El duque necesita una esposa
El duque necesita una esposa
Por: Roma
Capitulo 01

Mira entre mis manos la prueba de embarazo, podía ver como mis manos temblaban, el miedo se apoderaba de mi cuerpo cada vez más, por un segundo pensé en que no debía traer este bebé al mundo

No sabía cómo iba a reaccionar su padre y si realmente iba a entender que este bebé es de él, sabía que mis padres iban a reaccionar muy mal.

Dónde vivirías si ellos me echan de casa?

Cómo podría mantenerlo con mi sueldo?

Dónde lo dejaría mientras trabajo?

Cómo podría tenerlo en esa casa?

No quería que viviera todo lo que yo vivía diariamente.

Respiré profundo tratando de tomar valor y luego toqué la puerta frente a mí un par de veces esperando que alguien saliera a abrirme.

Para mi buena suerte un hombre con un traje negro y mirada intimidante abrió la puerta, los latidos de mi corazón comenzaron a ser aún más fuerte.

— sí?— preguntó.

El hombre parecía no tener ninguna emoción.

— Buen día vengo a buscar a Francisco— le dije sonando bastante tímida y cohibida

Él me miró de arriba abajo para luego volver a mirar mi rostro.

— el señor Montes no se encuentra en este momento disponible, habla a su oficina para que te den una cita con él.

Para que me den una cita?

Definitivamente tuve que haber investigado quién era Francisco Montes antes de venir.

Tuve que haber preguntado quién era Francisco Montes antes de acostarme con él.

—es importante...—susurré.

—Ya te dije niña que...

—Qué sucede Mario?—aquella voz hizo que mi piel se erizara rápidamente y si antes mi corazón estaba acelerado ahora estaba totalmente desbocado sentía que en cualquier momento saldría de mi pecho.

Frente a mí apareció Francisco, vestía sumamente elegante como si fuera algún evento o quizás vestía así diariamente.

—señor esta señorita lo busca pero le acabo de decir que a usted está ocupado— le informó quien ahora entendía era Mario.

—qué quieres? Vienes a que ayude con alguna caridad?—me sentía sumamente ofendida de que él ni siquiera se acordara de quién era yo.

Le había dado mi primera vez a un maldito extraño que apenas me vio ni siquiera me recuerda.

—no, soy Alanis está muy claro que no te acuerdas de mí pero tú y yo estuvimos en una fiesta juntos hace no sé quizás un mes—comencé a decir rápidamente para que él pudiera escuchar todo— ese día nos acostamos y ahora creo que estoy embarazada—extendí mi mano la cual sostenía la prueba de embarazo hacia él.

Quiero decir que estaba anotando sorpresa en el pero realmente no fue así.

Acaso esperaba que apareciera con una prueba de embarazo?

Una risa brotó de su garganta lo que me hizo fruncir el ceño

—vamos niña, no vas a creer que yo voy a creer en eso, quién sabes con cuántos te acostaste antes de mí o después de mí

Ahora sí me sentía ofendida.

Qué imbécil era este tipo.

Y sin poder evitarlo simplemente me acerqué a él y lo abofeteé, ni siquiera sé cómo lo había podido hacer puesto que él era un poco más alto que yo, quizás había sido la furia que había sentido en su momento.

Cómo se atrevía a decirme fácil?

Quizás porque solo nos habíamos visto una vez y me había acostado con él ese mismo día!

—Vete a la jodida m****a!— grité mientras daba la media vuelta y me alejaba de él.

Supongo que ya sabía que no podía contar con su apoyo.

Escuché detrás de mí como maldecía.

Escuché pasos y luego sentí como una mano tomaba mi brazo.

— mira lo siento—me hizo girar mientras pronunciaba aquellas palabras— pero es que no eres la única que me ha dicho eso—es decir que suele ir a discotecas y a club para acostarse con mujeres—suelo usar protección y por eso estoy seguro de que no te dejé embarazada tal vez no lo dije la mejor manera pero no quiero ofenderte.

—solo me ha costado contigo fuiste mi primera vez en aquella discoteca sumamente ebria, sé que eres tú sé que tú eres el padre de este niño que estoy esperando y solo quería que lo supieras no importa si no quieres hacerte cargo o no quieres saber nada de él solo no quería quedarme con esa información.

Me solté de forma brusca de su agarre y luego comencé a caminar para nuevamente alejarme de él.

Ahora menos nerviosa de lo que estaba cuando llegué pude anotar la cantidad de seguridad que había en este lugar porque había tantos hombres resguardando esta enorme mansión entendía que Francisco parecía ser un hombre poderoso pero tanto así para que tuviese tanta seguridad?

Quizás lo mejor era esto que alejar a mi hijo de esta vida.

Quizás lo mejor era que no tuviese ese bebé que estaba esperando.

Quería tomar lo mejor decisión para él no quería que él tuviese la misma vida que tenía yo y no estoy segura que pueda darle una vida diferente.

Respiré profundo evitando las enormes ganas de llorar que tenía en este preciso momento.

Había sido tan estúpida!

Embarazarme de un maldito extraño.

Una vez que salí de aquel lugar tomé un taxi y este me llevó directamente hacia mi casa, al llegar le pagué al señor y bajé pero antes miré la hora en mi reloj iban a ser las 9 de la noche y es que el camino había sido bastante largo, era claro que el señor Montes y yo vivíamos en lados opuestos de la ciudad.

Con mucho cuidado de no hacer ruido entré a mi casa ahí estaba mi padre en el sofá, con al menos 10 botellas a su alrededor totalmente vacías.

Al menos estaba dormido y eso me daba algo de alivio, hoy no tendría que escuchar gritos.

Mi estómago rugió no había comido desde la mañana, sabía que para llegar al lugar en donde Francisco vivía tenía que agarrar taxi puesto que los autobuses no pasaban hasta allá así que había evitado comer para guardar para los taxis.

Nada había valido la pena.

Caminé con mucho cuidado hasta la cocina para poder prepararme un sándwich y subir lo más rápido posible a mi habitación pero mientras buscaba las cosas una botella cayó del mesón quebrándose en el suelo.

Cerré los ojos al escuchar el grito de mi padre

Capítulos gratis disponibles en la App >
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo