Mira entre mis manos la prueba de embarazo, podía ver como mis manos temblaban, el miedo se apoderaba de mi cuerpo cada vez más, por un segundo pensé en que no debía traer este bebé al mundo
No sabía cómo iba a reaccionar su padre y si realmente iba a entender que este bebé es de él, sabía que mis padres iban a reaccionar muy mal. Dónde vivirías si ellos me echan de casa? Cómo podría mantenerlo con mi sueldo? Dónde lo dejaría mientras trabajo? Cómo podría tenerlo en esa casa? No quería que viviera todo lo que yo vivía diariamente. Respiré profundo tratando de tomar valor y luego toqué la puerta frente a mí un par de veces esperando que alguien saliera a abrirme. Para mi buena suerte un hombre con un traje negro y mirada intimidante abrió la puerta, los latidos de mi corazón comenzaron a ser aún más fuerte. — sí?— preguntó. El hombre parecía no tener ninguna emoción. — Buen día vengo a buscar a Francisco— le dije sonando bastante tímida y cohibida Él me miró de arriba abajo para luego volver a mirar mi rostro. — el señor Montes no se encuentra en este momento disponible, habla a su oficina para que te den una cita con él. Para que me den una cita? Definitivamente tuve que haber investigado quién era Francisco Montes antes de venir. Tuve que haber preguntado quién era Francisco Montes antes de acostarme con él. —es importante...—susurré. —Ya te dije niña que... —Qué sucede Mario?—aquella voz hizo que mi piel se erizara rápidamente y si antes mi corazón estaba acelerado ahora estaba totalmente desbocado sentía que en cualquier momento saldría de mi pecho. Frente a mí apareció Francisco, vestía sumamente elegante como si fuera algún evento o quizás vestía así diariamente. —señor esta señorita lo busca pero le acabo de decir que a usted está ocupado— le informó quien ahora entendía era Mario. —qué quieres? Vienes a que ayude con alguna caridad?—me sentía sumamente ofendida de que él ni siquiera se acordara de quién era yo. Le había dado mi primera vez a un maldito extraño que apenas me vio ni siquiera me recuerda. —no, soy Alanis está muy claro que no te acuerdas de mí pero tú y yo estuvimos en una fiesta juntos hace no sé quizás un mes—comencé a decir rápidamente para que él pudiera escuchar todo— ese día nos acostamos y ahora creo que estoy embarazada—extendí mi mano la cual sostenía la prueba de embarazo hacia él. Quiero decir que estaba anotando sorpresa en el pero realmente no fue así. Acaso esperaba que apareciera con una prueba de embarazo? Una risa brotó de su garganta lo que me hizo fruncir el ceño —vamos niña, no vas a creer que yo voy a creer en eso, quién sabes con cuántos te acostaste antes de mí o después de mí Ahora sí me sentía ofendida. Qué imbécil era este tipo. Y sin poder evitarlo simplemente me acerqué a él y lo abofeteé, ni siquiera sé cómo lo había podido hacer puesto que él era un poco más alto que yo, quizás había sido la furia que había sentido en su momento. Cómo se atrevía a decirme fácil? Quizás porque solo nos habíamos visto una vez y me había acostado con él ese mismo día! —Vete a la jodida m****a!— grité mientras daba la media vuelta y me alejaba de él. Supongo que ya sabía que no podía contar con su apoyo. Escuché detrás de mí como maldecía. Escuché pasos y luego sentí como una mano tomaba mi brazo. — mira lo siento—me hizo girar mientras pronunciaba aquellas palabras— pero es que no eres la única que me ha dicho eso—es decir que suele ir a discotecas y a club para acostarse con mujeres—suelo usar protección y por eso estoy seguro de que no te dejé embarazada tal vez no lo dije la mejor manera pero no quiero ofenderte. —solo me ha costado contigo fuiste mi primera vez en aquella discoteca sumamente ebria, sé que eres tú sé que tú eres el padre de este niño que estoy esperando y solo quería que lo supieras no importa si no quieres hacerte cargo o no quieres saber nada de él solo no quería quedarme con esa información. Me solté de forma brusca de su agarre y luego comencé a caminar para nuevamente alejarme de él. Ahora menos nerviosa de lo que estaba cuando llegué pude anotar la cantidad de seguridad que había en este lugar porque había tantos hombres resguardando esta enorme mansión entendía que Francisco parecía ser un hombre poderoso pero tanto así para que tuviese tanta seguridad? Quizás lo mejor era esto que alejar a mi hijo de esta vida. Quizás lo mejor era que no tuviese ese bebé que estaba esperando. Quería tomar lo mejor decisión para él no quería que él tuviese la misma vida que tenía yo y no estoy segura que pueda darle una vida diferente. Respiré profundo evitando las enormes ganas de llorar que tenía en este preciso momento. Había sido tan estúpida! Embarazarme de un maldito extraño. Una vez que salí de aquel lugar tomé un taxi y este me llevó directamente hacia mi casa, al llegar le pagué al señor y bajé pero antes miré la hora en mi reloj iban a ser las 9 de la noche y es que el camino había sido bastante largo, era claro que el señor Montes y yo vivíamos en lados opuestos de la ciudad. Con mucho cuidado de no hacer ruido entré a mi casa ahí estaba mi padre en el sofá, con al menos 10 botellas a su alrededor totalmente vacías. Al menos estaba dormido y eso me daba algo de alivio, hoy no tendría que escuchar gritos. Mi estómago rugió no había comido desde la mañana, sabía que para llegar al lugar en donde Francisco vivía tenía que agarrar taxi puesto que los autobuses no pasaban hasta allá así que había evitado comer para guardar para los taxis. Nada había valido la pena. Caminé con mucho cuidado hasta la cocina para poder prepararme un sándwich y subir lo más rápido posible a mi habitación pero mientras buscaba las cosas una botella cayó del mesón quebrándose en el suelo. Cerré los ojos al escuchar el grito de mi padre— Alanis!— El grito de mi padre mi hizo sobresaltarme.Los pasos comenzaron a escucharse mientras mi piel se erizaba sabiendo que lo que vendría no era nada bueno. La puerta de la cocina se abrió estrepitosamente golpeando la pared, mi padre se dejó ver sus ojos estaban rojos y sus manos estaban apretados en puños. —discúlpame padre yo no te quise despertar—susurré. Él se acercó a mí y tomó mi brazo.—Lo hiciste —el agarre cada vez se hacía más fuerte me quejo del dolor pero él no paraba de mirarme directamente los ojos mientras seguía apretando aún más su agarre —Y sabes muy bien Alanís que eso tiene consecuencias graves Podía percibir el olor alcohol salir de sus labios. Arrastraba las palabras una clara señal de lo muy ebrio que estaba. — no quieres comer?—traté rápidamente de cambiar la conversación intentando distraerlo—puedo hacerte un sándwich si deseas Y fue ahí donde sentí la primera bofetada en mi mejilla que me hizo girar el rostro, solté todo el aire que no sabía ha
Una vez que salimos de la cafetería quedé impresionada con el inmenso carro que había justo ahí. Cómo es que no me di cuenta cuando entré? Supongo que venía tan apurada que no presté atención a nada a mi alrededor. Él abrió la puerta del copiloto para mí así que me subí, no pude evitar mirar todo con mucho asombro no estaba acostumbrada a este tipo de lujos. Lo vi subirse a su asiento de piloto. No dije nada no sabía qué decir supongo que ya había dicho todo ayer. — quiero que te hagas una prueba de paternidad para saber si el bebé es mío— abrí la boca para hablar pero él siguió hablando—entiendo que digas que eras virgen cuando estuvimos juntos pero quiero que entiendas que quiero hacerme responsable de ese bebé pero solo si es mío y quiero estar 100% seguro — ya no importa decidí que no lo puedo tener El frunció el ceño— si es mi bebé No lo vas a abortar — tú no entiendes!— dije molesta — Claro que no entiendo! No entiendo como una madre quiere deshacerse de su hijo! Desh
— Está todo listo Mario?— Pregunté.— Si señor, el personal dejo la carpeta que solicito en su despacho.Camino hacia mi despacho y una vez que llegué me adentré y me senté en la silla de siempre tenía que averiguar un poco más de Alanís si bien la había estado siguiendo durante el último mes había cosas que no había querido enterarme por si mi pequeño plan no funcionaba. Alanis era una mujer sumamente atractiva aunque solo contaba con 19 años era una belleza inigualable que jamás en mi vida había visto y había visto a muchas mujeres de clase alta de clase media y clase baja sinceramente su clase social no era algo que me importara solo quería mantener la belleza en mi familia. Estaba más que seguro que mis padres iban a probarla. Era educada, aunque le faltaban cosas que aprender sabía que ahí va a poder ayudarla Era momento de saber quién era realmente Alanís Abrí la carpeta que estaba en mi escritorio lo primero que me dejó ver fue su nombre Alanís Williams 19 años nacida en e
