fuera a firmar ese documento se sentía todo muchísimo más real. Salí de la habitación bajé las escaleras con cuidado y caminé directamente hacia el despacho de Francisco puesto que ahí sería la firma nos habíamos tomado un par de fotos temprano para el recuerdo había dicho él delante del fotógrafo pero los dos sabíamos que era para poder demostrar que era cierto y que había sido real más allá del legal. Una vez frente a aquel despacho no hace falta que tocara la puerta puesto que esta se abrió apenas llegué, una Mariana con los ojos algo rojos y con una sonrisa fingida me recibió. — bienvenida señorita espero que a pa
Días después — Estamos apunto de aterrizar— Me dijo la azafata.Mire a Francisco pero este solo estaba tecleando algunas cosas en la computadora que había traído. Mis nervios cada vez aumentaban aún más No sabía qué hacer ni qué decir ahora que estaba en este país. Había pasado cinco días desde que nos casamos no habíamos hablado mucho desde entonces pero me había mantenido bastante ocupada, tal y como Francisco lo dijo contrató a unas personas para que se encargaran de enseñarme los modales y las reglas de las personas de alta sociedad aquí en Gran Bretaña. Había sido difícil adaptarme un poco me habían explicado algunas costumbres y cómo tenía que saludar. Jamás pensé que conocería un duque mucho menos que yo sería una duquesa si Francisco logra va a tener el título mi hijo sería un duque y yo sería una duquesa. Me sentía nerviosa — todo estará bien— miré a mi lado y pude ver como Francisco me miraba fijamente no sabía cómo descifrar sus expresiones para poder saber más o men
Mira entre mis manos la prueba de embarazo, podía ver como mis manos temblaban, el miedo se apoderaba de mi cuerpo cada vez más, por un segundo pensé en que no debía traer este bebé al mundo No sabía cómo iba a reaccionar su padre y si realmente iba a entender que este bebé es de él, sabía que mis padres iban a reaccionar muy mal.Dónde vivirías si ellos me echan de casa? Cómo podría mantenerlo con mi sueldo? Dónde lo dejaría mientras trabajo? Cómo podría tenerlo en esa casa? No quería que viviera todo lo que yo vivía diariamente. Respiré profundo tratando de tomar valor y luego toqué la puerta frente a mí un par de veces esperando que alguien saliera a abrirme. Para mi buena suerte un hombre con un traje negro y mirada intimidante abrió la puerta, los latidos de mi corazón comenzaron a ser aún más fuerte. — sí?— preguntó.El hombre parecía no tener ninguna emoción.— Buen día vengo a buscar a Francisco— le dije sonando bastante tímida y cohibidaÉl me miró de arriba abajo par
— Alanis!— El grito de mi padre mi hizo sobresaltarme.Los pasos comenzaron a escucharse mientras mi piel se erizaba sabiendo que lo que vendría no era nada bueno. La puerta de la cocina se abrió estrepitosamente golpeando la pared, mi padre se dejó ver sus ojos estaban rojos y sus manos estaban apretados en puños. —discúlpame padre yo no te quise despertar—susurré. Él se acercó a mí y tomó mi brazo.—Lo hiciste —el agarre cada vez se hacía más fuerte me quejo del dolor pero él no paraba de mirarme directamente los ojos mientras seguía apretando aún más su agarre —Y sabes muy bien Alanís que eso tiene consecuencias graves Podía percibir el olor alcohol salir de sus labios. Arrastraba las palabras una clara señal de lo muy ebrio que estaba. — no quieres comer?—traté rápidamente de cambiar la conversación intentando distraerlo—puedo hacerte un sándwich si deseas Y fue ahí donde sentí la primera bofetada en mi mejilla que me hizo girar el rostro, solté todo el aire que no sabía ha
Una vez que salimos de la cafetería quedé impresionada con el inmenso carro que había justo ahí. Cómo es que no me di cuenta cuando entré? Supongo que venía tan apurada que no presté atención a nada a mi alrededor. Él abrió la puerta del copiloto para mí así que me subí, no pude evitar mirar todo con mucho asombro no estaba acostumbrada a este tipo de lujos. Lo vi subirse a su asiento de piloto. No dije nada no sabía qué decir supongo que ya había dicho todo ayer. — quiero que te hagas una prueba de paternidad para saber si el bebé es mío— abrí la boca para hablar pero él siguió hablando—entiendo que digas que eras virgen cuando estuvimos juntos pero quiero que entiendas que quiero hacerme responsable de ese bebé pero solo si es mío y quiero estar 100% seguro — ya no importa decidí que no lo puedo tener El frunció el ceño— si es mi bebé No lo vas a abortar — tú no entiendes!— dije molesta — Claro que no entiendo! No entiendo como una madre quiere deshacerse de su hijo! Desh
— Está todo listo Mario?— Pregunté.— Si señor, el personal dejo la carpeta que solicito en su despacho.Camino hacia mi despacho y una vez que llegué me adentré y me senté en la silla de siempre tenía que averiguar un poco más de Alanís si bien la había estado siguiendo durante el último mes había cosas que no había querido enterarme por si mi pequeño plan no funcionaba. Alanis era una mujer sumamente atractiva aunque solo contaba con 19 años era una belleza inigualable que jamás en mi vida había visto y había visto a muchas mujeres de clase alta de clase media y clase baja sinceramente su clase social no era algo que me importara solo quería mantener la belleza en mi familia. Estaba más que seguro que mis padres iban a probarla. Era educada, aunque le faltaban cosas que aprender sabía que ahí va a poder ayudarla Era momento de saber quién era realmente Alanís Abrí la carpeta que estaba en mi escritorio lo primero que me dejó ver fue su nombre Alanís Williams 19 años nacida en e
Me adentré a la cafetería emocionada por poder decirle a mi jefe que renunciaba y que no volvería a verlo jamás. —señor Rodrigo puedo hablar con usted?—pregunté aún tratando de ser educada con él —si ya terminaste de traer a tus amantes a la cafetería ponte a trabajar si no quieres que te despida Amantes? —no hace falta que me despida Señor yo renuncio—me quité el delantal y con todo el gusto del mundo se lo tiré por la cara mientras prácticamente huía de aquel lugar luego de tomar mis cosas podía escuchar cómo me maldecía Y cómo decía lo malagradecida que había sido pero yo solamente corrí de aquel lugar sintiendo mucha felicidad de no tener que volver. Al menos eso esperaba. Quería investigar un poco sobre Francisco pero realmente no quería conocerlo de esa manera quería conocer el verdadero él y no de lo que internet pudiera decir sobre él.Esta vez feliz caminé a la parada y me quedé ahí esperando que el autobús que me llevara de regreso a casa pasara.No pude evitar llevar
Tomé un taxi hasta la casa de Francisco no estaba muy segura como iba hacer mi vida de ahora en adelante pero seguro que cualquier cosa era mejor que seguir con esa vida que llevaba. Toqué la puerta, una mujer uniformada me abrio, le sonrie — Buen día, disculpe estoy buscando a... — Usted debe ser la Srita Alanis— Me interrumpió, asentí con la cabeza, ella me regaló una pequeña sonrisa y se apartó aún lado para que yo pudiera pasar, me adentré en aquella enorme casa— El señor mando a preparar una recamara para usted, la estábamos esperando, no sabíamos a qué hora llegaria— Me agradaba está mujer parecía agarrar confianza muy rápido. — El no está en este momento?— Pregunte — No señorita, tenía unas cosas que hacer pero dejo órdenes estrictas de hacerla sentir como en casa, seguro llega en cualquier momento — Muchas gracias Ella me hizo seña para que la siguiera así que eso hice, comencé a seguirla y mientras lo hacía no pude evitar mirar toda la casa, realmente era precio