Me adentré a la cafetería emocionada por poder decirle a mi jefe que renunciaba y que no volvería a verlo jamás. —señor Rodrigo puedo hablar con usted?—pregunté aún tratando de ser educada con él —si ya terminaste de traer a tus amantes a la cafetería ponte a trabajar si no quieres que te despida Amantes? —no hace falta que me despida Señor yo renuncio—me quité el delantal y con todo el gusto del mundo se lo tiré por la cara mientras prácticamente huía de aquel lugar luego de tomar mis cosas podía escuchar cómo me maldecía Y cómo decía lo malagradecida que había sido pero yo solamente corrí de aquel lugar sintiendo mucha felicidad de no tener que volver. Al menos eso esperaba. Quería investigar un poco sobre Francisco pero realmente no quería conocerlo de esa manera quería conocer el verdadero él y no de lo que internet pudiera decir sobre él.Esta vez feliz caminé a la parada y me quedé ahí esperando que el autobús que me llevara de regreso a casa pasara.No pude evitar llevar
Tomé un taxi hasta la casa de Francisco no estaba muy segura como iba hacer mi vida de ahora en adelante pero seguro que cualquier cosa era mejor que seguir con esa vida que llevaba. Toqué la puerta, una mujer uniformada me abrio, le sonrie — Buen día, disculpe estoy buscando a... — Usted debe ser la Srita Alanis— Me interrumpió, asentí con la cabeza, ella me regaló una pequeña sonrisa y se apartó aún lado para que yo pudiera pasar, me adentré en aquella enorme casa— El señor mando a preparar una recamara para usted, la estábamos esperando, no sabíamos a qué hora llegaria— Me agradaba está mujer parecía agarrar confianza muy rápido. — El no está en este momento?— Pregunte — No señorita, tenía unas cosas que hacer pero dejo órdenes estrictas de hacerla sentir como en casa, seguro llega en cualquier momento — Muchas gracias Ella me hizo seña para que la siguiera así que eso hice, comencé a seguirla y mientras lo hacía no pude evitar mirar toda la casa, realmente era precio
Luego de ver cómo Francisco salía de la habitación dejándome sola para que pudiese leer el documento que me había entregado me senté en la cama. Quería leer todo con detenimiento para poder saber qué es lo que realmente estaba firmando, después de todo no podía confiarme totalmente de él nos habíamos visto una vez. Y aquel contrato mencionaba que no podía mencionar absolutamente nada de lo que habláramos él y yo, no podía estar con nadie más durante estos tres años y medio de matrimonio mínimo que tenía que durar nuestra relación, una vez que él y yo estuviésemos legalmente separado la custodia de nuestro hijo sería compartida, y finalmente una vez que nuestra relación terminara me iba a dar cierta cantidad de dinero para que pudiera empezar. Me sentía cómoda con aquellas cláusulas y especificaciones porque sentía que ambos saldríamos beneficiados yo lo ayudaría mi hijo tendría un buen futuro y una vez que todo esto terminara yo no quedaría en la calle. Me sentía bastante
Tenía que admitir que sentía mis manos temblar, cerré los ojos por un segundo respirando totalmente perfume inhalando todo el aire que mis pulmones pudieran agarrar y luego soltarlo de golpe tratando de relajarme y calmarme. — todo está bien con mi prometida doctora?— preguntó a Francisco y no sé por qué cada palabra que salía de sus labios me aceleraban aún más y no de manera negativa — Algo está mal? — No Francisco nada de eso, de hecho les tengo una muy buena noticia felicidades porque están embarazados Oh por Dios! Realmente no sabía cuánto quería tener este bebé Hasta que supe que había una posibilidad que no lo tuviera dentro de mí. Me sentía con una felicidad extrema por dentro a la vez con muchos nervios porque ahora estaba 100% segura de que un bebé crecía dentro de mí y sentía esa responsabilidad de que tenía que darle lo mejor que pudiera darle y no importa lo que tuvieras que hacer para que él fuese inmensamente feliz y no viviera pero en la cuarta parte de lo que
Francisco Montes La puerta se abrió apenas Alanis salió del despacho y una furiosa Mariana entro, sus ojos estaban rojos al igual que su nariz, lo que me hizo identificar que había estado llorando todo el día, sus labios estaban humedecidos.Quería decir que me sentía mal por ella pero la realidad era que no le había avisado desde el día uno que ella y yo no podríamos ser nada más, no podría justificar ante mi familia como es que había terminado con una chica como ella la cual era hija de mi ama de llaves Quizás en las historias de niños era muy lindo y atractivo ver a la hija de la ama de llaves con el duque pero en la vida real esto no era así, con Alanís podría justificarlo diciendo que era una chica estudiosa que había salido desde abajo. Además la belleza de la que sería mi futura esposa y madre de mi hijo era impresionante esos hermosos ojos grises esa piel blanca y ese cabello negro azabache tenía una belleza que hipnotizaba cualquiera.— Como eres capaz de hacerme esto?!— G